Correr, caminar, pedalear, trepar, nadar, saltar...Trabajar y VIVIR. La diabetes, una anécdota.

Siempre y cuando controlemos el ejercicio y nuestra glucemia en sangre. Esta enfermedad que junto con la obesidad está considerada la epidemia del siglo XXI permite llevar una vida activa perfectamente normal gracias a médicos e investigadores, profesionales apasionados que no dejan de trabajar para que mañana sea de verdad una anécdota. Hay dos tipos principales de diabetes: Tipo I y tipo II. La primera es la mía, la insulino-dependiente o también llamada infantil, porque en un alto porcentaje de casos se presenta a edades tempranas, aunque yo "debuté" con esta enfermedad a los 44 años. Mi sistema inmune falló y atacó a las células del páncreas que producen la insulina sufriendo a continuación los tres síntomas del libro o las "tres Pes": Poliuria (orinar mucho), Polidipsia (sed horrible a todas horas) y Polifagia (hambre, hambre, haaaambre).



¿Porqué a mí? Pensé. A mí que toda la vida he hecho deporte, que sólo tres meses antes terminé mi Cuarta Maratón en Donosti, a mí que no fumo, a mí que soy un chico formal: Buen padre y ejemplar esposo, a mí que hago la declaración de renta puntualmente y pago la contribución urbana y el impuesto de circulación religiosamente cada año... ¿Porqué?



El estrés que tantos sufrimos en mayor o menor grado, herencia genética, un catarro mal curado, la contaminación, el agujero de la capa de ozono... Médicos, familiares, amigos, vecinos y yo mismo apuntamos una u otra causa, pero lo cierto es que daba lo mismo. El caso es que mi cuerpo -mi páncreas- casi no tenía reservas de insulina y que ya no iba a producir más -o muy poca- y que iba a necesitar "pincharme" insulina todos los días.

domingo, 10 de mayo de 2015

Tres Ermitas - Sakanako Ibilaldia

Un año más he podido participar en esta marcha de montaña bonita y dura a partes iguales. Las cifras son claras: 54 kmts de distancia y 3300 mts de desnivel positivo acumulados. Un "entreno" que siempre viene bien para los objetivos que nos marcamos cada temporada.  Los míos: Mendi Erronka en Leitza y Aneto Posets en Benasque.


Pero aún y todo repetir una excursión que casi me sé de memoria necesita de más requisitos en un año en el que quiero hacer más salidas por libre y menos "carreras oficiales".  Saludar a tantos amigos con los que compartes la afición al barro y a sudar la camiseta es ya motivo suficiente pero si además sabes que la organización te va a mimar con unos avituallamientos de lujo y sale un día espectacular, sobran las razones para levantarte un Sábado a las cuatro de la mañana y ponerte a desayunar.

Santi, David, Chicho y yo

Alejo y Fernando

Mi azúcar: 134, me pongo 4 uds de novorapid y un pedazo de café con leche acompañado de dos tostadas y un puñado de nueces. La mochila está casi preparada: 1 litro y medio de isostar (helado), cortavientos, buff, frontal, barritas, el medidor y un "bolígrafo" de insulina. ¡¡Vamos allá!!

En el poli de Zizur nos encontramos David Salinas, Alejo, Santi y Francisco Gil -Chicho-, los cinco salimos para Irurtzun en dos coches. Allí nos encontraremos con David Senosiain que irá directo desde Ubani y con Alberto Vela a quien le gusta ir por libre.  Todos somos del Trizurko salvo Chicho, nuevo en el grupo, un joven aficionado a quien también le gustan las excursiones largas y que está tan loco como nosotros y los otros mil elementos y elementas que a las seis de la mañana estamos en el frontón de este industrial pueblo que es la puerta de la Barranca, o la Sakana.

Saludamos a Fernando Zaratiegui, que está fino y fuerte a partes iguales, todavía anda con alguna complicación después de su enfermedad pero tiene claro que los placeres -este lo es-, son tan necesarios como el comer o el trabajar, aquí está para disfrutar y vaya que si lo hará.  Está Antonio Soria - a ver dónde iba a estar si no-, Jero - Diario de un corredor-, Javier Oteiza, David Ferrández -Al aire libre-, Edorta Elizalde, Javier Caballero, Jorge de Run19... y muchos, muchos amigos de aventuras y carreras.

