Correr, caminar, pedalear, trepar, nadar, saltar...Trabajar y VIVIR. La diabetes, una anécdota.

Siempre y cuando controlemos el ejercicio y nuestra glucemia en sangre. Esta enfermedad que junto con la obesidad está considerada la epidemia del siglo XXI permite llevar una vida activa perfectamente normal gracias a médicos e investigadores, profesionales apasionados que no dejan de trabajar para que mañana sea de verdad una anécdota. Hay dos tipos principales de diabetes: Tipo I y tipo II. La primera es la mía, la insulino-dependiente o también llamada infantil, porque en un alto porcentaje de casos se presenta a edades tempranas, aunque yo "debuté" con esta enfermedad a los 44 años. Mi sistema inmune falló y atacó a las células del páncreas que producen la insulina sufriendo a continuación los tres síntomas del libro o las "tres Pes": Poliuria (orinar mucho), Polidipsia (sed horrible a todas horas) y Polifagia (hambre, hambre, haaaambre).



¿Porqué a mí? Pensé. A mí que toda la vida he hecho deporte, que sólo tres meses antes terminé mi Cuarta Maratón en Donosti, a mí que no fumo, a mí que soy un chico formal: Buen padre y ejemplar esposo, a mí que hago la declaración de renta puntualmente y pago la contribución urbana y el impuesto de circulación religiosamente cada año... ¿Porqué?



El estrés que tantos sufrimos en mayor o menor grado, herencia genética, un catarro mal curado, la contaminación, el agujero de la capa de ozono... Médicos, familiares, amigos, vecinos y yo mismo apuntamos una u otra causa, pero lo cierto es que daba lo mismo. El caso es que mi cuerpo -mi páncreas- casi no tenía reservas de insulina y que ya no iba a producir más -o muy poca- y que iba a necesitar "pincharme" insulina todos los días.

martes, 24 de septiembre de 2013

I Ultra Trail Pamplona Bilbao

180 km y 6570 M+, 21 de septiembre 2013. NON STOP 24-30 HORAS.  Las apuestas pueden ser una cosa muy seria, si además se plantean entre un vasco y un navarro no hace falta mucho para que las propuestas más descabelladas se pongan sobre la mesa, y esta fue una de esas, todo un RETO.

A las 6 y media de la mañana del Sábado quedan pocos juerguistas en el casco viejo de Pamplona. Rectifico: Unos cuantos tipos vestidos de colores, la mayoría con pantalón corto pululan por la Plaza del Ayuntamiento, se hacen fotos y ordenan sus bolsas repletas de cachivaches y cosas raras de comer. Alguien dice que quieren ir hasta Bilbao - ¿en bus o en coche?-, pregunta un curioso. - ¡¡Corriendo!!-.


El Club Deportivo Navarra de una parte y el Club Deportivo Bilbao de otra han preparado esta aventura a la que me he apuntado con la idea de llegar hasta Urbasa -unos 57 kmts-.  Alejo, David y Santi también se han animado y quieren llegar hasta Azanza - a 22 kmts-.  Los mismos planes que yo tiene Angel -de Adi Ike-, que también igual que yo se ha inscrito a la Ultra de Guara dentro de 15 días, bien a gusto tiraría hasta el mismo Bilbao pero no le iría nada bien.  Como solemos decir: estamos locos, pero no tanto.

Jorge Urquizu, un campeón de la Sección de Orientación del Deportivo Navarra sí que está así de loco, o más... Puede decirse que todos estamos aquí por su culpa.  Sus tres colegas de orientación no le han dejado solo, Carlos Nuin, Pasqui y Eric visten sus mismos colores y también están dispuestos a llegar a la capital vizcaína. Otro compi de su club, Oscar también va a participar y correrá desde Urbasa a Legutio comiéndose la parte más dura de la excursión. ¡¡Bravo!!

