Correr, caminar, pedalear, trepar, nadar, saltar...Trabajar y VIVIR. La diabetes, una anécdota.

Siempre y cuando controlemos el ejercicio y nuestra glucemia en sangre. Esta enfermedad que junto con la obesidad está considerada la epidemia del siglo XXI permite llevar una vida activa perfectamente normal gracias a médicos e investigadores, profesionales apasionados que no dejan de trabajar para que mañana sea de verdad una anécdota. Hay dos tipos principales de diabetes: Tipo I y tipo II. La primera es la mía, la insulino-dependiente o también llamada infantil, porque en un alto porcentaje de casos se presenta a edades tempranas, aunque yo "debuté" con esta enfermedad a los 44 años. Mi sistema inmune falló y atacó a las células del páncreas que producen la insulina sufriendo a continuación los tres síntomas del libro o las "tres Pes": Poliuria (orinar mucho), Polidipsia (sed horrible a todas horas) y Polifagia (hambre, hambre, haaaambre).



¿Porqué a mí? Pensé. A mí que toda la vida he hecho deporte, que sólo tres meses antes terminé mi Cuarta Maratón en Donosti, a mí que no fumo, a mí que soy un chico formal: Buen padre y ejemplar esposo, a mí que hago la declaración de renta puntualmente y pago la contribución urbana y el impuesto de circulación religiosamente cada año... ¿Porqué?



El estrés que tantos sufrimos en mayor o menor grado, herencia genética, un catarro mal curado, la contaminación, el agujero de la capa de ozono... Médicos, familiares, amigos, vecinos y yo mismo apuntamos una u otra causa, pero lo cierto es que daba lo mismo. El caso es que mi cuerpo -mi páncreas- casi no tenía reservas de insulina y que ya no iba a producir más -o muy poca- y que iba a necesitar "pincharme" insulina todos los días.

jueves, 2 de abril de 2015

Castigando las piernas de Zizur a Artajona

Hay que recuperar la rodilla y para eso nada mejor que castigar los músculos que la gobiernan.  Es lo que vengo haciendo progresivamente desde que a mitad de febrero me hicieron la artroscopia: caminando a paso tranquilo a los pocos días, aumentando el ritmo y la distancia poco a poco, sudando en la máquina elíptica o en la de steps, donde ya consigo hacer el kilómetro vertical en menos de 48 minutos jejeje, nadando y tragando agua en la piscina o pedaleando de casa al trabajo. Tengo la sensación de que han pasado años desde la última vez que corrí por última vez pero lo cierto es que, si todo va bien, muy pronto volveré a sudar como más me gusta.  Las sensaciones son buenas. No puedo quejarme.

Aprovechando este tiempo de recuperación he disfrutado del sabor de buenos paseos y excursiones con los amigos, sin prisa, arreglando el mundo entre juramentos y risas ¡¡y almorzando a base de buenos bocatas y mejores vinos!!  Prometo perseverar en este tipo de entrenamiento que me parece básico para cualquier otra cosa que hagamos.

Excursiones como la de hace un mes con Santiago, Peio y Juan, tres amigos de Zizur que correr correr no pero de almorzar y cenar entienden bastante. Nuestro destino fue Artajona y más concretamente los dólmenes situados en un monte próximo y en donde también quedan restos de un antiguo poblado llamado Castro de El Dorre, un paraje mágico en el carasol de la sierra donde dimos buena cuenta de unos bocadillos sensacionales, bien regados con cervezas frías y una botella de tinto navarro: un crianza Príncipe de Viana que aún cuando lo bebas en vaso de plástico te hace subir al cielo.  Si a eso le ponemos los rayos de un sol de marzo siempre bien recibidos y un paisaje de cuento qué más podemos pedir.  Mientras descansábamos de nuestra ultra de 7 kilómetros podíamos disfrutar de unas vistas soberbias: Artajona y sus murallas entre campos y bosques con el Moncayo nevado en el horizonte. Digno escenario para una película de aventuras nos recuerda siempre Peio, pues fue en esta villa donde se rodaron escenas de la película "Robin y Marian" en 1977.  Seguro que Sean Connery y Audrey Hepburn engordaron algún kilo a base de buena chistorra y cordero y si no... ellos se lo perdieron.










De aquél paseo dominical me quedé con los senderos y pistas que discurrían por la zona: tenían muy buen piso y sin rampas de excesiva pendiente, muy buenos para correr o pedalear.  Y me propuse una excursión-entreno en bici desde Zizur hasta allí, ¿cuántos kmts saldrían? ¿Cuánto tiempo me llevaría?  no lo sabía exactamente pero seguro que madrugando un poco podía estar de regreso en casa para comer. ¿Cuándo?  El Jueves Santo podía ser el día, ¡¡vamos!!

Me gustaba la idea de salir yo solo y a mi ritmo, no contaba con ningún colega porque todos parecían estar dedicados casi exclusivamente a correr, pero Trizurko es un equipo de triatletas: nadan, corren y por supuesto meten kilómetros en bici, de monte y de carretera.  Comentando el asunto Fernando Erro no dudó un segundo en apuntarse, detrás de él llegó Jorge Urquizu: un loco peligroso a quien también le metieron mano en el menisco una semana antes que a mí y que está recuperando a tope para participar en un Rallie de Aventura en Galicia a finales de mayo, una tontería de 500 kmts en bici, piragua y corriendo.  En esa movida contará con Diego quien también vendrá hoy a nuestro paseo. ¿Alguien más? Josebaaa!!! Mi camarada ciclista del año pasado también quiere hacer un entreno sin machacarse las patas, la bici siempre es una buena alternativa así que vamos allá !!!!

