Extremo, límite, frontera, top, techo... Podemos llamarlo como queramos. Este viaje alrededor del macizo de Monte Perdido es una pasada, una "flipación" que no sabemos cómo explicar ni contar. Bueno contarlo puede ser tan sencillo como relatar las alegrías y penas de los seis locos que hemos participado en la aventura: Carlos Nuin, Alejo, Javier, Tedy, Adrián y servidor de ustedes, quienes salimos de Pamplona el Viernes por la tarde con rumbo a Bielsa, a las puertas del Valle de Pineta, donde habíamos pillado un apartamento para esa noche y la siguiente. La idea era salir a primera hora del Sábado para hacer el recorrido en unas doce horas aproximadamente. De ese modo nos pareció que las 7:00 sería una buena hora para echar a andar y que tendríamos margen suficiente para terminar la excursión con salida y llegada en el refugio de Pineta.
La cena del Viernes estuvo patrocinada por Adrián, nuestro asturiano preferido, quien puso sobre la mesa unos generosos trozos de queso Cabrales y Gamoneu (o como se escriba) además de unas botellas de sidra cojonudas. Eso fue el aperitivo, porque Tedy se curró una fideuá con pollo y champiñones de concurso. Los tomates de la ensalada fueron regalo de Pedro Munárriz, por quien brindamos en espera de su pronta recuperación ¡¡Ese tobillo lo queremos al 100% lo antes posible!!
Ese Tedy!!! Todo un máster chef de las fideuás |
¡¡Cómo estaba ese tomate!! Gracias Pedroooo!!! |
Si además de la sidra, os cuento que Alejo sacó un tinto de cuatro estrellas ya os podéis imaginar lo bien que dormimos esa noche. O no tan bien, porque alguno se tuvo que levantar un par de veces a beber agua, ¡No sabéis la sed que dan algunos quesos...! ¿O será la sidra? ¿O el vino?
A las seis arriba, no tardamos ni media hora en desayunar y organizar el material. Entonces caigo en que he olvidado el frontal y lo mismo le ha pasado a Adrián. No le damos importancia porque esperamos terminar con tiempo suficiente... Tedy sí lo ha traído pero no lo echa a la mochila porque la lleva a tope, es lo que pasa cuando metes ¡¡seis sandwiches de nocilla!! Nuestro campeón no quiere pasar hambre, ni sufrir un pajarón, no señor. Yo también llevo dos buenos bocatas pero de jamón y queso y en cuanto a cosas dulces también cargo cuatro o cinco barritas de frutas y dos de proteína, además de una bolsa de frutos secos con chocolate.
En la mochila llevaré también el móvil junto con una batería externa, gorra de visera, chubasquero, manta de emergencia e insulina. Todos llevamos bastones, menos Carlos Nuin que está hecho un titán. Eso sí, mi tocayo lleva un navegador con la ruta cargada igual que Javier. Los dos han cargado la ruta de Jorge Gª Dihinx, autor del conocido blog La Meteo que Viene.
De Bielsa al Refugio de Pineta hay unos 15 minutos de carretera por el valle más espectacular de los Pirineos pero como es de noche ni nos enteramos. En el refugio están encendidas las luces del comedor donde seguramente un buen número de montañeros desayuna mientras piensa en su ruta para esta jornada que comienza.
Pasan seis minutos de las 7 de la mañana cuando echamos a correr por el sendero que prácticamente en llano nos lleva al Circo de Pineta. El bosque de pino, abeto y hayas no es muy cerrado y la primera claridad del amanecer permite transitar sin necesidad de luz. Nos saludan unos chicos, ¡Seis Run-19 de los cuales distingo a Eduardo y a Jorge junto a una furgo donde han debido pasar la noche. Tienen el mismo plan que nosotros y saldrán cinco minutos detrás nuestra. ¡¡Venga chavales, que luego nos pilláis!!
Pues no queda nada... Nuestro viaje no ha hecho ni empezar. Bueno sí, que ya llevamos 3 kilómetros trotando por caminos y pistas y todavía no hemos llegado al fondo del Circo ¡Qué grande es este valle!
