Correr, caminar, pedalear, trepar, nadar, saltar...Trabajar y VIVIR. La diabetes, una anécdota.

Siempre y cuando controlemos el ejercicio y nuestra glucemia en sangre. Esta enfermedad que junto con la obesidad está considerada la epidemia del siglo XXI permite llevar una vida activa perfectamente normal gracias a médicos e investigadores, profesionales apasionados que no dejan de trabajar para que mañana sea de verdad una anécdota. Hay dos tipos principales de diabetes: Tipo I y tipo II. La primera es la mía, la insulino-dependiente o también llamada infantil, porque en un alto porcentaje de casos se presenta a edades tempranas, aunque yo "debuté" con esta enfermedad a los 44 años. Mi sistema inmune falló y atacó a las células del páncreas que producen la insulina sufriendo a continuación los tres síntomas del libro o las "tres Pes": Poliuria (orinar mucho), Polidipsia (sed horrible a todas horas) y Polifagia (hambre, hambre, haaaambre).



¿Porqué a mí? Pensé. A mí que toda la vida he hecho deporte, que sólo tres meses antes terminé mi Cuarta Maratón en Donosti, a mí que no fumo, a mí que soy un chico formal: Buen padre y ejemplar esposo, a mí que hago la declaración de renta puntualmente y pago la contribución urbana y el impuesto de circulación religiosamente cada año... ¿Porqué?



El estrés que tantos sufrimos en mayor o menor grado, herencia genética, un catarro mal curado, la contaminación, el agujero de la capa de ozono... Médicos, familiares, amigos, vecinos y yo mismo apuntamos una u otra causa, pero lo cierto es que daba lo mismo. El caso es que mi cuerpo -mi páncreas- casi no tenía reservas de insulina y que ya no iba a producir más -o muy poca- y que iba a necesitar "pincharme" insulina todos los días.

martes, 22 de mayo de 2012

Carrera de Montaña Sierra de Luesia

Pensaba que conocía esta zona del Prepirineo, también llamada Altas Cinco Villas, la punta norte de esta extensa provincia de Zaragoza: cuatro excursiones al Pozo de Pigalo, a las Torres de Sibirina al Santo Domingo o al Puy Moné y crees conocerlo todo. Pero fue ayer domingo por la mañana cuando recorriendo los senderos, barrancos y laderas por donde discurre esta carrera tuve la sensación de que verdaderamente estaba descubriendo las bellezas naturales que esconden estos montes.

La Sierra de Puig Moné con sus 1303 metros se levanta al norte de Luesia (810 mts) y hasta esta bella localidad se estiran a modo de largos brazos los contrafuertes de la montaña.  Al abrigo de sus laderas crecen bosques mixtos de pino, encina, quejigo y haya; predominando una u otra especie dependiendo de la altura y orientación.  Senderos y pistas forestales comunican bien la zona pero para los primeros hace falta un buen guía o una carrera que te marque el recorrido.  Y eso último es lo que más me animó a participar en esta exigente prueba de 26,5 kmts y 1404 mts de desnivel positivo acumulado.

Algo más de hora y media nos llevó a mi hermano y a mí llegar desde Zaragoza capital hasta Luesia -no se lo digáis a los del radar -, y a eso de las 8 aparcábamos cerca del pabellón donde los organizadores tenían toda la intendencia.  Pocos corredores -unos 40- , pero bastantes caras conocidas: Manuel Martos junto con Toño Muro, Victoriano y Pantoja, los cuatro del Club Sarrios Zaragoza, además de Lucas y otros dos compañeros del Club 7:45.  Desde Pamplona ya sabía que venía Juan Martín Tirapu de Amigos de la Vuelta del Castillo, lo mismo que Unai, que vino ayer.  Pocas chicas pero valientes, entre ellas conocía a Saioa Ortiz de Montañeros de Aragón.





Toño Muro y Manuel Martos (1º y 3er puesto en la general)
¡¡Enhorabuena!!

Salida: Con camiseta verde y gorra fosforito Victoriano Arazo ¡¡qué máquina!!


