Correr, caminar, pedalear, trepar, nadar, saltar...Trabajar y VIVIR. La diabetes, una anécdota.

Siempre y cuando controlemos el ejercicio y nuestra glucemia en sangre. Esta enfermedad que junto con la obesidad está considerada la epidemia del siglo XXI permite llevar una vida activa perfectamente normal gracias a médicos e investigadores, profesionales apasionados que no dejan de trabajar para que mañana sea de verdad una anécdota. Hay dos tipos principales de diabetes: Tipo I y tipo II. La primera es la mía, la insulino-dependiente o también llamada infantil, porque en un alto porcentaje de casos se presenta a edades tempranas, aunque yo "debuté" con esta enfermedad a los 44 años. Mi sistema inmune falló y atacó a las células del páncreas que producen la insulina sufriendo a continuación los tres síntomas del libro o las "tres Pes": Poliuria (orinar mucho), Polidipsia (sed horrible a todas horas) y Polifagia (hambre, hambre, haaaambre).



¿Porqué a mí? Pensé. A mí que toda la vida he hecho deporte, que sólo tres meses antes terminé mi Cuarta Maratón en Donosti, a mí que no fumo, a mí que soy un chico formal: Buen padre y ejemplar esposo, a mí que hago la declaración de renta puntualmente y pago la contribución urbana y el impuesto de circulación religiosamente cada año... ¿Porqué?



El estrés que tantos sufrimos en mayor o menor grado, herencia genética, un catarro mal curado, la contaminación, el agujero de la capa de ozono... Médicos, familiares, amigos, vecinos y yo mismo apuntamos una u otra causa, pero lo cierto es que daba lo mismo. El caso es que mi cuerpo -mi páncreas- casi no tenía reservas de insulina y que ya no iba a producir más -o muy poca- y que iba a necesitar "pincharme" insulina todos los días.

domingo, 30 de agosto de 2020

Entreno dominical en la Higa de Monreal

Podría ser también el entreno de los Lunes, de los Martes... Cualquier día es bueno para acercarse a esta montaña tan bonita que se levanta junto a la Sierra de Alaitz cerquita de Pamplona.  Lo más duro que puedes hacer en ella es subir en bici (de monte) por el empinadísimo carretil que sube hasta el repetidor de la cima. Yo solo lo he hecho una vez y sufrí más que en ninguna de las muchas ocasiones que he ido a patita, lo mío no es la bici.  Tampoco es que sea un campeón haciendo monte o corriendo pero lo prefiero, de verdad. Desde Monreal hasta arriba de las antenas tenemos un desnivel de 760 metros en menos de 3,5 kmts.  Las combinaciones que puedes hacer son múltiples: Una, dos y hasta tres Higas arriba y abajo depende del objetivo o carrera que tengas en el calendario. Rodearla, subir por detrás y bajar por delante, lo que quieras.

Y dicho esto pues nada, que hoy Domingo nos hemos acercado allí Alejo, Pello, Tedy y servidor de ustedes para dar una vuelta al trote rodeando la montaña y subir después por el sendero directo que va cortando el carretil desde abajo hasta arriba: Catorce kilómetros y 1000 mts de desnivel positivo acumulado.

La tormenta de ayer noche ha remojado el bosque a tope, hace fresco, casi frío y el cielo está cerrado de nubes que dejan escapar alguna chispita de agua sin mayores consecuencias. Un día ideal.  Por cierto que al terminar nos hemos encontrado con Toño que también ha elegido hoy Monreal para sudar un poquillo. Poco porque este pájaro está muy fuerte... Y flaco... Y moreno... Madre mía si parece un profesional!!!

El hayedo situado detrás de la Higa está guapo guapo.  



Hoy no se ven las antenas.  Allí arriba está la subida por las cadenas pero hoy seguimos el camino que la rodea

Estas huellas serán de nuestro amigo Toño? 

