Correr, caminar, pedalear, trepar, nadar, saltar...Trabajar y VIVIR. La diabetes, una anécdota.

Siempre y cuando controlemos el ejercicio y nuestra glucemia en sangre. Esta enfermedad que junto con la obesidad está considerada la epidemia del siglo XXI permite llevar una vida activa perfectamente normal gracias a médicos e investigadores, profesionales apasionados que no dejan de trabajar para que mañana sea de verdad una anécdota. Hay dos tipos principales de diabetes: Tipo I y tipo II. La primera es la mía, la insulino-dependiente o también llamada infantil, porque en un alto porcentaje de casos se presenta a edades tempranas, aunque yo "debuté" con esta enfermedad a los 44 años. Mi sistema inmune falló y atacó a las células del páncreas que producen la insulina sufriendo a continuación los tres síntomas del libro o las "tres Pes": Poliuria (orinar mucho), Polidipsia (sed horrible a todas horas) y Polifagia (hambre, hambre, haaaambre).



¿Porqué a mí? Pensé. A mí que toda la vida he hecho deporte, que sólo tres meses antes terminé mi Cuarta Maratón en Donosti, a mí que no fumo, a mí que soy un chico formal: Buen padre y ejemplar esposo, a mí que hago la declaración de renta puntualmente y pago la contribución urbana y el impuesto de circulación religiosamente cada año... ¿Porqué?



El estrés que tantos sufrimos en mayor o menor grado, herencia genética, un catarro mal curado, la contaminación, el agujero de la capa de ozono... Médicos, familiares, amigos, vecinos y yo mismo apuntamos una u otra causa, pero lo cierto es que daba lo mismo. El caso es que mi cuerpo -mi páncreas- casi no tenía reservas de insulina y que ya no iba a producir más -o muy poca- y que iba a necesitar "pincharme" insulina todos los días.

domingo, 30 de diciembre de 2012

Entrenando por el Perdón. Capítulo MCCXVI

¡¡Otra vez por los caminos del Perdón!!  Esta vez para repetir la excursión que me curré con Edorta en enero de este mismo año desde su casa en Puente.  Son exactamente 24 kilómetros y te comes un desnivel de casi 600 mts positivos - al menos eso dice San Garmin -.  Mario, Javier y Ramón pasan a recogerme por Zizur a eso de las 7:45 de la mañana.  Hace fresco -rozamos los cero grados - y hay niebla en la Cuenca de Pamplona.  Niebla que dejamos atrás al atravesar los túneles del Perdón.  Puntuales como cochinos británicos llegamos a las 8:00 a casa de Edorta y tras los saludos de rigor y ajustes rápidos de material salimos al trote por las pistas que entre fincas de cereal ascienden a los montes vecinos del Perdón-Erreniega.  Ipasate y Kalaberagain serán el techo de la excursión.

Ramón y Javier decían que sólo hacían asfalto pero junto con Edorta tiran para arriba como cohetes.  Hablando como si estuvieran dando un paseo ¡¡y alguno sin subir de 140 pulsaciones ¿eh Ramón?!!  qué tíos...  Mario y yo vamos más comedidos pero no les perdemos de vista, eso sí, hablamos un poco menos:  El primero porque anda tocadillo de un gemelo y yo porque ayer en Zaragoza me curré más de 11 kmts por Ranillas.  Por la tarde regresé a Zizur y de propina tuve "juerga" - ¡¡felicidades Juan!!, menos mal que para la una y media estaba en la piltra...

Ahí van Ramón, Javier y Edorta.  Los primeros rayos del sol
le dan un tono cálido al ambiente.

A nuestra espalda Valdizarbe y al fondo el Moncayo

No obstante mis excesos tengo buenas sensaciones y mantengo el tipo bastante bien.  Eso sí, en los últimos kilómetros notaré un poco los isquios, pero en la subida lo paso mejor que la última vez.  ¡¡Bien!!

Al llegar arriba abrazamos los molinos y nos hacemos una foto de grupo.  Según Edorta sólo vamos un minuto por encima de su crono habitual así que ¡¡somos unos campeones!!  



La niebla todavía cubre la Cuenca de Pamplona y el cielo está cubierto a ese lado mientras que si miramos hacia el Sur todo está despejado, es un contraste que se da a menudo en esta zona de transición.  




Hasta los muñecos casi todo es bajada así que la gozamos trotando por pistas y senderos.  Estamos en el GR220, pasé por aquí hace muy poco, con algo más de fresco y más nieve en el paisaje ¡qué curioso! casi toda la nieve se ha marchado, no queda ni gota en Etxauri ni en Sarbil.  Cuánto puede cambiar todo en tan sólo tres semanas...




Al llegar a los "muñecos" cogemos el Camino de Santiago, el cual nos llevará hasta Puente pasando por Uterga, Muruzabal y Obanos.  Salvo un largo repechón en el último pueblo todo es bajada, bueno todo no,  porque los últimos 500 metros de la Calle del Calvario tienen más de un 20% de pendiente ¡¡madre mía!!


