Correr, caminar, pedalear, trepar, nadar, saltar...Trabajar y VIVIR. La diabetes, una anécdota.

Siempre y cuando controlemos el ejercicio y nuestra glucemia en sangre. Esta enfermedad que junto con la obesidad está considerada la epidemia del siglo XXI permite llevar una vida activa perfectamente normal gracias a médicos e investigadores, profesionales apasionados que no dejan de trabajar para que mañana sea de verdad una anécdota. Hay dos tipos principales de diabetes: Tipo I y tipo II. La primera es la mía, la insulino-dependiente o también llamada infantil, porque en un alto porcentaje de casos se presenta a edades tempranas, aunque yo "debuté" con esta enfermedad a los 44 años. Mi sistema inmune falló y atacó a las células del páncreas que producen la insulina sufriendo a continuación los tres síntomas del libro o las "tres Pes": Poliuria (orinar mucho), Polidipsia (sed horrible a todas horas) y Polifagia (hambre, hambre, haaaambre).



¿Porqué a mí? Pensé. A mí que toda la vida he hecho deporte, que sólo tres meses antes terminé mi Cuarta Maratón en Donosti, a mí que no fumo, a mí que soy un chico formal: Buen padre y ejemplar esposo, a mí que hago la declaración de renta puntualmente y pago la contribución urbana y el impuesto de circulación religiosamente cada año... ¿Porqué?



El estrés que tantos sufrimos en mayor o menor grado, herencia genética, un catarro mal curado, la contaminación, el agujero de la capa de ozono... Médicos, familiares, amigos, vecinos y yo mismo apuntamos una u otra causa, pero lo cierto es que daba lo mismo. El caso es que mi cuerpo -mi páncreas- casi no tenía reservas de insulina y que ya no iba a producir más -o muy poca- y que iba a necesitar "pincharme" insulina todos los días.

miércoles, 29 de marzo de 2017

Ultra Maratón X Montaña Nogueruelas

Teruel: 14804 kmts cuadrados, población: 136.260 habitantes.  Navarra: 10391 kmts cuadrados, población: 636.142 habitantes.  Fuente: wikipedia.

Cruzando el río (foto Monrasin)
 Noche cerrada cuando llegamos a Nogueruelas tras más de 4 horas de viaje. Saliendo desde Zizur -al ladico de Pamplona-, solo hemos parado en Cariñena para beber algo en un bar que conoce Txitxo. Nuestro amigo es un experto en esta ruta porque lleva años pasando las vacaciones en un pequeño pueblo costero de Castellón. Pero quien nos ha empujado a este viaje no ha sido él sino Iñigo, que nos habló hace meses de esta Ultra en Teruel, lo mismo que de la Ultra les Fonts en Xerta -Tarragona-, donde el muy bestia se curró las tres pruebas: la Nocturneta de 23 kmts el Viernes, la Ultra les Fonts de 70 kmts el Sábado y la Cursa el Domingo que con 27 kmts fueron el postre de un fin de semana para recordar. O para olvidar, porque salir del curro el Viernes para ir a Tarragona y volver el Domingo por la tarde y levantarte el Lunes a trabajar... Pero aquí está con nosotros dos semanas después, en este pueblo perdido en la Comarca de Gúdar-Javalambre.

Joseba también se ha animado a venir con nosotros pero tras un invierno de croses y series de velocidad no se veía como para 70 kilómetros y correrá los 29 kmts del Trail, con él correrá Adri, que viene desde Barcelona donde vive y trabaja. Es cuñado de Txitxo y después de tantos años veranenado juntos en Castellón tan cerca de la Sierra de Espadán se conocen todos sus senderos y están curtidos en las muchas carreras que haga calor o haga calor se celebran en la región..  Adri ha llegado antes y nos recibe en la plaza del pueblo, ya ha recogido su dorsal y  nos indica el pabellón multiusos donde la organización tiene montada la infraestructura de la carrera. Allí un nutrido grupo de hombres y mujeres, todos voluntarios, se afanan ordenando el material para los avituallamientos y ultimando detalles. Se respira un ambiente de fiesta y nervios al mismo tiempo.

