I Edición de esta bellísima carrera que discurre por la Sierra de Manchoya y que sube hasta el Pilupín desde Linás de Broto. Estas montañas siempre las hemos mirado de reojo cada vez que nos hemos comido el Puerto de Cotefablo para ir a Ordesa. Y digo de reojo porque si conduces no puedes despistarte un segundo de las tropecientas curvas que retuercen la carretera para subir y bajar el puerto. En estas cimas ya estuve hace muchos años con mi amigo Felipe de Sabi. Fue una excursión preciosa en una mañana de mayo y disfrutamos con las formidables vistas de las paredes y cimas de Ordesa: La Brecha de Roldán se veía cubierta de nieve y hielo por la tormenta de la noche anterior y parecía que podías tocar el Monte Perdido. Por supuesto el paisaje en las demás direcciones era igualmente espectacular: Sierra de Guara al Sur, Oroel, Telera y Collarada hacia el Este... Un horizonte de montañas.
Muchos años desde entonces y gracias a que los amigos de Linás se han lanzado con todo el entusiasmo del mundo en una organización perfecta he podido volver a recorrer los cordales de esta Sierra.
Desde Pamplona partíamos a eso de las 6:40 de la mañana del domingo tres Amigos de la Vuelta del Castillo: Arturo Rubio, Fernando Zaratiegui y servidor de ustedes hacia Linás. Confiábamos en dejar atrás las altísimas temperaturas que llevábamos sufriendo desde el viernes. Sólo el día anterior habíamos alcanzado 40,3 grados con los que se igualaba la más alta registrada en la capital navarra en no sé cuántos años.
Cuatro campeones de la Vuelta del Castillo: Juan Martín Tirapu, Carlos servidor de ustedes, Arturo Rubio y Fernando Zaratiegui |
Al llegar a Linás poco antes de las 9 de la mañana comprobamos que allí, a más de 1200 mts de altitud habían podido dormir mejor que nosotros, pues se respiraba bastante más fresquito. Nos indicaron la dirección de un extenso prado para aparcar y nos dirigimos a la casa donde la organización repartía los dorsales. Nos encontramos con otro amigo de la Vuelta: Juan Martin Tirapu que venía desde Jaca, así como con Samuel, de Sabi y con Victoriano, Miguel Angel, Pantoja y Jorge de Zaragoza ¡¡esos Sarrios!! Y con Antonio Sanz, también de Zaragoza, pero que lleva alguna semana de vacaciones en Benasque, ¡y bien que se le notó con el tiempazo que hizo! Cómo no, ha venido Ramón -Monrasin- el mejor reportero del mundo mundial, que tras saludar al personal no perderá tiempo y subirá al Pelopín para sacarnos nuestra peor cara con su cámara. Muchas caras conocidas: Teresa Forn, Isabel San Juan... ¿y ese no es Raúl García Castán? ¡¡Sí!! El campeonísimo de las carreras por montaña ha dejado sus montes de Segovia para acercarse al Pirineo Aragonés ¡¡muy bien!! Raúl descubrirá las montañas más bonitas y demostrará que sigue en buenísima forma entrando en meta con más de 11 minutos sobre su perseguidor El Habib Bouali que no está cojo ni mucho menos... Yo entraría una hora más tarde haciendo un tiempo de 03:12:03 ¡¡¡ ufffff !!!
Miro mi glucemia: 108 a las 9:01, así que me bebo medio litro de Isostar fresquito y 5 minutos antes de la salida un té caliente con azúcar obsequio de la organización ¡¡muchas gracias!!
Unas nubes de calor dejan caer unas gotas pero no nos asustamos. Ojalá cayera un aguacero que buena falta le hace al monte... Pero ya se han disipado cuando a las 9:30 salimos a la carrera desde el pueblo. ¡¡ánimo valientes!! La temperatura no es muy alta todavía y además vamos a la sombra... y además vamos cuesta abajo. Un par de minutos hasta cruzar el río y emprender un suave ascenso por una pista. A los cinco minutos sudamos como ceporros pero nadie se queja, ¡no queda tela ni nada! Voy cómodo dentro de un grupo de corredores, todos hemos encontrado nuestro sitio y no hay cambios de posición. En esto que me encuentro con Pantoja, que tiene molestias en el tobillo y deja aquí la carrera ¡qué mala suerte! de todos modos se subirá al Pelopín para animarnos. ¡qué tío!
Kilómetro 5, avituallamiento líquido, sólo agua ¡pero qué rica! dos vasitos y adelante. Me ha pasado una chica de pelo rubio y corto a la que tomaré de referencia unos minutos, más arriba empieza un sendero y la podré adelantar pues consigo mantener un ritmillo decente en la subida, a ver cuánto aguanto corriendo, me digo, animado con las buenas sensaciones que pese al calor noto en piernas y caja. La catalana Teresa Forn me sigue de cerca y no tarda mucho en pasar delante mía. El sendero que discurría por una sombría selva nos ha llevado hasta uno de los contrafuertes del Pelopín: El Serrato de Yosa y ahora continuamos subiendo por un terreno más puñetero, una especie de escalera de losas en las que es muy difícil mantener un ritmo uniforme. Todos caminamos agachando la cabeza salvo en algunos rellanos donde corremos unos metros.
Parece que vamos a seguir subiendo así hasta la cima de Pelopín pero entonces un desvío nos lleva de nuevo para abajo. Otra vez nos metemos en la oscuridad del bosque y podemos disfrutar de un largo descenso por un estrecho sendero que traza varias zetas en la ladera. El piso es bueno y se puede correr muy a gusto, me sorprende alcanzar a Teresa y me pondré delante suya hasta llegar abajo, donde paramos un segundo en el avituallamiento líquido y sólido: Trozo de melón, dos de naranja y dos vasos de acuarius y seguimos corriendo. A los pocos metros un corredor cae al suelo cuan largo es, me paro y le ayudo a levantarse, pero no le hace falta y los dos seguimos a toda pastilla.
A toda pastilla hasta que enfrentamos la larga subida al techo de la carrera: Tenemos 700 mts de desnivel hasta la cima del Pelopín. El bosque se queda debajo nuestro y no hay sombra que nos resguarde del sol, ya muy alto en el cielo, pero afortunadamente un fresco viento de Sur nos aliviará durante toda la subida.
Muy, muy arriba hay unos voluntarios que nos ofrecen agua, trago dos vasos sin respirar ¡¡muchas gracias!! Teresa llega detrás mía y les pide la botella, aquí todos sufrimos el calor y la sed.
Estamos muy altos y mirando hacia atrás contemplo unos segundos las montañas de Ordesa, la calima y el contraluz no dejan que se vea muy bien, pero ahí está la Brecha y todos los tresmiles: desde el Gabieto hasta la Punta de las Olas. Precioso.
Tan bonito como llegar a la cima y recibir los ánimos de Pantoja, Ramón y los voluntarios del puesto de control. Nos indican que ahora viene una bajada y que pongamos cuidado para no rompernos nada. ¡¡Vale!! ¡¡hasta luego!!
Es un placer tirarse por estas laderas de tasca donde, efectivamente hay que tener cuidado con los escalones y agujeros que la hierba no deja ver, pero donde nos recuperamos del durísimo esfuerzo de la ascensión y podemos coger un poquico de velocidad. El paisaje es soberbio y mientras saltamos y corremos podemos admirar toda la muralla de la Sierra Tendeñera, una verdadera pared que delante nuestro se levanta por encima de los 2800 mts.
Hace más calor, el viento no nos alivia ahora, bien porque nos da a la espalda o por que vamos al abrigo de una ladera, el caso es que hoy nos vamos a poner muuuuy morenos.
Otro avituallamiento sólido y líquido, el plátano no me apetece y me tiro a la naranja y al melón, un vaso de agua otro de acuarius y patas para qué os quiero. ¡¡Adios!!
No todo va a ser bajar hasta Linás, nos quedan algunos kilómetros y sufriremos en dos o tres toboganes. Al enfrentar una subida de 200 metros hay dos voluntarios provistos de botellas de agua ¡buena idea! un buen trago y para arriba. - ¿Es esta la última subida? - pregunto esperanzado. - ¡No, todavía tienes otra! - me contestan. En fin, vamos allá. Cabeza gacha y manos a las rodillas...
Podemos escuchar al espiker en la meta de Linás, aclamando a cada corredor que termina la carrera. Pero a nosotros todavía nos quedan 5 kilómetros. Teresa Forn me ha adelantado en una bajada y ya no la pillaré hasta la meta donde me sacará 2 minutos. Hablando con ella me explicará que en el primer descenso, donde la adelanté, iba reservando. Chica lista y una campeona por cierto que hace unas semanas se las vio con el Ultra-Trail de Emmona.
Muchísimo calor en los últimos dos kilómetros en los que todos buscábamos el agua. Pero para mí casi mejor, porque sé lo malo que es llenarse el estómago de líquido, algo que no puedes evitar cuando la boca está seca como la mojama. Aguantaremos.
Y llegaremos al pueblo, cuyas calles están muy animadas pese a las altas temperaturas, chicos y mayores nos animan aplaudiendo y batiendo cencerros pero... