Correr, caminar, pedalear, trepar, nadar, saltar...Trabajar y VIVIR. La diabetes, una anécdota.

Siempre y cuando controlemos el ejercicio y nuestra glucemia en sangre. Esta enfermedad que junto con la obesidad está considerada la epidemia del siglo XXI permite llevar una vida activa perfectamente normal gracias a médicos e investigadores, profesionales apasionados que no dejan de trabajar para que mañana sea de verdad una anécdota. Hay dos tipos principales de diabetes: Tipo I y tipo II. La primera es la mía, la insulino-dependiente o también llamada infantil, porque en un alto porcentaje de casos se presenta a edades tempranas, aunque yo "debuté" con esta enfermedad a los 44 años. Mi sistema inmune falló y atacó a las células del páncreas que producen la insulina sufriendo a continuación los tres síntomas del libro o las "tres Pes": Poliuria (orinar mucho), Polidipsia (sed horrible a todas horas) y Polifagia (hambre, hambre, haaaambre).



¿Porqué a mí? Pensé. A mí que toda la vida he hecho deporte, que sólo tres meses antes terminé mi Cuarta Maratón en Donosti, a mí que no fumo, a mí que soy un chico formal: Buen padre y ejemplar esposo, a mí que hago la declaración de renta puntualmente y pago la contribución urbana y el impuesto de circulación religiosamente cada año... ¿Porqué?



El estrés que tantos sufrimos en mayor o menor grado, herencia genética, un catarro mal curado, la contaminación, el agujero de la capa de ozono... Médicos, familiares, amigos, vecinos y yo mismo apuntamos una u otra causa, pero lo cierto es que daba lo mismo. El caso es que mi cuerpo -mi páncreas- casi no tenía reservas de insulina y que ya no iba a producir más -o muy poca- y que iba a necesitar "pincharme" insulina todos los días.

domingo, 29 de agosto de 2021

Petrechema y Paquiza Linzola

 Bonita y tranquila nuestra excursión de ayer Sábado 28 de agosto. Desde el Refugio de Linza, en cuyas proximidades aparcamos a eso de las 7:29 de la mañana. David, Félix, Alejo, Isabel, Carlos Nuin y yo somos los seis mosqueteros que junto con docenas de montañeros tiramos por el camino normal hacia la Mesa de los Tres Reyes, la excursión más clásica desde aquí.  

Ezkaurre a la izquierda y Txamantxoia a la dcha

Pero primero salen David y Félix, que temen retrasar el ritmo del grupo y por eso se adelantan.  Los demás entraremos en el refugio para tomar un café con leche ¡qué rico el café de puchero!  A eso de las 8 y sin ninguna prisa saldremos también hacia nuestro objetivo, que hoy no será la Mesa sino el Petrechema.  

El Verano ha sido y está siendo muy seco en el Pirineo, la hierba está más amarilla que verde pero aún y todo la montaña está preciosa. Esta región es muy guapa y ofrece muchas excursiones, sin ir más lejos el Txamantxoia destaca su cima pelada por encima del bosque ¡qué bonito es! Nos prometemos subirlo la próxima vez que vengamos hasta aquí. Solo hay una hora y media desde Pamplona y cuando terminen el último tramo de autovía en la zona de Yesa estará 10 minutos más cerca...

Hacía fresco al principio, unos 8 grados de temperatura pero enseguida nos quitaremos el chubasquero pues tan pronto como asoma el sol la temperatura sube bastante, además del ejercicio en las primeras cuestas, por supuesto.


Detrás de Isabel la Paquiza Linzola

Nuestro objetivo allí arriba

Y chino chano, tipi tapa fuimos ganando altura. Sobre todo a partir del desvío hacia Petrechema por un camino todo para nosotros, sin nadie más a la vista, ¡Todo el mundo se dirigía a la Mesa de los Tres Reyes por lo visto!  Ya muy cerca de nuestra cima nos cruzamos con Félix, nos dijo que le daban mucho respeto los patios y que nos esperaba abajo ¡mecachis! De modo que solo fuimos cinco mosqueteros en los 2371 mts de la cima, siete metros por debajo de la vecina Aguja Norte de Ansabére a donde bromeamos con dar un salto, un salto de fe, que  nos permitiera coronar su cumbre también.  Pero somos hombres de poca fe y lo dejamos para otra ocasión.  

Pensábamos que esta montaña sería toda para nosotros pero arriba había dos o tres grupos de montañeros disfrutando del paisaje, entre ellos dos veteranos del Club de Montaña Arándiga, en la Comarca de Calatayud, con quienes cambiamos unas palabras y unas fotos con el móvil.  Después los volveríamos a encontrar en el refugio ¡dos tíos bien majos!

Aquí estamos en la cima ¡Nos falta Félix mecahis la mar!

