Correr, caminar, pedalear, trepar, nadar, saltar...Trabajar y VIVIR. La diabetes, una anécdota.

Siempre y cuando controlemos el ejercicio y nuestra glucemia en sangre. Esta enfermedad que junto con la obesidad está considerada la epidemia del siglo XXI permite llevar una vida activa perfectamente normal gracias a médicos e investigadores, profesionales apasionados que no dejan de trabajar para que mañana sea de verdad una anécdota. Hay dos tipos principales de diabetes: Tipo I y tipo II. La primera es la mía, la insulino-dependiente o también llamada infantil, porque en un alto porcentaje de casos se presenta a edades tempranas, aunque yo "debuté" con esta enfermedad a los 44 años. Mi sistema inmune falló y atacó a las células del páncreas que producen la insulina sufriendo a continuación los tres síntomas del libro o las "tres Pes": Poliuria (orinar mucho), Polidipsia (sed horrible a todas horas) y Polifagia (hambre, hambre, haaaambre).



¿Porqué a mí? Pensé. A mí que toda la vida he hecho deporte, que sólo tres meses antes terminé mi Cuarta Maratón en Donosti, a mí que no fumo, a mí que soy un chico formal: Buen padre y ejemplar esposo, a mí que hago la declaración de renta puntualmente y pago la contribución urbana y el impuesto de circulación religiosamente cada año... ¿Porqué?



El estrés que tantos sufrimos en mayor o menor grado, herencia genética, un catarro mal curado, la contaminación, el agujero de la capa de ozono... Médicos, familiares, amigos, vecinos y yo mismo apuntamos una u otra causa, pero lo cierto es que daba lo mismo. El caso es que mi cuerpo -mi páncreas- casi no tenía reservas de insulina y que ya no iba a producir más -o muy poca- y que iba a necesitar "pincharme" insulina todos los días.

domingo, 2 de octubre de 2016

Entrenando la Juan Migueliz Leyre Trail

Como homenaje a Juan Migueliz, el Club de Montaña Trotecuto organiza esta carrera por la Sierra de Leyre el Domingo 6 de noviembre. Una primera edición que espero venga seguida de muchas más porque después de darnos una vuelta por su recorrido nos hemos enamorado de esta sierra, de sus senderos, rincones, subidas y bajadas. Nos ha gustado un montón a pesar de la dureza y dificultad técnica que presenta en no pocas partes de su recorrido. Son 21 kmts y 1400 mts de desnivel que los campeones conseguirán terminar en algo menos de dos horas. Nosotros bailaremos de contentos si bajamos de tres, bueno, yo si bajo de tres horas le doy cuatro besos al abad del monasterio de Leyre.


A David, Alejo y servidor la excursión de hoy nos ha llevado justamente cuatro horas. Bien es cierto que era la primera vez y nos hemos comido más de 2 kmts de propina por un despiste y también es verdad que yo soy un poco pesado con las fotos pero todavía nos habría llevado más tiempo si no nos hubiéramos encontrado con Javier Sola justo al llegar al parking del monasterio.

A las 7:35 de la mañana apenas se veía cuando hemos bajado del coche pero el cielo empezaba a clarear hacia el Este, encima del pantano de Yesa y los frontales no eran necesarios.  Dentro de unas semanas, si repetimos la excursión, serán obligatorios.  

Hay un chico disfrazado de romano igual que nosotros con un cinturón porta-bidón que nos da los buenos días todo simpático. Al decirle nuestra intención de seguir el recorrido de la carrera nos confirma que él también lleva esa idea y los cuatro emprendemos juntos la fuerte subida que por la Cañada Real de los Roncaleses nos ha de llevar al Portillo de la Cerrada, en lo alto de la sierra.  Yo llevaba el recorrido en wikiloc y confiaba en poder seguir la ruta sin problemas pero con Javier no será necesario ni encenderlo: se conoce el recorrido perfectamente pues lo menos lo ha corrido media docena de veces. 