Un tramo llano antes de llegar a la bajada trialera que nos devuelve a la cara Norte sobre Monreal
Sin bajar al pueblo hemos cogido el sendero normal.  Aquí Alejo llegando a las antenas

Alejo, Tedy y servidor de ustedes. ¡¡Qué frío!!

El terremoto de 3,5 grados que se ha registrado hoy ha sido Alejo que no puede parar quieto

El recorrido en mi Garmin

Dos horicas más tarde estábamos echando un café en el bar del pueblo. Ya teníamos hecha la faena.

viernes, 28 de agosto de 2020

Monte Perdido desde Torla

Este Miércoles 26 de agosto me acerqué a Torla con varios planes en la cabeza.  Todos pasaban por subir al Perdido siguiendo la ruta de las escaleras, un itinerario más directo que la famosa "escupidera" del corredor NO desde el pequeño Lago Helado.  Las famosas tres escaleras ya las había subido en una excursión épica con Txitxo e Iñigo que nos curramos hace cuatro o cinco años pero me atraía disfrutar de la ruta en solitario, con mis miedos y mis sueños...

Asomando al Mirador de el Molar. Se ve el Monte Perdido.
Además como digo, la idea era hacer una Gran Excursión subiendo también a la cima del Cilindro o en su lugar hacer un gran rodeo que me llevara de vuelta por la Faja de las Flores. ¡Anda que no hay caminos en Ordesa!

La primera decisión después de cruzar el río Ara por el Puente de Santa Ana fue coger el sendero que sube hasta el mirador del Molar, arriba de los paredones de Ordesa para a continuación seguir junto a las cornisas superiores del valle hasta Cuello Gordo.  La alternativa era ir por el fondo del valle llegando a la Pradera por el Camino de Turieto pero los autobuses llenos de excursionistas me animaron a subir allí arriba: A los balcones de Ordesa, para rememorar otra excursión guapa de hace 10 años con el amigo Manumar ¡¡No os perdáis el pedazo de vídeo!!

Ermita y campos de Santa Ana


Arriba crucé mis pasos con dos grupos numerosos llevados por el servicio de taxis todo terreno del parque, un guía daba explicaciones sobre la roca caliza a los visitantes cuando pasé junto a ellos.        - ¡¡Adiós, adiós!! -.



No encontré a nadie más hasta llegar a Cuello Gordo, donde los taxis dejan a la gente que quiere tirar a Góriz. Allí vuelven sobre sus pasos o bajan hacia Nerín y Fanlo.  Adelanté a un grupo de chicos y chicas cargados con pesadas mochilas que seguro iban a pasar algún día en el refugio de Góriz y proseguí mi ruta que cada vez me acercaba más al gigante de la región.  El Monte Perdido se levantaba cada vez más alto delante mía, mostrando la gigantesca ladera Sur por la que iba mi excursión: Tres fajas rocosas a modo de escalones la interrumpen ¡¡Allá vamos me dije!!

Pero ya llevaba 18 kmts y decidí parar para comer algo antes de empezar la parte más dura de mi aventura. Estaba cerquita del Collado de Góriz o de Arrablo y el Sol pegaba de firme.  A pocos metros del GR11 que se dirige hacia Añísclo y Pineta me senté en una piedra y disfruté de mi almuerzo: Nueces, almendras y una barrita energética de chocolate y proteína.