En la salida perdemos de vista a Alberto, bromeamos con que para cuando nosotros terminemos la excursión él andará por el hiper haciendo la compra o paseando al perro... Qué tío!!!  Jero también se adelanta enseguida con Fernando y otros corredores.  Es noche cerrada pero a mitad de subida tenemos claridad suficiente para apagar los frontales y menos mal porque el mío con las pilas gastadas bien poco hacía, por suerte Santi estrena el suyo que da luz a todo el equipo.  Hace fresco pero tras un rato subiendo me sobra el chubasquero que irá a la mochila. Ibamos a ir tranquilos y por eso Chicho se había querido apuntar con nosotros, su objetivo igual que el nuestro son los 65 kmts  de la Mendi Erronka a final de este mes. Tranquilos decía, pero vamos de los primeros y los dos kmts de carretera y pistas que nos han llevado a las faldas del Txurregi los hemos hecho al trote, ¡¡vivan las marchas montañeras!!






En cualquier caso nos adelantarán muchos otros "montañeros" en la subida al Txurregi, como Antonio Soria, - ¡¡Antonioooo, no corras mucho que mañana es la media de Pamplona!! - es una broma pero no podemos asegurar que deje de participar en los 21 kmts aunque se corran al día siguiente de la paliza que hoy nos daremos, y es que a este Txurregi lo estamos viendo en todas las salidas, fiestas y carreras que se celebran, ¡¡no se pierde ninguna!!

Ver las primeras luces desde la cima del Txurregi es espectacular, miramos hacia Pamplona y distinguimos los Pirineos en el horizonte ¡¡qué día más bueno vamos a tener!!  Pero, ¿nos machacará demasiado el calor? Esperamos que no, porque los últimos kmts pueden ser muy duros si sube mucho la temperatura.

Bajamos hacia los rasos de la sierra del otro lado, un poco despacio porque los primeros metros de bajada son algo delicados y siempre hay algún atasco, pero enseguida adelantamos a quien es más prudente o torpe que nosotros y aumentamos el ritmo montaña abajo. Piedras, bojes, quejigos, encinas, prados...  Es un placer correr por los rasos de la sierra y cogemos buen ritmo hasta llegar al primer avituallamiento.  Mi rodilla responde muy bien, tanto en la subida como en la bajada, la semana anterior noté algunos pinchazos cuando corría rápido en llano, alargar la zancada no debe ser lo ideal en estos primeros meses pero espero que poco a poco, fortaleciendo la pierna, todo vaya mejor. En cualquier caso hoy no creo que vaya muy rápido en ningún momento.

En cuanto a la glucemia no hago ni mirarla, me siento bien pese a todo lo que hemos sudado en estos primeros 10 kmts, no tengo hambre ni sed pero me obligo a comer un trozo de plátano, bebo un vaso de pepsi y descubro lo rico que sabe masticar a la vez un cacho de naranja con una porción de chocolate  ¡¡riquísimo!!

La ascensión a la ermita de los santos Donato y Cayetano es muy tendida, la haremos caminando y trotando a partes iguales y sin dejar de hablar y bromear: encadenamos las chorradas de tal modo que hasta me planteo quedarme atrás y es que avanzar a buen ritmo y reir a la vez es muy, muy jodido. Chicho nos da bastante juego cuando nos da la buena nueva de su próximo enlace el fin de semana después de la Mendi Erronka, le felicitamos al tiempo que le advertimos de los avatares que sufrimos los pobres casados para compaginar familia y devoción.  - Esta tarde igual le digo a la parienta de ir a visitar la Feria del Corredor...- nos dice David -,  Alejo se troncha pensando en la cara que le pueden poner en casa si propone semejante paseo... Los desbarres y chistes se suceden casi sin interrupción y sin darnos cuenta estamos muy cerca de la ermita, hemos pasado el portillo de Uharte, por donde bajaremos, y ya son muchos los corredores que se cruzan con nosotros.






Fichamos la txarleta -tarjeta de control-, tras un par de minutos guardando el turno y para abajo.  Santi y yo nos retrasaremos un poco en la bajada, un pelín delicada al principio que por un sendero de vértigo nos permitirá perder los mil metros de desnivel hasta el fondo del valle. Por cierto, he dicho que me sabía la excursión de memoria, pero en un despiste perderé la ruta bien señalizada con plásticos amarillos y la última parte correré por pista forestal en lugar de hacerlo por la hierba y el bosque, entre esos viejos y formidables robles que cubren las faldas del Beriain.  Si exíste el Basajaun todavía se estará riendo del Cansamontañas...

