Correr, caminar, pedalear, trepar, nadar, saltar...Trabajar y VIVIR. La diabetes, una anécdota.

Siempre y cuando controlemos el ejercicio y nuestra glucemia en sangre. Esta enfermedad que junto con la obesidad está considerada la epidemia del siglo XXI permite llevar una vida activa perfectamente normal gracias a médicos e investigadores, profesionales apasionados que no dejan de trabajar para que mañana sea de verdad una anécdota. Hay dos tipos principales de diabetes: Tipo I y tipo II. La primera es la mía, la insulino-dependiente o también llamada infantil, porque en un alto porcentaje de casos se presenta a edades tempranas, aunque yo "debuté" con esta enfermedad a los 44 años. Mi sistema inmune falló y atacó a las células del páncreas que producen la insulina sufriendo a continuación los tres síntomas del libro o las "tres Pes": Poliuria (orinar mucho), Polidipsia (sed horrible a todas horas) y Polifagia (hambre, hambre, haaaambre).



¿Porqué a mí? Pensé. A mí que toda la vida he hecho deporte, que sólo tres meses antes terminé mi Cuarta Maratón en Donosti, a mí que no fumo, a mí que soy un chico formal: Buen padre y ejemplar esposo, a mí que hago la declaración de renta puntualmente y pago la contribución urbana y el impuesto de circulación religiosamente cada año... ¿Porqué?



El estrés que tantos sufrimos en mayor o menor grado, herencia genética, un catarro mal curado, la contaminación, el agujero de la capa de ozono... Médicos, familiares, amigos, vecinos y yo mismo apuntamos una u otra causa, pero lo cierto es que daba lo mismo. El caso es que mi cuerpo -mi páncreas- casi no tenía reservas de insulina y que ya no iba a producir más -o muy poca- y que iba a necesitar "pincharme" insulina todos los días.

domingo, 25 de octubre de 2015

Ordesa, Monte Perdido y Marboré

Y además la Punta de las Escaleras, que con sus 3071 mts es otro tresmil a sumar. No están mal tres tresmiles en una excursión. Una excursión de tres estrellas.

Txitxo, flanqueando la base del Cilindro en la ruta hacia el Marboré.
El Monte Perdido y su pasillo helado se quedan atrás.

Txitxo, Iñigo y servidor hemos salido de Zizur sobre las 6 de la mañana, nos ha fallado Joseba que se ha quedado dormido así que intentaremos ponerle los dientes lo más largos posible con el relato y las imágenes de esta jornada memorable.

Noche cerrada todavía cuando hemos parado en Linás de Broto para tomar un café en el albergue El Ultimo Bucardo. Allí hemos saludado a Amador quien además de servirnos un buenísimo café y unas magdalenas, nos ha animado a acercarnos otro día para hacer la bucardada.  Hoy tenía bastante jaleo con varios grupos de fotógrafos que han venido el fin de semana para llevarse mil imágenes del Otoño en estos valles.  Al salir del albergue un rato más tarde, la luz de la mañana nos ha sorprendido con ese Otoño del que hablábamos: la ladera boscosa que se levanta tras las casas es una postal que sacude los sentidos. Esto no ha hecho más que empezar.

En la pradera de Ordesa no quedan muchas plazas para aparcar y todavía no son las 9 cuando llegamos. Después sabremos que han terminado por cortar el acceso a los vehículos, tal ha sido la afluencia de visitantes. 

Muchos excursionistas paseando y grupos de fotógrafos con toda suerte de material apostados junto al camino. Nosotros también venimos a robar mil imágenes y sensaciones a este bello jardín, pero lo hacemos a la carrera y con la vista puesta un poco más arriba, en el techo de Ordesa.

No hace frío, unos 8 grados de temperatura, el cielo nublado no ha dejado bajar más el mercurio esta noche. ¿Nublado?  Sí, pero son nubes altas y confiamos en que no tapen las cimas. Yo había pedido un cielo azul y con nubes blancas pero el único azul que veremos hoy será el azul metálico de las nubes y el de las montañas lejanas en el horizonte. 