Y comienza la subida que nos llevará desde los 1250 mts de altitud a los más de 2500 mts de altitud del Balcón de Marboré. Los del Run nos pillarán a mitad de subida en un camino bastante transitado por el que vamos adelantando a algunos grupos que cargados con pesadas mochilas nos miran de reojo. Buen humor y muchas risas. Por cierto que nuestros amigos venían hablando toooodo el rato ¡Qué fuertes están! Nos sacarán más de 3 horas de ventaja...
Por fin asomamos arriba del Balcón y podemos contemplar la mítica Cara Norte del Monte Perdido con su glaciar, o lo que queda de él... En cualquier caso es una de las mejores vistas de los Pirineos. ¿Y la Brecha de Tuca Roya? Pregunta Carlos Nuin. Todavía debemos caminar un rato por un caos de bloques hasta el Lago de Marboré y la vemos arriba, al otro lado. Rodeando el lago hacia nuestra derecha nos pondremos debajo y en cuatro patadas subimos los 70 mts de desnivel hasta el refugio que se levanta justo en la frontera. Hace frío aquí arriba, el sol que nos había pillado antes de subir al Balcón está detrás de estos peñascos y el corredor que cae al Norte ofrece un aspecto amenazador en la penumbra. Un detalle que a Alejo no le importa mucho porque en cuatro patadas se planta abajo ¡Cómo baja este animal! El nevero que suele permanecer gran parte del Verano casi ha desaparecido y la bajada solo exige un poquito de atención para no echar piedras a los compañeros de abajo. -¡Venga Adrián! ¿Qué es esto para el campeón de las canales de Picos?- procuro animar a nuestro amigo, el benjamín del equipo, que solo lleva cuatro días pateando montes y baja menos confiado. Le prometo que esta es la parte más técnica de la excursión, y que si el nevero cubre la canal exige todavía más cuidado y atención, o llevar pinchos y piolet.
Vamos Adrián!!! |
Debajo nuestra el Circo de Estaube y al fondo el Lac des Gloriettes |
Una vez abajo pudimos echar unas buenas carreras hasta acercarnos a la Hourquette de Allans, 200 mts encima nuestra y a la que subimos a buen ritmo. Allí dejamos atrás el Circo de Estaube y entramos en el de Gavarnie. Unos franceses dicharacheros nos explican que a nuestra derecha está el Pimené, un excelente mirador, pero lo dejaremos para otra ocasión. Eso sí, estaremos más de 15 minutos disfrutando de las vistas hacia las paredes de Gavarnie y el lejano Vignemale entre otros montes... Yo comeré un bocata y me pondré 3 uds de insulina rápida -Novorapid-. Mi azúcar a las 11:16 está en 144, llevamos 4 horas.
La carrera hasta el refugio de Espuguettes es una gozada por buen sendero entre la hierba. Aquí Adrián se tomó una Coca-cola y Tedy quizá el segundo sandwich de nocilla. Unas bromas con los burros que todavía aquí sirven para acarrear el material y volvimos a correr.
A correr y seguir disfrutando la etapa más bonita bajando a la Cabaña de Pailla y a continuación al Circo de Gavarnie, corriendo felices entre pinos y abetos por cornisas o fajas que cortan los paredones y te llevan hasta un escenario espectacular: La Cascada de Gavarnie, o la Grande Cascade que con sus 400 mts de altura en dos caídas es considerada la segunda mayor de Europa, fuera de Noruega.