En Uharte Arakil tenemos un super-avituallamiento: además de pepsi, beberé casi medio litro de caldo y me pondré hasta arriba de tomate con sal ¡¡riquísimo!!  Chicho, David y Alejo nos esperan a Santi y a mi, y los cinco juntos iniciamos la subida a San Miguel de Aralar. Los primeros metros por la pista de hormigón, ésa que fue fin de etapa en la Vuelta a España el año pasado y por cierto que casi nos atropella un grupo de ciclistas.  La mañana es buenísima, sopla un pelín de aire fresco de vez en cuando y en el cielo hay nubes altas que a ratos nos protegen del sol.


Nos cuesta algo más ganar altura por el sendero, llevamos media excusión y las piernas acusan el esfuerzo.  David y Chicho tiran para arriba seguidos de Alejo mientras que Santi y yo nos vamos quedando atrás, nos sacarán más de 15 minutos de ventaja.  Yo sufro una leve pájara, al principio pensaba que era cansancio y falta de forma pero enseguida noto la familiar sensación de estómago vacío y más sudor aún del normal producido por la actividad. El caso es que ya me veo cerca del santuario y del avituallamiento por lo que retraso el tomar nada pensando en el queso y las demás viandas que la organización me tiene preparadas.  Pero finalmente daré unos buenos y necesarios tragos de isostar que son mi salvación.  Está fresco porque el bloque de hielo que era el camel al ponerlo esta mañana en la mochila, todavía no se ha convertido en sopa caliente.  Me sienta muy bien y gracias a eso termino la subida con las fuerzas recuperadas - casi-.


En el santuario me acabaré de poner morado con el soñado bocata de queso ¡¡qué queso señores!!, beberé dos vaso de pepsi ¡¡o tres!!  un yogurth, galletas, frutos secos, ¡¡tomate!!  En fin, me pondré morado y como dice David: - en esta marcha vamos a ganar dos kilos o tres...-.  Claro que ellos llevan aquí más de 15 minutos y si todo el rato han estado comiendo y bebiendo...  Por cierto mi glucemia al llegar a San Miguel era 85, claro que ya me había recuperado con el Isostar.

Los cinco magníficos salimos juntos de nuevo en la siguiente etapa que nos lleva a Madotz.  El sendero que baja por entre las hayas en dirección al Valle de Ata fue una pesadilla en el 2012, cando bajaba con David Salinas y bromeamos con hacer la cuña en el barro y así poder bajar como los esquiadores.  Este año en cambio sólo tenemos barro en contados sitios, hace días que no llueve y el piso no supone ningun problema.  No obstante Santi está empezando a tener problemas con un pie, la uña de un dedo exactamente, que cada vez le duele más, sobre todo bajando. Como yo tampoco tiro cohetes y no quiero problemas con la rodilla aprovecharé para relajar el ritmo y los dos nos quedamos atrás de nuevo.  Eso sí corremos, con un tran-tran relajado pero sin pausa, adelantando a otros que también lo llevan con calma o siendo rebasados por quien está más fuerte a estas alturas de la excursión.  Todos nos maravillamos de cada rincón y de cada postal que el Valle de Ata nos tiene reservados en esta mañana casi de Verano, en la que el verde de árboles y prados brilla como si fuera el primer día de la Creación.  - ¿Conocéis este valle? - nos pregunta un montañero veterano a quien alcanzamos. - Sí, es el valle de Ata ¿verdad?-  le respondo contento como un alumno que sabe bien la lección.  - Es precioso- añado, - de los pocos que no tienen pistas abiertas ni carreteras-.  - Así es - , me reconoce, -pero hace poco sólo había sendero para entrar en él -. Y es que efectivamente aunque en esta parte no se ve pista de tierra sí que hay rastro del paso de vehículos y más adelante hay un estrecho carretil.  No obstante, el paisaje es una verdadera postal.

Alcanzamos a Edorta, que no está pasándolo nada bien con su estómago, le damos ánimos y proseguimos la marcha, sé por experiencia lo mal que se pasa cuando las tripas se niegan a aceptar nada sea líquido o sólido.  Más adelante se recuperará y juntos superaremos la última ascensión de la jornada.





Nuestros tres compas de excursión se han detenido un rato para esperarnos y volvemos a correr los cinco en dirección a Madotz ¡¡ya estamos cerca!!




El avituallamiento está junto a una fuente próxima al pueblo, cuando llueve lo montan en una vieja casa pero hoy tenemos un día buenísimo para disfrutar del aire libre, nosotros y los simpáticos voluntarios que nos saludan y nos ofrecen de todo.  ¡¡Muchas gracias campeones!!


Foto: Josetxo Imbuluzketa

Foto: Josetxo Imbuluzketa


Coincidimos con Mikel de Adi Ike, qué bien se le ve...

