Correr, caminar, pedalear, trepar, nadar, saltar...Trabajar y VIVIR. La diabetes, una anécdota.

Siempre y cuando controlemos el ejercicio y nuestra glucemia en sangre. Esta enfermedad que junto con la obesidad está considerada la epidemia del siglo XXI permite llevar una vida activa perfectamente normal gracias a médicos e investigadores, profesionales apasionados que no dejan de trabajar para que mañana sea de verdad una anécdota. Hay dos tipos principales de diabetes: Tipo I y tipo II. La primera es la mía, la insulino-dependiente o también llamada infantil, porque en un alto porcentaje de casos se presenta a edades tempranas, aunque yo "debuté" con esta enfermedad a los 44 años. Mi sistema inmune falló y atacó a las células del páncreas que producen la insulina sufriendo a continuación los tres síntomas del libro o las "tres Pes": Poliuria (orinar mucho), Polidipsia (sed horrible a todas horas) y Polifagia (hambre, hambre, haaaambre).



¿Porqué a mí? Pensé. A mí que toda la vida he hecho deporte, que sólo tres meses antes terminé mi Cuarta Maratón en Donosti, a mí que no fumo, a mí que soy un chico formal: Buen padre y ejemplar esposo, a mí que hago la declaración de renta puntualmente y pago la contribución urbana y el impuesto de circulación religiosamente cada año... ¿Porqué?



El estrés que tantos sufrimos en mayor o menor grado, herencia genética, un catarro mal curado, la contaminación, el agujero de la capa de ozono... Médicos, familiares, amigos, vecinos y yo mismo apuntamos una u otra causa, pero lo cierto es que daba lo mismo. El caso es que mi cuerpo -mi páncreas- casi no tenía reservas de insulina y que ya no iba a producir más -o muy poca- y que iba a necesitar "pincharme" insulina todos los días.

miércoles, 1 de junio de 2011

II Trail San Cristóbal - Ezkaba

San Cristóbal desde el Caballo Blanco, en las murallas de Pamplona.  Foto hecha en marzo de este año.

Domingo 29 de mayo: Segunda edición de las dos pruebas, A y B.  La primera incluida en la Copa Navarra de Carreras por Montaña, sobre una distancia de 25700 mts y con un desnivel positivo acumulado de 1.457 mts; la segunda es la Carrera Popular sobre 18000 mts y 949 mts de desnivel positivo.

Las dos pruebas han sufrido variación en cuanto a distancia, desnivel y circuito.  La A pasa de 34 a 25,7 kmts pero gana en desnivel pues de 1360 mts pasa a 1457 mts, así pues será más corta pero más cañera.

La mañana sale impecable: temperatura fresca de 11 grados y cielo totalmente despejado, no hay viento, de modo que la temperatura subirá bastante como enseguida podremos comprobar. Nada más coger el dorsal me saluda un corredor que viste camiseta amarilla: - ¡Qué tal! ¿Carlos Cansamontañas no?  yo soy el anónimo de tu blog, je, je...  bueno, me llamo Edorta. - ,  ¡¡ Encantado hombre!!  Le saludo, recordando sus comentarios a la crónica de las Tres Ermitas, dura marcha que él también se curró hace unas semanas.  Edorta correrá la prueba B, así que nos deseamos suerte y seguimos con los preparativos.  Dejaré la mochila en los vestuarios de las piscinas, que cuentan con taquillas, la encargada de la recepción es una chica simpatiquísima que se presta a guardarnos las llaves, de modo que podremos correr sin preocuparnos de nada. ¡Muchas gracias!

Saludo también a Santi y a Félix camaradas del equipo Celigüeta-Atletismo Zizur, a Alberto y sus colegas de Adi-Ike,  a Mikel y a Ander, a Tedy, a Chema y Adolfo de la Vuelta del Castillo, a los amigos de Humiclima: Josemi, Oscar, Juan Miguel, Iñaki, Jose Miguel...  José Antonio de Hiru Herri y un montón más de locos, incluso está Mikel Ucar, mi colega de la Asociación de Diabetes -ANADI-, que se ha animado para hacer la corta.  Todos nos situamos en los corralillos de salida, primero los machotes de la prueba A y segundo los locos de la B, bueno, el calificativo puede cambiarse si se quiere.  Notamos el calor del sol mientras esperamos la salida y escuchamos el sonido ancestral de la txalaparta: los palos golpean sobre las tablas con un ritmo machacón, repetitivo... el mismo que llevarán nuestros pies enseguida.

Nueve y media y nos lanzamos desde la plaza a correr por las calles de Ansoáin en dirección a nuestra montaña preferida, el San Cristóbal o Monte Ezkaba.   Volaremos por encima de la Ronda Norte cruzando la pasarela que nos lleva a las faldas de la montaña.  Esta parte del camino la conocemos, es un ancho sendero de nueva factura que en dos zig-zags coge un poco de altura y nos lleva hacia la derecha.  Dos kilómetros y nos encontramos corriendo en fila por una estrecha cresta, el piso es roca pura, afiladas placas de piedra inclinadas que no prometen nada bueno si damos un mal paso.  La pendiente permite correr pero es pronunciada, yo voy justo e intento no despegarme del corredor que me precede, lo último que querría es hacer un tapón aquí donde prácticamente es imposible adelantar.  El repechón es duro y todos sufrimos hasta llegar arriba e iniciar una bajada.  Kilómetro 4 ó 5 y avituallamiento, sólo beberé un vaso de agua y casi sin parar proseguiré ahora por una pista que nos lleva por la ladera norte de la montaña.  La pendiente aumenta y mi ritmo disminuye, al tiempo que me adelantan algunos corredores, entre ellos Santi - o Krosman como le decimos en el club-, pienso que tiene que ir en muy buena posición pues salía detrás nuestra para hacer la corta,  y sólo me han pasado unos pocos corredores todavía.   También me pasa Edorta, Iñaki y Jose Miguel de Humiclima ¡¡y Pantani!!  no es el ciclista sino Manuel Calvo, del club Txantrea que siempre dice lo mismo cuando te adelanta en una carrera: -¡Ya me cogerás después!- .   Lo cogeré un poco más arriba pero después volverá a adelantarme y es que yo no voy muy alegre hoy.  Me noto justo de fuerzas subiendo y no consigo pillar el ritmo de otras carreras, además me preopucan las zapatillas: unas Kalenji de 40 euros que me pillé hace dos semanas en el decartón y a las que no he hecho muchos kilómetros.   Enseguida notaré cierto roce en el talón del pie izquierdo y haré un par de paradas para reajustar el calcetín, pero sigo notando molestia ¡mecachis!  Sobre todo en las bajadas, como en la del kilómetro 7 que es casi vertical ¡madre mía que nos caemos!   Al llegar abajo tenemos un avituallamiento líquido y sólido: dos vasos de agua, uno de isostar, dos cachos de plátano y a correr otra vez.  Nos acercamos al temido cortafuegos pero antes de enfrentar el repechón más duro de la prueba, afrontaremos un par de toboganes, y es que casi no hay un metro horizontal.  Hace un rato que voy con David un amigo y vecino de Zizur con quien hoy correré casi toda la prueba.  Los dos juntos subimos por fin el cortafuegos y al llegar arriba los voluntarios nos dirigen hacia la derecha mientras que los de la opción B -la corta- continúan subiendo hasta el fuerte.   Nosotros bajaremos por un estrecho sendero que baja en dirección a Artica, corremos entre robles y alguna encina poniendo todo el cuidado posible para no tropezar en las raíces y piedras que jalonan la ruta.  No llegaremos a Artika puesto que el recorrido nos desvía hacia Berriozar primero y Aizóain después.   Tobogán tras tobogán, subimos y bajamos ahora bajo un alto bosque de pinos silvestres, hasta que salimos a la parte de la montaña casi desprovista de arbolado tras los incendios de hace unos años.  Otro avituallamiento, estamos en el kilómetro 15 y ya notamos un poco los kilómetros, eso que tanto David como yo vamos bastante tranquis, el primero porque ha salido recientemente de una lesión en el tobillo y yo porque desde luego no tengo el día y además tengo la dichosa rozadura en el talón: incluso me he quitado la plantilla de la zapatilla para ver de mejorar el tema pero nada, por lo menos subiendo no me molesta mucho.  Y ahora nos toca subir, esta vez hasta el fuerte.  Primero vamos por entre un ralo sotobosque de encinas jóvenes ¿o son coscojas? y es que apenas nos llegan a la cintura, pero crecen espesas y si no pasa nada dentro de unos años prometen ser un bosque excelente.  La segunda subida del día por el cortafuegos de marras se me hace un poco más llevadera, doblando la espalda y echando mano a las rodillas ascendemos resoplando por esta escalera de gigantes.  Arriba, muy arriba unos voluntarios hacen sonar una sirena, cada vez la oímos más cerca y por fin ya estamos.  Un poco más y salimos a las campas próximas al Fuerte de San Cristóbal.  Veo a unos enfermeros de la Cruz Roja y les pido un poco de esparadrapo para mi talón, en un minuto lo tengo listo y tras darles las gracias me tiro al puesto de avituallamiento donde me espera David, bebemos agua, isostar, más agua y ¿plátanos? no, con este calor prefiero pillar tres cachos de naranja que engullo con placer. 

Nos toca rodear todo el fuerte, es una vuelta bastante larga y la primera parte cuesta arriba.  Las vistas son magníficas pues el día como he dicho es despejado y el aire limpio permite ver toda la ciudad de Pamplona a nuestros pies,  a su lado otras poblaciones de la cuenca y polígonos industriales.  Conforme damos la vuelta al fuerte pasamos a la otra vertiente que es radicalmente distinta: Sólo algunos pueblos pequeños y fincas de cereal en medio de prados y bosques, montes y más montes en una sucesión de sierras que se pierden en el horizonte ¡qué lejos parece estar la ciudad!