Con el dorsal nos obsequian una preciosa y abrigada sudadera a los de la ultra, a Joseba y Adri en cambio, les dan una camiseta, también muy chula pero menos abrigada, claro que ellos saldrán a las 9 mientras que nosotros lo haremos a las 6 de la mañana ¡seguro que hará más frío!


Como son las 9 pasadas nos dirigimos a uno de los dos bares-restaurantes del pueblo para echar un bocadillo. Me relamo de gusto pensando en el jamón que en esta comarca tiene que ser rico rico cuando...  Me viene a la cabeza una imágen de pesadilla: los bolígrafos de mi insulina en el aparador del frigorífico... ¡¡Me he dejado la insulina en casa!!

Qué voy a contar aquí de nuestras rutinas preparando el material, ropa, geles y toda suerte de cachivaches necesarios o menos necesarios que echamos en la bolsa de viaje cuando nos vamos fuera de casa a correr y pasar un fin de semana... Los que además tenemos diabetes siempre estamos atentos a añadir el medidor, agujas e insulinas porque sin ello ni podemos correr ni tampoco comer.  A mí hasta ahora nunca se me había olvidado. Hasta hoy que me veo un Viernes por la noche en un pueblo de 220 habitantes de la Sierra de Teruel, una provincia que exíste ¡¡que mi padre es de Teruel!! pero que seguro no cuenta con una farmacia de guardia a la vuelta de la esquina...

No se me ocurre otra cosa que acercarme a la organización y preguntarles si están los sanitarios que normalmente vigilan y acompañan todas las pruebas deportivas.  Me dicen que no, que hasta el día siguiente no vendrán. Les digo el problemón que tengo y uno de los voluntarios, Aurelio -su jefe y coordinador-, no duda en echar mano de su móvil para contactar con un amigo en Rubielos de Mora ¡que es farmacéutico!

La suerte nos sonríe (me sonríe): -Que vayamos para allá, que nos espera en la farmacia y que tiene Novorapid-, la insulina rápida que me pongo actualmente. También utilizo otra de acción lenta -Tresiba-, pero decido que para dos días y con un buen control me apañaré con la rápida.  Aurelio me lleva hasta Rubielos, a 6,5 kmts y en poco rato estoy salvado.  Todavía pasaré algunos nervios hasta encontrar agujas que sí había echado a la bolsa junto con el medidor, y es que sin agujas -que no venden ni tienen normalmente en las farmacias-, la insulina no me habría servido para nada...  ¡¡Gracias Aurelio!! Además te veo en el vídeo de la carrera y resulta que te apellidas Salvador, lo dicho: ¡que me has salvado! Vuestro mensaje en el minuto 5:30 se cumple al 100%: cuando os pedí ayuda me sentí querido y atendido por todos. 

Esa primera noche que pensábamos dormir en la furgo la pasamos en un local estupendo con colchonetas que el ayuntamiento ponía a disposición de los corredores que quisieran utilizarlo. Un verdadero lujo que solo compartimos con un chico de Castellón que ya estaba instalado, pero había sitio para más gente...

Todo el mundo arriba a las cinco de la mañana, una hora para desayunar y prepararnos la ropa, las zapatillas, la mochila... ¡¡yo la insulina!! y los geles, líquido, bastones... ¿Medidor? Sí, pero en esta carrera podré controlar mi azúcar muy cómodamente con un nuevo sistema que no requiere pinchazos en los dedos: en colaboración con el Servicio Navarro de Salud, la farmacéutica Abbott nos ha regalado dos semanas de monitorización mediante un sensor que aplicado en el brazo transmite la información a un medidor sin necesidad de pinchazo ni sangre.  Si hasta ahora en las carreras de larga distancia me tomaba el azúcar en la salida, dos o tres veces durante y al finalizar, hoy podré hacerlo todas las veces que quiera y sin parar. Lo malo es que me va a gustar pero no lo cubre el Sistema Nacional de Salud. ¡¡Y cuesta 120 euros al mes!!  Fin de la publicidad.

A las seis en punto tomamos la salida. Adri y Joseba se han levantado para animarnos -yo no sé si lo hubiera hecho-, con ellos hay un montón de voluntarios que a ambos lados de la calle portan unas antorchas y entre ellos y el espiker, los 80 locos que salimos a correr sentimos la misma emoción que si estaríamos en Chamonix o en la Palma, ¡¡¡Vamosssss!!!

