Correr, caminar, pedalear, trepar, nadar, saltar...Trabajar y VIVIR. La diabetes, una anécdota.

Siempre y cuando controlemos el ejercicio y nuestra glucemia en sangre. Esta enfermedad que junto con la obesidad está considerada la epidemia del siglo XXI permite llevar una vida activa perfectamente normal gracias a médicos e investigadores, profesionales apasionados que no dejan de trabajar para que mañana sea de verdad una anécdota. Hay dos tipos principales de diabetes: Tipo I y tipo II. La primera es la mía, la insulino-dependiente o también llamada infantil, porque en un alto porcentaje de casos se presenta a edades tempranas, aunque yo "debuté" con esta enfermedad a los 44 años. Mi sistema inmune falló y atacó a las células del páncreas que producen la insulina sufriendo a continuación los tres síntomas del libro o las "tres Pes": Poliuria (orinar mucho), Polidipsia (sed horrible a todas horas) y Polifagia (hambre, hambre, haaaambre).



¿Porqué a mí? Pensé. A mí que toda la vida he hecho deporte, que sólo tres meses antes terminé mi Cuarta Maratón en Donosti, a mí que no fumo, a mí que soy un chico formal: Buen padre y ejemplar esposo, a mí que hago la declaración de renta puntualmente y pago la contribución urbana y el impuesto de circulación religiosamente cada año... ¿Porqué?



El estrés que tantos sufrimos en mayor o menor grado, herencia genética, un catarro mal curado, la contaminación, el agujero de la capa de ozono... Médicos, familiares, amigos, vecinos y yo mismo apuntamos una u otra causa, pero lo cierto es que daba lo mismo. El caso es que mi cuerpo -mi páncreas- casi no tenía reservas de insulina y que ya no iba a producir más -o muy poca- y que iba a necesitar "pincharme" insulina todos los días.

domingo, 25 de junio de 2023

Gran Trail Picos de Europa. Retirado.

Puente medieval en Cangas de Onís sobre el río Sella

Este sábado no tuve un buen día en Benia de Onís, Asturias, donde mis condiciones físicas -penosas-, me hicieron abandonar en la primera parte de la subida por la Canal de Trea, la subida más jodida de la carrera, kilómetro 35 aproximadamente: Mitad de carrera y casi la mitad del desnivel total con 2600 positivos acumulados.  Pero como digo mis sensaciones eran de miseria total: Cada 3 minutos de ascensión debía parar para bajar pulsaciones y así unas cuatro veces.  Un voluntario apostado a la sombra de unos árboles me aseguró que solo tenía 10 minutos a la famosa fuente de la que tanto habíamos oído hablar estos días. La organización insistió en su importancia al no haber otra hasta el refugio de Vega de Ario, en una etapa de 1700 mts de desnivel que incluía la subida al Jultayu (1939 mts).  Y es que hoy hemos vivido una jornada con temperaturas muy altas, como no se conocen en esta región.  Treinta grados o más y con mucha humedad no son el cóctel ideal para esta aventura.



A las seis de la mañana solo tenemos 20 grados pero con la humedad todo el mundo está empapado en el primer kilómetro.  Yo no soy de sudar mucho así que casi voy seco hasta el segundo... ¡¡Madremía!!

La salida ha sido muy chula y los algo más de 200 corredores animados por el spiker, que es un campeón, echamos a correr con toda la ilusión del mundo a disfrutar con lo que más nos gusta.  Soy de los pocos que no llevan puesto el frontal pues pensaba que en el día más largo del año ya veríamos algo a esta hora, pero la verdad es que hacía falta porque dentro del bosque no se veía apenas.  Más vale que como digo la mayoría sí lo tenían así que gorronee la luz de los vecinos hasta que en media hora ya no fue necesaria.