 Txitxo nos había preguntado si sería complicada la excursión, no es muy amigo de travesías expuestas y el vértigo no se lleva nada bien con él, pero le recordamos que tras su Vuelta al Monte Perdido este verano, ninguna de las trepadas que nos esperaban sería peor.  Además tenemos con nosotros a Iñigo, el campéon que nos llevó de la mano al Palas también este verano, así que cuando asomamos al Circo de Soaso y descubrimos el Monte Perdido, nuestra vista recorre sus laderas sin desconfianza: justo por ellas discurre la Ruta de las Escaleras, la vía original de la primera ascensión. 


En las clavijas y cadenas de Soaso, Txitxo se convencerá de que el vértigo es una leyenda urbana que no va con él, además le prometemos que la bajada la haremos por el sendero que discurre en las laderas a nuestra derecha. Vamosss !!!

Llegados a Góriz decidimos hacer un alto para comer algo antes de enfrentar la subida. Pedimos una coca cola pero yo guardaré la mía para más adelante: tengo 227 de azúcar y lo que hago es ponerme 3 uds de insulina. Para calmar el hambre comeré una barrita y algunos frutos secos.  Hora: 11:17.

Desde el refugio iniciamos la subida directamente hacia nuestra ruta, normalmente hay que desviarse un poco más arriba pero nosotros nos tiramos ladera arriba por un terreno de hierba y piedras que no presenta dificultades.  Algunas fajas rocosas de poca altura las iremos superando comprobando el excelente agarre de nuestras zapatillas en la caliza seca. No es hasta bastante más arriba que no vemos los primeros hitos pero aún sin ellos la ruta es evidente: Todo para arriba por donde mejor se pueda.
Cotiella, Peña Montañesa, Castillo Mayor, Añisclo...

Txitxo superando una trepada fácil
Abajo, muy abajo, el refugio de Góriz

En la Punta de las Escaleras.

Sólo dos peldaños para subir a Monte Perdido.
La temperatura sigue siendo buena pero el aire empieza a soplar cuando coronamos la Punta de las Escaleras (3071 mts).  Hemos alcanzado a dos montañeros que veníamos viendo desde más abajo y nos hacemos fotos unos a otros.  Nos despediremos de ellos y seguiremos hacia arriba a por el primer escalón que ofrece dificultad. Animados por Iñigo lo superamos sin mayor problema y así llegamos al último y más complicado descubriendo una chimenea con buenos agarres pero con algo de hielo. Hay una vieja cuerda gruesa y en buen estado, con nudos para agarrar de ser necesario que nos quita un poco el miedo y a la que tanto Txitxo como yo echaremos mano. Pero no habría sido necesaria de no ser por el hielo.  
Hacia el primer escalón

Segundo escalón

El Cilindro y el Lago Helado (medio helado)

Una vez arriba del último "escalón" todavía no vemos la cima pero la ladera nevada no anuncia más dificultades, tan solo el aire que sopla más fuerte nos obliga a ponernos algo más de ropa y ponernos los guantes. Brurrr qué frío!!!



En la cima hay cuatro o cinco montañeros. Más fotos y una rápida ojeada al paisaje: el Posets hacia el Este deja ver detrás suya la cima del Aneto. Hacia el Oeste el Vignemale y las cumbres de Panticosa.  
Toca ponerse los "pinchos" en las zapatillas: la escupidera, como llaman a la vía normal del Monte Perdido, tiene una poca de nieve helada y lo último que queremos es resbalarnos y salir volando. Despacio para abajo, clavamos bastones y aseguramos cada paso. Poco a poco. 

En el Lago Helado son las tres de la tarde y tengo 117 de azúcar. ¡¡Qué buena cifra!! Aprovechamos el abrigo del terreno para quitarnos los pinchos y comer algo. Txitxo comparte con nosotros un bocadillo de crema de cacahuete con mermelada ¡¡menuda bomba calórica!! a lo que añadimos más frutos secos y alguna barrita. Con eso y unos tragos de isostar ponemos rumbo al Marboré. Iñigo nos plantea subir primero al Cilindro pero eso sumaría más de una hora a nuestra excursión así que rodearemos su base procurando no perder altura para continuar al otro lado hacia nuestro siguiente objetivo.  Yo es que además el Cilindro ya lo había subido el año pasado jeje. ¿Te acuerdas Joseba que te has quedado dormido? ¿Te acuerdas Antonio que ahora estás preparando la Maratón de Donosti?