En Obanos el Camino de Santiago pasa por la
monumental Plaza de los Fueros, escenario del Misterio


Dos horas y veintiséis minutos después completamos este magnífico entreno circular.  Edorta y su familia nos regalan con un estupendo almuerzo que saboreamos al sol de diciembre.  ¡¡Gracias Teresa y Martina!!

Todas las foticos here.  (¡Olé el mañinglish!)

Mañana no podré correr ninguna San Silvestre porque estaré muy liado en casa pero no me quejo después de mis últimas tres excursiones.  

¡¡¡ Feliz 2013 !!!

Mis glucemias:  Al levantarme a las 6:00 tengo 89 ¡¡bien!!   Al terminar la excursión, en Puente, tengo 62, sólo he tomado un gel y algún trago de isostar muy diluido, hasta que pasado Obanos a falta de 2 kilómetros e bebido también una ampolla de gluco-sport.  Con las cerveza, el pan y el chorizo que nos ofrece Edorta subiré hasta 140 que tengo a las 13:00 en casa.  Muy bien.



miércoles, 26 de diciembre de 2012

¡¡¡¡ Feliz Navidad !!!!

Alfocea es un pueblo/barrio rural de Zaragoza situado a pocos kilómetros de la gran ciudad y debajo de los escarpes de yeso que limitan con la ribera del Ebro.  El paisaje es de contrastes:  El verde de los campos regados por el río y sus canales de un lado y casi el desierto del otro.  Casi, porque ahora los arbustos que salpican los montes de San Gregorio se muestran en toda su lozanía después de un Otoño tan generoso en lluvias. Tomillos, romero, esparto y todas las plantas del matorral mediterráneo que se agarran a estas tierras pobres tiñen también de verde valles y laderas. Es Primavera en diciembre!!!



Mis amigos del foro de Carreras por Montaña en Aragón han quedado hoy domingo 23 de diciembre para celebrar la Navidad.  Lo llevan haciendo varios años y aprovechando que este año el calendario familiar permite que me una a la fiesta, no lo dudo un momento y aquí estoy.  He venido con Mariote, que me ha recogido en su coche.  Son las 9 en punto cuando llegamos al pueblo, hace fresco por la niebla pero la temperatura no es muy baja, unos 7 grados.  Vemos un grupo de gente que justo salen en ese momento monte arriba, pero no les conocemos.  Resulta que Alfocea es el punto de partida y llegada de docenas de corredores y beteteros en esta mañana festiva.  ¡¡menudo ambiente!!  Mientras va llegando la gente de nuestra cuadrilla, aparece otra cuadrilla: Son los amigos del Club 7:45 y entre ellos -cómo no-, están Lucas y Santiago, compañeros de fatigas en más de una aventura. ¡qué tíos!  Han venido por el monte desde Juslibol y solo paran unos minutos para saludarnos y desearnos felices fiestas.  ¡¡adiós, adiós, feliz Navidad !!

Por fin a las 9:30 estamos todos, en total 16 elementos entre los que puedo saludar a Jorge Jariod, Victoriano, PerroJuan, Pantoja, Manumar, Cafuu, Maqui, Reburún, Luis -Topete-, Juanlu, Pablo...  Una buena tropa que tras abrazos y presentaciones nos tiramos por una de las empinadas calles del pueblo por la que salimos directamente al monte.



El paisaje es desértico en lo que se refiere a signos de civilización:  no se ven casas, fábricas ni carreteras... hemos entrado en el Campo de Maniobras de San Gregorio, zona de paso restringido a vehículos  aunque hacen la vista gorda al paso de excursionistas y bicis.  Se hace raro pensar que a muy pocos kilómetros de aquí hay una ciudad con más de 600.000 habitantes.





La niebla se disipa un poco y nos deja disfrutar de un dilatado horizonte de lomas redondeadas.  A nuestra derecha observo el ancho tajo de un barranco que, como en la Bardena, discurre sinuoso por mitad de la llanura dividiéndola en dos partes.

Victoriano hace los honores de guía y no son pocas las críticas que recibe cuando nos pone a trepar ladera arriba por un estrecho sendero.  - ¡oye que estamos en Navidad! - se queja uno que la noche anterior había estado de celebración.  Y es que no es bueno adelantar los brindis, menos aún si al día siguiente has quedado con Sarrios, Ibonciechos, Renos o Cansamontañas, je,je...



Nuestro destino es el Castillo de Miranda, o lo que queda de él.  Los restos se levantan muy próximos a los galachos de Juslibor, invisibles por la niebla, pero nuestro disfrute y gozo de hoy no será contemplar los lagos y meandros del Ebro desde este mirador sino algo mucho mejor, como es celebrar la Navidad a base de cavas y guirlaches amenizando la fresca mañana con nuestros jubilosos cánticos: - ¡pero mira cómo beben los peces en el río...!




