Correr, caminar, pedalear, trepar, nadar, saltar...Trabajar y VIVIR. La diabetes, una anécdota.

Siempre y cuando controlemos el ejercicio y nuestra glucemia en sangre. Esta enfermedad que junto con la obesidad está considerada la epidemia del siglo XXI permite llevar una vida activa perfectamente normal gracias a médicos e investigadores, profesionales apasionados que no dejan de trabajar para que mañana sea de verdad una anécdota. Hay dos tipos principales de diabetes: Tipo I y tipo II. La primera es la mía, la insulino-dependiente o también llamada infantil, porque en un alto porcentaje de casos se presenta a edades tempranas, aunque yo "debuté" con esta enfermedad a los 44 años. Mi sistema inmune falló y atacó a las células del páncreas que producen la insulina sufriendo a continuación los tres síntomas del libro o las "tres Pes": Poliuria (orinar mucho), Polidipsia (sed horrible a todas horas) y Polifagia (hambre, hambre, haaaambre).



¿Porqué a mí? Pensé. A mí que toda la vida he hecho deporte, que sólo tres meses antes terminé mi Cuarta Maratón en Donosti, a mí que no fumo, a mí que soy un chico formal: Buen padre y ejemplar esposo, a mí que hago la declaración de renta puntualmente y pago la contribución urbana y el impuesto de circulación religiosamente cada año... ¿Porqué?



El estrés que tantos sufrimos en mayor o menor grado, herencia genética, un catarro mal curado, la contaminación, el agujero de la capa de ozono... Médicos, familiares, amigos, vecinos y yo mismo apuntamos una u otra causa, pero lo cierto es que daba lo mismo. El caso es que mi cuerpo -mi páncreas- casi no tenía reservas de insulina y que ya no iba a producir más -o muy poca- y que iba a necesitar "pincharme" insulina todos los días.

martes, 27 de abril de 2010

IV Carrera por Montaña de Talamantes

Domingo 25 de Abril, me levanto a las 5:40 ¡¡Ufff!! Mi glucemia 152, en fin... Me pongo las 4 uds de novomix 30 y a desayunar: Un zumito de naranja, cubo de café con leche y 2 tostadas con aceite que me obligo a tragar pues no tengo casi hambre ¡Normal a estas horas! Tras recoger la cocina y ultimar detalles, son las 6:50 cuando salgo con el coche de Zizur Mayor y confío en llegar con tiempo de sobra.

Amanece pronto a finales de abril, neblinas y calimas ocupan el valle del Ebro, y sólo cuando paso de Tudela por la carretera nacional comienzo a vislumbrar el Moncayo (2315 mts): Los circos de su vertiente norte todavía conservan bastante nieve, pese al calor de los últimos días. Distingo el principal de San Miguel por donde discurre la subida desde el Santuario, su vecino de San Gaudioso y después el de Morca, los tres miran hacia el Noreste, motivo por el cual la nieve se guarda más tiempo, al abrigo del cierzo. ¡¡Cuántas excursiones de chavales al Moncayo desde San Martin o Agramonte y desde Vera!! Incluso hace nada, en octubre 2004, disfruté de una quedada con amigos de El Atleta: Javiere, Corretechos, Mina, Carmen, Skyrunner, Ppong, Gandalf e Hiper (Estos dos últimos corren por el cielo ahora): Saliendo desde el Santuario fuimos flanqueando la montaña hacia el Collado de Bellido para desde ahí tirar a la cima siguiendo la línea de cumbres. Una buena jornada montañera que terminamos con una comida en la hospedería del Santuario. Memorable.

Con todo me queda mucho monte por andar en esta Sierra y hoy precisamente pisaré por primera vez su sector Sureste que se presenta apartado y separado de la montaña principal y con alturas bastante por debajo de los 2000 metros, pero con un relieve más bravo, formado por Muelas o Peñas, que asemejan Torres como las de Herrera y con barrancos espectaculares como el de la Covachuela. Un paisaje más duro y descarnado, estepario en su parte superior, que esconde bellos pinares de repoblación así como vestigios del antigua encinar-quejigar en el fondo de los valles y en su piedemonte. Conocer un poco mejor esta Sierra, es uno de los motivos para participar en esta carrera. Maravillado por un paisaje que anuncia la Primavera, recorro los últimos kilómetros de la estrecha carretera local que desde Ambel me lleva a Talamantes, agarrando fuerte el volante mientras de reojo vislumbro los profundos barrancos a mi derecha primero y a la izquierda después, hasta que tras doblar una curva descubro este pequeño pueblo que en la actualidad no alcanzará los 30 habitantes. Una hora 40 minutos desde Zizur-Pamplona.