Hace calor, son las 12 del mediodía cuando cruzamos el Gave de Gavarnie por el puente y pasamos al otro lado del circo para ganar altura en busca de las "Escaleras de Serradets" que nos han de llevar al refugio del mismo nombre (en obras) y después a la Brecha de Roldán, de Rolando o de como se llamara ese tío... La Brecha que veíamos tan lejana desde el refugio de Espuguetes y que ahora está encima nuestra, muy, muy arriba, como pichicientos pisos más alta. Por supuesto no la podemos ver, en su lugar encontramos escalones de gigantes donde echamos mano casi continuamente para poder progresar. Tanto aquí como en los descensos procuramos llevar los bastones recogidos para ganar soltura y libertad de movimientos. La progresión es rápida pero ya he dicho que hace calor y el trabajo se hace muy penoso, por lo menos para mí y Alejo quien anda mirando sus pulsaciones y vigila que no se disparen demasiado. Tedy y Javier en cambio no tienen problema alguno, están fuertes y mantienen un ritmo regular perdiéndose de vista enseguida montaña arriba. Detrás de ellos irán Carlos Nuin y Adrián a quien parece le sentó bien la coca-cola...
Empezamos las "Escaleras" |
En estas que Alejo pega un grito y se para al lado mía: -¡Uaaaah mis cuádriceps! ¡Se me suben!- El pobre se tiene que sentar y estirar las patas buscando un alivio que no llega. -¿Has tomado sales?- le pregunto preocupado, y le ofrezco una cápsula de sal y otra de magnesio. Eso puede ayudar pero no es una fórmula ultra rápida. Mi amigo no se explica la situación, nunca le había pasado que se le subieran los músculos con la intensidad. Retomamos la marcha despacio pero en cuanto sube una pata un poco para subir se repite el dolor y el bloqueo. Madre mía ¿Qué hacemos?... -Ni pienses en que te saquen en helicóptero eh campeón- le advierto, - tu seguro es de accidentes, no de patas jodidas por los calambres y si te vienen a buscar, los franceses te meterán un sartenazo de euros que te dejarán doblado-. Los minutos pasan y apenas avanzamos... Pero el terreno es más fácil y entonces reparo en que los dos llevamos recogidos los bastones. -¡Ya los estás agarrando bien fuerte para ponerlos en cada paso y quitar trabajo a las patas!- le ordeno. Yo hago lo mismo y no sé si por las sales o por la pastilla de espirulina que también le doy o porque la pendiente es menos fuerte, el caso es que podemos retomar la marcha a un ritmo casi normal, casi.
Pero ahora quien tiene problemas soy yo: Una flojera que me es familiar me decide a mirar el azúcar: Los 184 que tenía en el fondo del Circo han pasado a 59 ¡y bajando! Menos mal que tengo dos barritas de frutas a mano y las como una detrás de otra acompañadas de buenos tragos de agua. Cuarenta minutos más tarde llegamos al Refugio de Serradets, mi azúcar a las 14:31 de la tarde ha subido a 130 ¡Bieeen!
Datos del Garmin |
Cagüen!! Esperando el segundo capítulo con ganas...
ResponderEliminarMarchando un ladrillo completo!! Con doble de collados, brechas y barrancos!!! Un abrazo Manu!!!
EliminarImpresionante!
ResponderEliminarImpresionante!
ResponderEliminarCada valle, collado y montaña por donde pasa el recorrido es como bien dices: Impresionante!!!
EliminarCarlos, nos haces disfrutar de la escapada, y sentirnos dentro de ella. Fotos impresionantes y mejor narración. Muchas gracias. Sois unos titanes!!!
ResponderEliminarMuchas gracias a tí por tus elogios!! Siempre queremos compartir las cosas buenas que nos pasan y esta aventura fue maravillosa a pesar de nuestros apuros en la última etapa.
EliminarSiempre serás el puto amo de los que vamos al monte con medidor de azúcar y pluma, Jau! Eres muy grande Carlos!!! Gracias por estos repor que nos recuerdan que podemos con todo!!!
ResponderEliminarEl amo del atrevimiento será... La verdad es que soy un "patas", pero me puede el vicio de patear montes y buscar "aventuras". Al día siguiente volvemos al asfalto, las obligaciones y ahora también la mascarilla, pero antes de cerrar los ojos y coger el sueño podemos sonreír pensando en la paliza del día anterior e imaginar la siguiente. Y ahí no hay diabetes!!
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