Hubo de todo como os podéis imaginar, pero no hace falta porque Manumar y Jorge lo han sabido recoger de un modo excelente en estos vídeos geniales como todos los que hacen:   QUEDADA NAVIDEÑA 2012 "FOREROS CARRERAS POR MONTAÑA DE ARAGÓN) from Manumar on Vimeo.


Y todavía mejor fue el super almuerzo que nos montamos a la vuelta en un bar de Alfocea -El Escarpe-, magnífica posada que pensando en ciclistas y corredores ofrece un lugar buenísimo donde asar chuletas, chorizos y lo que se tercie, amén de una terraza en la que disfrutar de un café bajo los rayos del sol de diciembre, el mejor sol del mundo mundial.






En resúmen, que pasamos una mañana estupenda: Deporte -un poquico-, risas -todo el tiempo-, almuerzo inmejorable con la carne que nos trajo Pantoja desde Escatrón, y la mejor compañía.  ¿qué más podemos pedir?

¡¡¡ Feliz Navidad a todo el mundo !!!

Todas las fotos aquí


domingo, 2 de diciembre de 2012

Por la GR220, un entreno bestial... e Invernal

Si hace dos semanas me preguntan qué sendero es el GR220 hubiera dicho que no tenía ni remota idea. Me suenan los GR10 y 11 que discurren por toda la Cordillera Pirenaica de mar a mar, y puede que algún otro, pero es que hay cientos, miles de senderos de Gran Recorrido cosiendo nuestra geografía.  Unos llevan a Santiago, otros recorren ríos, canales...  ¿Y el 220?


El GR220 es el itinerario por el que puedes dar la vuelta completa a la Cuenca de Pamplona.  En Traveltrail compruebo que son 116 kmts de distancia y 4700 mts de desnivel positivo acumulado, normal si observamos cómo la línea sube y baja por todos los montes y sierras que rodean a la capital navarra formando la famosa cuenca...  Lo que empezó siendo una quedada de cuatro amigos durante una comida o una cena, se ha extendido a muchos aficionados locales y de más lejos hasta dar forma a una cita perfectamente organizada entre los clubes Txurregi y Adi-Ike junto con la empresa Traveltrail.  La fecha acordada el 26 de enero -Sábado- y la salida en Subiza, un pequeño pueblo en las faldas de la Sierra del Perdón-Erreniega.  La hora temprana: 5:00.  Los que no sepáis qué hacer ese fin de semana ya sabéis, podéis inscribiros a la vuelta completa o a una o más de las 6 etapas que la componen.

Cuenca de Pamplona desde el alto del Perdón

El Sábado 1 de diciembre quedamos 9 elementos para recorrer una parte de este GR.  Por casualidad nos juntamos 6 vecinos de Zizur Mayor:  Jorge Urquizu, Peio, Beltzun, Jean Michel Larrañeta, David Salinas y servidor.  En Subiza nos encontramos con Angel Muñoz y en el Alto del Perdón se nos unirá Erik, un colega de Jorge que también hace orientación que vendrá corriendo desde Arraiza -Valle de Etxauri-.  La cosa me da mucho respeto porque hay mucho máquina en este grupo pero confío en mantener el tipo y eso que no he metido monte desde el verano y que mi último "trote" largo fue hace casi dos meses en la Maratón de Zaragoza...   ¡¡madre mía!!

David y yo salimos desde Zizur Mayor hacia Noain, donde recogemos a Rubén, un maquinón que hizo un pedazo de tercer puesto en el Ultra Trail de Guara de este año.  En su coche dejaremos bolsas con ropa de repuesto porque después su chica nos irá a buscar a Egillor para traernos de vuelta.

Además hace bastante frío -mejor, así no habrá barro-, le digo a David y será muy bonito porque los montes están pintados de blanco, -sólo es un espolvoreo, las polainas no harán falta - le diré también a mi buen vecino y amigo de aventuras, viéndole perfectamente equipado con zapas de gore y polainas ad-hoc.  Lo que sí me he puesto han sido dos mallas: una interior de haley-hansen y otra normal, ¡mis piernas irán bien abrigadas!, tapa-orejas, guantes, dos camisetas térmicas y un chubasquero que en principio irá en la  mochila casi todo el recorrido...  El camel bien cargado con 2 litros de isostar, 6 geles, tres barritas, un sandwich...  Tenemos unos 40 kmts por delante y 2000 metros de desnivel, son casi las 6 y media y la mayoría tenemos alguna obligación familiar antes del mediodía.  ¡¡¡Vamos!!!

El GR no pasa por Subiza, así que enfilamos la pista que sube a los depósitos del pueblo para dirigirnos hasta encima de Arlegui, desde donde sube a la cima nuestro sendero preferido.  Es noche cerrada y ¡¡se me ha olvidado el frontal!! aunque no es problema pues Jorge lleva un auténtico faro con el que podría iluminar media cuenca de Pamplona.  Lo malo es que se adelanta enseguida junto con Angel, ¡cómo corren los jodíos! y encima hablando mientras el resto de la tropa nos esforzamos por seguirles entre jadeos. ¡¡uf, uf!!

