Correr, caminar, pedalear, trepar, nadar, saltar...Trabajar y VIVIR. La diabetes, una anécdota.

Siempre y cuando controlemos el ejercicio y nuestra glucemia en sangre. Esta enfermedad que junto con la obesidad está considerada la epidemia del siglo XXI permite llevar una vida activa perfectamente normal gracias a médicos e investigadores, profesionales apasionados que no dejan de trabajar para que mañana sea de verdad una anécdota. Hay dos tipos principales de diabetes: Tipo I y tipo II. La primera es la mía, la insulino-dependiente o también llamada infantil, porque en un alto porcentaje de casos se presenta a edades tempranas, aunque yo "debuté" con esta enfermedad a los 44 años. Mi sistema inmune falló y atacó a las células del páncreas que producen la insulina sufriendo a continuación los tres síntomas del libro o las "tres Pes": Poliuria (orinar mucho), Polidipsia (sed horrible a todas horas) y Polifagia (hambre, hambre, haaaambre).



¿Porqué a mí? Pensé. A mí que toda la vida he hecho deporte, que sólo tres meses antes terminé mi Cuarta Maratón en Donosti, a mí que no fumo, a mí que soy un chico formal: Buen padre y ejemplar esposo, a mí que hago la declaración de renta puntualmente y pago la contribución urbana y el impuesto de circulación religiosamente cada año... ¿Porqué?



El estrés que tantos sufrimos en mayor o menor grado, herencia genética, un catarro mal curado, la contaminación, el agujero de la capa de ozono... Médicos, familiares, amigos, vecinos y yo mismo apuntamos una u otra causa, pero lo cierto es que daba lo mismo. El caso es que mi cuerpo -mi páncreas- casi no tenía reservas de insulina y que ya no iba a producir más -o muy poca- y que iba a necesitar "pincharme" insulina todos los días.

miércoles, 3 de julio de 2013

Camille Extreme, Infierno en el Paraíso

Otro año más en Isaba, y van cuatro desde el 2008 cuando participé por primera vez en esta Carrera de Montaña. Después volví en 2010 y 2011.  Así que la Camille y un servidor somos dos viejos amigos y casi no tenemos secretos.  Eso sí, en nuestra última cita quedamos un poco mal: el itinerario sufrió alguna variación al cambiar un kilómetro largo de asfalto por un aéreo sendero a media ladera por encima del camping de Zuriza, un tramo no muy técnico pero en el que si se quiere ir rápido hay que poner atención y apretar los dientes, con eso y el calor que sufrimos en aquella jornada llegué a meta absolutamente hecho polvo y no pude disfrutar apenas del formidable ambiente que siempre se vive al finalizar esta prueba.

Así que este año tenía esa espinita. Confiaba en disfrutar mucho más y mejorar de paso el crono en meta.  ¡¡Qué obsesión con los tiempos tenemos algunos!!  Con esa idea y sobre todo animado por mis compis de entreno Santi y Alejo, me inscribí con bastante antelación. Junto con David íbamos a ser cuatro los mosqueteros del Equipo Celigüeta-Atletismo de Zizur los que participaríamos en la aventura. 

Algunas tardes nos pasamos por el Perdón, el monte próximo a Zizur, subiendo y bajando entre peregrinos por el Camino de Santiago.  Con barro, con ríos de agua en lugar de senderos, con frío y también con calor, de mil maneras subimos y bajamos por los senderos de nuestra montaña preferida con la cabeza puesta en Isaba...

Pero sólo unas semanas antes Santi por lesión y Alejo por currelo tuvieron que renunciar a la carrera ¡mecachis! con lo ilusionados que estaban...  Quedábamos David y yo, para representar al equipo así que ahí estamos en esta fotografía, muy bien acompañados por Tedy con quien compartimos viaje desde Pamplona y por los amigos de Humiclima: José Miguel, Iñaki e Iñigo.  ¡¡Qué felices e ilusionados estamos!! ¡¡Y requetelimpios: ni gota de sudor ni barro, con las zapas relucientes!!

La foto nos la hizo el mítico Aldapa, que andaba por allí como árbitro de la federación vasca. 

