Correr, caminar, pedalear, trepar, nadar, saltar...Trabajar y VIVIR. La diabetes, una anécdota.

Siempre y cuando controlemos el ejercicio y nuestra glucemia en sangre. Esta enfermedad que junto con la obesidad está considerada la epidemia del siglo XXI permite llevar una vida activa perfectamente normal gracias a médicos e investigadores, profesionales apasionados que no dejan de trabajar para que mañana sea de verdad una anécdota. Hay dos tipos principales de diabetes: Tipo I y tipo II. La primera es la mía, la insulino-dependiente o también llamada infantil, porque en un alto porcentaje de casos se presenta a edades tempranas, aunque yo "debuté" con esta enfermedad a los 44 años. Mi sistema inmune falló y atacó a las células del páncreas que producen la insulina sufriendo a continuación los tres síntomas del libro o las "tres Pes": Poliuria (orinar mucho), Polidipsia (sed horrible a todas horas) y Polifagia (hambre, hambre, haaaambre).



¿Porqué a mí? Pensé. A mí que toda la vida he hecho deporte, que sólo tres meses antes terminé mi Cuarta Maratón en Donosti, a mí que no fumo, a mí que soy un chico formal: Buen padre y ejemplar esposo, a mí que hago la declaración de renta puntualmente y pago la contribución urbana y el impuesto de circulación religiosamente cada año... ¿Porqué?



El estrés que tantos sufrimos en mayor o menor grado, herencia genética, un catarro mal curado, la contaminación, el agujero de la capa de ozono... Médicos, familiares, amigos, vecinos y yo mismo apuntamos una u otra causa, pero lo cierto es que daba lo mismo. El caso es que mi cuerpo -mi páncreas- casi no tenía reservas de insulina y que ya no iba a producir más -o muy poca- y que iba a necesitar "pincharme" insulina todos los días.

miércoles, 30 de mayo de 2018

Regreso a las Crestas del Infierno

Tras correr su segunda edición en 2014 este año he vuelto a Gavín, en Huesca, donde el Pirineo juega siempre en Primera División. En la primera categoría de gentes, paisajes y carreras de montaña. Carreras donde siempre respiras ese ambiente familiar, de cariño y entusiasmo en la organización y trato a los locos, perdón: a los deportistas enamorados de estos montes.


Me encontraré con multitud de viejos y nuevos amigos: Del equipo Sarrios está Manu, muy bien acompañado por su hija Alba ¡los dos subirán al podio! Manu es quinto mío y siempre es una referencia para entrenar y apretar los dientes, si él puede volar yo puedo correr... Y ojalá pudiera hacerlo como Victoriano, también del Sarrios Zaragoza, o Guillermo -del GMS-, a quien felicito por su segunda paternidad  -¡¡Enhorabuena por la pequeña Ainara!!- que por cierto, es una copia de su hermano Mario jejeje... Si el padre está feliz con la pareja no veas cómo están los abuelos: Pili y Felipe, mis amigos de Sabi.  Hacía mucho que no coincidía con Juan Martín Tirapu, quien tras un invierno parado por cuestiones médicas está de nuevo al 100%  ¡¡Aúpa los de Noain!!   Jesús Sánchez y Sergio Cazcarro no correrán hoy pero estarán en todas partes, el segundo como organizador y el primero -el gran Samuel- pues también:  con el tobillo tocado después de sus aventuras en el Atlas lo veremos en la salida, arriba del todo y en la meta, donde llegará antes que yo... ¡Menos mal que no tenía dorsal!  Estoy en Huesca, en familia.

Con Guillermo y Juan Martín. El de Noain se ha estrenado como abuelo hace muy poquito, Zorionak!!
Juan Martín es un genio: ¿Pues no va a y me dice: vamos a hacernos una foto con el campeón? Efectivamente: Sergio Gimeno será el primero con un tiempo de 02:52 ¡qué fiera!

La carrera es dura de narices: En mi Garmin salen 28,19 kmts y 1790 metros de positivo acumulado. Un desnivel que nos comemos casi de tirón después de dar ¡¡Dos vueltas al pueblo!! Una más de la prevista, supongo que por confusión de la cabeza del pelotón. Menudas risas hicieron el espiker y el público... ¡Es que van como locos!  Durante la primera vuelta Juan Martín me habla maravillas de la carrera O Viento Rondador, en la que participó el pasado 12 de mayo:  Tendré que ir un año al Sobrarbe, a las orillas del Ara, entre Jánovas y Boltaña...


Pero hoy estamos en la comarca del Alto Gállego, entre el Valle de Tena y el de Broto, sudando la gota gorda mientras ascendemos montaña arriba por un bonito sendero dentro del bosque. Hace calor pero yo por lo menos estoy encantado: Hay alarma por tormentas y tenemos mucha suerte con la mañana que ha salido, casi sin nubes.  Casi, porque al llegar arriba las cimas de la Tendeñera empiezan a cubrirse de gris oscuro.

Pero antes de llegar arriba subimos y subimos. Con algún descansito donde corremos despacio y menos despacio... En una de esas me veo fuerte y meto caña a toda pastilla: Escucho a un corredor detrás mía cuando caigo en que será el primero de la prueba de 20 kmts que han salido después. Saboreo el momento unos 100 metros y en cuanto me es posible me echo a un lado para que pase. Durante un minuto (larguísimo) hemos ido al mismo ritmo...