Mientras subimos (a toda leche) iremos hablando de amigos comunes y descubriremos que nuestro guía es un crack corriendo pero también con la bici y las tablas de esquiar. Lo de crack es porque no dejará de hablar sin problema mientras que nosotros justamente podemos resollar con el sofoco de la subida.  Bueno Alejo, que está más fuerte lleva el peso de la conversación. Detrás vamos David y yo callados y ...  hechos polvo.


Llegados arriba nos señala una pista de hierba a nuestra derecha (hacia el Este) por la que nos tiramos a la carrera. Llaneamos al principio y enseguida cuando empezamos a perder altura, Alejo y Javier se pierden delante de David y mía ¡¡cómo bajan los jodíos!!  Y eso que el piso de la pista que era muy bueno al principio se llena de piedras y escalones donde no puedes despistar ningún paso.  

Siguiente subida, sujetas a las ramas de unos pinos vemos unas cintas de plástico que Javier afirma nos llevarán sin posibilidad de pérdida, otra vez al techo de la sierra. Creo que soy el primero en invitarle a que tire él solo para no retrasar su marcha y respiro aliviado cuando se despide de nosotros echando a correr monte arriba como si fuera volando.  Hemos tenido mucha suerte porque gracias a él hemos hecho la primera parte del recorrido muy rápidamente y con seguridad.  

La subida está perfectamente marcada con las cintas de la carrera y menos mal porque no hay sendero a la vista, pisamos una alfombra de brezo y gayuba que junto con abundantes bojes cubre el suelo del bosque, aquí de altos pino rojo o silvestre y más arriba de hayas gruesas y retorcidas.  

Aunque ya hemos visto ese paisaje hace un rato, volvemos a sorprendernos cuando llegados nuevamente arriba asomamos a la cara sur: las aguas del pantano son un gran lago de color azul y el sol enciende el verde otoñal de los inmensos bosques de quejigo, encina y haya que cubren por completo ese lado de la sierra. ¡Qué bien se está aquí!


Un vídeo de Alejo Spielberg




Proseguiremos ahora hacia el Oeste por el filo de la cresta. Sendero, roca, hojas secas, ramas...  Tras un recodo nos metemos en una especie de anfiteatro cerrado por una pared en cuyo centro descubrimos una gran ventana natural: el Paso del Oso, que deja ver las aguas de Yesa allí abajo, muy abajo.  Unas fotos y de nuevo proseguimos el recorrido, buen sendero ahora que nos permite mantener un buen ritmo. La peli es de Alejo Spielberg:



Así llegamos de nuevo al portillo de la Cerrada y tras consultar el wikiloc continuamos en dirección Oeste hacia Arangoiti.  Pero primero saldremos al Alto del Castellar donde se levanta una cruz. Nueva asomada a la vertiente Sur, cuatro fotos más y ¡a correr!

No, mejor andar, pues debemos salvar algunos escalones de roca, almenas naturales que se alzan en la erizadas paredes de la Sierra. Allí abajo el Monasterio de Leyre parece una casita de muñecas.  La autovía del Pirineo recorre la orilla del pantano salvando los barrancos con gigantescos viaductos que también parecen de juguete vistos desde aquí.  



Llegamos a buen terreno y corremos como ceporros siguiendo mojones, hace rato que no vemos cintas.  Delante nuestra se levanta la cima del Arangoiti erizada de antenas...  Pero, ¿no debíamos bajar primero hacia la Foz de Arbaiún para subir después allí?  Consulando el wikiloc comprobamos que kilómetro y pico más atrás nos hemos pasado el desvío. ¿Lo hacemos al revés? No, mejor volvemos sobre nuestros pasos, que no son muchos, y así haremos el recorrido como debe ser. Pues vale.

