Correr, caminar, pedalear, trepar, nadar, saltar...Trabajar y VIVIR. La diabetes, una anécdota.

Siempre y cuando controlemos el ejercicio y nuestra glucemia en sangre. Esta enfermedad que junto con la obesidad está considerada la epidemia del siglo XXI permite llevar una vida activa perfectamente normal gracias a médicos e investigadores, profesionales apasionados que no dejan de trabajar para que mañana sea de verdad una anécdota. Hay dos tipos principales de diabetes: Tipo I y tipo II. La primera es la mía, la insulino-dependiente o también llamada infantil, porque en un alto porcentaje de casos se presenta a edades tempranas, aunque yo "debuté" con esta enfermedad a los 44 años. Mi sistema inmune falló y atacó a las células del páncreas que producen la insulina sufriendo a continuación los tres síntomas del libro o las "tres Pes": Poliuria (orinar mucho), Polidipsia (sed horrible a todas horas) y Polifagia (hambre, hambre, haaaambre).



¿Porqué a mí? Pensé. A mí que toda la vida he hecho deporte, que sólo tres meses antes terminé mi Cuarta Maratón en Donosti, a mí que no fumo, a mí que soy un chico formal: Buen padre y ejemplar esposo, a mí que hago la declaración de renta puntualmente y pago la contribución urbana y el impuesto de circulación religiosamente cada año... ¿Porqué?



El estrés que tantos sufrimos en mayor o menor grado, herencia genética, un catarro mal curado, la contaminación, el agujero de la capa de ozono... Médicos, familiares, amigos, vecinos y yo mismo apuntamos una u otra causa, pero lo cierto es que daba lo mismo. El caso es que mi cuerpo -mi páncreas- casi no tenía reservas de insulina y que ya no iba a producir más -o muy poca- y que iba a necesitar "pincharme" insulina todos los días.

domingo, 22 de junio de 2014

Vuelta al Valle de Ollo

Justo una semana después de nuestro largo paseo hasta el Pirineo desde Subiza y a última hora me he decidido a participar en esta Marcha de Montaña acompañando a Alejo, Santi y David Senosiáin.

 Semana sabática, sin correr: salvo el Martes, que pillé la bici y junto con Jorge Urquizu nos metimos unos kmts cañeros por el Perdón que terminaron en Subiza, en una chistorrada a la que nos invitó Angel para celebrar el éxito de la aventura. Fue una gozada compartir cervezas, chistorra y risas con todos los que formamos parte de una u otra forma en la excursión. Lo malo de estas cosas es que todavía no se nos ha ido la sonrisa de la cara y ya estamos pensando en locuras más gordas...

Tras una noche tormentosa, y calurosa, amanece otro día de calor -y con humedad-, nos presentamos en Ollo con tiempo para apuntarnos y recoger las tarjetas de control y echamos un café en el Albergue Gure Sustraiak, en cuyas puertas se sitúa la salida y llegada de la actividad.  Quince eurapios que nos darán derecho a una bonita camiseta de recuerdo, opíparos avituallamientos y un buen almuerzo a la llegada ¿qué más podemos pedir? ¿Un paisaje chulo con senderos de cuento y verdes montañas?  Pues ahí tenemos el Valle de Ollo.

Santi caminando en dirección a la base del Txurregi
Mientras llegan las 8 de la mañana, van llegando más corredores, entre ellos amigos como Patxi Cobo, Fernando Zaratiegui, José Antonio Beriáin, colegas de aventuras como Jerónimo y algún Txurregi como por ejemplo Aritz Sardina. La mayoría correrán ligeros de equipaje pero yo estoy viciado a llevar mis dos kilos de material en la mochila: chubasquero, camel, barritas y geles, pluma de insulina, medidor, cámara fotos... En fin, lo de casi siempre...

La marcha tiene dos recorridos: el largo de 28 kmts y el corto de 19 kmts, los dos son un buen paseo, nosotros nos apuntamos al largo ¡¡hombreeeee...!! y es curioso: me parece que voy de paseo después la última excursión de 115 kmts. Estamos locos o qué!!!

La puñeta es que el paseo tendrá cierta incomodidad: ayer sufrí un accidente doméstico cuando el estante de un armario cayó encima del dedo meñique de mi pie izquierdo. Hoy lo tengo morado y dentro de la zapatilla me dolerá desde el primer kilómetro. En el segundo avituallamiento estaré en un tris de abandonar pero un minuto después me decidiré a continuar. Tendré suerte porque subiendo casi no lo notaré y bajando iré mucho mejor de lo que pensaba.  Eso sí: el baño de pies en el aska de Ollo me sentó mejor que la cerveza que me dieron en la cima del Txurregi. ¡¡Muchas gracias campeones!!

David, Alejo, Santi, Fernando y servidor de ustedes

Primer kilómetro, el sol todavía no calentaba... Casi.
Largos tramos de sendero con buen piso y a la sombra del bosque

Avituallamientos de lujo. ¡¡Gracias campeones!!

Qué verde es el Valle de Ollo
Hacia Gaztelu ¡¡empiezan las super-cuestas!!

Subiendo al Gaztelu, menos mal que soplaba aire

Cima del Gaztelu

En la subida al Txurregi también nos refrescó el aire ¡¡menos mal!!

Con Santi en la cima del Txurregi
Un Adi Ike de los grandes: José Antonio Beriáin  ¡¡Aúpa campeón!!

Valle de Ollo desde la cima

Recorrido en el Garmin

4 comentarios:

  1. Jajaja!!! Déjalo Fernando, que estuvo por el Perdón repasando su recorrido preferido.

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  2. Verdes valles llenos de gente con ansia, mira que "empapuzarse a dos carrillos" es malísimo, sobre todo si luego hay que seguir corriendo. Aunque bien pensado, peor resulta si además se pasa hambre. Un fuerte abrazo, tocayo.

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