No sé si David se ha despistado con el paisaje pero el caso es que tropieza y da una voltereta sobre unos arbustos.  Menos mal que en esa zona no había mucha caída porque un poco más allá habría ido monte abajo o peor aún ¡a los fosos del fuerte!   No se ha hecho nada y enseguida retoma el ritmo.  Tras completar la vuelta enfilamos por la cresta de las antenas para iniciar el descenso ¡por fin! que nos ha de llevar a la meta en Ansóain.

La bajada la hacemos a muy buen ritmo adelantando a algunos corredores, entre ellos a José Antonio, de Hiru-Herri, que va un poco regular y acusa la falta de costumbre en estas lides (lo suyo es el asfalto).  El apaño que me han hecho en el pie ha estado bastante bien y consigo correr incluso en el último tobogán que asciende un poco antes de volver al camino nuevo de la primera parte de la carrera.  El sol atiza fuerte ahora pero no tengo ningún problema en correr a toda velocidad, ¡que diferencia con el año pasado, cuando en esta parte me vacié y no disfruté nada!   Los últimos dos kilómetros pasan rápidos y con buenas sensaciones por lo que apretando los dientes exprimo todas las fuerzas que me quedan y entro en meta asfixiao perdido en un tiempo de 03:13:00.   David entrará detrás mía  ¡¡Un placer correr contigo compañero!!

Resultados de las dos pruebas aquí.

Felicitar a Alberto Vela, quien ha conseguido hacer un magnífico 3er puesto en veteranos.  Y a Santiago Oroz que con un 12º puesto en la general de la prueba B demuestra estar en un formidable estado de forma.  ¡¡Enhorabuena!!

Felicidades también a la organización, que ha trabajado tan bien para asentar esta magnífica carrera en la montaña de referencia para Pamplona,  con un recorrido duro pero precioso.  Y muchas gracias a todos los voluntarios que estaban en todas partes animando y cuidándonos, sin vosotros no habría carrera.  Mila Ezker !!
San Cristóbal desde la Media Luna.  Debajo nuestra el rio Arga y las huertas de la Magdalena. 
Foto tomada en agosto 2010.  Album Vuelta a Pamplona.

Mis glucemias: 236 al levantarme a las 7:24, me he puesto 3 uds de novorapid y ha caído un café con leche, dos tostadas y unas nueces;

159 a las 8:49 en Ansoáin, me he comido dos plátanos y una barrita de cereales.

Durante la carrera, excepto en el 1er avituallamiento donde sólo he bebido agua he tomado isotónico en otros 4 puestos, además de plátanos y trozos de naranja.

A las 13:22 después de ducharme tenía 161, así que no he comido mucho en el lunch que nos ha ofrecido la organización, eso sí, dos cervezas frías han entrado de maravilla.

A las 16:07 que me he puesto a comer en casa 151.  Me he puesto 3 uds de novorapid y ha caído un plato de paella que me sobró de ayer que no veas...

5 comentarios:

  1. Soy Edorta, un placer conocerte en persona.
    Mi carrera... AGUSTO!! disfruté mas y sufrí menos de lo esperado, jejeje
    31 valientes llegando por delante mia en el recorrido txiki, "ains si los pillo!!!" jajajaja
    SALUDOS CAMPEÓN!
    Nota. Estoy buscando alguna prueba cercana y similar a esta (entre 15 y 20km) para este mes de junio ¿alguna sugerencia???

    ResponderEliminar
  2. Aúpa Edorta!! Me alegro mucho de que disfrutaras y de que al final hicieras tan buen crono, yo creo que estás perfecto para poder disfrutar también de una carrera de montaña preciosa: El domingo 19 de junio la de Lakuntza-Aralar, son 28,5 kmts pero que eso no te eche para atrás. Además y mientras tanto, este sábado tienes la II Carrera Solidaria Ruanda 2011, son 10 kmts con salida y meta en Mutilva y corriendo por el valle de Aranguren -recorrido pelín trialero ideal para nosotros-. ¡¡Anímate!! (Soy Cansamontañas pero no sé que pasa con el blog)

    ResponderEliminar
  3. Bonito articulo, como siempre con ganas de leer mas, jijijiji
    Y también buen consejo para este domingo, la de Mutilva.
    Un saludo nos vemos, en las próximas, y si me animo incluso en alguna larga.
    Cuídate mucho.
    Txema (amigos V.C)

    ResponderEliminar
  4. ya estoy inscrito a la prueba LAKUNTZA-ARALAR, esperemos no sufrir en exceso y disfrutar dentro de lo posible.

    SALUDOS, Edorta

    ResponderEliminar
  5. ¡¡Olé los valientes!! yo también voy a inscribirme ahora mismo, espero que después de lo que me viene este Sábado en Canfranc mis piernas todavía puedan correr por Aralar. ¡¡Nos vemos!!
    Cansamontañas (Es curioso que este cacharro me impida contestar con mi nombre bloguero)

    ResponderEliminar

¡Haz un comentario!