Correr, caminar, pedalear, trepar, nadar, saltar...Trabajar y VIVIR. La diabetes, una anécdota.

Siempre y cuando controlemos el ejercicio y nuestra glucemia en sangre. Esta enfermedad que junto con la obesidad está considerada la epidemia del siglo XXI permite llevar una vida activa perfectamente normal gracias a médicos e investigadores, profesionales apasionados que no dejan de trabajar para que mañana sea de verdad una anécdota. Hay dos tipos principales de diabetes: Tipo I y tipo II. La primera es la mía, la insulino-dependiente o también llamada infantil, porque en un alto porcentaje de casos se presenta a edades tempranas, aunque yo "debuté" con esta enfermedad a los 44 años. Mi sistema inmune falló y atacó a las células del páncreas que producen la insulina sufriendo a continuación los tres síntomas del libro o las "tres Pes": Poliuria (orinar mucho), Polidipsia (sed horrible a todas horas) y Polifagia (hambre, hambre, haaaambre).



¿Porqué a mí? Pensé. A mí que toda la vida he hecho deporte, que sólo tres meses antes terminé mi Cuarta Maratón en Donosti, a mí que no fumo, a mí que soy un chico formal: Buen padre y ejemplar esposo, a mí que hago la declaración de renta puntualmente y pago la contribución urbana y el impuesto de circulación religiosamente cada año... ¿Porqué?



El estrés que tantos sufrimos en mayor o menor grado, herencia genética, un catarro mal curado, la contaminación, el agujero de la capa de ozono... Médicos, familiares, amigos, vecinos y yo mismo apuntamos una u otra causa, pero lo cierto es que daba lo mismo. El caso es que mi cuerpo -mi páncreas- casi no tenía reservas de insulina y que ya no iba a producir más -o muy poca- y que iba a necesitar "pincharme" insulina todos los días.

domingo, 26 de noviembre de 2017

Maratón de Donosti

La Maratón

San Sebastián, Donostia es siempre un escenario de tres o cuatro estrellas donde correr los 42 kilómetros y ciento noventa y cinco metros de la maratón. Yo llevo unas cuantas allí pues está a menos de una hora de coche de Zizur Mayor -Pamplona- y es un viaje super cómodo. Más todavía si vas en buena compañía y no te toca conducir: Nos lleva Ander en su furgo a Santi a Saioa y a mí. Ander correrá la Media Maratón, Santi y yo la Maratón y Saioa nos animará a todos disfrutando de la fiesta del deporte que hoy llenará las calles de esta bella ciudad.

 
En el velódromo Antonio Elorza teníamos la consigna y las duchas
Al contrario que Santi, que se estrena en la mítica distancia, yo llevo un buen puñado de maratones en mis patas, la última en marzo de este año en Zaragoza: La carrerica no me dejó muy buen sabor de boca porque pasé en cinco minutazos mi objetivo de las 3:30 ¡mecachis! Pero jope, con lo que hoy he sufrido más me hubiera valido repetir ese crono, mis patas me habrían dolido menos...

Pero a las 9 en punto todos estamos bien. Alegres y nerviosos a la vez, con todo a punto para salir a toda pastilla en cuanto dan la salida. Ander, Santi y yo nos hemos puesto en el cajón de 3:15. Yo con intención de dejarme caer hasta que me alcance el globito de las 3:30 y mis compis con ilusión de dejar atrás (lo más que se pueda) al globo de "y quince" puesto que la idea de Ander es hacer la media en 1:30 y la de Santi acercarse a las 3:00, su marca de 1:24 en la media nocturna de Bilbo de hace un mes le dan confianza pero el debutar en la distancia le da mucho respeto. ¡¡Tú puedes Santiiiii!!

Hace fresquito y cae alguna gota del cielo nublado, al rato que estamos corriendo nos remoja un chaparrón pero solo son cinco minutos, más tarde sufriremos otro -igual de breve-. Con todo la mañana sin aire apenas y con temperatura fresca -no fría-, será ideal para nuestra "excursión" urbana y asfaltera. ¡¡Vamossss!!

A este grupo no pude echarle el gancho... (foto de la organización)
En los primeros kilómetros se me van las patas, a mi lado van dos comentando que llevan un ritmo de 4:20. Confirman lo que ya sabía: no tengo fundamento ni cabeza para regular el ritmo. Juego a correr tan mal como a las cartas: gano pocas veces pero cuando me sale la jugada no hay tío más feliz en el mundo. Ahora tengo muchas cartas todavía, queda mucha partida sí, pero me encanta correr a este ritmo.

Me adelanta Toño Soria hacia el km 8, no me ve y cuando al pasar le echo un grito se extraña un poco. -¿Pero tú no ibas a ir más atrás?-  me pregunta. Le digo que sí, pero que me he vuelto loco y que ahora me iré dejando caer.  Y efectivamente dejo que me vayan pasando unos cuantos corredores hasta que un poco más adelante pillo la referencia de un grupo y tiro con ellos. La liebre de 3:15 no está a la vista todavía ¡coño, lo mismo consigo una escalera de color!