Iñigo y Txitxo se pierden enseguida delante mía. Yo voy más o menos en mitad del pelotón y puedo saludar a Jorge Aramburu y su amigo Marcos, también adelanto a Ramón y le echo un grito pero no creo que sepa quien soy pues en la oscuridad solo nos fijamos dónde ponemos los pies para no tropezar.  La bajada por la que corríamos al salir del pueblo se termina enseguida y pronto nos vemos subiendo por una pista de tierra oscura donde la nieve no ha cuajado. Pero de reojo podemos apreciar que todo el monte alrededor nuestra está blanco: dos dedos de la nieve que cayó ayer cubren cada hierba, arbusto y rama alrededor. El cielo está despejado y todavía oscuro, casi negro, solo punteado de estrellas y por una estrecha raja de luna menguante.  También vemos las luces de Nogueruelas y más allá las de Rubielos de Mora ¿o será Mora de Rubielos? es curioso que haya dos pueblos vecinos que intercambian de ese modo el orden de su nombre y apellidos ¿se llevarán bien? Seguro que sí, en esta comarca todos necesitan llevarse bien. Y porque son la mejor gente del mundo, como podremos comprobar con todos los chicos y chicas, mujeres y hombres de cada uno de los avituallamientos y puestos de control que jalonan el recorrido.

Está desenfocada pero la pongo porque se me congeló la mano para hacerla... 


los verdaderos campeones ¡¡muchas gracias!!

Foto Monrasin

Foto de la organización: Iñigo y Txitxo descenciendo por el bosque helado

Amanece, ya puedo apagar la luz. Hace bastante frío, no sé cuánto pero llevo los dedos helados. En las bajadas, cuando echo a correr vuelven a calentarse con el braceo pero al caminar en las subidas se enfrían de nuevo. Brurrrr...  ¿Cómo tendré el azúcar?  El medidor lo llevo en un bolsillo y no me cuesta nada cogerlo y acercarlo a mi brazo: 112 a las 7:05 ¡¡genial!!  Me pongo tan contento que me despisto y tiro por un desvío que me saca de la ruta. No tardo en mosquearme al cabo de 50 o 100 mts sin ver marcas: la carrera está perfectamente señalizada con tiras de color naranja fosforito que se distinguen muy bien tanto sobre la tierra o piedras como en los árboles de modo que no dudo en girar sobre mis pasos hasta volver al recorrido.

Fotos de Ramón Ferrer, de su álbum

Qué bien se estaba aquí al sol!!! 








El ambiente tiene cierta magia, avanzamos dentro de un interminable bosque de pinos, no es una selva pues los árboles crecen dispersos al igual que el sotobosque formado por sabinas, enebros, bojes o espinos que todavía no están en flor. Las marcas nos llevan por estrechos senderos y a menudo monte a través cuando no por barrancos, a veces cerrados con paredes donde buscamos la mejor trepada. En una de ellas dos voluntarios nos ayudan solícitos y señalan una cuerda que viene de maravilla para superar el escalón. ¡¡Muchas gracias!! Con el frío que hace y el buen humor que tienen...


La ventana de buen tiempo prometida se está cumpliendo y el sol nos calienta un poco en las zonas resguardadas. Donde pega el aire hace un poquillo de frío pero a estas alturas de la excursión ya hemos entrado en calor.  ¡¡Qué gozada correr al tran tran sobre la hierba!!  En la lejanía se divisa una gran meseta nevada que puede ser la zona de Valdelinares. El azul del cielo, algunas nubes y un ciento de sierras y elevaciones pobladas de pinos. Un territorio salvaje y libre donde se adivina la mano del hombre: aquí una vieja pared de piedras divisoria de fincas hoy abandonadas, allí una vieja masía todavía en pie, más allá otras derrumbadas. Soledad. Belleza y silencio.  El chico de Castellón con quien hemos compartido el dormitorio nos había predicho que salvo por los avituallamientos, nos veríamos solos durante buena parte del recorrido. La alegría y simpatía de los voluntarios lo compensa, pero en cualquier caso disfruto de todas las sensaciones: la compañía ocasional de otro corredor con quien intercambio impresiones y ánimos para enfrentar la temible subida del cortafuegos, el saludo a ese otro que se ha detenido a descansar... Las bromas con un corredor que lleva en la mano una bolsa de "quicos" - ¡me van de cine, no como otra cosa!-, y mis pensamientos durante la mayor parte del tiempo sin compañía, buscando la siguiente marca, observando las formas de ese árbol, escuchando el canto de un pajarillo escondido... o el murmullo del agua hábilmente canalizada en unos troncos.