Antes de dar la salida la organización nos informó de que tendríamos algo de barro pues el día anterior habían caído 19 litros en el pueblo, también nos hizo saber que en nuestro camino podíamos encontrarnos con animales: caballos y vacas, ningún problema con los primeros pero cuidado con las segundas pues tenían la mala costumbre de comerse las cintas del marcaje, para evitarlo las habían colocado más altas de lo normal así que atención, y atención también a una vaca blanca con manchas negras que al parecer tenía mal genio.  Esto último provocó algunas risas y no pocos nervios -¡leñe, si venía por nosotros al principio podríamos correr pero si lo hacía al final nos pillaba fijo!-.  Otra cosa más: el chubasquero obligatorio. 

A las 9 nos lanzamos a la carrera: unos cientos de metro por asfalto pero enseguida salimos de la carretera a unas escaleras que ascienden sin misericorida ladera arriba.  El chubasquero lo llevo a la cintura y ahí se quedará todo el tiempo aunque en los altos el aire frío se dejará notar.  No obstante llevo camiseta técnica de manga larga debajo de la amarilla de Atletismo Zizur- Celigüeta así que iré bastante bien.   La temperatura es buenísima para estas aventuras y estoy seguro de que con un día caluroso de los que puede salir en el mes de mayo lo pasaríamos peor, yo por lo menos.

Me anima ver que puedo mantener el trote durante la primera subida, eso sí, corriendo a cámara lenta o super-lenta pero tengo experimentado que de ese modo voy mejor que caminando así que intentaré mantenerlo mientras pueda.  En esta primera parte me pasan bastantes corredores y eso que me había situado en la mitad del pelotón, pero enseguida encuentro mi sitio detrás de tres elementos -Pantoja entre ellos- y todos llegaremos agrupados al avituallamiento del kmt 5.  Bebo un vaso de Acuarius y para adelante.  

Ahora viene subida, siempre por sendero entre bojes y bajo las ramas de hayas y quejigos, un bosque que bien podría estar situado en cualquier valle del Alto Pirineo ¡¡qué maravilla!!   Mirando más arriba, las nubes siguen tapando las cimas pero de momento no cae una gota, en el pueblo nos dirán que es por el cierzo que cuando sopla no deja llover, eso sí: entre el sudor y el agua de las ramas y las hojas ya vamos bien servidos.

Dejaremos el bosque y continuaremos subiendo por el lomo de la montaña.  Así llegamos el 2º avituallamiento donde beberé otro vaso de isotónico y comeré un trozo de chocolate.  ¡¡Gracias!!  ¡¡Hasta luego!!  Los voluntarios pasan más frío que nosotros pero no parece importarles, ahí están tan contentos y con una sonrisa de oreja a oreja animándonos a todos desde el primero hasta el último.  ¡¡Muchas gracias!!

Toca bajar, la ladera es muy empinada pero con toda la lluvia del día anterior no hay demasiado barro y salvo contados sitios se puede correr con bastante seguridad, eso sí, un chico de Ejea que corre detrás mía casi se la pega al apoyar el pie en un tronco en lugar de saltarlo.  ¡¡menudo resbalón!!  con él viene una chica también de Ejea que se irá quedando pues no se le dan muy bien los descensos y menos con las zapatillas de asfalto que lleva, ¡¡ánimo!!

Estoy disfrutando, el recorrido permite correr casi todo el tiempo y salvo unos cientos de metros por una pista en la que me parece ir de nuevo a cámara super-lenta, nuestro trote discurre casi siempre por senderos de buen piso ¡¡qué gozada!!

Durante la segunda subida conseguiré pasar a un par de corredores y eso todavía me animará más.  Al salir del bosque puedo divisar abajo el valle del Arba de Luesia, que viene de Santo Domingo y justo hacia el Oeste, otro valle viene a encontrarse con éste: es el Barranco de Sibirana y me parece distinguir las torres del mismo nombre allí lejos, pequeñitas y perdidas en el bosque...