El terreno que nos encontramos es más complicado de lo que pensábamos, debemos perder altura hasta una profunda vaguada y remontar un empinado barranco para alcanzar así las laderas finales del Marboré.  La montaña parece que no se va a terminar nunca y como además llevamos más de 7 horas de tute montañero nos costará más tiempo del que tenemos llegar a la tercera cima de nuestra excursión. Al mismo tiempo que nosotros también llegan unas nubes sueltas que por un momento nos tapan la vista pero enseguida se van y podemos divisar las paredes que caen en los abismos de Gavarnie. Justo debajo nuestra tenemos ese pueblecito francés y también debajo nuestra estará la gran Cascada que con sus cuatrocientos y pico mts de altura es la mayor de Europa.  Seguimos viendo también el Vignemale, más cerca que desde el Perdido. 

Desde la cima de Marboré

Súper Iñigo

Súper Txitxo

Los Tres Mosqueteros de Ordesa
Vamos para abajooooo !!!!!

Cuatro fotos y para abajo a la carrera, nos quedan menos de tres horas de luz y aunque Iñigo tiene un frontal lo mejor será que la noche nos pille lo más cerca del coche posible. Los penosos pasillos por pedrera donde antes hemos sufrido en la subida son más difíciles para bajar pero sin mayores contratiempos perdemos altura montaña abajo.  ¡¡Pero cuidado!!  No hay que perder tanta altura, estamos a 2800 mts y para llegar a Góriz debemos ir hacia el barranco del mismo nombre, por donde discurre la ruta normal al Perdido.  No es posible bajar directamente puesto que una interminable pared corta la montaña.  Nuestras cavilaciones y dudas son más acuciantes por el sol que va bajando. La montaña está en silencio y todo está en calma en el atardecer.  Mientras buscamos algún hito que nos asegure el camino miramos de reojo las bellas luces del cielo.  Qué bonita la Peña Oroel en el horizonte, a la derecha del Tobacor...

Tenemos suerte y no hay ningún barranco o pared que nos cierre el camino hasta el barranco de Góriz, una vez allí podemos echar alguna carrera por buenos senderos y en un pis pas bajamos al refugio. No nos detenemos y lo dejamos a un lado para acometer la bajada a Soaso. Cada vez el terreno es más fácil y podemos mantener la carrera salvo en algunos repechones donde caminamos a buen ritmo.  Todavía nos cruzamos con un grupo numeroso de chicos y chicas que suben a Góriz, seguro que llegarán de noche. 


Nosotros todavía podemos ver cuando bajamos al Circo de Soaso y seguimos viendo un poco mientras corremos junto a las Gradas y en los primeros metros en el bosque de las hayas. Finalmente y tras algún tropezón proseguimos andando. La vista se ha acostumbrado y como el camino se ha convertido en pista seguimos bajando sin encender el frontal. 

No será hasta las proximidades de Cotatuero que Iñigo enciende su frontal y un cuarto de hora más tarde llegaremos a la pradera donde tan sólo quedan cuatro coches.  ¡¡Qué excursión!!

En el garmin de Txitxo saldrán 10 horas y pico, 38 kmts y 2500 mts de positivo acumulado.

Debería ser obligatoria una excursión como esta una vez al mes...

La ruta en mi Garmin aquí
Todas las fotos acá.



5 comentarios:

  1. Sensacional relato y sensacionales fotos. No me pierdo ninguna entrada al Blog. Eres un campeón.

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  2. Por cierto, el enlace a las fotos me da error.

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    1. creo que ya lo he arreglado. Gracias Pascual, seguro que tú tienes buenas fotos de Ordesa también...

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  3. Cuánto vividor suelto.

    No es menos cierto: cuánta envidia retenida.

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  4. Jajaja gracias!!! No seas envidiador y únete a los vividores!!!

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