El paisaje súper guapo

La Mesa de los Tres Reyes

Después de un rato desandamos el camino y bajamos hacia la Foya de la Solana con la vista puesta en nuestro siguiente objetivo: la Paquiza de Linzola, cuyos 2108 mts se levantan justo encima de Linza.  Nos cruzamos con un chaval que arrastraba su bici de montaña y alucinamos pensando en el descenso que se pegaría luego. 

La Paquiza es una montaña bien guapa, pero le hacen sombra muchas otras así que solo encontramos a dos montañeros almorzando en la cumbre.  Nos costó un pelín remontar los cuestarrones de hierba hasta arriba pero el panorama también nos recompensó: Todas las cumbres de la región empezando por el Ori, justo detrás de Lacarchela, luego el Lákora entre las nieblas provenientes del mar de nubes que ocupaba toda la France de la Patrie, el Arlas, el Anie, la Mesa, nuestro Petrechema, el Acherito...   Debajo nuestra Belagua de una parte y Zuriza de la otra.  Una pasada.

Cima de la Paquiza Linzola. David nos hizo una foto de grupo pero se la debido velar el carrete porque no nos la ha mandado...

Aquí con Isa, Carlos Nuin y Alejo ¡¡Por fin ha rebelado el carrete super David!!

El mar de nubes asomando encima de Belagua

Nuestro camino hacia Txamantxoia

Montañas de Zuriza

A nuestra izquierda Zuriza y a la derecha Belagua


Aquí nos dividimos y mientras que Félix, Isabel y David volvieron al refugio por el mismo sendero de la subida, Alejo, Nuin y yo tiramos por el cordal en dirección a Txamantxoia para llegados al collado de Zaparreta bajar por el bosque al refugio.  Nos maravilló esta etapa por el paisaje que pudimos disfrutar a ambos lados y sobre todo porque la bajada final fue fresquita a la sombra de un magnífico bosque de hayas y abetos que cubren la montaña hasta el refugio.  Muy muy chulo y recomendable.

Para las 12 estábamos echando unas cervezas en el refugio y poco más tarde nos dirigimos al camping de Zuriza para celebrar el éxito de la jornada con unos ricos platos combinados ¡¡vivan los huevos fritos!!

Todas las afotos

La ruta en wikiloc


Mi diabetes y yo: 

Amanecí a las 4:45 para desayunar. Tenía 149 de azúcar y me puse dos uds de insulina para desayunar un café con leche de almendras cero azúcar y unas nueces.  A las 7:29 en Linza tengo 119 y tomo un café de puchero con una poca de leche. Sin tomar otra cosa que agua, a las 10:00 en la cima de Petrechema tengo 171.  Como tengo un poco de hambre como unas almendras y una porción de chocolate 99% cacao.  A las 11:00, cuando empezamos la subida a la Paquiza tengo 195 y subiendo así que me pongo 2 uds de insulina, comeré otro puñado de almendras y dos porciones de chocolate.  A las 12:00 estamos a mitad de bajada y tengo 93, es buena cifra pero me noto flojeras, ummmm.  A las 12:26 en Linza estoy con 58 así que aprovecho para comer unos arándanos secos y más almendras con chocolate.  También aceptaré una chuchería sabor sandía de Alejo, el cual lleva toda la excursión pregonando lo buenas que están. Los arándanos son como las pasas pero me gustan más.  A las 14:00 estamos sentados a la mesa en el camping de Zuriza delante de un plato combinado, el mío son huevos con patatas y chistorra, también comeré un trozo de pan. Tengo 129 de azúcar y me pongo 6 unidades de insulina.  En casa a las 17:30 tengo 86.   

Repasando el ejercicio pienso que solo debía haber puesto una unidad de insulina a mitad de excursión para evitar la bajada posterior y tengo claro que comiendo otra cosa (ensalada y carne por ejemplo y sin pan) habría necesitado también la mitad de la insulina en la comida.  Es decir que podría haber gestionado la jornada con 4 unidades de insulina en lugar de 8.  Y cuanto menos recurramos a esta hormona mejor, tanto los que padecemos diabetes como el resto de la población, porque todos podemos desarrollar una resistencia a la insulina. Los diabéticos también, tiene cojones...




2 comentarios:

  1. Mi primer monte fuera de Graná fue la nesa, hiru erregen mahaia. Preciosos montes. Un lujo de repor, como siempre 🌋🌋 Con la insulina es imposible acertar

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    1. Muchas gracias!!! Es una región maravillosa esta donde Aragón muga con Navarra y hay cientos de rutas esperándonos. A ver si esta semana recibe una buena regadica y los pastos recuperan el verde. La insulina debería ir de la mano de un curso de mates, física y química, y aún con eso nos volveríamos locos. Mientras tanto intentaremos comer lo mejor posible...

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