Correr, caminar, pedalear, trepar, nadar, saltar...Trabajar y VIVIR. La diabetes, una anécdota.

Siempre y cuando controlemos el ejercicio y nuestra glucemia en sangre. Esta enfermedad que junto con la obesidad está considerada la epidemia del siglo XXI permite llevar una vida activa perfectamente normal gracias a médicos e investigadores, profesionales apasionados que no dejan de trabajar para que mañana sea de verdad una anécdota. Hay dos tipos principales de diabetes: Tipo I y tipo II. La primera es la mía, la insulino-dependiente o también llamada infantil, porque en un alto porcentaje de casos se presenta a edades tempranas, aunque yo "debuté" con esta enfermedad a los 44 años. Mi sistema inmune falló y atacó a las células del páncreas que producen la insulina sufriendo a continuación los tres síntomas del libro o las "tres Pes": Poliuria (orinar mucho), Polidipsia (sed horrible a todas horas) y Polifagia (hambre, hambre, haaaambre).



¿Porqué a mí? Pensé. A mí que toda la vida he hecho deporte, que sólo tres meses antes terminé mi Cuarta Maratón en Donosti, a mí que no fumo, a mí que soy un chico formal: Buen padre y ejemplar esposo, a mí que hago la declaración de renta puntualmente y pago la contribución urbana y el impuesto de circulación religiosamente cada año... ¿Porqué?



El estrés que tantos sufrimos en mayor o menor grado, herencia genética, un catarro mal curado, la contaminación, el agujero de la capa de ozono... Médicos, familiares, amigos, vecinos y yo mismo apuntamos una u otra causa, pero lo cierto es que daba lo mismo. El caso es que mi cuerpo -mi páncreas- casi no tenía reservas de insulina y que ya no iba a producir más -o muy poca- y que iba a necesitar "pincharme" insulina todos los días.

jueves, 21 de septiembre de 2017

Nafarroa Xtrem

Una carrera de montaña. Y de bosques...
Fotografía de Manuel Hurtado. Reportaje completo aquí.
  ...Un viaje espectacular por el país de las hayas, de los helechos, de las regatas escondidas, de los altos y verdes puertos y de tantos rincones mágicos que puedes encontrar en los 67 kilómetros que tiene su recorrido circular. Salvaje y duro, subiendo y bajando montañas hasta sumar 4000 mts de desnivel acumulado, cimas emblemáticas como Adi, Saioa y Zuriain -las tres superando los 1400 mts- y otros montes casi desconocidos como Artzeki o Urdanaz, sin olvidarnos del familiar Baratxueta, ideal para subir con niños en una excursión mañanera.

Por eso que me he animado a participar en su segunda edición. A pesar de que coincide con las fiestas de Zizur (el día anterior estuve con la cuadrilla en el célebre Día del Pato: un calderete popular en la calle donde comemos juntos casi dos mil vecinos). ¡¡Y a pesar también de haber corrido la Maratón de Canfranc la semana anterior!! Pero la locura y la afición pueden con todos los pesares. Como durante la semana procuré mimar y recuperar patas y en el calderete popular solo bebí dos o tres vasos de vino el Sábado me levanté casi al 100% ¡¡Vamosssss!!

Además había una cosa: este año la Nafarroa Xtrem era Campeonato Navarro de Ultras por Equipos y para participar debían correr un mínimo de tres corredores. Del Trizurko, por un motivo o por otro solo nos habíamos inscrito Alberto Ederra, Francisco Gil -Txitxo- y un servidor, de modo que mi participación era clave para clasificarnos. ¡¡Y solo estábamos tres equipos con tres o más corredores!! Es decir que si llegábamos a meta los tres Trizurkos, subiríamos al podio sí o sí.


¡Ay madre! Y yo que soy el más patatero del equipo me sentía como esa pequeña hormiga de la película cuyo trabajo era clave para la supervivencia de la colonia...