Pisamos montones de nieve vieja dentro del bosque. La hierba en muchos sitios sigue muerta, señal de que lleva pocos días al descubierto...  Estamos ya en el lomo de la cresta que delimita al Sur el Barranco del Asieso. Sus abismos quedan a nuestra izquierda mientras que a la derecha dominamos un mosaico de montañas y valles que se alejan hacia Sabiñánigo.   Nos sentimos muy altos pero entonces divisamos la punta verde del Pico Sarase delante y encima nuestra. Sus 2200 mts de altitud son un tortazo de realidad y dolor en las piernas mientras tragamos el aire a bocanadas por la empinada cuesta herbosa que asciende a su cima. Uffffff
Súper répor de Noelia Cazcarro en la subida a Punta Sarase: Ahí está Alba, estoy yo y cómo no el gran Juan Martin Tirapu. Todos sudando a tope en la cuesta más kañera de la excursión.

Los voluntarios están animadísimos. Me ofrecen la bota de vino. -¡No gracias, luego en Gavin si eso jajaja!-, solo he comido dos cachos de plátano en el avituallamiento sólido de más abajo pero me noto muy bien. Hago unas fotos y en ese momento me pasan montaña abajo un puñado de corredores ¡ya os pillaré!


Porque ahora toca bajar. Y bajar y bajar. En diagonal por una ladera interminable que cae a pico hacia el barranco del Infierno. ¡Cuidadín con caerse al Infierno! Atención a las piedras y escalones herbosos. Perdemos mucha altura: cuatrocientos metros de desnivel hasta un rincón donde nos esperan los demonios, perdón las demonias: Las chicas de Linás nos ofrecen un avituallamiento líquido en una mesa de piedra repleta de vasitos. ¡¡Gracias!! ¡¡Adios adios!!

Aquí fue donde Jorge Silva se tiró hacia abajo por error. Para corregirlo añadió casi 400 mts de desnivel y cinco kmts extra a su excursión pero aún y todo llego 8 minutos delante mía ¡qué tío! Seguro que habría llegado entre los 15 primeros pero eso solo lo sabrá el año que viene jajaja  ¡Animo campeón!

Fotos de la organización. Zonas de Crestas: Jorge, Victoriano y Manu. Estos dos Sarrios serán Segundo y Primer Veteranos. ¡¡Bravo!!

Las demonias rojas!!!!
Fuerte subida que se nos atraganta a todos. Doscientos mts de desnivel hasta un alto collado y ahora sí, bajar a toda pastilla hasta la cabecera del barranco del Infierno. Avituallamiento sólido y líquido. Como dos trozos de sandía y agarrando dos cachos de plátano prosigo la carrera para no perder a una chica que llevo de referencia desde la Punta Sarase. Corremos por pista un rato y enseguida la dejamos por un sendero que nos llevará a media ladera sobre el barranco. Muy chulo y corredero.  Alcanzo a la chica (inglesa), que parece un poco tocada y prosigo adelantando corredores hasta pillar a otra chica: ¡Alba Martos!, la joven aragonesa mantiene una carrera regular y la animo con que su perseguidora va un poco peor. No será así y al final la inglesa logrará entrar un minuto y pico antes en meta ¡mecachis! Pero las dos serán segunda y tercera en la clasificación femenina ¡Enhorabuena!

Salimos a una pista, volvemos a un sendero. Piedras, escalones, más piedras ¡cuidado! Muchos corredores acusan el cansancio y descienden más despacio y más prudentes. Yo nada, me he cebado con un chaval a quien no consigo coger y los dos vamos dando caza y dejando atrás bastantes corredores.

San Bartolomé de Gavín. Foto de la Organización
La carrera no ha terminado aún: Llegamos al avituallamiento líquido junto a la Ermita de San Bartolomé de Gavín, que por cierto yo al menos no la he visto todavía...  Aquí no hago ni parar y de ese modo me quito al chico que llevaba delante hacía rato, jejeje.

¡Sorpresa!  Una subidica, corta pero intensa -100 mts positivos- que después de 24 kms de carrera sienta regular. Pero la cabeza solo pienso en Gavin a donde falta muy poco ya para llegar.

Adelanto ahora a chicas y chicos de la carrera corta, no sé si la de 10 o 20 kilómetros. Corremos por encima de la carretera de Cotefablo. Ya escuchamos la bulla de meta. Ya estamos en Gavín!!

Cuatro horicas y un minutico. ¡¡Bieeeen!!  Dos minutos más que hace cuatro años pero con una vuelta extra al pueblo en la salida jejeje  ¡¡Y cuatro años más viejo!!  Además de que en el 2014 me perdí y fui un rato por pista forestal en lugar de sendero.

Mi azúcar en meta: 111 ¡¡el número de la suerte!!  Lo celebré con mi amigo Felipe dando buena cuenta de un plato de migas y una cerveza. Me puse 3 uds de novorapid.  En cuanto a mi asúcar decir que a las 5 de la mañana amanecí con 130, me puse dos uds de novorapid con el desayuno (café con leche y un puñado de almendras). Bebí un litro y medio de agua antes de la salida y durante la carrera solo pillé cuatro trozos de plátano y otros tres o cuatro de sandía. ¡¡Muy contento!!  Por la tarde no tomé nada más hasta la cena sin tener nada de hambre y sin bajones de azúcar.  Mi próximo plato de migas y la próxima cerveza serán en la siguiente carrera...

Hasta entonces: ¡¡Viva la vida baja en Hidratos de Carbono!!

La tormenta nos pilló en la entrega de premios

Los campeones absolutos: Sergio Gimeno y Ona Sociats ¡¡Enhorabuena!!


Mi carrera en el Garmin.


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