Tras dejar el coche en un aparcamiento que quizá sea la única superficie llana en muchos kilómetros a la redonda incluyendo el pueblo, me acerco al polideportivo de la localidad en cinco minutos de cuestas y callejones que me sirven para entrar en calor. La organización despliega un trabajo increíble para tratarse de una zona tan poco poblada y todo funcionará a las mil maravillas no sólo en la recogida del dorsal sino en los avituallamientos y puestos de control que más tarde podré comprobar. Mi glucemia 148, así que beberé un poco de Acuarius.

Saludos a los amigos de Zaragoza y Huesca: Sarrios, Grupo de las 7:45, Peña Guara, Samuel de Grupos de Montaña de Sabiñánigo, Mariote (no Jamuro) que es uno de los organizadores y enseguida nos encontramos en la línea de salida esperando el pim pam pun. ¡¡Adelante!! Grita alguien, y sin cohete alguno salimos en apretado pelotón por las estrechas calles del pueblo, por las cuales bajaremos hacia la zona de huertas en el fondo del valle. Una vez allí cruzaremos el regacho e iniciaremos la primera subida de la jornada, que se me hace dura, muy dura. Pienso que no he entrado aún en calor y que le pillaré el rollo, pero lo cierto es que mis piernas no van al ritmo que me gustaría. Aprovecho algunas fotos para tomar aliento y de paso haré un bonito reportaje desde dentro de la carrera.
Vamos tomando altura y Talamantes se ha quedado muy, muy abajo. El panorama es completo desde el Moncayo a las Peñas de Herrera delante suya y el pueblo de casas blancas en el fondo del valle. Hacia el Norte veríamos hasta el Piri si no fuera por la bruma. Nubes de evolución se van formando aquí y allá. Son casi 600 metros los que nos comemos en esta primera ascensión hasta el Monte de la Tonda, una bajada algún llaneo y otra subida, fuerte también pero más corta que la primera para acercarnos al collado de Valdelubia, desde donde bajaremos a Talamantes por un pequeño valle cubierto por un frondoso pinar de repoblación, algunas encinas y robles rompen la monotonía y es una delicia correr al resguardo del sol. El descenso discurre al principio por una pista que más abajo abondaremos, pasando a un estrecho sendero donde podremos correr a todo lo que nos dan las patas. En las proximidades del pueblo unas chicas nos van tomando el dorsal y me dicen que voy en el puesto 33, no está mal me digo, pero lo que no sé es que queda lo peor...

Avituallamiento servido por unas chicas super-simpáticas a quienes confieso que bien a gusto me quedaría en el pueblo, tomaré un vaso de acuarius y dos trozos de plátano que iré comiendo poco a poco. Nos alejamos otra vez en dirección al monte, hace rato que voy en compañía de un corredor del Equipo Sarrios Zaragoza que ya se conoce la carrera y me señala monte arriba la parte superior del famoso Cortafuegos cuya subida empieza ya mismo; podemos distinguir a algunos corredores, muy pequeñitos, muy lejos y muy muy altos ¡¡Madre mía!! Nos llevará 25 minutos culminar esta tercera "trepada", donde no echamos las manos pero nos falta poco, pues los kilómetros se acumulan y comienzan a pasar factura. Con todo para mi lo peor vendrá después, cuando tras acabar la subida pillemos una larga pista que nos hará ir dando vuelta a la parte superior de la sierra, para rodear las Peñas de Herrera. En el avituallamiento de esta zona, beberé agua y comeré un par de trozos de naranja, un poco antes he comido una barrita de las mías pues me notaba demasiado fundido, no fuera a ser que estuviera bajo de azúcar, pero ni por ésas: Mis piernas no podían correr y cuando lo conseguían era como si no avanzara o en todo caso lo hiciera a cámara lenta. Me van rebasando corredores que sí consiguen correr, entre ellos una chica que luego quedará en tercera posición.

Bueno, no sé cuántos cientos de kilómetros han sido pero ya estamos detrás de las Peñas, ahora dejamos la pista y por un sendero que todavía sube un poquico nos acercaremos a sus paredes para cruzar un portillo por el cual pasamos a la otra vertiente que mira a Talamantes muy abajo y muy lejos todavía. Adelanto a dos corredores, uno de ellos anda regular y se queja de la rodilla, en la subida no llevaba mal ritmo pero bajando sufre bastante, les animo y luego aviso en el siguiente control aunque estamos lejos de cualquier pista.
El sendero baja en cómodos zig-zags y puedo volver a corretear -casi se me había olvidado-, en unas piedras está Ramón, disfrutando de este buenísimo día y haciendo fotos a todos los que pasamos ¡¡Venga que ya estás!! me anima. ¡¡Estoy fundío del todo!! Le confieso, y prosigo la carrera que nos meterá en Valdeherrera, un estrecho valle por cuyo fondo cantan las aguas frías y limpias que asoman de la montaña. El terreno no es difícil pero hay algunos pasos que requieren atención: Escalones rocosos, piedras sueltas y afiladas, se alternan con tramos de sendero excelente donde puedo correr a mayor velocidad. Está todo muy húmedo y en una zona encharcada me embarro a tope, pero unos metros más adelante aprovecharé el cruce de la regata para "lavar" mis zapatillas: El agua fría me sienta de maravilla y con buenas sensaciones después de 28 duros kilómetros entro en el pueblo ¡¡Y aquí llega Caaaaaaansamontañas!! Grita el speaker en los altavoces, qué bien suena oye.