Pero a Zubiri no solo fuimos los Tres Mosqueteros. Adri y Sonia  participarían en la versión "corta" de la carrera: 32 kmts y casi 1600 mts de desnivel positivo acumulado. Joseba y Ascen estarían en la cima del Adi ayudando como voluntarios y cómo no, Alejo se acercaría para hacer alguna foto y animarnos en la salida.

Aquí estoy con Txitxo, Adri, Sonia, Alejo y Alberto

El día amanecía nublado, muy nublado y chispeaba un poco. La predicción apuntaba lluvia débil durante las horas centrales del día pero eso, cuatro gotas. A ver. A mí por lo menos más que por mojarme me fastidiaba que las nubes taparan los altos y no pudiéramos disfrutar del paisaje, sobre todo desde el Adi o el Saioa, como el año pasado. Bueno y a ver si hacía menos frío también...  Tuvimos suerte y aunque cayeron un par de borrascas apenas fue necesario el chubasquero, yo por ejemplo conseguí hacer las primeras cimas sin ponerlo, tampoco los guantes, y es que el aire aunque era frío no pegó con la fuerza del año pasado.

Los de la "larga" salíamos a las 8 pero llegamos una hora antes, con tiempo para recoger los dorsales y dejar nuestras bolsas en la consigna. Este año eramos menos corredores pero casi todos de la familia. Además de los locales ahí estaban Juan Ondiviela y Jorge Aranburu ¡dos cracks de cuidado! Juan venía a correr los 67 kmts y Jorge a por la de 32 kmts.  Por situar a estos dos pájaros deciros que el primero fue finisher de la Aneto-Posets en su primera edición (que llegaron cuatro gatos o pocos más ese año) y que Jorge consiguió completar la Challenger Huesca Magia de los Pirineos el año pasado. Por ahí andaban también dos chicas guapísimas: Mónica Grajera e Irene Guembe. A las dos les desee mucha suerte pero por separado porque imaginaba que la cosa estaría reñida entre ellas, como así fue: consiguiendo Irene el primer puesto y Mónica el segundo por 6 minutos. Dos horas y media después llegaría yo, uffff...
 
En la salida saludé a Fernando Zaratiegui y a Ignacio Olalde de los AVC,  a Txus Unsión del Manttale, a Edorta Elizalde y un montón de sus colegas del Txurregi, Rubén Aristu de A4xKM, a Javi Oteiza... ¡Aitor Iraizoz! uno de los organizadores que este año se ha puesto el dorsal y está ahí en primera fila. Como nuestro Alberto Ederra, nervioso y concentrado en dejarse el alma en la carrera. Y así es porque terminado el Aurresku nos dan la salida y sale lanzado como si esto fuera un 1500 en lugar de una Ultra de Montaña. Detrás suya vamos el resto de corredores en un grupo apretado donde también corremos a toda pastilla por el kilómetro y pico de carretera que nos lleva hasta Saigots.

El pelotón irá estirándose poco a poco y yo me iré quedando atrás a medida que me adelantan por ambos lados. Madre mía cómo corre la gente... ¡¡Eeeeu que son 67 kilómetros!!

Primeros metros de ascensión por pista, luego caminos, senderos estrechos entre bojes y quejigos que más arriba serán hayas...  Todo está igual que el año pasado, pisamos los mismos charcos y casi hay el mismo barro, pero hoy el día está más despejado y conforme ganamos altura podemos ver de reojo un bonito horizonte de montañas.

En el primer avituallamiento solo bebo medio vaso de agua. He desayunado a las 5:30, cuando tenía 142 de azúcar en sangre. Un café con leche y un puñado de frutos secos. Nada más. Uffff, bastantes hidratos me metí ayer con la paella de Arroz Negre ¡que comí dos platos! Entre eso y el vino blanco fresquito llegué a casa con el azúcar por las nubes. Cené un descafeinado con leche, unas almendras y a la cama.

Pues eso, que solo bebo un poco de agua y prosigo a buen paso, corriendo cuando puedo y pasando algún puesto pero cada vez más solito en medio del bosque. Tiene su magia correr en soledad por este sendero a media ladera bajo estas enormes hayas... Cruzo regatas, chapoteo en algún barrizal, acelero el paso en un largo tramo llaneando. Disfruto como un chaval de catorce años con las patas nuevas...