Volvemos a correr por el alto de la Sierra y tras agarrar un cacho de plátano y beber otro acuarius emprendo el descenso a todo lo que me dan las piernas por una estrecha pista pedregosa que baja en línea recta.  Terminaremos por dejarla y nos adentraremos en el bosque nuevamente y por sendero ¡bien!  baja que te baja me veo en el avituallamiento del kilómetro 20,5.  Sólo beberé agua porque tengo la boca seca y buenas sensaciones de glucemia miro el reloj y mi crono marca: 2:31  ¿podré bajar de 3 horas?  no lo creo pero lo voy a intentar. 

Quedará en intento porque lo que viene ahora es una sucesión de toboganes: bajadas y subidas que a esta alturas pasan factura a mi caja y a mis patas, hace rato que voy con un corredor del Utebo, le he pasado en la bajada pero aquí se me ha puesto delante otra vez: - ¡Pasa! - le he dicho - ¡que yo no puedo ni con el culo! -.  Pero después de los toboganes viene otro descenso, los dos adelantamos a la que será primera chica y seguimos a toda pastilla pasando yo delante otra vez ¡¡bieeeennn!!

Llegamos a una puerta en un cercado, está señalizada pero hubiéramos seguido bajando de no ser por otro corredor que vuelve tras haberse pasado el desvío ¡¡y estaban los plásticos!! pero a estas alturas es fácil despistarse.  Gracias a él nosotros no perdemos ni un segundo y continuamos la película.  Volvemos a bajar por las escaleras del principio y la ruta bien señalizada nos lleva por las huertas del pueblo, cuidado dónde pones los pies aquí pues la senda discurre al ladito del canal de riego ¡¡cuánta hierba!!  

Ya estamos en el pueblo ¿y esa calle cuesta arriba?  ¡¡un último esfuerzo!! breve y dura subida tras de la cual doblamos por una calle, luego por otra, una subidica más, una bajada y ... ¡¡meta!!  Tres horas y doce minutos según la clasificación.  ¡¡Qué gozada de carrera!!

Mi hermano consiguió esta instantánea llegando a meta ¡¡gracias Javi!!

Nos hubiéramos quedado al almuerzo dispuesto por la organización pero nuestro sobrino celebraba los 11 años y eso sólo ocurre una vez en la vida. ¿verdad?  Además, qué tarta más buena había en casa de mi hermano José Manuel !!!!!!!!!!!!!


8 comentarios:

  1. Vaya marcha que llevas compañero, no te pierdes una jeje, buena carrera y bonita cronica ya se ve que has disfrutado como un chiquillo, bonita, salvaje y desconocida para muchos la sierra de Luesia.
    un saludo

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  2. Y que lo digas !!! Este próximo domingo una carrera parecida en cuanto a kmts y desnivel: San Cristobal-Ezkaba en Pamplona, el siguiente la Montesblancos en Zaragoza (50 kmts) y al siguiente tengo dos opciones: Lakuntza o Guara... y me han invitado a dormir en Jaca para la segunda, de modo que Guara casi está decidida. Espero poder correrlas y contarlas todas!!!

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  3. Pues en Ezkaba nos veremos campeon¡¡¡¡¡¡
    un saludo

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    1. Sí señor, nos esperan dos subidicas buenas por el cortafuegos: manos a las rodillas, cabeza baja y apretar dientes, en la bajada podremos correr!!!

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  4. ¡Vaya crónica buena Carlos! Muy bonita carrera. Nos vemos por el Tozal de Guara supongo. A cuidarse.

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    1. ¡Muchas gracias Toño! Nos cuidaremos lo mejor que sepamos. A ver si llegamos fuertes a Nocito !!!

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  5. Hola, una cronica muy buena de la carrrera, Impresionante lo que tenemos al lado de casa, y lo desconocemos.... Por cierto eso de que casi me caigo .... Menudo tozolon me cai por pisar el árbol..

    Uno de Ejea

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  6. ¡¡gracias Ejea!! sí es verdad que te la pegaste pero bueno, no fue mucho ¿no? lo cierto es que pudiste continuar. Yo es que no quería cargar tintas en la crónica, je,je... ¡¡muchas gracias por tu comentario!! y nos vemos en la próxima ¿OK?

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