Efectivamente no hay barro y los pocos charcos están helados, el aire norte pega bastante pero enseguida nos internamos en un bosque de robles y encinas así que entre el abrigo del monte y lo empinado del sendero nos olvidamos del frío.



A media altura pisamos nieve -¡coño, pues sí que hay paquetón!- comentamos al hundirnos hasta los tobillos.  La nieve nos entra por la zapatilla pero lo bueno de ir "corriendo" y en plan "non-stop" es que los pies se mantienen calientes por mucho que se mojen...  Espero.

Al llegar arriba proseguimos la marcheta por la carretera que recorre toda la sierra, dirección Oeste hacia el vecino parque eólico de Ipasate.  El viento siempre pega aquí arriba y más helador todavía, pero buena parte del recorrido vamos al abrigo del lomo cimero.  La noche es despejada y a la altura de los "muñecos" en el Alto del Perdón el amanecer empieza a pintar de rosa débil el cielo hacia el Sudoeste.  Allí puntual está Erik, que como nosotros también ha entrado en calor pues viene desde Arraiza -¡¡qué buenas cerezas!!-.  Tras dos minutos para presentaciones y pises reanudamos la carrera, ahora a buen ritmo pues vamos cuesta abajo hacia Ipasate.



Pasamos por encima de la antigua carretera y de nuevo cuesta arriba para ascender a los altos de Ipasate, ya ha amanecido y a nuestra espalda cada vez vemos más lejos la Sierra del Perdón, detrás suya se recortan muchas cimas del Pirineo.  Son casi las 8 de la mañana.



David me señala un senderete por el que se puede bajar hasta Arraiza, pero nosotros seguimos por la pista principal que ahora bajará 500 mts de desnivel hasta Belascoáin, a las orillas del Arga.  Cruzaremos aquí el gran río navarro, que después de engrosar su caudal con las aguas del Arakil abandona la Cuenca de Pamplona.

A nuestro paso muchos cazadores reunidos  junto a sus coches y con los perros todavía en los remolques -que se preparen los jabalíes-,  nosotros esperamos que no haya batida por nuestro recorrido.



Segundo desnivel gordo de la jornada: Encima nuestra una sierra comunica el Esparaz -1002 mts- con el puerto de Etxauri, a los pies de su Cabezón -1136 mts-.  Arriba también tenemos nieve, y más que en el Perdón.  Cuesta seguir el sendero porque el terreno es boscoso y la nieve tapa muchas marcas, afortunadamente contamos con orientadores de primera categoría como Jorge y Erik, además de que este monte lo conocen muy bien.  Las ramas de bojes, enebros y encinas se inclinan por el peso de la nieve obstaculizando nuestro paso y cada dos por tres hay que ponerse a cuatro patas para pasar.




Me quedo atrás haciendo fotos con Beltzun y Peio, mis compas van un poco más justos pues éste es su primer entreno bestia, Jorge los ha medio engañado para venir pero están encantados y disfrutando a tope.  -¡¡Equipo, equipo!!-  es Jorge que nos espera en un recodo para que no nos quedemos demasiado atrás, nuestro colega quería estar a las 11 en Zizur para ver el partido de futbito del chaval pero ya tiene claro que no va a llegar.

Cruzamos el Puerto de Etxauri y emprendemos otra subida fuerte hacia el Cabezón.  Estamos en la concurrida ruta que pasando por las ermitas de la Virgen de la O y de Santa Lucía trepa a la cima de este excelente mirador.  Mucha nieve también aquí, que dificulta trepar por las empinadas rampas del sendero  ¡¡cuidado no resbales!!




No subiremos a la cima del Cabezón y seguiremos por el precioso hayedo que crece al resguardo de su cima.  El espesor de la nieve aquí es mayor aún y tan apenas podemos trotar pese a lo llano del terreno. Además Beltzun no está para leches, tiene molestias en las patas y a duras penas mantiene la marcha.  Jorge y él deciden desviarse a Azanza, donde les irán a buscar para volver a casa.


Por delante nuestra se extiende la alta meseta de la Sierra de Sarbil, una blanca planicie expuesta al viento helador que barre la nieve a nuestro alrededor.  Hace un frío de la leche y a estas alturas todos llevamos los pies helados, lo mismo que las manos.  Brurrrrr.... -¡Estamos en la zona de la muerte!- bromea Angel.  Menos mal que contamos con la fuerza de Erik quien sin pedir relevos abre huella todo el tiempo camino de la cima de Mortxe o Saldise, que con sus 1123 mts será la última ascensión.



Los pies se mantienen justamente gracias a que no paramos, cualquiera que  nos viera con playeras nos tacharía de pirados, yo mismo les echaría la bronca a mis chavales si hicieran lo mismo, pero aquí nadie se va a parar mucho rato a almorzar ni a tomar el sol.  Vamos tomando geles y en las breves paradas compartimos frutos secos ¡¡riquísimos anacardos!!  y otras delicias que llevamos unos y otros.  