Kilómetros y más kilómetros, subidas y bajadas, en mi dorsal que no miraré hasta después del km 37 en Fuente Tajo, cuento todavía más de 5 subidas importantes, ¡¡ufff!!  lo que me queda...


En el km 50, en Narbón, las chicas del avituallamiento son muy simpáticas. Me ofrecen pastelitos y café, y caldo, y... comeré de todo porque estoy arrepentido de no haber probado los macarrones de Cerro Antona ¡¡qué hambre!! y qué bien entra todo...  ¡¡Adios, adios!! ¡¡Gracias!! Me despido de ellas y de todo el grupo de voluntarios que han alucinado con mi buen apetito. Bromeo con la tontería de -ya solo me quedan dos kilómetros ¿no?-  y continúo hacia Nogueruelas caminando a buen paso en las subidas, trotando en los llaneos y bajadas.  Sin parar ni a mirar el azúcar, bueno eso sí pero sin detenerme gracias al FreeStyle del sensor que voy chequeando cada 30 minutos. Me he puesto dos unidades de insulina a las 10:34 porque tenía 292 después de ponerme tibio de acuarius, frutos secos y plátano en un avituallamiento y otras dos  a las 15:30 para frenar los 238 que tenía un rato después de los pastelitos. Pero fuera de esos picos altos de azúcar los valores han salido bastante bien y me he librado de caer en hipoglucemias, salvo los 67 a las 13:38 que media hora más tarde eran 103 gracias a un trozos de chocolate y unas avellanas.



Desde el avituallamiento del Corral de la Contienda (km 55) subiré al Cabezo de las Cruces haciendo un bucle que me devuelve al mismo sitio. Bromeo con los voluntarios ofreciéndoles dinero para ahorrarme la subida pero no hay modo: arriba hay un control y si no ficho no vale. Es la última subida fuerte de esta aventura y en los 1710 mts de su cima pisaré la provincia de Castellón.  Al bajar y pasar de nuevo junto a los voluntarios me cruzo con un grupo de cuatro corredores que me saludan alegres pero con un punto de envidia ¡les llevo una cima de ventaja!   Nos despedimos y prosigo mi aventura en solitario hasta que unos minutos más tarde me cruzo con un corredor que viene a mi encuentro: Se ha dado vuelta pues no tiene claro el recorrido, piensa que no queda ninguna subida y se ha encontrado con una. Consultando el perfil en nuestro dorsal le señalo un "pico" aislado" de unos 100 mts de altura y le convenzo para continuar. Por supuesto están las marcas que llevamos siguiendo todo el tiempo y que él pensaba podían ser de la carrera corta.  Al llegar arriba un cartel que indica el km 60 nos confirma que vamos bien y seguimos juntos corriendo en una larga bajada por pista primero y después por senderos hasta cruzar un arroyo cuyas aguas van al río Mijares.  Mi compañero en estos kilómetros se llama José Angel y es de Zaragoza, su gran objetivo esta temporada es una super ultra en Andorra.. Yo le hablo de mis 130 kmts de la Euskal-Trail en Baigorri a finales de mayo y considero que para ambos Nogueruelas es una excelente prueba de fuego.

No llegaremos juntos a meta pues tiene alguna molestia en la rodilla por lo que me pide que continúe a mi ritmo. Un trote regularcillo es lo que puedo mantener, un poco más alegre cuando veo Nogueruelas delante mía y a tan solo un kilómetro ¡¡vamossss!!

Al entrar en el pueblo Joseba, Adri e Iñigo me reciben alborozados ¡soy el 21 corredor en llegar a la plaza del pueblo! ¡Y primer Veterano B! Mi tiempo 11 horas 22 minutos.  ¡¡Qué excursión!!