Pero no, en el km 15 me alcanza la bici con el banderín de 3:15. Pasa a mi lado junto con toda una tropa de guerreros, lo menos cien que la escoltan obedientes. En la bajada y posterior subida del túnel bajo el Paseo Errotaburu consigo mantenerme con la manada pero después iré quedándome atrás poco a poco.

Pero muy poco a poco por suerte y es que durante mucho rato podré divisar el banderín dichoso delante mía.  Luego lo pierdo de vista sí, pero en los cambios de sentido confirmo que no voy tan mal y que no me lleva ni cinco minutos.  ¡¡Vamos Carlos!!


Fotos de la organización

Cerca del Kursaal, junto a la playa de Gros me cruzo con Toño y con Santi que van juntos. Ellos van por el km 30 y yo por el 28 ¡Qué cerca y qué lejos!  Pensaré en ese 30: solo me quedarán 12  cuando llegue allí. ¡¡Vamoss!!

Y llegaré, y seguiré hacia la playa de la Concha y pasaré el túnel que me lleva a la de Gros y tiraré otra vez al puñetero paso nivel con su bajada donde me duelen los cuádriceps y su subida donde me falta el aire, tortura que repetimos después de cambiar de sentido doscientos metros más adelante.

Kilómetro 35 ¡solo 7 a meta! Aquí mi ritmo se resiente mucho aunque todavía estoy "vivo" y los km me salen por debajo de 5 minutos.  Adelanto a mucha gente sí, pero eso no me sirve para mantener ni el ritmo ni la moral. Los cuádriceps que llevaban quejándose hace mucho "gritan" doloridos a cada zancada y el aire que trago a bocanadas no tiene apenas oxígeno -o eso me parece-. No puedo más.

Del 39 en adelante iré por encima de 5 minutos el km, muy por encima. Y cada zancada me parece que va a ser la última. Tan mal voy que muchos entre el público asomado a las aceras dicen mi nombre para animarme. Llegar al 40 no me sirve ¡todavía quedan 2!  El 41 tampoco, me pregunto si podré aguantar 1200 mts más...  Me adelantan corredores por todos lados. Ufff ¡qué larga es la recta que lleva al arco de meta!

Tres horas veintitrés que son tres veintidós de tiempo neto.  ¡No está mal para un cadáver con mallas de colores! Uffff...  Menuda aventura. Ríete tú de las ultras de montaña...

Santi consiguió entrar en 3:08, cinco minutos detrás de Toño ¡¡olé olé!!  Y Ander logró su objetivo de 1:30 en la media mejorando bastante su tiempo en la nocturna de Bilbao. ¿Qué más podemos pedir?

¿Qué más? Una comida estupenda en el bufet del Hotel Amara ¡¡Sí señor!!
Mi carrera en el Garmin, es curioso si miráis los intervalos: los ritmos de 4:30 pasan a más de 5 en los últimos kmts...


Mis glucemias:

156 al levantarme a las 5 de la mañana. He tomado un café con leche y unas nueces. Me he puesto dos uds de novorapid (insulina rápida).

154 a las 7:47 en San Sebastián, donde hemos tomado un café con leche en el bar del velódromo Antonio Elorza.

Durante la carrera he tomado unos 6 medios vasos de isotónico. Con muy buen sabor por cierto.

Tras llegar a meta, a las 12:42 tenía 74.  He comido una barrita, una mandarina y un yogurth. En la comida ha caído una super ensalda y un medio-chuletón de vaca muy rico y tierno. También un yogurt, un trozo de tarta y un poco de helado. Y un café con leche. Me he puesto 6 uds de novorapid.

En casa a las 18:31 tenía 109.

Desde el jueves a la noche reduje de 9 a 8 las uds que me pongo de Tresiba (Insulina 24 horas) Los únicos hidratos que he comido esta semana han sido unas lentejas en la comida del viernes que repetí el sábado. Si he sufrido en esta carrera la culpa no creo que sea la falta de hidratos sino la de entrenos pues solo he metido asfalto en las últimas 4 semanas.


3 comentarios:

  1. Copon qué sufrimiento final glupssss. Menudo sufridor

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    1. Jajaja!!! Gracias Christian!! En la maratón sufre todo dios: desde los keniatas que encabezan la carrera hasta los últimos del pelotón. TODOS. Te lo aseguro. Tú pillate una buena cámara y conseguirás miles de caras sufriendo si te pones en el km 39 o 40 de la prueba, ¡¡Y qué caras!!

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  2. Hola. Nos ha encantado tu blog, es muy dinámico y entretenido. Que experiencia más chula la de la Maratón de Donosti, ¡tu espíritu aventurero y de superación es admirable! ¿Sabías que uno de los mitos más comunes sobre la diabetes es que las personas que lo sufren no pueden practicar deporte? ¿No te parece increíble? Pues precisamente en Enciasgum hemos hablado de los mitos más comunes que hay alrededor de la diabetes. Nos gustaría que le echaras un vistazo y nos dieras tu opinión al respecto. Te dejamos el link por si te apetece pasarte: http://www.enciasgum.es/5-mitos-sobre-la-diabetes-y-su-explicacion-real/

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