Agarrando los bastones inicié la subida fuera de sendero tomando dirección Oeste para salir a la ruta que sube del refugio.  Los primeros pasos después del descanso se me hicieron muy penosos: Cada tres pasos me paraba a coger aire ¡¡Uffff...!! ¡¡Qué flojo estás Carlosss...!!  La soledad de una montaña salvaje me abrumaba un poco pero estamos en el siglo XXI y en una parada contesté una llamada de Alejo: -¿Dónde andas?- me preguntó el amigo Trizurko. -¡Ahora mismo en las pelotas del Monte Perdido!, estoy hecho polvo y calculo por lo menos tres horas hasta la cima...-  Le contesté jadeando...  En la siguiente parada contesté un wasap de Sergio:  Me ponía una foto de una cafetera clásica de aluminio que había comprado. En Indonesia no debe ser fácil encontrarlas pero por fin la había pillado. ¡¡Madre mía qué pequeño es el mundo!!  ¡¡Y madre mía qué grande es esta montaña!!  Me estaba costando un montón: 26 minutos el último kilómetro... ¡¡Juas juas!!  Se lo tengo que contar a Aritz Egea cuando lo vea, el campeón que este Verano subió y bajó el Perdido desde Torla en un tiempo de 5 horas y 51 minuticos de nada... ¡¡Qué tío!!

Me sorprendió ver un señor camino al conectar con la ruta que sube desde el refugio, no solo había mojones es que era casi una autopista.  Bueno no tanto, pero a partir de ahí mi progresión fue un pelín mejor.  Tanto que sin darme cuenta me encontré arriba de la Punta de las Escaleras.  ¡¡Olé olé!!

Unas nubes que se agarran a las cimas le añaden al paisaje un extra de misterio y peligro.  El primer escalón antes de la Punta de las Escaleras lo he subido sin problemas ni dudas, ahora me dirijo al segundo que es un pelín más cañero (II) pero tampoco ofrece dificultad.  Me veo tranquilo y confiado pero al mismo tiempo alerta.  Eso está bien porque me queda el tercer escalón,  la llave a la cima y el que ofrece más dificultad (III).  La senda y los mojones me llevan directo a la chimena de mis sueños y pesadillas.  Tras echar un ojo me decido por una trepada de las dos que veo posibles.  Hay un paso en el que debo subir bastante mi pie derecho para elevarme hacia el siguiente agarre y cuando elevo el cuerpo noto que quiere darme calambre en el gemelo ¡¡su puta madre!!  Bajo la pierna, estiro un poco y cogiendo aire me elevo de nuevo ¡Ahora sí!  Yupiiii!!!! Es una tontada de paso pero más vale no pensar en quedarme ahí acalambrado...

A continuación proseguiré despacio hacia la cima, estoy cansado y voy despacio pero más feliz que una perdiz porque sé que ya la tengo.

Es la una del mediodía, me ha costado casi 6 horas desde Torla.  Pensaba que siendo una hora tan tardía no habría gente en la cima pero qué quieres: Esto es el Monte Perdido y estamos en Agosto.  Tampoco es que haya mucha gente pero contaré unos quince elementos entre la cima y la antecima. Se está de maravilla y las nubes que antes estaban agarradas se han abierto un poco permitiendo disfrutar del paisaje en todas direcciones. Hace un pelín de fresco pero no me pongo el chubasquero pues solo estaré 5 minutos para hacer cuatro fotos.






 Es la primera vez que bajo al Lago Helado sin pisar nieve ni hielo.  El camino es una pedrera por donde pierdo altura en un pis-pas junto con otro chico que baja súper contento. Me dice que es la primera vez que sube y que le parece una montaña guapísima. Le doy la razón, yo también disfruto este paisaje soberbio de paredes y neveros en el corazón del Pirineo.

Más abajo del Lago Helado, que por cierto lleva deshelado más de un mes, me salen al paso un chico y una chica todo nerviosos: -¡Perdona ¿es este el camino al Perdido?- .  La pregunta se explica porque vienen haciendo un flanqueo desde la cara Sur. Por lo visto se han despistado y han tirado por la Ruta de las Escaleras sin saberlo y ante el segundo escalón se han dado vuelto y desviado hasta aquí.  Eso discurro mientras les prometo que solo tienen 10 minutos al Lago Helado y después un rato más hasta la cima...  Deben ser catalanes porque hablan de "grimpadas" y de sitios chungos.  Les informo que esa también era una ruta posible pero está claro que su idea era subir por la "vía normal".  Lo entrecomillo porque cuando hay nieve son más seguras las "Escaleras" en la cara Sur.