En el segundo avituallamiento saludo a Mauri a Ramón y a unas chicas guapísimas que me ofrecen de todo. -¡¡Gracias, muchas gracias!!-.  De los sandwiches preparados retiro el pan y como unas cuantas rodajas de salchichón, también un par de trozos de sandía ¡riquísima!  Cuatro bromas y me despido del grupo ¡Adios, adios!

Algo más arriba saldré del bosque a una ladera de helechos por la que una estrecha senda sube montaña arriba. El Adi se despeja de unas pocas nubes que todavía se agarran a su cima y cuando llego arriba puedo disfrutar del paisaje en todas direcciones. Mi tiempo: 01:59. Aquí están Dani, Ascen, Joseba y otro chaval controlando el paso de los corredores. Están muy animados, pasando un poco de frío pero mucho peor fue el año pasado, hoy por lo menos no pega tanto aire... ¡¡Adios adios!!

Los voluntarios en la cima del Adi. ¡Qué grandes! Sobre todo Joseba, claro... Jijiji

A bajar tocan, con cuidado que la ladera es empinada... Dos corredores son más hábiles y me pasan rápidos montaña abajo, ¡ya os pillaré! pienso para mí... O eso quiero jeje,  Pero bueno, enseguida estoy abajo y casi en el bosque cuando me saluda Jorge -Thor Txone- que anda por aquí pasando envidia... Tranqui Jorge, que con todo el monte que llevas este año bien puedes descansar unos días.

En el Puerto de Urkiaga me miro el azúcar, son las 10:22 y tengo 177. Como un poco de sandía y algunas lonchas de salchichón, un vaso de agua y me piro. Una chica se retira aquí por un golpe en el muslo, está disgustada, más por dejar la carrera que por el dolor en la pierna. ¡Qué rabia!

Sigo caminando y con la vista puesta en Txus Unsión que ha pasado mientras estaba en el avituallamiento. El veterano de Bera está haciendo las Basque Ultra Trail Series, lleva tres y solo le queda la Donosti-Bilbao el próximo 6 de octubre ¡menudo pájaro!  Le pillo en la subida pero sé que está más fuerte y que no podré con él, sobre todo en las bajadas...

Corremos cuatro, cinco, seis corredores en un grupo estirado y separado por muchos metros, ganamos altura por el lomo de una sierra despejada cuando alguien nos grita: -¡Bajar, que no es por ahí!-. Efectivamente las banderitas rojas van más abajo, por media ladera.  Mirando a los corredores delante nuestra no nos hemos fijado, pero en dos minutos bajamos los pocos metros que nos separan de la senda correcta.  Prestaremos más atención cuando sigamos a un corredor.

El último kilómetro antes de Artesiaga requiere atención: puedes correr a media ladera pero el sendero es aéreo y la montaña cae en pronunciada pendiente. Además el camino se ve interrumpido por pequeños barrandos y regatas, trampas de barro, escalones de roca... Obstáculos que salvamos saltando, chapoteando, rodeando... Cuidando de tropezar o resbalar.

En Artesiaga el día está sensacional: nubes oscuras se levantan sobre Baztán pero el sol todavía brilla un poco y aunque sopla el aire no es nada comparado con el infierno del año pasado. Además las chicas voluntarias del control están animadísimas y bromean divertidas con todos y cada uno de los corredores que paramos a echar un bocado. Yo sigo con la sandía y el salchichón, retirando el pan bimbo de los sandwiches. Recargo de agua uno de los bidones y me piro. ¡Ala! Agur gero arte! ¡Adios, adios!

