La meteorología ha sido la protagonista de esta carrera. En la charla-presentación, uno de sus organizadores: Bernabé acompañado del alcalde de Canfranc, nos daba la bienvenida y tras repasar los aspectos más importantes de la prueba nos advertía de que las previsiones no eran nada buenas y que en caso de confirmarse cortarían la última parte de la carrera A, de modo que todos haríamos la B. Que de todos modos sería una prueba dura y montañera de 35 kmts de recorrido y 5000 mts de desnivel acumulados.
Antes de ir a la salida, les contaré a ustedes que salí de Zizur Mayor el viernes a eso de las 6 de la tarde y que me costó poco más de 1h y media llegar a Canfranc. Que un poco más arriba de Jaca el cielo se puso todo gris y empezó a llover un poco pero aún así pude ver un poquito de la Collarada (2886 mts) y que detrás suya asomaba la Moleta, la primera de las cimas de nuestra Canfranc-Canfranc, toda blanquita de nieve reciente. Vaaale.
Nada más llegar a Canfranc Estación me encuentro de frente con Ramón Ferrer, más conocido como Monrasin, con él y con Pepinillo (Zuera), Mariote (Límite vertical), Topete (Bomberos Zaragoza), Enrique Badía y Sonia (Peña Guara y Asmún), disfrutamos de una estupenda cena ofrecida por el Ayuntamiento y la Organización en el Polideportivo Municipal: Ensalada fría de pasta y un guiso de ternera ¿A la jardinera? Que estaba bueniiiiiiísimo. (Repetí 2 veces de los dos platos). La tertulia de la cena la prolongamos en el Bar la Brasa con unos cortados descafeinados y unas infusiones (gente sana que somos oye). Gente sana pero muy peligrosa pues quien más quien menos tenía una ultra en su saca o alguna en mente, como la Eun-Millak de Enrique o la UTMB de Topete para este próximo verano. Miedo me da seguir echando cortados con esta cuadrilla, aunque sean cortados descafeinados.
Por la mañana nos levantamos a eso de las 6 para desayunar y casi al mismo tiempo se puso a llover (Ambiente depre en el comedor). Nos informan de que se retrasa la salida hasta las 8:30.
Cinco minutos antes y en los porches del ayuntamiento los 41 corredores nos apretamos para escuchar las últimas recomendaciones por parte de la organización, al resguardo del diluvio que cae en esos momentos Bernabé nos informa de que no subiremos a la cima de la Moleta debido a la niebla y que por supuesto todos haremos el recorrido B, es decir que desde Candanchú enfilaremos a Canfranc por el Camino de Santiago.
Mi glucemia una hora después del desayuno a las ocho menos cuarto: 94. Me como dos plátanos.
Ocho y media cuando echamos a correr bajo la lluvia calle abajo, cruzamos un puente y nos encontramos al pie de la gigantesca ladera que hemos de superar en busca de la Moleta, bueno de sus proximidades.

Casi salimos del bosque cuando a unos 2200 mts vislumbramos el Barranco de Ip y las laderas Norte de Collarada enfrente nuestra. Por unos instantes podemos ver también la cima de la Moleta y no parece que nos quede mucho para alcanzarla pero será en mejor ocasión. Un voluntario bien resguardado bajo su capa nos señala hacia nuestra izquierda en dirección Norte para que iniciemos un largo flanqueo en suave descenso que nos conducirá al sendero de bajada. La montaña está cosida con muros construidos para contener avalanchas, aquí y allá hay restos de construcciones relacionadas con los aprovechamientos hidroeléctricos: Hierros olvidados en un paisaje gris y desolado. Blancos neveros rellenan hondonadas y canales que se precipitan montaña abajo perdiéndose en la niebla, corremos al borde del abismo pero no hay peligro, pues el itinerario sigue una sucesión de terrazas naturales con la anchura suficiente para que podamos mirar al vacío sin ningún miedo.
Mientras hago un par de fotos Mariote se pierde de vista y me adelantan un par de corredores, proseguiré en medio de otro grupo de cuatro entre los cuales va una de las chicas. Con ellos bajaré casi todo el camino, un descenso estupendo para correr, en continuos zig-zags dentro del bosque con un piso blando y seguro de pisar, sin mucho barro salvo una zona delicada donde por cierto pierdo el equilibrio y doblo un poco un bastón. Después un túnel oscuro que por suerte no es muy largo y que pasamos levantando los pies para no dar un mal tropiezo. He comido una barrita de frutas al empezar la bajada y sólo he dado unas pocas chupadas al camel-back que llevo con un litro de Acuarius muy diluido. Así que cuando llegamos al primer avituallamiento bajo el Fuerte de Col de Ladrones (+- 1350 mts) llevo un agujero en el estómago. Ahí están Ramón y Sonia que me hacen unas afotos mientras me pongo morado: Un plátano y medio bocata de queso con jamón york, además de un trago de Acuarius me sientan de maravilla. El buen humor de voluntarios y corredores desafía el mal tiempo y nos da fuerzas para proseguir la aventura. ¡¡Hasta luego y no os mojéis mucho!!
