Correr, caminar, pedalear, trepar, nadar, saltar...Trabajar y VIVIR. La diabetes, una anécdota.

Siempre y cuando controlemos el ejercicio y nuestra glucemia en sangre. Esta enfermedad que junto con la obesidad está considerada la epidemia del siglo XXI permite llevar una vida activa perfectamente normal gracias a médicos e investigadores, profesionales apasionados que no dejan de trabajar para que mañana sea de verdad una anécdota. Hay dos tipos principales de diabetes: Tipo I y tipo II. La primera es la mía, la insulino-dependiente o también llamada infantil, porque en un alto porcentaje de casos se presenta a edades tempranas, aunque yo "debuté" con esta enfermedad a los 44 años. Mi sistema inmune falló y atacó a las células del páncreas que producen la insulina sufriendo a continuación los tres síntomas del libro o las "tres Pes": Poliuria (orinar mucho), Polidipsia (sed horrible a todas horas) y Polifagia (hambre, hambre, haaaambre).



¿Porqué a mí? Pensé. A mí que toda la vida he hecho deporte, que sólo tres meses antes terminé mi Cuarta Maratón en Donosti, a mí que no fumo, a mí que soy un chico formal: Buen padre y ejemplar esposo, a mí que hago la declaración de renta puntualmente y pago la contribución urbana y el impuesto de circulación religiosamente cada año... ¿Porqué?



El estrés que tantos sufrimos en mayor o menor grado, herencia genética, un catarro mal curado, la contaminación, el agujero de la capa de ozono... Médicos, familiares, amigos, vecinos y yo mismo apuntamos una u otra causa, pero lo cierto es que daba lo mismo. El caso es que mi cuerpo -mi páncreas- casi no tenía reservas de insulina y que ya no iba a producir más -o muy poca- y que iba a necesitar "pincharme" insulina todos los días.

martes, 13 de agosto de 2013

Montañas de Oza

Punta Chipeta o Chipeta Alto tiene 2189 mts y es una de las montañas que dominan la Selva de Oza, el Castillo de Acher, con 2398 mts la supera en altura y las dos son las cumbres más fotografiadas por los excursionistas que acceden a Oza tras pasar el angosto desfiladero de la Boca del Infierno.


Hace unas semanas estuvimos Sergio y yo en esta región con motivo de la carrera que discurre por esa garganta y me quedé con ganas de subir a un mirador desde el cual poder disfrutar de una buena panorámica.  El Castillo es más alto pero su cima, que se levanta al final de un curioso valle suspendido no asoma directamente sobre Oza, en cambio la de Chipeta sí y cuando consigues llegar arriba el paisaje se despliega a tus pies como una maqueta y uno no se cansa de mirar cada barranco, ladera, camino y riachuelo que allá abajo, muy abajo y muy lejos forman la más bella postal del Pirineo.

Al igual que otros años por estas fechas, las noches permiten disfrutar con el fenómeno de las estrellas fugaces, las famosas Perseidas.  De modo que teníamos dos objetivos el pasado fin de semana del 10 y 11 de agosto: Contemplar las estrellas y subir un monte.  ¿Qué mejor programa puede haber?

La primera parte la vimos bien cumplida desde la tienda de campaña que también volvimos a poner en el camping Borda Bisaltico.  Intenté hacer alguna foto pero mi cámara es muy patatera y por mucha exposición que hice sólo pillé cuatro puntos luminosos.  Vimos alguna fugaz pero no salieron en la foto.

Al día siguiente amaneció caluroso y nos dimos prisa en desayunar, recoger y salir y pitando hacia la Selva de Oza.  Dejamos el coche cerca de Casa La Mina, donde empieza el verde valle de Guarrinza.  Allí cogimos el sendero GR11 que recorre los Pirineos de mar a mar y pusimos rumbo Oeste subiendo hacia el Cuello de Petraficha, la ruta que siguen muchos montañeros para pasar al vecino valle de Zuriza.


Pasamos bastante calor en la primera parte pero una vez cogimos un poco de altura sobre el valle, el viento norte nos alivió el trabajo de la subida.  Menos mal porque el sol de Agosto pegaba con todas sus ganas.  También nos animaba cruzarnos con montañeros cargados con pesadas mochilas en las que llevaban todo lo necesario para una larga travesía, mientras que nosotros tan sólo llevábamos el almuerzo, bebida y un chubasquero que siempre es aconsejable llevar en la montaña.




En el cuello de Petraficha coincidimos con un grupo de chicos y chicas que estaban de campamento en Belabarce (Roncal). Uno de los monitores nos explicó que llevaban tres días de travesía: Desde Zuriza habían pasado a Ansabere (Francia) por el Puerto de Petrechema y tras subir al pequeño Ibón o Lago de Ansabere cruzaron de nuevo a la vertiente española en el Ibón de Acherito.  Hoy venían de ahí y ahora bajaban hacia Zuriza donde terminaban su paseo.  Eran riojanos, del pueblo de Autol. ¡¡Vaya vacaciones chulas que estaban disfrutando !!

Tras estudiar el mapa Sergio y yo desechamos la idea de hacer un paseo circular, para lo cual habríamos tenido que perder mucha altura para volver a subir luego al Cuello de Estribiella.  Una excursión magnífica recorriendo la base de Alanos y Peñaforca, pero debíamos haber madrugado más.  La cima de Chipeta la teníamos a 20 minutos y para allá nos dirigimos ganando los 200 mts que nos faltaban por una extensísima ladera de hierba que ascendía hasta la cumbre.








Para las cuatro de la tarde nos presentamos en el restaurante del camping y dimos cuenta de un menú de campanillas, digno final para esta excursión.  ¡¡Hasta la próxima Oza !!


4 comentarios:

  1. Espero que hayais disfrutado de la paz y tranquilidad que trasmite este rincón del Pirineo
    un saludo

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    1. Ya lo creo que sí David!!! Bueno, vosotros también pasásteis por esta zona el día anterior ¿no? A ver cuándo nos lo cuentas campeón!!!

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  2. Qué envidia me das chaval.

    Nos vemos

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  3. ¡Venga hombre! Tú te agencias una mochila de ésas donde llevar a tu niña y también puedes disfrutar de un paseo parecido. Y de paso Entrenamos para la UTSG!!!!!

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