En Góriz me regalo un súper bocadillo de queso, bebo agua y continúo trotando hacia las clavijas de Soaso. En cinco minutos estoy abajo junto a un montón de gente: Cuadrillas de chavales, familias, parejas y excursionistas de todo tipo y condición disfrutan de una tarde de Agosto en la Cascada de Cola de Caballo.  Finalmente paso de más hazañas y decido regresar por el valle que es lo más rápido y cómodo.  Si hubiera tirado de Góriz hacia la Faja de las Flores habría echado cuatro horas más por lo menos...

Más gente todavía en las Gradas de Soaso, y en el Bosque de las Hayas... Y en la Pradera, donde me acercaría al restaurante a echar una coca-cola pero por no ponerme la mascarilla prosigo mi paseo hacia el Camino de Turieto donde puedo volver a disfrutar del Valle de Ordesa para mí solo ¡¡Qué maravilla!!  Si cobraran por venir por este camino lo mismo estaría atestado de paseantes pero esta tarde solo me cruzaré con una familia y un par de chavales que como yo, gozarán de los rincones secretos del Parque Nacional más hermoso de Europa.  Las Cascadas de Abetos, la de Torrombotera y Molinieto resuenan con estrépito a mi derecha.  Me asomo a la última, la de Molinieto, situada a la salida del valle y puedo ver el autobús bajando las cerradas curvas de la carretera para devolver a Torla a los viajeros que quizás no saben lo bonito que es ir andando a la pradera.  Eso sí: Son Ocho kilómetros...
Río Ara y Tozal de Mayo desde el Camino de Turieto

Cascada de los Abetos

Cascada de Molinieto.  Por la carretera baja un autobús.

48 kilómetros y casi 11 horas en mi Garmin y en Wikiloc
Lo más mejor todavía fue el baño que me pegué en el Ara poco antes del Puente de Santa Ana, ¡¡Qué bien!!  Una vez limpio y fresco subí al pueblo, me cambié de ropa y volví al modo civilización.  Y a pensar en la próxima!!


lunes, 17 de agosto de 2020

Peña Canciás

El Sábado me pegué un super madrugón con la idea de acercarme a Torla y desde allí tirar al Monte Perdido para subir por la Ruta de las Escaleras.  Yendo solo me atraía ese punto de riesgo que tiene la trepada del tercer "escalón". Ya subí por allí hace tres o cuatro años y con un poco de hielo donde más falta hacía agarrase, así que estando en Verano, un quince de agosto para más señas, me las prometía más felices.

Pero fue llegar a Torla y ver un cielo de nubes oscuras y amenazadoras. Una sorpresa porque la meteo que había consultado el día anterior hablaba de riesgo de tormentas a última hora del día. Volví a consultarlo y ¡¡Zasca!!  Para las 11 o 12 de la mañana ya apuntaban lluvia, ¡Mecachis la mar! ¿Qué hago...?

Entonces tuve una idea: Bajar por el Valle del Ara hasta Fiscal y allí subir a Peña Canciás siguiendo el recorrido de su Carrera de Montaña.  Una prueba de 27 kmts y más de 1600 mts positivos en la que participé hace mil años, bueno no tantos: En 2004 (Su 2ª Edición), en 2007 y en 2010. Recordaba sobre todo el calor y las miserias de los últimos 4 kilómetros, mayormente en bajada pero con dos o tres pequeños toboganes que a esas alturas se hacen duros, duros...  ¿No quería darme caña? Pues a Fiscal!!