Empezamos la subida a La Raca ¡¡Ya no llueve!! Pero sigue la niebla y seguramente las nubes encima suya, la temperatura no está nada mal así que me quito el chubasquero y enfilo el sendero montaña arriba tirando fuerte de bastones y apretando los dientes, me siento fuerte y adelanto a mis cuatro compañeros de la bajada anterior, también sobrepaso a Edu de Mendilasterketa, un chaval que no se quita la sonrisa en todo el día, esté subiendo o bajando. ¡¡Qué bien vas campeón!! - Me dice alegre al pasar. - ¡A ver si consigo mantener este ritmo hasta arriba! - Contesto más que nada para darme confianza. Y lo cierto es que los zig-zags de esta subida se suceden sin un descanso dentro de una niebla cada vez más espesa. Casi arriba del todo un voluntario me anima también: -¡¡Tienes al siguiente corredor a menos de un minuto!! ¡¡Venga que a ese ritmo lo pillas!! ¡¡Animo!! -. Le doy las gracias por sus ánimos y su entusiasmo y pienso que el campeón es él, que lleva un rato ahí en medio de la niebla, jodido de frío pero sin dejar de dar aliento a cada uno de los "corredores"; de los cuales la mitad apenas conseguimos andar por esta cuesta interminable.
Cima de la Raca (2284 mts): Una caseta y las torres de los arrastres se levantan como fantasmas sobre la nieve. Otro voluntario que también merece cien trofeos me señala la dirección a seguir en la bajada: - ¡La telesilla siempre a vuestra izquierda! ¡Seguir todo el nevero hasta abajo siguiendo las banderitas rojas!
Empieza lo bueno, nos hemos juntado tres colegas en esta bajada: Edu que me ha vuelto a pillar, servidor y el corredor que tenía a un minuto.
Mientras saco cuatro fotos Edu se tira como un cohete nevero abajo y lo pierdo de vista ¿Se habrá sacado los esquises de la mochila?. Yo también me tiro montaña abajo gozándola como un ceporro: La nieve está ideal para correr, a cada zancada basta con meter un poco los talones y no hay mayor problema. En un bolero bajamos la montaña y nos encontramos chapoteando a las orillas del río Aragón que cruzaremos por una pasarela improvisada. Allí está otra vez Ramón cámara en ristre sin perderse detalle y animando como nadie. Una pequeña subida para trepar a la antigua carretera nacional en una de cuyas curvas se sitúa el 2º avituallamiento y control de la carrera: Bernabé me saluda como si me conociera de toda la vida y me asegura que voy de cine (mis piernas no sé, pero mi autoestima se está poniendo a cien en esta carrera). Al llegar al control coincido con tres cicloturistas que no rechazan la invitación y se acercan a tomar un bocata. Son belgas, han ido a Santiago desde su país y ahora vuelven, ninguno de ellos bajará de los 65 tacos pero tienen más humor y entusiasmo que muchos jóvenes de 20. Buen ambiente pues mientras me jalo otro bocata, otro plátano y medio litro de Acuarius que me sientan de maravilla. Las nubes se han levantado un poco y dejan ver lo que sería la tercera parte de la carrera A, incluso se atisba ¡Un trozo de cielo azul! se lo señalo a Bernabé y como soy un poco fantasma le comento que todavía podríamos hacer la carrera completa. - Ni de coña - me dice - La previsión dice que a las 2 se va a caer el cielo así que baja directo a Canfranc que sólo tienes 8 kilómetros por el Camino de Santiago -. Ante eso miro mi reloj que señala algo más de la una y me despido echando a correr por el camino jacobeo como alma que lleva el diablo.

Al llegar a la meta ¿Quién pensáis que estaba ahí aplaudiendo y haciendo fotos? ¡¡Super-Ramón por supuesto!! Mi tiempo 5h 14 minutos, que me sitúa como 3er veterano en la clasificación. Cosa que me ha comunicado Toni este Lunes por teléfono: Al entregar los premios, cierto grupo de despistados nos estábamos tomando unas cervezas ¡¡!! Lo cierto es que fue una descortesía por nuestra parte pero luego sí que hicimos aprecio del excelente almuerzo ofrecido por la organización: Migas y ¡¡más ternera!! En fin, el caso es que tengo un hermoso trofeo que me guardan en la oficina de turismo municipal. Espero poder recogerlo pronto porque le reservo el mejor lugar en la librería del salón. Canfranc-Canfranc es mucha carrera aunque sea en su versión B. ¡¡Muchas gracias!!
Comentar la excelente carrera hecha por Pepinillo, seguido de Topete, Mariote y Enrique Badía. ¡¡Qué fieras!! La clasificación.
Algunas fotos de Monrasin y mías aquí.