Iñigo llegó en el puesto 11 (09:33) y Txitxo el 14 (09:45) ¡¡vaya fieras!!  Pero el que es un campeón (aunque solo hizo 30 kmts ) fue nuestro compañero Adri que consiguió llegar el 4 a la meta con un tiempo de tres horas justas. Joseba también consiguió un buen puesto aquí pues sus 03:37 le situaron en el puesto 12 de los 66 campeones en meta. ¡¡Bravoooo!!

El cuarto puesto de Adri no le dio trofeo ¡¡pero le tocó un jamón en el sorteo!! ¡¡Feliciades!!



Aquí os pongo este vídeo que se curró super Gorka, del grupo de Zaragoza Andandaeh


 Hasta pronto Nogueruelas...

jueves, 9 de marzo de 2017

Galar Trail III Edición

Tercer año y tercer pueblo de la Cendea de Galar en hacer los honores: Después de Subiza y Esparza, Arlegui fue nuestro anfitrión este domingo disfrutando la fiesta del Trail, del deporte y la montaña. La Sierra del Perdón-Erreniaga no son los Alpes, ni los Pirineos, pero los senderos que la transitan, los quejigos, pinos y bojes, el barro, ¡¡el barro!! las subidas asfixiantes y las bajadas de infarto no desmerecen de otras montañas con más renombre. Por todo ello repetiré el título de mi crónica en la primera edición: Galar Trail, la Carrera de Montaña.

Antes de la salida los Trizurko quisimos enviar un mensaje de ánimo a nuestro amigo y compañero Alejo Germán ¡¡El año que viene la podrás correr campeón!!
Raúl, Pedro, Nacho y Chema. Cuatro triatletas!!
En las imágenes estamos un buen puñado de Trizurkos: Beltxun, David, Iván, Pedro, Tedy, Niko, Joseba, Oscar, Ascen, Pello, Iñaki, Egoitz, Raul y Chema ¡¡Y Alberto que estaba despistado!! ¡¡Y yo por supuesto!! Todos le envíamos un mensaje de ánimo y optimismo a nuestro amigo Alejo que aunque no iba a correrla tenía previsto estar arriba en los molinos para achuchar y sacarnos unas fotos.  La mala suerte que se cruzó en su camino dos días no le dejó, pero el año que viene seguro que lo tenemos ahí: corriendo con nosotros o dándonos caña de la buena como él sabe.

Los Run 19, María Loizu (4ª por la izq) sería primera chica en meta, Zorionak!!

Adi-Ikes, corriendo, organizando y aplaudiendo ¡¡Bravo!!

Txurregis ¡qué peligroooo!
Los Trabukos-Bordazar, el equipo de la Cendea 
El equipo ANADI estaba muy bien representado por Mikel e Iñigo, conmigo somos los Tres Mosqueteros de la Insulina ¡¡Porque con diabetes también se puede disfrutar en la mejor carrera del mundo!!

La sonrisa más fresca del día: Un selfie con Zuria es como un trago de Isostar, Fernando y yo nos pondremos esta foto de salvapantallas, fijo.
Foto reveladora: Hassan Ait Chaou  lanzado a meta.
A las 9:30 tuvo lugar la salida. Entre selfies y charla que te charla entramos al corralito de los últimos y nos quedamos los primeros de la manada ¡¡madre mía!! Como pudimos nos fuimos unos pocos puestos atrás pero entre los apretados corredores fue bien poco. Por eso fue que aunque salí todo lo rápido que mis patas pudieron, a mi lado pasaban docenas de cohetes y cohetas, como Christian, Saioa, Edorta, Txuri... qué fuertes estáis!! Llegados a las primeras rampas ya pensaba que iba en último lugar pero no, todavía había mucha gente detrás que seguía pasando a mi lado ¡¡esperaaaarmeeee!! (esto ya lo he escrito en otras crónicas, creo).  Conocía bien el sendero GR220 que asciende hacia las antenas del Perdón, una dura rampa sin apenas descansos entre bojes y quejigos donde apenas puedes correr (yo bien poco)...  En el primer avituallamiento líquido no hice ni parar, apenas llevábamos dos kilómetros y aproveché para recuperar puestos cuesta arriba por una zona resbaladiza donde incluso habían puesto una cuerda. Casi nadie la agarraba y cada cual buscábamos el mejor sitio donde poner las zapas: en la hierba, entre las zarzas, en una piedra que asoma del barro... Cualquier sitio que ofrezca un poco de agarre.  ¡¡Ufff!!