Además nos encontraríamos también con Iván Blanes, Joseba García y con Juan Martín Tirapu incondicional de casi todas las carreras de montaña de esta parte del mundo.  Gente también del Txurregui, de Adi-Ike por supuesto, de los Amigos de la Vuelta del Castillo, de Manttale y muchos equipos de la federación vasca  puesto que la carrera había sido elegida  como Campeonato de Euskadi de Clubes y Copa Navarra de Carreras de Montaña.  Entre eso y la belleza de la prueba, los dorsales se habían agotado en poco tiempo y allí estábamos calentando los 376 corredores inscritos, de los cuales llegaríamos a meta 315 felices y sufridos supervivientes.






Son un poco más de las 9 cuando tras el homenaje a los montañeros veteranos de Isaba, salimos del frontón   a la carrera.  Una rápida vuelta por las estrechas y adoquinadas calles del pueblo más alto de Roncal y enseguida salimos por una senda en dirección a Belabarce.

David y yo nos hemos situado bastante atrás de modo que sufrimos varias paradas -o tapones- que aprovechamos para recuperar aliento y hacer alguna broma, así nos vamos relajando, sobre todo David, que viene por primera vez y tiene mucho respeto al paseo que tenemos por delante.  Yo me encuentro bien, pues al contrario que otras veces en que me he puesto en cabeza y luego he visto como me adelantaba medio pelotón, en esta ocasión es al revés y junto con mi camarada me veo alegre y dominando el terreno, poco a poco pasamos corredores y enseguida salimos del bosque a la luz y anchuras de Belabarce, una llanura verde entre bosques.  Chapoteamos en una balsa de agua y casi es un placer notar los pies frescos y empapados.  ¡¡Venga!! ¡¡Por el medio!!

Primer avituallamiento: Dos vaso de agua, riquísima, y para arriba por un sendero que asciende entre los pinares a la Sierra de Garbisa.  Nos juntamos con José Miguel de Humiclima y con Joseba, los cuatro iremos  juntos en esta primera parte, disfrutando de un itinerario que una vez arriba de la sierra consiste en llanear y superar cómodos toboganes.  Nuestras patas están vivas, nerviosas y corremos con ganas.  Adelantamos a Txus Unsión, del Manttale, el viejo zorro es un corredor diésel y responde con humor a nuestras bromas, queda mucha carrera y aunque lo dejamos atrás con facilidad, no me fío ni un pelo: un "finisher" de la vuelta a la Cuenca de Pamplona, o del UTMB siempre tiene peligro.



Album de fotos de Blanca Sáez. 

El día ha amanecido fresco y limpio.  Atravesamos un raso que podría ser un campo de golf en medio del bosque, segundo avituallamiento con sólido y líquido, vaso de acuarius -o lo que sea-, vaso de agua, dos cachos de plátano y pies para qué os quiero.  ¡¡Seguimos!!

-¿Dónde está el Ezkaurre?- me pregunta Joseba.  - ¡Detrás tuya! - le contesto señalando a su espalda, cosa que le sorprende, pero le explico que enseguida cambiaremos de dirección para bajar hacia el camping de Zuriza y pondremos dirección de nuevo hacia nuestra montaña preferida.

Bajamos a toda velocidad por buen piso de hierba y tierra húmeda cuando en un descuido me retuerzo el tobillo izquierdo.  Un relámpago de dolor me hace reducir la marcha y cojeo unos metros, el dolor se va despacio y compruebo aliviado que puedo volver al ritmo inicial, pero ahora pondré más atención.  David y Joseba que van detrás mía también se llevan un poco de susto y mi accidente nos sirve a todos para poner aún más, los cinco sentidos en el suelo que pisamos - o sobre el que volamos-.

Tercer avituallamiento, estamos cerca del Puerto de los Navarros y enseguida vendrá la subida gorda.  Dos vasos de agua, uno de isotónico, dos plátanos y cuatro gominolas ¡¡al ataque!!  Corremos con ganas cuando cruzamos la carretera y empezamos la ascensión del Ezkaurre.

Mucho público animando en esta zona y entre ellos está Nacho, que en un rato se unirá a nuestra excursión cerrando la carrera con su escoba.  Sé muy bien lo que me espera, lo que nos espera a todos: Dentro del hayedo, la pendiente se pone imposible y las piernas duelen intentando mantener el ritmo de subida.  David y Joseba están más fuertes y se alejan delante mía, durante un rato les puedo ver pero en unos minutos se pierden de mi vista.  También me pasan tres chicos del mismo equipo con camiseta blanca: FLA, se llaman y me llama la atención lo bien que van los tres al mismo ritmo.  Yo también adelanto a alguno, entre ellos a un chico con camiseta azul de Noain, cuando más arriba creo que es él quien me adelanta le animo: - ¡Venga Noain! - pero es otro chico que me corrige: - No, yo soy de Zumaya, ja,ja -.  Proseguimos juntos un rato y le digo que también tienen buena carrera en su pueblo, que es preciosa y también muy dura.  Será dentro de unas semanas.