Está también José Luis Riaño, uno de los pocos que en Enero completaron la Vuelta a la Cuenca de Pamplona por el GR220. Si ha venido aquí ha sido para terminar y eso dice a todo el que le pregunta, lo mismo que te dice que el lunes irá a trabajar porque ¡A ver que otro remedio queda!  Nuestro amigo de Peralta ya no necesita presentaciones. ¡¡Qué tío!!

Joseba es un chavalote grande que siempre sonríe, lleva corriendo cuatro días como quien dice pero el veneno del monte y del trail se le metió dentro, también fue en aquella aventura por la Cuenca en el mes de Enero y aquí está con la idea de ir hasta Urbasa.  Peio, nuestro triatleta de Zizur cada día está más ftalaco y más fuerte, no es una contradicción: es la norma en esa dura disciplina deportiva.  Está Toni con un compañero de su club: Bostibaieta K.E. de Legutio, en Alava, el itinerario pasa por su pueblo y se han ofrecido a poner un avituallamiento y ayudar en lo que haga falta, quieren participar en equipos de dos haciendo etapas.  Ellos son los primeros y darán el relevo en el Túnel de Lizarraga.

Hay más gente que no me suena, me han dicho que ese chico de rojo es Alex Txicón, un montañero vasco que hace cuatro días se enfrentaba al K2 y que ya tiene en la saca unos cuantos ochomiles. - ¿Y que hace aquí?-, pregunto. - Nada, que en la ETB están haciendo un programa de aventuras y entre otras le han planteado que participe en esta, la echarán seguramente en noviembre-. Estaremos atentos.

Bueno ¿y esta carrera cuánto cuesta? Nada hombre, los del Deportivo Navarra nos van a dar cuatro cosillas para comer y beber y nos traerán de vuelta a casa ¡¡Milla Ezker Beltxun!! ¡¡Gracias Nico y Enrique!!  Entre eso, la gente de Legutio y los del Club Deportivo Bilbao que ofrecen una comida a todos los que allí vayan incluidos sus familiares la prueba más guapa de todas las que he participado hasta ahora sólo va a costarme el dinero de la ronda de cafés que tuve que pelearme para pagar en Ermitaberri el Domingo por la mañana. Si además tenemos de fisio a Carlos Etxebe para ponernos las patas bien cuando lo necesitamos... ¡¡La hostia que Carrera!!

¿Os cuento la carrera? No, os la voy a resumir porque aunque la cosa empezó a las 7 de la mañana del Sábado en Pamplona y terminó a las 11 de la mañana del Domingo en Bilbao, esas 28 horas me han parecido días ¡o meses! Y es que cuando las sensaciones son tan grandes, tan intensas... cuando conoces tantos desconocidos que en un segundo pasan a ser casi amigos... cuando disfrutas tanto como todos hemos disfrutado en esta aventura, es imposible contarlo. Hay que vivirlo y todos lo podréis hacer el próximo año si os animáis a una etapa, dos... o a todas del colosal viaje que será ir desde Bilbao a Pamplona.



En resumidas cuentas:

LO MEJOR: Todas las personas que hemos participado en esta loca aventura.  Corriendo, colaborando, animando... A destacar los chicos y chicas del Club de Montaña Bostibaieta, que a las 3 de la mañana del Domingo estaban ahí pasando frío con nosotros en la plaza del pueblo, para arropar a los sufridos corredores que llegaban allí, con 120 kmts en las patas y ¡¡60 por delante!!

LO PEOR: El frío que pasamos algunos durmiendo en el frontón de Legutio (no habíamos llevado sacos) y lo que tardó en abrirnos Lupe en el bar de Ermitaberri: quedamos en que nos abriría a las 7 y pasaron 40 minutazos más.  ¡¡Ah, se me olvidaba!!  Lo peor también es el coñazo de andar cargando las baterías de los móviles, garmines y cámaras. Antes no teníamos ese problema y también podíamos correr por el mundo...