Pello y Nacho me pescan aquí -¡pero todavía andábais ahí detrás! - me extraño de que no anden más adelantados. Aprovecharé que Nacho me echa el gancho y mientras él sube habla que te habla yo intento no perder su estela (pongamos estela entre comillas).   

Terminamos la primera subida y tiramos por una pista que llanea hacia los molinos a nuestra derecha. Nacho se pierde adelante y por detrás vienen Pedro y Niko con quienes llegaré a los molinos. Decir que en esta parte me empezó a pinchar el psoas ilíaco, una molestia que desde hace dos semanas noto al correr e incluso al caminar: estuve en un tris de renunciar a esta carrera pero con frío e ibuprofeno que tomé la vispera no me había acordado, hasta ahora. 

Aumentando la cadencia de zancada noté que los pinchazos desaparecían de modo que conscientemente seguí los consejos de Nico en el curso de Core y Técnica de carrera del año pasado... Lo que no había conseguido de modo natural lo aplicaba ahora a la fuerza, ¡qué maravilla disfrutar corriendo como nunca lo había hecho! Y revelador comprobar que alargando la zancada y saltando como suelo hacer volvía el dolor... 

En la vertiginosa bajada por el otro lado de la sierra no hubo dolor, pero sí mucha atención para no caer rodando en un mal paso, bajo a todo lo que puedo y aunque veo delante a dos o tres de mis Trizurkos no consigo darles caza ¡cómo vais Nico, Pedro eta Pello! y luego venga a quejaros...

Avituallamiento sólido y líquido: bebo medio vaso de isotónico, agarro un cacho de plátano y para arriba de nuevo. La segunda subida tiene una primera parte muy dura pero más arriba la pendiente disminuye y podemos correr, en esta zona iba con Nico y dos colegas suyos de Tafalla en amena charla pero viéndome un pelín de fuerza me despedí de los tafallícolas poniéndome al trote (despaciooooooo pero corriendo). Entre eso, que iba dando caza a más gente y que ya no me dolía nada hasta me emocioné y todo... -¡¡¿dónde está el marroquí que lo pillo?!!- 

Estamos arriba otra vez, iremos unos metros por la carretera para dejarla enseguida y tirarnos por un raso hacia los pinos encima de Subiza: aquí está la cuesta de la muerte donde hasta los campeones dan con el culo en el barro. Hay una cuerda a la que sí echo mano porque en esta rampa no hay taco que agarre. Dos, tres, cuatro saltos y la suelto, ya me atrevo, ojo no tropezar con la cuerda y enseguida me lanzo de nuevo monte abajo. Las Peregrine de Saucony se portan, y eso que ya llevan unos kilómetros... pero todavía me permiten controlar dos o tres derrapes ¡¡soy un campeónnn!!

Llegamos abajo, a la pista próxima a Subiza y tiramos hacia nuestra tercera y última subida: 300 mts de desnivel más o menos dentro del bosque primero y por monte abierto después hasta la cima del Bordatxar, en que a pesar del esfuerzo me animaré viendo cómo adelanto bastantes puestos. Lo que decía: -¿Dónde va el primero? ¡Ah, que ya se ha duchado! vale, vale... -

La última bajada fui a todo lo que me daban las patas y el conocimiento, es decir más rápido de lo que la prudencia y el sentido común aconsejan.  Un punterazo del pie contra una piedra me hizo ver las estrellas y a punto estuve de dar vuelta al aire pero milagrosamente conseguí recuperar el equilibrio y proseguí mi carrera hacia la meta ¡¡madre mía que me matoooo!!

Una gozada.

Mi tiempo: 2:05:39

Salida de la carrera: Christian Pau con gorro verde adelantando por la izquierda, como se debe sí señor.
Nico de parranda con sus amigotes, yo "corriendo" cuesta arriba ¡increíble!, Pello sufriendo pero dándolo todo, Alberto sufriendo más todavía, Egoitz volando y Nacho disfrutando.

