Correr, caminar, pedalear, trepar, nadar, saltar...Trabajar y VIVIR. La diabetes, una anécdota.

Siempre y cuando controlemos el ejercicio y nuestra glucemia en sangre. Esta enfermedad que junto con la obesidad está considerada la epidemia del siglo XXI permite llevar una vida activa perfectamente normal gracias a médicos e investigadores, profesionales apasionados que no dejan de trabajar para que mañana sea de verdad una anécdota. Hay dos tipos principales de diabetes: Tipo I y tipo II. La primera es la mía, la insulino-dependiente o también llamada infantil, porque en un alto porcentaje de casos se presenta a edades tempranas, aunque yo "debuté" con esta enfermedad a los 44 años. Mi sistema inmune falló y atacó a las células del páncreas que producen la insulina sufriendo a continuación los tres síntomas del libro o las "tres Pes": Poliuria (orinar mucho), Polidipsia (sed horrible a todas horas) y Polifagia (hambre, hambre, haaaambre).



¿Porqué a mí? Pensé. A mí que toda la vida he hecho deporte, que sólo tres meses antes terminé mi Cuarta Maratón en Donosti, a mí que no fumo, a mí que soy un chico formal: Buen padre y ejemplar esposo, a mí que hago la declaración de renta puntualmente y pago la contribución urbana y el impuesto de circulación religiosamente cada año... ¿Porqué?



El estrés que tantos sufrimos en mayor o menor grado, herencia genética, un catarro mal curado, la contaminación, el agujero de la capa de ozono... Médicos, familiares, amigos, vecinos y yo mismo apuntamos una u otra causa, pero lo cierto es que daba lo mismo. El caso es que mi cuerpo -mi páncreas- casi no tenía reservas de insulina y que ya no iba a producir más -o muy poca- y que iba a necesitar "pincharme" insulina todos los días.

domingo, 15 de noviembre de 2020

Por la Sierra de Urbasa

 Para seguir uno de los itinerarios que proponen los organizadores de la Olatzagutía-Urbasa.  Está el de la carrera con 16 kmts y otro de 25 kmts .  Hemos elegido el primero para no darnos mucha paliza en un Domingo algo revuelto, de nubes bajas y revoltoso viento de Sur.

El punto de encuentro en Zizur a las 7:30, en el aparcamiento a la entrada de la urbanización. Allí hemos hecho recuento de excursionistas y organizado los coches: Adrián y yo con Iván y Duque en su coche (el de Iván, porque a los dálmatas como Duque no les dejan conducir).  Rebeca, Ascen y David con Alejo en el suyo.  Mascarillas y ventanillas bajadas en el viaje por si alguno tenemos "el bicho" y en poco más de media hora estábamos en Olatzagutía, a los pies de la Sierra.  La Sierra de Urbasa.


Los primeros 4 kilómetros son lo peor: Desde la ermita de San Sebastián, donde hemos aparcado, nos hemos comido algo más de 600 mts de desnivel hasta arriba de la sierra por el sendero que corta la carretera, esa que hace unas semanas bajaron en la Vuelta Ciclista.  Nosotros no hemos seguido las cerradas curvas pues el camino sube directo sin tregua ni descanso. 

Adrián más chulo que un ocho

El patatal resbaladizo ya casi lo hemos atrás...

Arriba hemos tirado hacia nuestra izquierda entre piedras, pedruscos, ramas, barro y hayas de troncos retorcidos, pues aquí arriba, asomados al valle el viento tiene que pegar fuerte.  Hoy también pega un poco pero sobre todo nos fastidia la niebla que lo moja todo y convierte las piedras en resbaladizas trampas.  Tras una penosa peregrinación llegamos a un cruce señalizado por donde pasaremos dos veces: Ahora giramos a nuestra derecha y tiramos ladera abajo por el bosque piernas para que os quiero, mirando atentos a las ramas y piedras entre las hojas que lo cubren todo: El Otoño está avanzado y los árboles las han perdido todas pero aún así el bosque está chulo, espectacular. 





Dejaremos la niebla arriba y al llegar abajo tiramos a nuestra izquierda por un claro del bosque. La hierba resplandece como si tuviera luz, es un verde brillante e intenso que contrasta con los colores apagados del monte.  Podemos correr a buen ritmo y nos la gozamos hasta en la subida que nos lleva de nuevo a los altos de la sierra sobre Altsasu.  Cambiamos de dirección a nuestra izquierda de nuevo, en dirección Oeste. La senda discurre a media ladera sobre el valle, no hay miedo de caer porque algún árbol nos detendrá en la caída bromeamos pero porsiaca pondremos cuidado.  Así llegamos a la Cruz de Bargagain (1153 mts), donde asomamos a la Barranca/Sakana y dejándola atrás proseguiremos un rato por la cresta hasta llegar al cruce del principio y repetir la bajadar  por el bosque hasta los rasos de abajo pero ahora tiraremos a nuestra derecha por la majada de Morterutxo, próxima al Centro de Interpretación de Urbasa y ya junto a la carretera. 

Los abuelos de la excursión, jajaja!!! Sonríe Alejo, que aún tenemos dientes...



Cruz de Bargagain




Olazti / Olatzagutía

Rebeca y Ascen disfrutando la segunda bajada


Qué gozada

Las brujas a la hoguera!!!


Las raíces de esta haya enmarcan una sima

No queda sino bajar por el mismo sendero que nos ha traído aquí arriba solo que a mitad de bajada cogemos un desvío a la derecha por un camino con buen piso de hierba donde podemos alargar la zancada a buena velocidad hasta llegar al pueblo, no sin antes liarnos un poco para saltar las vallas que cierran una finca.

Lo mejor, mejor, mejor de todo es que Alejo cumplió ayer los años y para celebrarlo nos ha traído unas cervezas, un jamón rico, rico y... ¡Hasta bombones!  ¡¡¡Felicidades Campeón!!!

Los 16 kmts han quedado en menos de 15 al salir desde las afueras, eso sí, con 935 mts de desnivel positivo acumulado.

Las fotos son de Alejo y Adrián, mejor dicho del móvil de Adrián, que me lo ha dejado al olvidarlo yo en casa, jejeje...  Todas las afotos o casi todas aquí.

2 comentarios:

  1. No hay jabalix en Urbasa 😜. L. P. R.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Aúpa Gorka!!! Los hemos espantado a todos y se han ido a la Sierra de Loquiz, el próximo finde iremos a por ellos...

      Eliminar

¡Haz un comentario!