Al salir del bosque entramos en el reino de la piedra, de las piedras casi blancas que forman la osamenta del Ezkaurre, frontera con Aragón.  El paisaje es precioso, los Pirineos tienen más nieve que ningún año, en la zona del Anie y la Mesa, los neveros se extienden por doquier.  Hasta el Ori conserva algunos.  Precioso.  Y duro, muy duro subir esta escalera de gigantes hasta la cima.  Uf, uf...


Tedy Garzón


Sergio Iriarte, del Txurregi

Fernando Moreno, hoy sin neopreno ni bicleta.  ¡¡aúpa Trinaranjus!!
En su blog describe las penurias que pasó y que fueron también las mías.

Un nevero cerca de la cima

David está fortísimo, me sacó más de 7 minutos en la subida a Ezkaurre


¡¡Venga Cansamontañas!!

Txus Unsión, me atraparía al final...


- Venga Cansamontañas - me anima un chico, cámara en ristre -. Joer si soy famoso, pienso, le agradezco los ánimos pero voy absolutamente hecho polvo.  Casi ningún corredor sonreímos en esta zona, y yo todavía menos porque sé lo que viene después: un peligroso sendero entre piedras inestables y afiladas, el sueño de un corredor vaya...

Pero antes llegamos a la cima, fichamos, saludo a José Antonio Beriáin que no ha podido tomar parte en la carrera con lo que le hubiera gustado, pero que ha venido con su chaval para vivir este ambiente formidable en un entorno único. ¡¡Adiós, adiós!!  ¡¡Nos vemos en Isaba!!

Cacho de sandía, dos vasos de isotónico y para abajo.  Corremos como muñecos rotos. Las piernas doloridas por el trabajo de la subida tardan en adaptarse al trabajo contrario, y al menos a mí me cuesta mucho enlazar cuatro carreras en este pedregal.  Tres pasos rápidos y parada, otros tres pasos, un salto y parada otra vez... ¡¡Que no me caiga!!

¡¡Vamos Tedy!!

Joseba haría una muy buena carrera consiguiendo un crono de 04:31:35 en meta


¿Por dónde bajo?

Jabier Caballero nos hizo un excelente reportaje en el infierno de piedras

Juan Martín Tirapu -de oscuro-, un campeón Amigo de la Vuelta del Castillo


La tensión de la bajada nos pasará factura a muchos, los cuádriceps se me acalambran en una pequeña subida y al detenerme noto que el dolor se intensifica, me pongo a bailotear intentando soltarlos y de reojo veo a otro corredor que está en las mismas.  De no ser por el dolor y el agobio de ver peligrar nuestra aventura nos reiríamos.  - Yo creo que no tenemos entrenado esto de caminar monte arriba y monte abajo por pedregales - le digo.  - Oye, pues igual tienes razón - me reconoce, -si es que siempre entrenamos corriendo y casi nunca andamos-.

Será durísimo acometer la subida a esta bonita montaña verde que tenemos delante, no son ni cien metros de desnivel pero los calambres acechan, así que me digo: Carlos, sube corriendo, que así no tendrás problemas, despacio pero corriendo.  Pero una cosa es pensarlo y otra hacerlo, sí que corro en el descenso y llaneo posterior pero al empezar la subida no tengo caja para mantener la carrera así que vuelvo a andar.  Describo una zeta tras otra para atenuar la pendiente y de ese modo consigo llegar arriba, donde le pido réflex a un voluntario de la Cruz Roja.  ¡¡Aaaaah!! - le daría de besos.  Además beberé dos vasos de agua y uno de coca-cola.  Junto a la mesa del avituallamiento está Eduardo Marco con muy mala cara: tiene el estómago revuelto y tan apenas puede tragar algo de coca-cola, se sienta, pero asegura que piensa terminar la carrera.  Me despido de él, no sin animarle, pero los dos sabemos cómo son los 7 kmts que todavía quedan hasta Isaba.