La secuencia: El encuentro con los corredores en Zumarrandi, arriba de Araia, en el Parque Natural de Aratz-Aitzkorri.  Llegaron pista arriba con 80 kmts de dura travesía. ¡¡Les quedaban 100 todavía!!  En el bosque empezaba a hacer frío a eso de las 7 de la tarde, la luz se iba, todos estábamos cansados y al despedirnos de ellos hasta la siguiente etapa en Legutio sabíamos que les quedaba lo más duro: los toboganes por la sierra de los 79 molinos y la oscuridad de la noche.




El momento:  Cuando Beltxun aporrea la puerta del bar en Ermitaberri y suena la alarma. Lupe abrió la puerta con esa cara que tenemos todos si te has echado tarde la noche del Sábado y el domingo te tocan las narices a las 7:40 de la mañana. Pero luego los cafés estaban riquísimos.  ¡¡Aúpa el bar de Lupe!!


Otro momento: Al llegar al Túnel de Lizarraga y parar en el bar. Allí está Ainhoa y un compañero de su club para coger el relevo hasta Urbasa, nos presentan y le tiendo la mano pero ella me planta dos besos ¡¡estoy sudando como un ceporro pero a esta valiente no parece importarle!!

La imágen:  Los Pirineos en el horizonte cuando cogimos altura cerca de Urbasa.  El día era magnífico y el cielo limpio permitía distinguir desde el Ori a la Collarada.  El perfil del Moncayo también se veía perfectamente y las cercanas sierras de Aratz y Aitzkorri podían tocarse...


La frase: ¡¡Equipo!! - Jorge nos ha hecho sentir a todos parte del mejor equipo del mundo mundial.

Reto conseguido: José Luis y Jorge son nuestros campeones

¿Porqué... : todos estábamos seguros de que hasta Bilbao, además de Jorge también conseguiría llegar José Luis Riaño, el campeón de Peralta y nuestro héroe favorito más modesto?  ¿Porqué José Luis se resiste a comprarse el goretex de Norfeis en el Corte Inglés y sigue protegiéndose con su clásico plástico de los chinos que sólo cuesta 3 euros?




Por el próximo reto: Bilbao - Pamplona

Todas las fotos
Mi ruta en el Garmin aquí.
El domingo por la mañana recorrí también la última
etapa: 23 kmts entre Bentaberri y Bilbao pero el cacharro
se quedó sin batería.





jueves, 12 de septiembre de 2013

Cansa... Moncayos

Hacía años que no me acercaba por el Moncayo, bueno no tanto, porque en el Verano de 2011 el amigo Zaratiegui y yo le dimos toda la vuelta en la Calcenada: 100 kmts que nos llevaron por todos los pueblos situados en las estribaciones de la sierra.  Pero lo que se dice subir arriba sí que hace mucho...

Desde el coche cuando vamos desde Zaragoza a Navarra o al revés siempre lo miro de reojo, primero lo veo delante del coche acercándose poco a poco y después, al pasar cerca de Tudela, a la izquierda o a la derecha, según el sentido del viaje.  Pese a su modesta altitud (2314 mts)  es el techo del Sistema Ibérico y su línea de cumbres se levanta muy por encima del Valle del Ebro destacando imponente en el horizonte desde Zaragoza, Tarazona o Tudela.

Martes 10 de septiembre, con unos días  libres por delante voy a Zaragoza para pasar unos días con la familia, siendo que voy solo y no tengo prisa por llegar me levanto sin prisa, preparo la mochila, las zapatillas y la ropa de romano y salgo de Zizur cuando son casi las 9 de la mañana. ¡Vaya horas! En un día caluroso habría tenido que madrugar mucho más.

Antes de llegar a Tudela pillo el desvío que pasando por Murchante, Monteagudo y Cascante me lleva a Tarazona,  desde la "Toledo del Ebro" pongo rumbo a San Martín de la Virgen del Moncayo, un pueblo de nombre muy largo pero pequeño y de pocos habitantes, al menos ahora que ha pasado el mes de Agosto y los veraneantes han vuelto a la ciudad.