Primer avituallamiento líquido en el km 5,9

Bajando a La Molina

Antes de salir el sol ya estamos muy altos por encima de la niebla y hace menos calor.  Como en todas las carreras, cuando empezamos la primera bajada -km 8- hasta La Molina, cada cual ha encontrado su sitio y vamos intercambiando posiciones.  A continuación disfrutamos corriendo por la ribera del río Casaño que baja alegre por un valle estrecho y boscoso.  Cruzaremos el rio ayudados por una silga.  El agua fría nos llega a la rodilla pero no hay problema, como dice un voluntario así limpiamos las zapatillas.  

Empieza la segunda subida y empieza el calor.  Tras una primera cuesta empinada dentro del bosque volvemos a trotar por un sendero a media ladera que nos asoma sobre el valle.  Muy guapo.



Después vienen más subidas que nos llevan a la parte superior de la montaña, prados verdes donde vacas y ovejas pastan tranquilas, podría ser la sierra de Aralar, pero en el horizonte apuntan picos abruptos como no se ven en las sierras de Navarra, esto es Asturias.

El paisaje es guapísimo pero no lo estoy disfrutando porque me noto regular, cansado.  Me ha pasado otras veces y confío en que sea una sensación pasajera, por lo que continúo a "buen ritmo" caminando rápido en las subidas y trotando en llaneos o bajadas...  Y así llegamos al bajadón de la Canal de Coliembru:  Sacaría unas afotos desde arriba para guardar esas vistas de vértigo. No te digo nada si podríamos ver el fondo con el río Cares pero la misma montaña no nos dejará verlo hasta mucho más abajo.  Lo que digo: Vértigo, vértigo...  

Pero bajo bien, muy bien, con seguridad y buen ritmo.  Un corredor echa un grito al torcerse el tobillo pero no ha sido mucho y puede continuar. El problema es que ya lo tiene tocado y le pasará hasta dos veces más. Le ofrezco la venda que llevo pero asegura que no le hace falta y prosigue detrás mía.

¿He dicho que hacía calor?  Madremía, conforme bajamos la interminable pedrera, a veces senda, la temperatura va subiendo -o me lo parece a mí-.  Antes de llegar abajo del todo, pasamos por dos fuentes en las que remojo la gorra y echo un trago de agua fresca ¡¡Qué buena!!  Y por fin llegamos al avituallamiento líquido de Culiembro, justo en el camino del Cares.  Aunque solo es líquido tienen barritas, chocolate y chucherías pero yo al menos solo bebo agua.  No tengo hambre... Estoy cansado como digo que me he sentido otras veces, pero es que además me falta el aire. Por mucho que resoplo, el aire no parece darme el oxígeno necesario. Las pulsaciones las noto altas aunque el Garmin no hago ni mirarlo, no me fío de esa información.  En fin.  Pienso en que este es un buen sitio para abandonar. Justo está el hombre del tobillo jodido que lo deja aquí para caminar hasta Poncebos, donde la organización le devolverá a Benia.  



Desde el avituallamiento a la subida por Canal de Trea recorremos dos kilómetros por el Cares donde ya nos han dicho que no está permitido correr.  Como para correr estoy yo...  Camino detrás de otros dos corredores que andan hablando de lo que tenemos por delante, uno de ellos ya ha hecho esta carrera y comenta que sí, que la subida al Jultayu por Trea es dura no, lo siguiente.  Pero que lo que viene después no es ningún regalo...  En fin, como he dicho al principio, al iniciar la subida he necesitado hacer una, dos, tres paradas para entrar aire en los pulmones.  Además me he cruzado con un corredor retirado que sin haber llegado a la fuente el Peyu ha decidido dar media vuelta por encontrarse medio mareado y con pulsaciones altas. Joder lo mismo que yo.

Sigo otro rato para arriba y a la sombra de un bosquecillo está un voluntario que intenta animarme: - A la fuente te quedan como 10 minutos, venga campeón, y luego otro poco más-...   Ufff comparto con él mis miedos y fatigas y el hombre me dice la verdad: Que arriba voy a tener el mismo calor que aquí y que lo piense bien.  