Nuestra querida Ascen Primera Veteranaaaaaa!!!! Tedy Segundo Veteranooo!!! y el Trizurko primer equipo clasificadoooooo!!! Aunque no había clasificación por equipos nos hizo mucha, mucha ilusión ¡¡somos los mejores claro que sí!! Comentar la marca estratosférica del campeón de la prueba: Hassan Ait Chaou: 01:23:43

Pues eso amigo, que vamos!!!!

Mis glucemias: 149 a las 7:11, 2 uds de novorapid y un café con leche con frutos secos: nueces, almendras y avellanas. 212 a las 12:11 en Arlegui después de ducharme, curioso porque solo comí dos cachos de plátano, dos vasos de isotónico y un par de gominolas. Como tras la entrega de premios había un lunch de campeonato me puse 4 uds de insulina y además de una caña y un bocata de chistorra me puse morado de jamón, chorizo, más chistorra, tortilla y... creo que conté cuatro vasos de vino...  En casa a las 14:57 y antes de una paella riquísima tenía 109. Me puse otras 4 uds y sí, comí un plato de paella ¡¡y ensalada!!

Espectacular la fiesta que vivimos en Arlegui y espectacular también la organización de esta III Galar Trail. Eskerrik Asko!!!!!!

jueves, 2 de marzo de 2017

Media Maratón Villa de Aibar

I Edición de esta carrera de montaña que inicia el calendario navarro. Aibar-Oibar es un pueblo próximo a Sangüesa en la vertiente sur de la Sierra de Izco. Por su situación en un alto podemos adivinar que las piedras de esta preciosa villa medieval tienen muchas cosas que contar: En el siglo IX los Banu Qasi arrasaron la villa junto a su castillo y cuando los musulmanes se retiraron al sur fue moneda de cambio entre Aragón y Navarra hasta que Sancho VII el Fuerte la recuperó definitivamente para el reino de Navarra.

Alberto Azparren, del club Txurregi ha sido uno de los organizadores de la prueba, ellos y los más de 130 voluntarios con el apoyo de su ayuntamiento son los culpables del nacimiento de esta fiesta de solidaridad que contribuirá con 2 euros por participante en ayudar a Asier Arbeloa un niño de Aibar que con solo 4 años ha vivido muchas batallas con su corazón.

Al final les ha salido un monstruo de 21 kmts con un perfil que acumula 1019 mts de desnivel. Una carrera rápida y dura a partes iguales, con cuatro subidas y bajadas principales divididas a su vez en más subibajas secundarias, osea un diente de sierra interrumpido por breves llaneos y un largo descenso de más de 2 kmts por buenos caminos donde muchos corredores bajaron a bastante menos de 3 min el km, para volar yo a menos de 4 no te digo nada...Todavía me tiemblan las patas. Lo mejor es que el piso estaba fenomenal: muy poco barro, sin piedras ni trampas, ideal para correr alargando la zancada sin miedo a un tropiezo o una mala torcedura.  Para mí lo más duro fue la transición que supone pasar de correr-caminar cuesta arriba a correr-volar cuesta abajo: los músculos de mis piernas no pueden cambiar el trabajo tan rápido como me gustaría. Tendremos que entrenarlo. Uffff.
Cuatro Trizurkos nos hemos animado esta vez: David Senosiain, Fernando Dean, Oscar Soriano y servidor de ustedes.  En Aibar hemos coincidido con Iñigo Goroskieta, del Atlético Lerinés, a quien ya le gusta más el barro que el asfalto. Los cinco nos hemos dirigido a las piscinas para recoger los dorsales y en el bar mientras echábamos un café (mi tercer café) nos hemos encontrado con más locos y locas: Irene Guembe, Rubén Morillo, Eneko Hernández, Fernando Zaratiegui... Muchos locos del Txurregi, algunos Adi-Ikes, Marmottrails, Run19 y Manttales de Bera.  Hay que felicitar a los Txurregis por ser el equipo más numeroso, por el tercer puesto de Alberto Azparren y porque detrás suya Mikel Beunza y Xabier Zarranz han conseguido el cuarto y quinto puesto. Y no solo eso, es que los demás galgos del equipo han llegado también entre los 25 primeros.  Qué tíos!!!