Paso la alfombra de control del chip sin percatarme de que no da señal -he perdido el chip en alguna parte entre el Adi y Artesiaga pero no me daré cuenta hasta llegar a Aritzu-.  Empieza la subida más cañera de la carrera: el Saioa se levanta allí arriba, pero antes debemos superar una pequeña cima y perder 50 mts de altura antes de coger la interminable ladera final. Tomás Goikoetxea armado con su cámara se está currando un répor de primera categoría y nos va pillando con su objetivo en los momentos más duros de la carrera:

Arriba tenemos a Txitxo: espectacular, sufriendo para vencer al Saioa. A la izquierda estoy yo y a la derecha Alberto.
Hace fresco y las nubes que vienen del norte acaban tapando el sol, pero como decía nada comparado con el agua y el aire helado que nos castigó en la primera edición. Yo llevo dos camisetas y manguitos en los brazos, las manos frías pero aguantaré perfectamente el tipo sin echar mano de guantes ni chubasquero y sin perder un minuto dejaré detrás mía la cima del Saioa para bajar y subir de nuevo a la del vecino Zuriain.

En el avituallamiento de Iturrondo ya hemos perdido bastante altura. Kilómetro 33,69, son las 12:56 y tengo 90 de azúcar ¡¡Bravo!! Coincido aquí con Fernando Zaratiegui que también tiene sus "goteras" como yo la diabetes y bromeamos con los voluntarios: - si os pregunta un médico no nos habéis visto ¿ok?-.  Mientras me hago el control, como un cacho de plátano y dos o tres de sandía pasará Txus Unsión que no hace ni parar, Fernando también se marcha y yo salgo dos minutos después de modo que haré la larga bajada hacia Lantz de nuevo en solitario. Es un larga etapa donde puedes correr a buen ritmo casi sin problemas por buen sendero. El paraje guapísimo: siempre dentro de un bosque de hayas ¡qué raro!

Terminada la bajada viene una etapa puñetera de subi-bajas, cruzando regatas, sorteando troncos, piedras y siempre dentro de una selva que además de hayas tiene arces, fresnos, bojes y castaños viejos y enormes, no querría que me pillara la noche bajo sus ramas retorcidas...

Hace rato que llueve, bajo los árboles tardo en mojarme pero acabo poniéndome el chubasquero.

Manuel Hurtado anda por aquí sacando fotos también. Su álbum tiene imágenes preciosas que recogen la "magia", las luces y sombras en este bosque primero y en las proximidades de Usetxi después, en los últimos kmts de la carrera:

Gracias Manuel!!


Fernando Zaratiegui
Saliendo del bosque a campo abierto. Aritzu está cerca...
Irene y Mónica pelearon la carrera durante muchos kilómetros. Corriendo entre los bojes próximos a Aritzu
Caseríos, helechales... la Navarra verde, el país de los vascos.
En Aritzu ya no llueve. Kilómetro 46, creo que son las 14:30, no lo sé porque no miré el azúcar y había perdido el chip, pero cuando llegué ahí estaban Javi Oteiza, Edorta y Fernando, dando buena cuenta de unos macarrones que yo miré de reojo sin probarlos... Luego me arrepentiría. Una chica de la organización me pidió que le mostrara la linterna y las pilas de repuesto que yo saqué de la mochila. Bromeé enseñándole también la venda que también llevaba aunque no figuraba en la lista de material obligatorio. Como un poco de salchichón y más sandía ¡no me canso de comer sandía! ¡qué rica! Además es una de las frutas más indicadas si tienes diabetes, en cantidades moderadas claro, pues con menos hidratos por ración que otras frutas, además de mucha agua tiene vitaminas A, C, B1 y B6, fibra, magnesio... ¿Os he dicho que me gusta la sandía?

La siguiente etapa creo que es la más dura: entre Aritzu e Iragui debemos subir unos picos de mil cien y mil doscientos metros de altura: Artezki, Urdanaz y Goitean se encadenan en una serie de subidas y bajadas que a estas alturas pasan factura a todo el mundo. El año pasado me sorprendió esta zona por lo desconocida -al menos para mí- y la sensación de estar lejos en un mundo de bosques y montañas. Vistas preciosas en todas las direcciones y además este sábado con más luz. Tanto es así que me detuve a tomar un video...