En la cima de Mortxe estaremos sólo unos minutos para contemplar el paisaje invernal que se extiende en todas las direcciones, las borrascas de estos días han cargado de nieve los altos de Goñi:  San Donato, Txurregi y Gaztelu se muestran de un blanco deslumbrante.  Pamplona se ve allí lejos a los pies de San Cristóbal cuya cima también pinta nevada.

Toca bajar a la carrera para dejar por fin la nieve y calentar los pies por el sendero que en poco rato nos lleva a Egillor.  Conforme perdemos altura nos resguardamos del viento y el sol del recien estrenado diciembre nos vuelve a dar un poco de calor.  Es casi la una del mediodía después de casi 40 kmts y 2000 mts de positivo acumulado.  ¡¡ Buen entreno y mejor compañía !!


Gráfica con el perfil de nuestro "paseo" que me ha enviado Pello.
  ¡¡Muchas gracias!!


Eso sí: me pensaré muy mucho apuntarme a la vuelta completa en enero...


En cuanto a mis glucemias:

181 a las 4:48 de la mañana cuando me he levantado a desayunar.  Sólo me he puesto 2 uds de novorapid y he tomado un café con leche con dos tostadas de pan integral.  Pan de Arguiñariz por cierto, como el que comían nuestros abuelos...

Todo el tiempo he ido sorbiendo isostar del camel y me han llegado justos los dos litros, también he ingerido 4 geles de powerade y un puñado de anacardos ¡gracias Rubén!.  Por ello no me he hecho glucemias pues me sentía bien y sobre todo porque hacía un frío de la leche.

A las 2 del mediodía en casa tenía 112.  6 uds de novorapid y a comerrrrrrrrr.









lunes, 26 de noviembre de 2012

And the Winner is...

...  ¡¡¡ ANADI !!!

TODOS los campeones que ayer se pusieron la camiseta de ANADI para correr la Maratón de Donostia San Sebastián terminaron los 42 kilómetros.  ¡¡¡  Lo habéis conseguido !!!  ¡¡¡ Lo hemos conseguido !!!

¡¡¡ Felicidades !!!




miércoles, 3 de octubre de 2012

Maratón de Zaragoza

Faltan cuatro minutos para la salida y no estoy nada nervioso, ahora no, pero los nervios que he pasado cuando venía en el coche con mi hermano Javi han sido de aúpa:  Eran las 7:55 - hora de salida  8:30- y sin encontrar dónde aparcar... ¡mecagoenlaleche!  sólo pensaba en que había quedado con Arturo a menos diez para darle el dorsal, que tenía que mirarme el azúcar y tomar o no algún hidrato, que tenía que echar un pis o quizás un pas, que quería hacer alguna foto y pasarle la cámara a mi hermano, que teníamos que dejar nuestras mochilas en el camión del ejército que colabora para llevar todas las bolsas de los corredores a la meta en la zona Expo...

Y menos mal que me había levantado a las 6:20 para desayunar tranqui.  Mi glucosa entonces estaba en 180, un poco alta pero lo achaqué a los nervios ¿ah pero tengo nervios?  si, la noche anterior...  Mi desayunto: Café con leche, dos tostadas y un sobadito pasiego que descubro en la despensa de propina.  Después me pongo el traje de faena y me aplico una pomada calentadora del Decathlon que cada vez me gusta más: al principio ni te enteras pero al rato largo te queman las patas, ese calor es una maravilla para el trabajo de cuádriceps, gemelos, isquios y demás; también me doy otra crema en los pies para prevenir o retrasar ampollas, me pongo vaselina en axilas, tetillas e ingles...  meto todo lo necesario para ducharme en la mochila, junto con medidor, barritas y geles, ¿me dejo algo? ¡ah sí, la cámara!

¡¡Qué estrés!!  Por eso me salen 202 mg/ml de glucosa en sangre a las ocho en punto, cuando por fin me he encontrado con Arturo, le he dado sus cosas y nos hemos hecho una foto.  Bien, no hará falta comer nada antes de empezar...

Pocas caras conocidas entre la tropa, cuando se para un ciclista que me conoce ¡Antonio Sanz!, colega de carreras por montaña que ha venido para acompañar a un amigo en la maratón, le veré muchas veces durante el recorrido...  ¿Y Martín Fiz? no le veo, pero ese globo azul donde pone 3:00 en primera línea de salida lo lleva él.  Ayer por la mañana le "atraqué" en la feria del corredor: Le resumí la aventura de los amigos de ANADI en Nueva York y le regalé una camiseta.  Guardaré la foto que nos hicieron juntos como oro en paño.  ¡¡Martín no tienes excusa para lucirla porque la talla S te quedará como un guante!!
A Martín le encantó el dibujito de ANADI en Nueva York
¡¡ya tienes camiseta para lucir en Vitoria este verano campeón!!

Arturo y yo, con unas ganas tremendas de echar a correr !!!

Hace fresquito, pero no mucho, ideal para nosotros, ¿aire? muy poco, ahora por lo menos.  El spiker nos dice que la liebre de las 03:15 ha pasado mala noche con su crío y que se incorporará cuando pasemos por aquí en la primera vuelta que daremos al parque, pues vale...

Salimos.  Ya estamos corriendo.  No veo a Arturo,  saludo a mi hermano cuando paso a su altura, veo que me quiere hacer la foto pero el flash sale cuando he pasado de largo  ¡¡con lo majo que eres y qué mal haces fotos!! pienso mientras me alejo.  Y es que Javi  es un tío grande, el único día de la semana que puede dormir un poco -se levanta todos los días a las 5- y no le da ninguna pereza venir conmigo a las carreras; hace años que también corría -y mejor que yo-,  pero con los horarios del curro lo tiene un poco difícil y le cuesta encontrar ratos para entrenar, aunque yo siempre creo que volveremos a correr juntos un día de éstos.

¡¡Qué bien voy!!  Los primeros kilómetros me salen casi clavados a 4:30 minutos el kmt  ¡¡sí señor!!  Arturo se pone a mi altura, no ha sido difícil encontrarnos puesto que no pasamos de 1000 corredores y nuestras piernas llevan un ritmo parecido -ahora por lo menos-.  Alcanzamos a un grupo donde nos dicen que va la liebre de 03:15 -Mario Torrico que ya se ha incorporado - , con ellos va una de las primeras chicas: Estela San Pedro, con su inconfundible coleta rubia.   La compañía es buena pero mis piernas pueden un poco más y me he propuesto intentar 03:10 en esta maratón así que les dejo con Arturo.  Mi colega de los Amigos de la Vuelta del Castillo podría lanzarse también a por un crono ambicioso porque ha preparado muy bien esta carrera, pero hace dos semanas unas molestias en la planta del pie le han encendido luces de alarma y hasta hoy prácticamente ha estado sin correr nada.  Tranqui - le decíamos todos- que el trabajo ya lo tienes.   Pero como él dice: - Una cosa es tener el curro hecho y otra que no me duela el pie cuando lleve media maratón...-  Y es verdad.



Daremos algunas vueltas por el Parque Grande y por el Paseo del Canal, casi 15 kilómetros en los que no vemos mucha gente e incluso hay que pensar por dónde es el desvío siguiente si no tienes a la vista corredores delante.  En esta parte de la carrera es donde más desniveles hay pero todos estamos enteros y casi no nos enteramos, otra cosa sería si fueran los últimos kilómetros...

Por fin salimos del parque y recorremos las primeras calles de la ciudad, por el Paseo de Cuéllar vamos cuesta abajo y no cuesta nada correr.  Me alcanza Arturo, se ha escapado del grupo y vamos juntos algunos kilómetros. -¡Ya sé que voy muy rápido Carlos! - me dice, y me lee el pensamiento -estaba a punto de decirle algo-.  Me pongo detrás suya y le dejo unos metros, pero lo cierto es que a mi tampoco me cuesta correr y no tardo en volver a su lado.  Son los mejores kilómetros, la sensación es de plenitud y pienso que no me olvidaré nunca de estos minutos, de mi respiración profunda, del braceo y las zancadas que me ayudan a devorar metros a buen ritmo como si no hubiera nada más: sólo correr junto a un buen amigo, sin preocupaciones, sin problemas...

¡Ay! Para qué pienso nada, Arturo me dice que tire porque su pie le ha empezado a doler.  - ¡Animo! - le digo mientras se queda detrás mía, poco a poco.  Así llegaré a la mitad en el kilómetro 21:  1 h 34 minutos, estoy clavando el ritmo de 04:30.  Corremos junto al Río Ebro hacia el Pilar por el Paseo Echegaray y nos cruzamos con los primeros: Mostapha Chaikhaoui y José Antonio Casajús llegarán a meta en ese orden, ¡cómo corren!.  Les vemos enfrentar la leve subida al puente Manuel Jiménez Abad y pienso en lo que me queda todavía sólo para llegar ahí ¡¡diez kilómetros!!




Llegamos al pie del Templo del Pilar, los niños de un colegio se han organizado para animarnos y nos reciben entre gritos, aplausos y canciones.  Es una maravilla cómo animan y casi vuelo al pasar a su lado.  También está Javi con la cámara, pero no le da tiempo de disparar, no pasa nada. ¡¡Adios, adios!!    Corremos por los adoquines del casco viejo, no es un piso ideal pero nos saca de la rutina del asfalto, miramos más al suelo pero también podemos admirar el Arco de Deán cuando pasamos debajo.  Las estrechas calles están prácticamente desiertas y casi mejor porque sería la leche ir esquivando al personal...  Por la calle Alfonso me alcanza otra vez Arturo -¡qué bien! - .Se ha traído con él al grupo de las 03:15 que le pisa los talones y me meto dentro.  Esperaba que me pescaran porque los últimos kilómetros me han salido más cerca de 5 minutos que de 04:30, mis piernas empiezan a notar el trabajo.