Como anécdota decir que David Ferrández -Marmottrail- vino corriendo desde Monreal (unos 25 kmts por monte) para tomar la salida de la prueba. Con él fui durante los primeros kilómetros y os aseguro que no llevaba mal ritmo. David y Jorge Compains se han propuesto un reto solidario:  cruzar toda la provincia de Huesta por el Gr15 "sendero prepirenaico" desde la localidad leridana de Pont de Suert hasta el vértice de Algaraieta (muga de Huesca, Zaragoza y Navarra), serán 245 km y 12500+ en non stop. Con ello quieren dar a conocer dos enfermedades infantiles muy graves y poco conocidas: el síndrome de Dravet y el síndrome de Rett. Ayudémosles en migranodearena.org

Oscar, Iñigo, David, Kike, yo y Fernando Deam

Txurregis a gogó y Victor Amatriain (dorsal 16) que conseguiría el segundo puesto (foto J. Imbuluzqueta)

Ahí veo dos trizurkos, ¡¡Vamos David y Fernando!! (foto J.Imbuluzqueta)

Los primeros metros de la carrera fueron por pista, casi llaneando hasta comenzar una subida muy tendida y suave pero que con el dorsal y la locura me pusieron a mil por hora. Intenté mantenerme cerca de Fernando Zaratiegui pero mi viejo amigo demostró una vez más que está super fuerte y le perdí de vista en el primer repechón que dentro de un pinar nos hizo superar una sucesión de terrazas a modo de escalera de gigantes. Empezaba el diente de sierra del que hablaba antes, que nos llevaría por rincones muy bonitos de la sierra, con ratos "disfrutones" llaneando por sinuosos senderos entre bojes y robles que más arriba dieron paso a las hayas. El piso sin trampas como decía al principio, podías echar la zancada sin preocuparte apenas de buscar un buen lugar donde apoyar pues bajo las hojas no había ramas ni piedras, una gozada.  Cortas bajadas, cortas subidas, ¡¡largas subidas donde no veíamos el final!! respirar el aire fresco a bocanadas al llegar arriba, recuperar y volver a vaciarte en la siguiente bajada. Bajada larga donde cogemos velocidad, ¡estamos volando! ¡¡Un río!! es pequeño pero no veo paso... ¡al agua patos! ¡qué fría! Otra subida... ¡no puedo más!. -¡Dime que es la última!- le ruego a una chica que está animando a mitad de ladera. - ¡Lo siento pero os queda otra!- La chica no me miente, cuando llegamos arriba y perdemos altura al otro lado nos encontramos con la última cuesta de la excursión ¡esta sí que sí!  El sol nos quiere calentar un poco pero el aire todavía entra fresco cuando lo tragamos a bocanadas ¡más aire! ¡más aire!  Al llegar arriba y empezar la última bajada voy un rato tras un Adi-Ike hasta que se hace a un lado para darme paso. No puede quedar mucho cuando llegamos a la pista del principio que ahora en sentido contrario nos lleva a la meta. Mil gracias a los dioses porque el arco de meta no lo han puesto arriba del pueblo donde el ayuntamiento sino en las piscinas... Mi tiempo 02:11:22  "progreso adecuadamente"  

Vídeo de la Carrera, por bakaretxea:


Irene Guembe, 3º puesto ¡¡bravo campeona!! (foto J.J. Imbuluzqueta)

Fernando Zaratiegui exprimiéndose... (foto J.J. Imbuluzqueta)
Volando en la bajada larga...


Yo totalmente exprimido...  (foto J.J. Imbuluzqueta)
Con Mikel Ucar amigo de insulinas y de ANADI
Jesús Abaigar, amigo de Zizur que con las prisas en volver a casa no se enteró que había quedado tercer veterano, menos mal que su vecino no tenía tanta prisa y le recogió el premio...



Mis glucemias regular: 162 a las 7:05. Desayunaré un huevo frito y unos 50 gr de pan con un café con leche. En Aibar a las 9:12 tengo 224, claro que me he tomado dos cafés más, sin azúcar pero qué sé yo... A las 12:38 después de ducharme 196.  Un valor que no entiendo pues durante la carrera solo he bebido agua y comido tres trozos de plátano.  Será por correr a menos de 4 minutos el km en  esa bajada larga...