Dejé Torla y sus filas de excursionistas subiendo a los autobuses con destino a la Pradera de Ordesa y bajé por la estrecha carretera hasta Fiscal en unos 20 minutillos. Eran casi las 8 de la mañana cuando echaba a ¿correr? No, a caminar a buen paso con el móvil en la mano para seguir la ruta en wikiloc, porque cualquiera se acuerda del itinerario...  La ruta por cierto se la pillé a mi colega Gorka Aranburo...

Mucha humedad y calor, y muchas moscas y mosquitos también ¡¡Madre mía qué pesados estaban los bichos!!  En mi paseo no me crucé absolutamente con nadie, tan es así que temí encontrarme con un oso o un jabalí hozando en estos bosques cerrados y alejados del mundo.  Lo curioso es que con todo lo salvaje del entorno puedes escuchar el rumor del tráfico que circula por la nueva carretera N-260 que une las comarcas del Alto Gállego y el Sobrarbe a través del túnel de Pedralba (2560 mts de longitud).

Más arriba, los ruidos de la civilización se quedaron por fin atrás (o dentro del túnel mejor dicho) y ya solo se escuchaba el rumor de millones de moscas y los cencerros de las vacas en algún lugar de la montaña.  Una cerrada selva de pino, roble, haya y abeto se levanta en esta montaña, y el paisaje tiene poco que envidiar al del vecino Parque Nacional, solo que aquí lo puedo disfrutar en absoluta soledad como he dicho.

Al llegar a la cima podré distinguir los tresmiles de Ordesa entre nubes que ya empiezan a engordar. Y tanto engordaron que cuando todavía me faltaban dos kilómetros para terminar la excursión sonó el primer trueno y unas gotas gordas empezaron a caer de un cielo con más claros que nubes y que todavía dejaba pasar los rayos del sol.  Cinco segundos más tarde cayó un chaparrón que me obligó a acelerar la carrera.  Una carrera que solo mantuve en los últimos kilómetros y por cierto que esta vez también sufrí en los toboganes de la pista que baja a San Juste, ya en el Valle del Ara.

Al final cinco horas treinta y nueve minutos de paseo, que no de carrera.  En el 2004 con un tiempo de 3:16 fui el 32 de 56 clasificados.  El vencedor en esa segunda edición fue Luis Alberto Hernando con 2:21:38  ¡Qué tío!

Se puede oír los sonidos de la "civilización"

Túnel de Balupor

Cascada del Chorro

Bonitos rincones dentro de la selva...



Una montaña preciosa
Allí abajo está Fiscal y al fondo Monte Perdido
El Monte Perdido, perdido entre nubes


Al otro lado los paisajes de Guara 
El valle del Ara hacia Jánovas

¿Qué pasa pues?


Precioso claro de bosque que atraviesas en la bajada

27,5 kmts en mi Garmin  (no sigáis mi recorrido porque me colé al final y terminé por la carretera).
Mis glucemias regular: 110 a las 4 de la mañana que me levanté a desayunar (me puse 3 uds de novorapid), 101 en Torla a las 7:14,  en Fiscal antes de salir me comí un plátano y con eso llegué a la cima de Peña Canciás a las 11:17 con 130 de azúcar.  Comí un bocadillo de queso con membrillo y algunos frutos secos, pensando que eran muchos hidratos me puse 3 uds de novorapid pero una hora más tarde comprobé que fue demasiada insulina: Mis patas no tenían fuerzas para una pequeña cuesta dentro del bosque y es que solo tenía 61 de azúcar, por lo que paré y me zampé una cuña de dátil con nueces riquísima que siempre llevo para emergencias, de propina tomé un gel y ya con eso fui recuperando hasta llegar a Fiscal.  A las 13:48 tenía 131.  Bueeeno...