Enfilamos de nuevo por el Ebro hacia el puente Jiménez Abad -el de antes-, todavía puedo pelear y me pongo delante del grupo comandado por Torrico, se adelanta también Estela y un par de chicos con ella y en unos minutos ponen 20 mts de distancia.  Yo iré un poco en tierra de nadie un rato pero al poco me encuentro en la cola del grupeto ¡y contento! intento no perder velocidad pero cada vez me cuesta más.  Alucino cuando Torrico se aparta a un lado para echar un pis y en 3 minutos nos vuelve a pillar poniéndose en cabeza con facilidad, como si fuéramos paseando...

A estas alturas me entran dudas, miedos y dolores y ...  ¡me canso!  Pero aprieto los dientes.  Arturo también se ha quedado atrás en alguna parte, porque el grupo de 3:15 ha pasado entero delante mía y él no iba entre ellos.

Lo del muro es cierto, no es una leyenda urbana, yo me pegué con él entre el kilómetro 32 y 33, no lo recuerdo bien, sólo sé que de pronto el ejercicio de correr pasó de ser un placer -o casi - a ser una tortura.  Las piernas duelen, te pesan como tablones y el corazón dice que adónde vas, que te vas a matar... los pulmones se quedan pequeños y entra menos aire, los ojos pierden la alegría y la esperanza y sabes que cada uno de los 10 kilómetros que te faltan será más largo que la Pasión. Lo he pasado otras veces ¡¡¡¡¡ Pero no me acordabaaaaaa !!!!!!!


En carrera no me suelo tomar la glucemia a no ser que sea una de montaña y muy, muy larga.  Sabía que de azúcar no iba bajo, lo noto...  Son otras sensaciones.  Además, en las carreras organizadas como ésta siempre tomo isotónicos y plátano, en Zaragoza contábamos con ello desde el kmt 15;  en el 5 y 10 -creo- sólo había agua.   Yo en particular había salido con dos geles de Isostar en la mano y 4 tabletas de glucosa en el bolsillo del pantalón porsiaca.  Los geles me los había tomado a los 30 y 60 minutos de carrera, y después había ido tomando vasos de Powerade y trozos de plátano.  Así pues de lo que se trataba era de que mi body no estaba preparado para la paliza, sin más.  El fijarme un crono de 03:10 había sido un sueño y ahora me despertaba de él.  Ciertamente no había preparado bien esta distancia ¡y mira que la conozco..!  Puede decirse que me centré en el tema a mes y medio -y no del todo-, dejé un poco de lado el monte e intenté meter kilómetros en asfalto o llano, pero no fueron suficientes: la semana de más volúmen no pasé de 70 o poco más...  Pero lo dicho, que uno es más chulo que un ocho y le parece que las maratones se corren mirando las fotos y cronos de otras anteriores.  ¡¡qué no!!

En el Balcón de San Lázaro saludo otra vez a mi hermano, el año pasado estábamos en las mismas: yo intentando "correr" y mi hermano con la duda de si animarme o meterme en el coche y llevarme a casa.  Eso sí, el leve cierzo de hoy, que hasta viene bien para refrescarnos, no es ni de lejos el vendaval que nos azotó el 6 de noviembre del año pasado.

Largos muy largos los kilómetros que nos llevan por la margen izquierda del Ebro hasta el Puente de la Almozara por donde cruzamos para seguir por Echegaray hacia ranillas y volver a cruzar el río por la pasarela Manterola, me van pasando corredores y si bien yo también adelanto a algunos pocos, ello no me sirve de acicate pues no me queda gasolina.  Me adelanta Arturo, va mucho mejor que yo, aunque sé que estará apretando los dientes con lo que a estas alturas le tiene que doler el pie.  -¡Venga Arturo, que tú puedes!- le grito con rabia.

César -Cafuu- me jalea desde su bicicleta, le digo que voy maaaaal, maaaaal pero no hace falta, ya lo ve él.  Saludo también a Manu, que ha venido con su hija a correr los 10 kilómetros ¡¡43 minutos Alba, campeona!!  ¡Qué alegría verle!  Medio en broma le planteo pasarle mi dorsal y que termine por mí, que yo lo dejo, pero me grita que ya lo tengo y que apriete los dientes.  O yo qué sé lo que me dice...

Sólo faltan 2 kilómetros, ya se oye el jaleo de la meta y tanto el público como los voluntarios nos animan prometiendo que ya lo tenemos.  ¡¡Hombre Lucas!!  mi compañero de juerga en la noche del Ultra de Guara el año pasado, me adelanta también sin decirme nada, está claro que desde atrás no me ha reconocido.  - ¡Se saluda ¿eh?!-  le grito, pero él tampoco está para tirar cohetes y haciendo un gesto con la cabeza me deja atrás, normal pues yo me arrastro miserablemente.

