Correr, caminar, pedalear, trepar, nadar, saltar...Trabajar y VIVIR. La diabetes, una anécdota.

Siempre y cuando controlemos el ejercicio y nuestra glucemia en sangre. Esta enfermedad que junto con la obesidad está considerada la epidemia del siglo XXI permite llevar una vida activa perfectamente normal gracias a médicos e investigadores, profesionales apasionados que no dejan de trabajar para que mañana sea de verdad una anécdota. Hay dos tipos principales de diabetes: Tipo I y tipo II. La primera es la mía, la insulino-dependiente o también llamada infantil, porque en un alto porcentaje de casos se presenta a edades tempranas, aunque yo "debuté" con esta enfermedad a los 44 años. Mi sistema inmune falló y atacó a las células del páncreas que producen la insulina sufriendo a continuación los tres síntomas del libro o las "tres Pes": Poliuria (orinar mucho), Polidipsia (sed horrible a todas horas) y Polifagia (hambre, hambre, haaaambre).



¿Porqué a mí? Pensé. A mí que toda la vida he hecho deporte, que sólo tres meses antes terminé mi Cuarta Maratón en Donosti, a mí que no fumo, a mí que soy un chico formal: Buen padre y ejemplar esposo, a mí que hago la declaración de renta puntualmente y pago la contribución urbana y el impuesto de circulación religiosamente cada año... ¿Porqué?



El estrés que tantos sufrimos en mayor o menor grado, herencia genética, un catarro mal curado, la contaminación, el agujero de la capa de ozono... Médicos, familiares, amigos, vecinos y yo mismo apuntamos una u otra causa, pero lo cierto es que daba lo mismo. El caso es que mi cuerpo -mi páncreas- casi no tenía reservas de insulina y que ya no iba a producir más -o muy poca- y que iba a necesitar "pincharme" insulina todos los días.

lunes, 14 de febrero de 2011

Territorio Comanche: Bailando con Sarrios.


En el centro del Valle del Ebro y a orillas de este río, la ciudad de Zaragoza se levanta justo donde desembocan otros dos ríos: El Gállego y el Huerva. El primero baja del Pirineo (Montes de Sallent y Panticosa) y el segundo de los montes del Sistema Ibérico (Sierra de Cucalón - Teruel). Si sobrevoláramos a gran altura ese territorio veríamos como una cruz oscura pintada en una hoja en blanco. El blanco sería el color de la estepa aragonesa y la cruz estaría formada por el Ebro (línea horizontal) el Gállego y el Huerva (líneas verticales). La cuadrícula superior izquierda sería el Campo de Maniobras de San Gregorio, la superior derecha los Monegros y Sierra de Alcubierre, la inferior izquierda los Montes de la Muela y la inferior derecha las Planas de María.

Este domingo me acerqué a Zaragoza para saludar a la familia y por supuesto metí las zapatillas en la mochila. Había informado de mis intenciones en el foro de Carreras por Montaña en Aragón y unos amigos de Sarrios-Zaragoza me invitaron a sumarme a ellos en su entreno matinal del domingo. Dicho y hecho, a las 8 quedamos en la gasolinera de María de Huerva y nos pusimos en marcha. Tronquito, Angel, Luis, Toño, Miguel Angel (Sarrio Mayor), Jesús y servidor: Siete Magníficos sin caballo pero con buenas zapatillas para recorrer unos paisajes que a Sergio Leone le habrían hecho replantearse el escenario de sus mejores Westerns, al fin y al cabo entre Almería y Zaragoza la única diferencia es que en la segunda no hay invernaderos.


Una hora y cincuenta minutos subiendo y bajando para completar un entreno de unos 12 ó 14 kmts y algo más de 600 mts de desnivel positivo acumulado. Para mí fue un descubrimiento pues aunque conocía un extremo de esta comarca, la que toca a la capital en los Montes de Torrero era la primera vez que me internaba por los barrancos y laderas próximos a María. Acercándonos por el fondo del valle hasta las afueras de Cadrete subimos por las empinadas laderas de estos montes, hicimos equilibrios por las crestas, continuamos cogiendo altura por el Barranco de Nisupu y tras un largo flanqueo a media ladera descendimos por el Barranco de la Balsa.





¿Un fósil de bisonte en el desierto aragonés? De izq a dcha: Tronquito, Angel, Luis, Toño, Sarrio Mayor y Jesús.

Todas las fotos aquí.

Le tenía ganas a estos parajes desde que vi esta peli de Manuel Martos (Manumar), echarle un ojo porque como todas sus producciones está muy pero que muy bien: Buena fotografía, buena música y buenos intérpretes.

Mis glucemias: A las 6:27 antes de desayunar 187 (Desayuno café con leche, dos tostadas y un puñado de almendras); a las 7:55 antes de echar a correr 173 y a las 10:46 en casa 70. Sólo eché unos tragos de acuarius del camel y un cortado en el bar de María al terminar.

4 comentarios:

  1. Caramba !!, qué paisajes !!.
    Son tan distintos a los de mi tierra.

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  2. Las sorpresas agradables valen mucho!! Llevo ya unos cuantos años perdiéndome por esos barrancos y nunca deja uno de sorprenderse y de descubrir nuevas sendas y repechos. A ver si para la próxima que te acerques, me puedo unir. Eso sí los finales mejor no terminarlos sólo con un cortado :).
    Un abrazo!!

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  3. ¡Hola Eugenio! ¿Te ha gustado el desierto de Zaragoza? ¡Pues también tienes hayedos, pinares, sotos de ribera que parecen el Amazonas y otros paisajes naturales dentro de la misma provincia! y es que esta provincia aragonesa además de mucha superficie tiene una forma tan rara que por arriba llega casi al Pirineo, hacia el Oeste al Moncayo y ... Vamos que sólo nos falta el mar, pero estamos negociando con los catalanes para comprarles Salou, je, je...

    ¡¡Manu!! Estoy seguro de que con unos huevos fritos con chorizo y/o jamón y una cervecica habría sacado más alto el último control. A ver si es verdad y podemos coincidir pronto en alguna movida como ésta.

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  4. Carlos qué montañas tan diferentes para mi vista pero chulas chulas!!

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