Unos pocos kmts más arriba de San Martín está Agramonte (1060 mts), hermoso lugar entre bosques de pino, roble y haya donde hasta 1978 funcionó un sanatorio para tuberculosos y enfermos de pulmón.   Hoy se levantan allí un restaurante y un refugio de montaña junto a un lugar de recreo con merenderos y aparcamiento. En otro edificio está el Centro de Interpretación del Parque Natural, así como una caseta de control junto a la carretera que asciende al Santuario, a 1600 metros de altitud.


Son las 10:51 cuando estoy listo y me dispongo a empezar mi "excursión".  Mi glucemia: 67, así que como dos plátanos y un "huesito" además de un buen trago de isostar.  En el parkin sólo hay otro coche, el lugar está desierto, sólo se oyen los pájaros y el aire que mueve un poco las ramas de los árboles.  - ¡¡Hola!! ¿Sabes por dónde se sube al santuario? - Dos chicas acaban de aparecer ¡¡no estoy solo en el mundo!!.  Parece que se alegran de ver a alguien, vienen andando desde Litago y quieren subir al Moncayo pero no saben dónde se coge el camino.  - Pues yo tampoco lo tengo claro - les confieso -, he consultado en internet y al parecer hay un sendero que sale detrás del refugio, de todos modos en caso de duda bastará con salir a la carretera que aunque da más vueltas sube hasta allí -.  Iremos los tres juntos hasta el refugio y efectivamente allí hay un cartel que señala un paseo hasta la Fuente de la Teja.  No tenemos idea de qué fuente es esa, el itinerario que he consultado señala como referencia la fuente de los Frailes y pensando que después de una fuente vendrá la siguiente decido que puede ser por ahí, además va paralelo a la carretera así que no hay pérdida.  ¡¡Venga!!  Mis dos guapísimas y valientes amigas me hacen una foto y allí nos despedimos porque yo arranco a correr.  ¡¡Adios, adios!!

La temperatura es fresca e ideal para andar por el monte.  El sendero discurre por un joven hayedo y es muy bueno pero al cabo de un rato veo que mantiene dirección Oeste y al llegar a un indicador me doy cuenta de que me conduce al  Barranco de Castilla ¡¡voy en dirección contraria!!  retrocederé unos metros y finalmente tiraré monte arriba sin camino y aprovechando una ladera más o menos limpia de maleza... de ese modo salgo a una pista por la que bajaré corriendo en dirección Este.  Un hombre viene a mi encuentro con unas cuantas setas en las manos y le pregunto a dónde conduce la pista.  - A la fuente del Sacristán tienes dos minutos - me dice mirando mis trazas de torero, entre divertido y admirado...

Así es, tras una cómoda carrera perdiendo altura ¡mecachis!  llego a la carretera del Santuario y paso junto a la Fuente del Sacristán, desde allí un cartel señala a la Fuente de los Frailes y de nuevo por sendero continúo monte arriba.  Espero que las chicas de Litago no den las mismas vueltas que yo...

Fuente de los Frailes, sigo por camino poco marcado y recordando mis excursiones de chaval - qué lejos están los 80 - tiro monte arriba entre hayas y pinos.  Salgo de nuevo a la carretera y no veo trazas de sendero así que sigo mi ascensión por una extensa pedrera montaña arriba.  Pienso que saldré a los últimos metros de la carretera antes del Santuario pero tras una penosa progresión llego a la Fuente de San Gaudioso, bonito rincón que piso por primera vez en mi vida  ¿y el Santuario?  ¡¡Si está allí !!  Lo puedo divisar a mi derecha mirando al monte y me sorprende comprobar que estoy a su misma altura - 1600 mts-.
De acuerdo, pues como la excursión que tengo pensado consiste en seguir la línea de cumbres desde el Collado Bellido ahora debo proseguir hacia el Este. Un sendero que se interna en los pinos lleva esa misma dirección y me tiro por él a la carrera sin más comprobaciones, pero a los 5 minutos veo que pierde altura y decido abandonarlo.  Cogeré otra pedrera para ascender montaña arriba y me alegraré mucho cuando después de un rato progresando por los pedruscos encuentro otro sendero, señalizado con pintura blanca y roja ¡¡este es el mío!!