Después de Madotz viene otra subida dura que no nos lleva a ninguna ermita sino al alto de Larrazpil, encima de Goldaratz, pueblo famoso por su posada con un excelente y abundantísimo menú a un precio mejor todavía, tan es así que hacen falta meses para reservar mesa. - ¿Pedimos un menú para los cinco?- pregunto. - ¡Déjate de leches que si me siento ya no me levanto! - tiene claro David, y eso que él y Chicho son los más fuertes de la cuadrilla.  Santi en cambio está pasando un particular calvario con su dedo del pie y aunquen en Goldaratz le pongo un "Compeed", seguirá apretando los dientes sobre todo en las bajadas ¡¡Animo!!

En Goldaratz nos alcanza Jorge de Run19, va con otro chico de su equipo y los dos llevan un ritmo tranquilo pero sostenido, que se adapta bien al de Santi y mio propios. Bajaremos con ellos a Latasa. Allí nos espera Joseba que se ha acercado para animarnos, hoy no suda la camiseta con nosotros porque bastante transpiró hace pocos días en Zaramillo, comiéndose los 95 kilómetros y 7000 metros de desnivel positivo de esta durísima prueba. ¡¡Bravo campeón!! 


Con Edorta y Jorge en Latasa.

Después del avituallamiento y control en Latasa ya sólo nos falta subir a la Trinidad, encima de Irurtzun. Aquí nos despedimos de David y de Chicho que quieren probar sus fuerzas y darle duro, mientras que los demás seguiremos poco a poco y apretando los dientes para superar el desnivel que a estas alturas exige nuestras últimas energías.  Hace calor pero es muy soportable gracias a que el itinerario nos lleva casi todo el rato por el bosque que en estos montes cubre todo el territorio, aquí las ardillas sí que pueden recorrer kilómetros sin bajar al suelo...  Eso sí, debajo nuestra la autovía rompe la postal de tranquilidad poniendo San Sebastián a tres cuartos de hora de Pamplona ¡¡cuidado con el radar!!






Tras nueve horas y cuarto, en Irurtzun podemos disfrutar de un merecido bocata de chistorra, y una riquísima sidra, fresca y tirada directamente desde la cupela que la organización ha puesto en la plaza, ¿la terminaremos? Seguro que sí, más vale que tengan otra o dos más reservadas porque faltan aún muchos montañeros, muchos locos que hoy hemos disfrutado en las montañas y valles más verdes del mundo mundial.  ¡¡Gracias Iratxo!!












11 comentarios:

  1. Soy medio cyborg, ¿cuenta como robot?11 de mayo de 2015, 14:11

    Muy bien, muy bien...

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  2. Miedo me das!!! Qué tienes? Las rodillas de titanio como yo? Gracias campeón!!!

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  3. Buenísima la crónica!!! (como siempre)
    ...Aneto Possets???...la larga??? bufffff!!!! No fue suficiente con la Vuelta al Aneto del año pasado???
    Sólo de pensar que después de dar la Vuelta y volver a Benasque quedan otros 40 me da algo.... Estais como cabras?? jejej

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    1. Muchas gracias Javier!! Tienes razón en lo de la Aneto - Posets... Yo tampoco lo quiero pensar, jajaja.

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    1. A ti sí que te vimos fenómeno!! Estoy seguro de que disfrutarás la Camille este año, mucha suerte esos Adi Ikes!!!

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  5. Bonita entrada y bonitas fotos !! Ya te veo totalmente recuperado, enhorabuena !! Siempre con con sonrisa y alegría, como tiene que ser. Un abrazo y nos vemos pronto

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    1. Nos vemos pero ya mismo!! No queda nada para Leitza!!! Este año sí que sí, ¿o qué? Vamosss!!!!!!

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  6. Que fastidio, tras 2 años corriéndola este no me cuadraba la fecha, además yo odio el barro y en las otras ediciones lo había a espuertas, y este era el ideal, también para gozar las vistas. En fin, volveré seguro, enhorabuena y gracias por la crónica y las bonitas fotos.
    Salu2

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    1. Hola campeón!! No te quejes porque seguro que tú también estuviste en alguna guerra, ¿a que sí? Como la maratón del Moncayo el finde anterior... Un abrazo y a seguir dándole, en asfalto, barro o aren, el caso es disfrutar!!

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    2. Hola campeón!! No te quejes porque seguro que tú también estuviste en alguna guerra, ¿a que sí? Como la maratón del Moncayo el finde anterior... Un abrazo y a seguir dándole, en asfalto, barro o aren, el caso es disfrutar!!

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