En  cuanto a mis glucemias decir que salí de Aritzu con muchas ganas, tanto que alcancé a un grupo de tres chicos y tras charlar un rato con ellos me puse delante en uno de los repechones y los dejé atrás en un visto no visto. Pero más arriba, poco después de grabar el vídeo sentí un cansancio familiar, sin mirar el azúcar tomé un gel y comí una bolsa de frutos secos por ver de recuperar las fuerzas y creo que algo lo conseguí. Entre tanto me alcanzaron los tres corredores anteriores y ya fui con ellos casi hasta Iragui.  Debajo de este pueblo en un tramo de pista me detuve a mirar el azúcar: hora, las 16:39 ¡¡47!!  Ufff qué bajón!!  Pero el caso es que no me notaba tan mal. Bueno, otro gel, un puñado de uvas pasas con almendras y para arriba por un sendero que en cinco minutos me planta en Iragui.

En el avituallamiento está Maite, una moza con quien hemos coincidido en muchas "quedadas" de monte.  Tan simpática como siempre se troncha con mis tonterías que no sé si son fruto de la pájara o de mi alegría por verme más cerca de la meta: - ¿Qué quieres tomar Maite?- la invito frente a la mesa del control, - ¿coca-cola?, ¿un sandwich? ¡venga que te invito!- bromeo mientras me tomo dos vasos de cocacola, engullo medio sandwich y pillo dos cachos de plátano... ¡Aaaay, más me hubiera valido comer unos pocos macarrones en Aritzu!  Esto de la dieta "Low-Carb" tendré que estudiarlo más, pienso para mí, porque está claro que tantos kilómetros con agua, sandía y salchichón solamente... Como que no.

Me despido de todo el mundo y salgo para Baratxueta con las baterías cargadas y la moral a tope. Subida dura entre bojes, pinos y hayas en la parte alta hasta que salgo a la cima donde dos voluntarios me felicitan prometiendo que ya casi todo es bajar y bajar hasta Zubiri. En la cima me hago una foto que mando a los Trizurkos pues les supongo preocupados al no ver mi paso registrado en los controles. Después sabré que me habían dado por retirado. ¡Qué pobres!

Cima de Baratxueta. Detrás mía se distingue la Cuenca de Pamplona, con la Higa, Alaitz y Erreniega en el horizonte.
Edorta y Fernando
Fotos: Manuel Hurtado
De Baratxueta hay una bajada durilla hasta Usetxi, ladera muy empinada en cuya bajada los cuadriceps escuecen un poquillo. Después un tramo de pista por donde me relajo con el calorcillo del sol que se abre paso entre las nubes... Me relajo tanto que me paso un desvío sin ver las banderitas y tardo 100 mts en darme cuenta. Bueno, no pasa nada.

Pasado Usetxi un sendero corredero al 90% ¡vamosss! alcanzo a Javi Oteiza que anda con molestias en una pierna y no quiere arriesgar: él también quiere completar las B.U.T.S. con la Donosti-Bilbao dentro de unas semanas así que me dice que pase y me de caña que quiere ir más tranqui.  Total que llegará tres minutos detrás mía.

En Zubiri el reloj marca 10:29 cuando llego a la meta. ¡¡Qué alegría!!  Hemos llegado los tres y el Trizurko se clasifica como tercer equipo navarro. ¡¡Bieeeennnn!!
Alberto consiguió un magnífico 5º puesto y Txitxo mejoró su crono del año pasado en más de una hora!!! Qué cracks!!

A4xKM, Txurregui y Trizurko ¡¡Los tres campeones!!

4 comentarios:

  1. Laostribirí, tres entregas el serial...

    ¡El día que vayas al UTMB nos pegamos semana y media con el "Continuará"!

    Enhorabuena por acumular carreras como si tal cosa. Y por el peleadísimo tercer puesto en el Campeonato (¡los cuartos os achucharon hasta el final!).

    Flipante lo del Sr. Ederra, por cierto.

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    1. ¡¡Muchas gracias!! Tenemos muchos campeones en el equipo pero Alberto es nuestro Messi.

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  2. Respuestas
    1. Tú sí que eres un fiel seguidor sí señor!!! Enhorabuena por tu carrerica campeón!!

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