Al regresar nos cruzamos con un mozo que también anda "traileando", corre con bastones y los maneja bien. -¿Estás haciendo el recorrido de la carrera?- le pregunto.  Nos dice que sí y enseguida le descubrimos su despiste invitándole a venir con nosotros, lo que acepta encantado y agradecido.

Llegados al desvío descubrimos ahora sí, más cintas señalando el recorrido que  baja por una estrecha pista cubierta de hojas y piedras -cuidado-. Nuevamente cogemos algo de velocidad y más abajo proseguimos fuera del bosque por una ladera despejada que desciende hacia la Foz de Arbaiún. Un sitio salvaje y espectacular. ¡¡Qué carrera más guapa!!




Vendrá enseguida la última subida de la carrera por la gran ladera norte de Arangoiti que mira a Usún el pequeño pueblo próximo a la salida de la foz. El río Salazar no podemos verlo pero discurre allá abajo, encerrado dentro de esas paredes. Subida muy dura a estas alturas de la excursión pero que haremos sin paradas hasta llegar a las antenas. Nuestro compañero de excursión, que por cierto también es de Cáseda se quedará allí a almorzar mientras que nosotros seguimos a la carrera para comernos la bajada final.  

Bajada que tampoco nos regalan pues el sendero es bastante puñetero. Tanto que Alejo sufrirá un retortijón de tobillo bastante serio, por suerte podrá caminar y enseguida correr despacio para terminar el último kilómetro que de nuevo por la Cañada de los Roncaleses nos lleva al punto de partida.  ¡¡Cómo hemos disfrutado!!


23,29 kmts con despistes incluidos.
Mi garmin.

Y no pongo fotos de los cañones de cerveza y los pinchos de tortilla y chistorra que nos hemos apretado en la terracita del bar.  Las campanas de Leyre sonaban llamando a misa de 12 pero nosotros debíamos regresar a casa. Una mañana espectacular.


8 comentarios:

  1. Nos alegra que os guste nuestra carrera y nuestra sierra. La hemos diseñado para que os guste, para que disfruteis de lo lindo. Sabemos que no es una carrera cualquiera, que de por si es especial. Por cierto, a nosotras también nos gustan tus crónicas. Un abrazo!!

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  2. Muchas gracias!! Si el tiempo acompaña la vamos a gozar el domingo 6 de noviembre ¡¡Y si llueve o nieva también!! Una idea loca: hacerla más larga y que se acerque un poco más a los escarpes de Arbayún, aunque supongo que al ser zona protegida será complicado...

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  3. Buena pinta tiene... La sierra de leyre es un tesoro oculto que no mucha gente conoce, a ver si es un éxito!! Abrazos!!

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  4. Seguro que sí, se lo merece porque hay una buena causa y mucha ilusión detrás. Pero es que además es preciosa!!

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  5. Aupaa!! Soy "el mozo de los bastones" he encontrado el blog por casualidad y va y resulta que encima tengo una mención. Gracias por esos km acompañado y por supuesto por el piropo. !nos vemos por los montes! Un autentico placer.
    Adrián.

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    1. Eeeeuuuuuu!! Qué tal Adrián? Tú seguro que podrás acercarte más veces por allí a entrenar el recorrido!! Nos vemos fijo el 6 de noviembre!! Nos juntaremos una buena tropa de locos a este paso sí señor!!

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  6. Ni por asomo hubiese pensado que me acompañaban tan ilustres compañeros, a sido un placer para mi compartir un rato con vosotros.
    Enhorabuena tambien a todas las personas que van a hacer posible que esos tarados que corremos por las montañas pasemos un gran dia en la maravillosa sierra de leire.
    No tuve la oportunidad de conocer a Juan, pero estoy completamente seguro que estaría orgulloso

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    1. El placer fue nuestro campeón!! Y mira que nos explicaste el recorrido pero aún y todo nos liamos un poco Jajaja!! Entre todos haremos que la familia y amigos de Juan Migueliz se sientan orgullosos

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