Le agradezco su sinceridad y sigo para arriba.  Pero no ando cinco minutos cuando me paro otra vez.  Me jode un montón pero no me veo con fuerzas.  El azúcar lo tengo bien: 132 no es mala cifra.  Debe ser lo único que tengo bien ahora.  Uffff.  Media vuelta.

Llegar a Poncebos fue muy jodido también: Dos kilómetros al avituallamiento en Culiembru y después otros 5 más por todo el Cares hasta el bar junto al aparcamiento.  Y con una calor del copón.  Lo mejor fue que en Poncebos nos juntamos 15 elementos y estuvimos  a gusto echando cervezas y cocacolas en el bar, a la sombra, hasta que un chico de la organización vino a buscarnos.  El pobre tuvo que hacer tres viajes porque solo cabíamos 5  cada vez...  Mientras me tocaba el turno hice risas con una pareja de asturianos y con un canadiense afincado en Madrid que nos contó su película:  En el avituallamiento de Culiembru no pensó en abandonar pero cogió la senda en dirección contraria (hacia Poncebos) y aunque le extrañó no ver marcas se confió con algún excursionista que le dijo que había más corredores en esa dirección.  Serían más retirados, claro.  El caso es que al llegar a Poncebos decidió que estaba agotado y que si caminar hasta aquí había sido tan jodido cómo sería subir la Canal de Trea y el Jultayu...  Un tío bien majo, jajaja.   Yo no pude reírme mucho porque el estómago lo tenía regular:  Había bebido una cerveza que me sentó como un tiro y hasta que no eché toda la papilla del día no me recuperé.  Más vale porque no veáis cómo pillaba las curvas el tío de la furgo...

Nota final:  Me animé a esta carrera porque no conseguí dorsal para Travesera y quería disfrutar la vista de los famosos lagos de Covadonga, Enol y Ercina, cosa que en las dos Traveseras del 2021 y 22 no he podido porque cuando pasamos junto a ellos es noche cerrada...  Volveré si puedo el año que viene a intentar la GTPE.  Y volveré con mucho respeto, cosa que quizás me ha faltado este año.  Y entrenamiento...

Muchas gracias a la Organización y a todos los voluntarios. Sois cojonudos. Y cojonudas.  Lo mismo que todos los corredores que sí lo han conseguido en esta edición: Desde Jonatan Tejada que lo hizo en 9 horas 14 minutos hasta el último campeón que terminó con más de 18 horas.  ¡¡¡Bravo!!!


4 comentarios:

  1. Cuando hace calor en picos todo cuesta el doble que en pirineos. Te comes 2.000 m de desnivel pa subir cualquier cosa y cuesta, vaya si cuesta. Mucho ánimo, pájaro

    ResponderEliminar
  2. Muchas gracias!! El mucho calor sumado a un mal día que tuve producen el hundimiento. Sobre todo cuando encima tuya se levanta la Canal de Trea y más arriba el Jiltayu. Soñaré con ese binomio hasta el año que viene, si es que no me acerco este Verano a quitarme la espinita...

    ResponderEliminar
  3. A qué no sabes dónde estuve ayer???.......en los lagos de Covadonga!!!!! Joder, llego a verte y lo flipoooooo😂😂😂. Hoy estoy en Llanes, pero mañana nos vamos al festival del PIR a Aragüés, y nos han dicho en la Borda Bisaltico, que hay una carrera en Hecho......al final nos acabaremos tropezando, ya verás 😂😂😂👍Aupaaaa!!! Y no te desanimes nunca!!! Hay que adaptarse 🫤 pero nunca tirar la toalla💪💪💪💪

    ResponderEliminar
  4. Tú sí que sabes!!! Cuando tengas concierto en Pamplona dame un toque para comprar tomates, jajaja!!!!! Perdón, quería decir bombones...

    ResponderEliminar

¡Haz un comentario!