Arturo, lanzado hacia la meta.  ¡¡Menos de un kilómetro!!
Foto de Carlos Arturo Barrio

Yo algo menos lanzado y braceando como un náufrago...
Foto de Carlos Arturo Barrio


Lo "mejor" vendrá a unos 300 mts de la meta, cuando paso a la altura de un montón de padres y niños animando, otro de esos colegios que hoy se han organizado para poner una nota de color en la Maratón de su ciudad, -¡Tú sí que vales!, ¡Tú sí que vales!, ¿Tú sí que vales!-  las voces de los chavales, llenas de fuerza y alegría me contagian de tal forma que me pongo a bailotear al ritmo de la música.  Al tercer saltito noto alarmado que el isquio de la pierna derecha se pone rígido y me quedo clavado sin poder dar un paso.  Detrás mía puedo oir algún comentario apenado de los niños  ¡qué desastre!  Ah, pero andando no voy a entrar en meta.  Camino dos pasos y pruebo a reanudar la carrera, nada, no puedo.  Estiro un poco y consigo relajar el músculo, lo suficiente para que, tras cuatro o cinco pasos pueda reanudar el trote que me lleva hasta la meta.  Tres horas, veintiséis minutos y diez segundos.  ¡¡Conseguido!!              


¡¡Conseguido!!

A las 12:08 tenía 98 de glucemia.  Sólo me entraba el agua y bebí medio litro antes de ducharme.  Una vez cambiado me encontré peor que regular y tan apenas pude despedirme de Arturo y de Lucas, quien por cierto me preguntó si iba a ir a Guara -a la ultra-.  - ¿A Guara el Domingo que viene? - le miré alucinado.  - Hombre, como estamos tan locos... - me respondió a la defensiva.  Pues es verdad, estamos así de locos, pero esta vez lo dejaremos correr.

Pues eso que llegué a casa hecho polvo y nada más llegar eché todo lo que había tomado durante la carrera.  Después mi estómago se quedó tranquilo y me tiré en la cama hasta las dos, cuando me levanté más entonado y pude comer la riquísima paella de mi madre.  Tenía 88 antes de la comida, es curioso que sin tomar nada, o más bien al contrario, mi glucemia sólo hubiera bajado 10 mg.   Me puse 4 uds de novorapid - bajé 2 - y a las 17:39 tenía 270 ¡toma ya!  claro que tras la paella hubo algún dulce extra con el café, pero aún así me extrañó y en lugar de merendar me puse 2 uds  de insulina.  A las 20:23 antes de cenar tenía 74.

En cuanto a los resultados del medidor, hoy miércoles por la mañana me lo han retirado en el Hospital y tanto las enfermeras como yo nos hemos llevado un chasco, pues no ha funcionado bien.  Como puede verse abajo, el esperado gráfico con la línea subiendo y bajando según la glucosa en sangre a lo largo de las 24 horas del día, tiene lagunas en las que desaparece.  ¿El motivo?  No han sabido decirme, pero ya les ha ocurrido alguna vez.   Curiosamente sí que ha funcionado por las noches y eso nos ha mostrado que mientras duermo ando cerca de la hipoglucemia.  Así que debo ponerme menos insulina rápida con la cena.  Ya lo hablaré más despacio con mi endocrino, porque el problema es que yo particularmente soy muy sensible a esta hormona, motivo por el que me pongo muy poca cantidad y claro, bajar de 6 a 4 uds por ejemplo es reducir el 50%.  Lo iremos viendo.

¡¡Pero durante la Maratón funcionó!!  casi durante toda la carrera podéis ver  la rayita roja, en la primera página en el gráfico nº 4, abajo del todo:  Se ve cómo baja desde casi 300 hasta por debajo de 140, luego repunta hasta 160 y vuelve para abajo hasta los 98 que tuve en meta...  Pero hay algo que no me cuadra: en mi medidor, a las 7:57 salieron 202  y esa misma hora la rayita está muy cerca de 300.  No sé que pensar, pero me fío más de mi cacharro.  En cuanto a los puntos negros que véis en los gráficos son los controles que me tomé con otro medidor asociado al que llevaba inserto en la tripa con cuyos datos el ordenador cruza información y traza la línea.  Las enfermeras estaban más ilusionadas que yo con los resultados pero les he prometido que mis amigos de Nueva York les van a sacar unos gráficos estupendos, sin lagunas, sin hipos ni hiperglucemias.  ¡¡ Suerte campeones!!





Y aquí un vídeo de la Maratón de Zaragoza: 



¡¡Se me olvidaba!!:  No sólo soy yo el que escribe ladrillos, en la Feria del Corredor de esta Maratón conocí a María Félix, atleta aragonesa que además de entrenar y trabajar cada día, todavía tiene tiempo para escribir libros, no ladrillos como hago yo.  42 Latidos no sólo es su crónica de la maratón sino también del día a día durante los meses que le llevó prepararla.  Conforme he ido pasando páginas me ha ido enganchando y a pesar de que yo soy un "antisistema" enemigo de ciclos, microciclos y mesociclos... lo mismo cuando termine el libro me pongo a la tarea de un modo más ordenado. Oye María, ¡¡enhorabuena por tu primer puesto en los 10 kmts de Zaragoza!!  Si es que además de escribir también corres que te las pelas...