Mi tiempo: 3h 37 minutos. Glucemia al llegar a meta: 197, muy alta pese a todo el ejercicio realizado.

Mis afotos aquí.

9 comentarios:

  1. Me ha encantado la crónica.
    Por cierto, creo que en la crónica dices que soy Jamuro pero en realidad soy Mariote.
    Un saludo,
    Mario.

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  2. Me alegro que ya estés casi, casi bien.
    Jamuro es Toño Muro, que este año corre en Sarrios y corrió Osan (quedó 5º, un crack un poco "madiquita", espero que no me lea je,je, aunque corre dos huevos, tanto en asfalto como en montaña), pero no Talamantes, ni tiene que ver con su organización. Te confundirás con Mariote (Mario Esteban) que sí que ha organizado esta carrera los dos años anteriores, que no este . En fin, veo que necesitas una "hoja parroquial" de estos lares y corredores que te aclaren tantos nicks, nombres, caras.....y con una cervecilla mejor.
    Abrazo.

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  3. Bueno y el Mariote también es rarito.

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  4. Bonita crónica Carlos.
    La verdad es que fué un placer poderte acompañar durante un buen tramo de carrera.
    Un saludo y que nos veamos en muchas de estas...

    Miguel Angel (Sarrios Zgz)

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  5. Buenas:

    Soy un novato aficionado al Trail que se a topado con tu Blog y del que me hecho admirador.
    Seguire de cerca tus Entradas.

    Saludos desde Pamplona.

    P.D: En Mayo hay un trail por San Cristobal te apuntas??

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  6. Mariote claro, me lo apunto para la próxima... Si te hubieras puesto Canta Montañas o algo parecido como Cansa-Cortafuegos, seguro que no me hubiera liado, je, je... Un abrazo.
    Miguel Angel fue un placer correr contigo buena parte de la carrera ¿Te acuerdas que buena estaba el agua de la fuente aquélla? A mi me sentó de maravilla.
    Bienvenido Jon, efectivamente estoy apuntado al primer Trail del San Cristóbal y si todo marcha bien espero contar una crónica de cuatro estrellas ¿Tú te animarás también?
    Manu por cierto que he vuelto a ojear vuestra peli del entreno en Talamantes y después de correrla todavía me admiro más de los pedazos de "paseos" que os arreáis, encima con frío. No me extraña que cuando pilláis buen tiempo vayáis como balas...

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  7. Hola fiera
    lo primero me enamora(sanamente)tu modo de gozar de las carreras,dejándote contagiar de lo que te rodea!!!! además de ser un machaca del monte eres un machaca de afotos!!!ja,ja.
    en fin, enhorabuena por tus victorias y un apunte, Talamantes la primera noticia que se tiene de él es de època de los templarios del s.XI a los cuales pertenece el castillo. De todos modos parece ser una posibilidad de población de edad antigua ligada a lugar de agua, pues el sufijo -antia (hacia lo que posiblemente se deriva a Talam-antia)es de raíz quizás céltica. No se , todo conjeturas según he leído.
    Toma rollo!!!!!
    en fin encantados de poder contar de gente como tú en lugares como este.
    salu2

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  8. Muchas gracias, por la info, lo cierto es que la zona me gustó mucho, sobre todo porque parece estar lejos de todo o por lo menos, lejos del turismo masivo de fines de semana que llena los caminos del Parque Natural del Moncayo. Por otra parte eso tiene de malo que sus habitantes lo tienen todo más complicado para buscarse las alubias: ¿Ganadería? Supongo que mal, ¿Madera? Peor, alternativas como la miel, la caza y el turismo rural pueden sujetar algo de población, pero tiene que ser duro. ¡¡Animo talamantinos!!

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  9. ese es Talamantes! nadie por aquí, nadie por allá y los que estamos, estamos bien avenidos. Lo mejor, salir a entrenar por caminos y pistas y cruzarte a diario con corzos, zorros, conejos... de hecho no hay día que haga una de tirón. Paro y les miro, les observo y te empapas de su paz. Es una pasada. En fin, que vaya bonito, muy bonito.
    salu2 y unas risas

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