El problema es que las nubes están empezando a cubrir el cielo y cada vez es más oscuro el panorama arriba de la montaña, ay,ay,ay...  Cuando llego al collado, a unos 1800 mts sé que toca cambiar de dirección casi 180º para acometer la subida a la línea de cumbres: Lobera, Morca y Moncayo, pero eso significa meterse en una cortina gris donde puedo desorientarme y acabar quién sabe dónde... No me fío un pelo, así que consulto mi garmin y veo que llevo 11 kmts, por lo que si desando el paseo conseguiré un entreno decente y montañero como era mi plan para hoy.  Me da rabia dejar el monte sin hacer cima pero no lo pienso y doy media vuelta. ¡Qué pena! Mientras he mirado mi azúcar: son las 13:13 y tengo 232 porque he ido bebiendo isostar y comido unas dos barritas, pero tengo hambre así que me pongo 2 uds de novorapid y me como un sandwich de pan integral con jamón serrano.  ¡¡Qué bueno!!



En sentido contrario el sendero es  todo cuesta abajo y lo hago casi todo a la carrera.  El monte está precioso: verde y con todos los barrancos llenos de agua, del Circo de Morca bajan varios arroyos y en algún tramo el camino discurre entre jardines de frambuesas -o chordones en aragonés-, los pedregales alternan con pequeños bosques de pino con algún acebo.  Disfruto de la carrera que en pocos minutos me lleva de nuevo a las proximidades del Santuario.



Al llegar al cruce con la senda que sube al Circo de San Miguel, el sol se abre paso entre las nubes.  El paisaje se inunda de luz y ello me anima a acercarme al Cucharón, como también llaman a ese circo, base para subir al Moncayo.

Dicho y hecho tiro para arriba.  Son las dos del mediodía, ¡vaya horas!  Me cruzo con varios grupos de montañeros que vuelven de la cumbre y también adelanto a otros -no soy el único tardano-.  Al salir del bosque, el Circo de San Miguel se abre delante mía cubierto de nubes en su parte superior.  No obstante me decido a seguir viendo a unos chavales que inician la subida por el camino normal de la ladera izquierda. Compruebo de nuevo el azúcar: 132, hora: 14:13 ¡¡vamos para arriba!!


Ni pensar en correr por esta empinada ladera de piedras.  A medida que subo las nubes se van abriendo y al llegar arriba me alegra saber que podré disfrutar del singular paisaje: un desierto de piedras y pequeños matorrales se extiende en todas direcciones y sólo las nubes que vuelan por debajo señalan que estoy en lo alto de una singular montaña.




En la cima hay un grupo de montañeros al abrigo de un vivac, nos hacemos fotos mutuamente, son muy majos y hablando hablando me cuentan su intención de bajar hacia el Collado de Castilla, ello me decide también por esa ruta porque así el paseo será más interesante. ¡¡Adiós, adiós!! me despido porque ellos van más tranquis.

Si hubiera venido desde Bellido habría hecho la travesía completa de la línea de cumbres de Sudeste a Noroeste como hace ¿8 años? con amigos del Foro de El Atleta: Javiere, Ppong, Skyruner, Mina, Mudo, Corretechos, Martina... Parece que fue hace un siglo.




Pensaré en aquella excursión mientras bajo de piedra en piedra al Collado de Castilla, una vez allí proseguiré el descenso por el Barranco de Castilla hasta mucho más abajo, a unos 1400 mts cuando entraré en el bosque siguiendo un sendero precioso que me conducirá de vuelta hasta Agramonte.

A las 16:33 he completado el paseo, tengo 46 de glucemia, si el bar estuviera abierto me daría un homenaje pero tendré que conformarme con 2 huesitos y un buen puñado de frutos secos con pasas.  ¡¡¡Adiós Moncayo, hasta pronto!!!


Todas las fotos aquí.

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