Correr, caminar, pedalear, trepar, nadar, saltar...Trabajar y VIVIR. La diabetes, una anécdota.

Siempre y cuando controlemos el ejercicio y nuestra glucemia en sangre. Esta enfermedad que junto con la obesidad está considerada la epidemia del siglo XXI permite llevar una vida activa perfectamente normal gracias a médicos e investigadores, profesionales apasionados que no dejan de trabajar para que mañana sea de verdad una anécdota. Hay dos tipos principales de diabetes: Tipo I y tipo II. La primera es la mía, la insulino-dependiente o también llamada infantil, porque en un alto porcentaje de casos se presenta a edades tempranas, aunque yo "debuté" con esta enfermedad a los 44 años. Mi sistema inmune falló y atacó a las células del páncreas que producen la insulina sufriendo a continuación los tres síntomas del libro o las "tres Pes": Poliuria (orinar mucho), Polidipsia (sed horrible a todas horas) y Polifagia (hambre, hambre, haaaambre).



¿Porqué a mí? Pensé. A mí que toda la vida he hecho deporte, que sólo tres meses antes terminé mi Cuarta Maratón en Donosti, a mí que no fumo, a mí que soy un chico formal: Buen padre y ejemplar esposo, a mí que hago la declaración de renta puntualmente y pago la contribución urbana y el impuesto de circulación religiosamente cada año... ¿Porqué?



El estrés que tantos sufrimos en mayor o menor grado, herencia genética, un catarro mal curado, la contaminación, el agujero de la capa de ozono... Médicos, familiares, amigos, vecinos y yo mismo apuntamos una u otra causa, pero lo cierto es que daba lo mismo. El caso es que mi cuerpo -mi páncreas- casi no tenía reservas de insulina y que ya no iba a producir más -o muy poca- y que iba a necesitar "pincharme" insulina todos los días.

sábado, 27 de noviembre de 2010

Cuarenta y dos kilómetros y ciento noventa y cinco metros


Este domingo tengo cita en San Sebastián con doña Maratón, una vieja amiga a quien conozco desde 1999, cuando debuté en los 42 kmts con un tiempo de 3:41:54. Lo pasé fatal en los últimos kilómetros pero cuando entré en meta todo quedó olvidado, ya podía decir que había terminado la mítica distancia, me veía más alto, más fuerte, más listo... Eso me animó a volver al año siguiente con la idea de entrenar mejor, pero una cosa son los buenos propósitos y otra los hechos, aún así mejoré la marca un poquico: 3:38:05 y no saben ustedes lo contento que me puse ¡¡Casi cuatro minutos menos!! Ni Gebreselasi hubiera estado tan contento bajando de las 2 horas en Berlín... Bueno, ya me aboné a Donosti y en 2001 con 3:32:32 recorté casi otros 6 minutos. ¿Y en 2002? ¡¡3:23:20!! A ese paso estaba seguro de acercarme algún día a los keniatas. Pero no, en 2004 no la preparé nada bien y entré en meta con un tiempo de 3:40:08. No me desanimé y volví en 2006: 3:20:42 ¡¡Olé, olé, olé!!

En 2007 debuté en otra prueba mítica: La Diabetes tipo I, eso fue en febrero y me estuve "quieto" dos meses, pero en cuanto pude volví a correr, como ese año presentaron la Maratón Expo Zaragoza, la ciudad de mis amores no lo dudé y el 30 de septiembre con un tiempo de 3:27:58 confirmé que podía seguir gastando zapatillas a pesar de que mi insulina fuera de farmacia. Noviembre de 2008, otra vez San Sebastián: 3:11:32. Ahora sí que me estaba animando de verdad, con un buen plan de entrenamiento podía acercarme a las 3 horas; con la diabetes había dejado algunos líos extra laborales, tenía más tiempo y una buena excusa, así que me inscribí en la Maratón de Zaragoza del 2009 con el número 3 dando vueltas en mi cocorota: Tres horas, tres horas, tres horas... si la maratón era una prueba mítica, las 3 horas eran la marca de mis sueños: El Olympo y sus dioses me abrirían las puertas si conseguía ese tiempo, todas las chicas del bar me sacarían a bailar y mis chistes serían los más graciosos, hasta mi suegra me pondría el mejor trozo del asado en la cena de Nochebuena. ¡Tenía que conseguirlo!

Ese 22 de noviembre en Zaragoza salió un día perfecto para correr, yo tenía muy buenas sensaciones y no dudé en unirme a un grupo de campeones y buenos amigos maños para disfrutar de una jornada que lo prometía todo. ¿Estrategia? ¿Números? Eso no iba conmigo: Yo a correr y cuanto más rápido mejor ¡¡Viva la vida!! (O algo así cantaba la cigarra) Los primeros 10 kilómetros salieron a 4:07 min/kmt, una auténtica locura que como a Filípides sólo podía llevarme a la muerte y eso es lo que pasó: Tras pasar la Media en 01:28:05 mis piernas fueron "muriendo" poco a poco y aunque el meandro de ranillas todavía lo pude recorrer a trote digno, el resto de la carrera fue como ir a rastras, las piernas eran dos pesados tablones que tan apenas podía mover y mis sensaciones eran penosas, pese a todo entré en meta con un tiempo de 03:12:04 que está muy, pero que muy bien para un loco de la vida que echó todas las cartas sobre la mesa al principio de la partida.

Bien, este domingo vuelvo a encontrarme con esos 42 kilómetros (y 195 mts), soy un año más viejo y un año más listo, pero sigo siendo un niño y tengo su mismo entusiasmo, sigo ilusionado con el número 3 y sé que si lo consiguiera me ilusionaría con el 2 y 55 minutos o... mejor lo dejo. Y por eso, aunque el sentido común diga que lo correcto es ir poco a poco, que primero 3h 5 min y después ya se verá, pasaré de todo y saldré a 4:15 min/kmt y una sonrisa de oreja a oreja. La sonrisa la perderé a los 10 kilómetros y el ritmo no lo sé. El domingo se lo contaré, espero.


En la Maratón de San Sebastián estrenaré los colores del equipo : Celigüeta-Atletismo ZizurUn grupo de amigos alrededor de una afición tan simple como correr, Imanol y Félix ya lucieron el amarillo de nuestras nuevas camisetas en la Carrera de Sakana del pasado domingo (El próximo año tengo que ir, Gorka). Martín (The Boss) y servidor (Carlos-Cansamontañas) las pasearemos por Donosti. Sea como sea disfrutaremos seguro.

1 comentario:

  1. Mucha suerte Carlos!!! Y ya sabes, 4:15 min/km x 42195m.= sub 3:00 horas!!! En tu mano está campeón! Un abrazo!

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