Menos mal que Fernando y Jorge se habían metido el día anterior más de cincuenta kmts de bici de carretera, no sé porqué tengo la sensación de ser el más paquete en todos los grupos, bueno no, Joseba decía que el paquete sería él que hacía mucho no pillaba las dos ruedas, entonces yo sería el paquetón.

Fresco fresco a las 8 de la mañana en el poli de Zizur, uno a uno llegamos los cinco mosqueteros de la jornada y tras los saludos de rigor discutimos la ruta. Mi idea era tirar a Subiza por la carretera local para desde allí tirar hacia Biurrun, después Añorbe y luego por pistas amanecer en el embalse del canal próximo a Artajona.  Pero a Jorge le gusta más la idea de subir al Alto del Perdón por el Camino de Santiago, bajar a Uterga y luego a Muruzabal donde dejaríamos el Camino para dirigirnos hacia los dólmenes.  Dudamos entre una y otra y finalmente gana Jorge, al fin y al cabo es campeón de orientación y yo realmente no he planificado los detalles de la ruta. Además todos tenemos alergia al asfalto así que... ¡¡vamos!!

Uffff... qué duro es pedalear con campeones como estos cuatro pájaros!!!  Como decía antes, iba con miedo de ser un paquetón pero aunque en las subidas Jorge, Diego y Fernando cogen ventaja delante nuestra, Joseba y yo no dejamos que se pierdan de vista.

Alucinante ver a Diego subir una cuesta que hay más arriba de Zariquiegui y que todos evitamos por una pista de pendiente más suave gracias a que traza un par de zetas ¡¡qué tío!! ya te puedes preparar Jorge...

Estamos a primeros de abril y ya adelantamos a varios peregrinos: coreanos, alemanes, franceses... el Camino de Santiago es la ONU.




Dos minutos de parada en el Alto del Perdón y para abajo volando. Fuerte pendiente donde yo saco el culo del sillín y me echo para atrás para no dar vuelta. Los brazos me duelen de agarrar el manillar intentando controlar los botes en las piedras.  Hay escalones que salvamos como podemos pero yo echaré pie a tierra en dos ocasiones, ¡¡no me quiero mataaaaaarrrr!!

Más abajo el camino discurre por buenas pistas donde podemos coger velocidad.  Uterga y enseguida Muruzabal, en las calles de este último pueblo oigo que nos llama alguien, me doy vuelta pero no veo a nadie así que seguimos (era Benigno, compañero del currelo que a la tarde me ha reñido por no enterarme).

Siguiendo las indicaciones de Jorge bajamos a Eunate, la bonita ermita románica de planta octogonal por la que discurre el Camino Francés.  No hacemos ni parar y seguimos pista arriba para coronar una pequeña sierra. Los cruces y desvíos que pasamos los va resolviendo Jorge consultando el Google Maps en su móvil, es un campeón y casi puede hacerlo todo sin parar. Encima nos da gritos de ánimo y nos cuenta chistes... Sólo le faltaría ser un master-Chef y currarse un almuerzo.  Que también pero hoy no.





Será un pequeño bocata que llevamos cada uno y algún plátano lo que almorzaremos y no con vino sino con Isostar... Me miro el azúcar, tengo 109 y eso después de comer así que vacío un gel de frutas y doy dos buenos tragos al camel.

Diego nos abandonó en los dólmenes porque tenía otros planes y desde ahí proseguimos Joseba, Fernando, Jorge y yo circulando por los senderos que discurren por entre los pinos y las carrascas de la sierra.  Toboganes divertidos que nos obligan a darle al cambio continuamente, nos falta un poco de confianza y habilidad porque cada dos por tres echamos pie a tierra pero en cada revuelta y bajada nos vemos más seguros y rápidos ¡¡Somos unos campeones!!

Esta es la parte divertida porque luego vendrá lo duro y eso que decidimos volver por Subiza para evitarnos subir otra vez al Perdón.  Pero desde Ucar a Biurrun las pistas presentan rampas durísimas a estas alturas de la aventura, cuando los kilómetros pesan y cómo en nuestras piernas.

En Subiza ya no dejamos el asfalto y por la bonita carretera que pasa por Arlegui y Esparza nos plantamos en Zizur en un plis plas.  Son poco más de las 12 ¡¡aún podemos echar un vermú!!


53,92 kmts y 1013 mts de positivo acumulado.
La ruta en WILIKOK
La ruta en Garmin

.../...

6 comentarios:

  1. Tomamos nota, figura!!! Pronto correrás como las gacelas.

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  2. Gracias Christian!! No te pierdas esta zona para darle a la bici en Invierno y Primavera. Llueve mucho menos que en la Cuenca de Pamplona y desde luego mucho menos que en la montaña así que es una buena alternativa. Lo de correr como las gacelas no sé ¿hay gacelas viejas con un menisco operado? jajaja

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  3. Aupa Caaaarlossss! Eso es, un buen deportista que se precie disfruta en cualquier disciplina,aunque tendras un mono de correr...pero ya casi casi..
    aupaaaa!
    Iñigo

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    1. Gracias Iñigo!! Tengo un mono que hasta sueño con que estoy corriendo jajaja, qué ganas tengo de pillarme un colocón de kilómetros, aunque sean por el parque de al lado de casa...

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  4. No sé si las gacelas son operadas de menisco, pero muy viejas creo que no se llegan a hacer. Es cosa de las leonas, me han dicho, que merodean a su alrededor. Pero vamos, que me alegro de ver que vas con el viento en popa. Un abrazo fuerte tocayo.

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    1. Las leonas esas son las lesiones ¿verdad? Menudos dientes tienen, cada mordisco te tiene un mes parado o más. Nos cuidaremos de ellas. Con los años somos más lentos pero espero que también más sabios. Un abrazo montañero!!!

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