Punta Godía (1763 mts)
  Siete largos kilómetros con el calor apretando de firme también en los dos toboganes que nos quedaban todavía.   Luego vendría el infierno más jevi de todos: la brutal bajada final a Isaba, que casi tenía olvidada desde el 2011, pero que seguía ahí esperándome a mí y a todos los locos de la carrera.

Por fortuna los cuádriceps, isquios y demás músculos de las patas me aguantaron bien y hasta pude adelantar a varios corredores.  No me quedaría ni un cuarto de ladera cuando Txus Unsión nos pasó a mí y otros dos corredores como una exhalación perdiéndose monte abajo hacia la meta.  En el kilómetro escaso que quedaba me sacó 39 segundos, pero si en lugar de 31.600 mts hubieran sido 42 kmts me saca una hora por lo menos...  ¡¡qué tío!!

Mi tiempo este año: 04:47:09.  Clasificación aquí.

Llegué vacío y agotado a la meta de modo que este año tampoco pude disfrutar de las migas con queso y chistorra ni del vino o de la cerveza.  Casi ni agua pude beber  ¡¡qué mala pata!!  ¡¡y qué mal estómago!!  La espinita sigue clavada Isaba.  ¡¡Hasta el año que viene!!

Si te gustan las Carreras de Montaña o por Montaña ven a Isaba el próximo año: Paisaje, dureza, variedad en el recorrido y una organización entusiasta que se vuelca con los participantes hacen que al día siguiente muchos estemos pensando en volver.

Gracias Isaba.

Mis glucemias: Alta al levantarme ¿nervios? _ 229 a las 5:06 antes de desayunar.  Me pongo 4 uds de novorapid.__245 a las 8:04 en Isaba, bebo medio litro de agua.___173 a las 14:29 en el frontón, no bebo, peor aún: echo todo lo que tengo en el estómago.___197 a las 16:44 en casa, me pongo 2 uds de novorapid y echo una siesta.___109 a las 18:00  ¡¡a merendar!!

9 comentarios:

  1. lo digo y lo repito
    eres de admirar y encantado de estar siempre por donde tu andas

    preciosas fotos, no se de donde las sacas pero preciossas

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    1. Gracias Don Fernando -desde Aritzaleku a los triatletas os tengo mucho respeto-, en cuanto a las fotos las he pillado del magnífico álbum de Pablo Roa, cuyo enlace se encuentra en la página oficial de la carrera: https://plus.google.com/photos/117449040979525963271/albums/5895799142618921825?authkey=CM2_mvmNnajrEQ

      Perdón por no haberlo dicho antes: ¡¡Muchísimas gracias Pablo Roa!! tus fotografías son preciosas.

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  2. menuda envidia, como nos gusta "disfrutar sufriendo", eh! jeje

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    1. Aúpa Edorta!! a ver cuándo te vemos sufrir por el monte mejor que en el sofá... ¡¡ponte bien para la Olatzagutía-Urbasa!!

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  3. Hombre Cansamontañas, que ya eres mayorcico. que ya es hora de que aprendas a reservarte para la traca final. Y más si hay migas y chistorra y vino.

    A mi me pasó lo mismo el año pasado en Oturia y juré no volver a a acabar ninguna carrera al sprint. ¡¡nunca sabes lo buenas que van a estar las migas!!!!!

    Torperto

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    1. Ja,ja,ja!!!! Torperto eres único para darle a todo un gran sentido del humor, tienes toda la razón, pero si me quedan fuerzas nunca entro andando en la meta ¡Total! Si me suben el azúcar... ¡¡Un abrazo!!

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  4. ¡Qué blog más chulo tienes! ¿Cómo no vas a ser famoso? jeje Tus crónicas son muy buenas y muy auténticas. A seguir así.
    Un abrazo

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    1. Muchas gracias Christian!! Tu crónica de la carrera como espectador tampoco es manca: conoces el percal y lo vives a tope ¡¡ojalá el próximo año podamos compartir calambres en esta carrera los dos!! Bueno, sin calambres mucho mejor. Vaya fin de semana bueno que te pegaste...
      http://christianpau.blogspot.com.es/

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  5. Aupa Carlos, que campeón estas hecho, como disfrutas de esto y que bien nos lo cuentas, espero algún año poder hacerla, sin duda tiene que ser espectacular
    un saludo

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