Lo malo de una hipoglucemia es que si te pilla bajando a la carrera te puedes dar un talegazo porque vas como borracho...  Pero si estás atento a las sensaciones, las alarmas se disparan sí o sí.

domingo, 9 de agosto de 2020

Excursión al Garmo Negro desde el Balneario

Otro Sábado que ha caído una excursión de las buenas. Huyendo de los calores de Navarra, Adrián, Iván y servidor de ustedes salíamos a eso de las 5:30 hacia Panticosa huyendo de los calores de Pamplona para disfrutar de los calores de Huesca... Y el fresquito de sus montañas.  Nuestros planes eran ambiciosos: Primero queríamos asegurarnos un tresmil para que Adrián, nuestro asturiano preferido, se estrenara en esa altura y ninguna montaña mejor que el Garmo Negro para eso.  Después la idea era tirar al refugio de Bachimaña (2200 mts) para subir el Pico Serrato y la Peña Xuans, ambos con más de 2800 mts.  Calculábamos unos 25 kmts y más de 2500 mts positivos ¡¡Una aventura de tres estrellas!!
En la cima del Garmo. Medio Pirineo a nuestros pies
Las tormentas de la víspera han remojado a base de bien la montaña y cuando ponemos los pies en el balneario a eso de las 8 de la mañana se respira un aire limpio y fresco. Mientras nos preparamos sale un grupo de cinco elementos que venían en otro coche delante nuestro, parecen llevar las mismas intenciones y van en el mismo plan que nosotros: Ligeros y con zapatillas. 

Desde luego no seremos los únicos en subir arriba del Garmo Negro hoy, mientras ganamos altura por el sendero alcanzamos a otros grupos de montañeros de todas las edades y condiciones: familias con niños, veteranos (más que yo todavía), con botas, con mochilas gordas y ligeras... ¡¡Todo el mundo quiere subir esta montaña!! Adrián bromea con el tiempo que nos puede llevar subir a los 3066 mts de nuestro primer objetivo: -¡Manuel Merillas lo hizo en una hora y siete minutos señores, a ver nosotros si lo rebajamos!-. Iván que es un hombre serio no entra en el juego pero yo sí: -¿Dónde hay que firmar para hacerlo en dos horas?-, y es que la subida es muy muy dura, casi vertical. Mis dos compañeros estaban apuntados a la 4K de Tena y hoy que vamos a recorrer una parte de su itinerario podremos comprobar lo exigente que es avanzar en un terreno de alta montaña como este: Pedreras y bloques en los que apenas puedes correr. ¿Correr? ¿Quién puede correr aquí?  ¡Ah sí, el Merillas ese y cuatro locos más como él! ¡Qué tíos! 
Este año se ha suspendido y tal como van las cosas veremos el año que viene. Quién nos iba a decir que además de la manta de supervivencia y algo de dinero sería necesario echar una mascarilla en nuestra mochila para las excursiones...
Aunque llevo la ruta en el wikiloc nos despistamos casi arriba del todo y en lugar de enfilar el barranco que asciende al collado entre Algas y Garmo nos tiramos hacia el Argualas. Es imperdonable con toda la gente que anda hoy por aquí... Y más en mi caso que lo menos he subido seis veces ¡Qué ceporro!
Corregimos el despiste en diez minutos y enseguida estamos en el camino correcto.  Las pedreras finales son penosas de subir y es que debíamos haber ido al collado de Argualas para tirar luego por la cresta a nuestra derecha. Iván y yo corregiremos el rumbo a mitad de ladera pero Adrián que está fuerte como el vinagre se pierde delante nuestra entre otros grupos de montañeros, siendo el primero de la expedición en conquistar este ochomil. Digo tresmil.
Neveros entre Argualas y Garmo Negro

Con Adrián e Iván en la cima

Balaitus al fondo, los Infiernos y los ibones de Pondiellos

Ambientazo en la cima ¡¡Viva el Verano!!
Arriba hace fresco, fresco... Todo un lujo en esta mañana de agosto en la que se alcanzarán más de 35 grados en los valles... Los ibones de Pondiellos debajo nuestra son una postal al pie de los neveros y la marmolera de los Picos del Infierno.  El lago del Balneario que también podemos ver desde aquí, se ve mucho más pequeño y es que está 1400 mts más abajo.  Siempre vale la pena sudar un poco para contemplar estas vistas...
Dejamos la concurrida cima y volvemos sobre nuestros pasos hasta que a cierta altura nos desviamos en dirección a los ibones de Arnales. En esa zona pasamos junto a un grupo numeroso que atiende a un hombre tendido sobre las rocas: Un mal paso ha hecho que se golpeara en la cabeza y no está en condiciones de continuar la marcha.  Les preguntamos si necesitan algo pero nos aseguran que está todo ok, solo esperan que se recupere para continuar.  Una hora más tarde veremos un helicóptero volando por la zona que seguramente acudió a su rescate.
Los picos vecinos apenas son mucho menos transitados. Bajando al collado entre Argualas y Garmo.
¡Qué dura tiene que ser la 4K ¿verdad chicos? Y no quiero ni imaginar la 8K...

Ibón pequeño de Arnales. Precioso.
En nuestro desvío hacia el refugio y lagos de Bachimaña no nos encontramos con nadie, el sendero apenas está señalizado y hay que prestar atención. En cualquier caso la referencia es llegar a los ibones de Arnales y desde ahí tirar hacia las laderas superiores del Circo del Fraile donde enlazamos con el camino principal que sube del Balneario, y de nuevo con las romerías de excursionistas, por supuesto.
Beberemos una jarra de cerveza (4 pavos) pero medio litro de este elixir de cebada aquí arriba es un lujo que no puede igualar la mejor terraza de Pamplona o Nueva York ¡Qué bien se está!  Lo malo es que mientras pedíamos las bebidas Iván y yo, uno de los guardas al escuchar nuestros planes de subir hacia Serrato y la Peña de Xuans nos advierte que hay alerta por tormentas para las tres de la tarde, son algo más de las 12 y calculamos que nos quedan unos 1200 mts de positivo de modo que renunciamos a continuar. Debo reconocer que mis patas se alegraron no poco. Adrián protestó mostrando que en su aplicación "Forecast" las tormentas se preveían para última hora de la tarde pero finalmente optamos por regresar al Balneario tirando por el Camino de los Machos, que baja por la ladera opuesta al GR del camino normal y apenas está transitado.  Además ofrece unas vistas del macizo Argualas-Garmo Negro que no pueden verse desde el otro. Decidido, para abajo.
Bajando por el Camino de los Machos: Circo del Fraile y encima suyo el refugio de Bachimaña, mimetizado con el paisaje.


Rincones secretos en el Camino de los Machos



Lo mejor fue que llegamos al Balneario con tiempo para darnos un baño recuperador en las frías aguas del Caldarés y sobre todo a buena hora para comer en un restaurante que teníamos fichado por su buen precio y mejor trato: El Molino de Escuer, donde nos atendieron de maravilla.
Finalmente las tormentas debieron caer más tarde, pero eso ya no importa. Las montañas siguen allí. Y volveremos.
16 kmts y 1600 mts positivos

Recuperando sales, calcio, estroncio y sobre todo ternasco...

Mis glucemias bastante bien: 118 a las 4:30, desayuno café y frutos secos con 3 uds de novorapid. 90 a las 7:27 y en el balneario. 164 a las 9:12 por la majada alta y 116 en la cima, donde he comido unas nueces y tres onzas de chocolate 92% de cacao.  A las 11:16 antes de llegar al refugio de Bachimaña tenía 111, en el refugio ha caído la jarra de cerveza y un bocata de queso con pan de centeno -me he puesto 3 uds de novorapid. A las 15:04 de regreso en el balneario tenía 64 pero he aguantado hasta la comida donde ha caído una ensalada de tomate, ternasco con patatas y un flan de café todo rico riquísimo con 4 uds de novorapid.  En casa a las 19:35 tenía 124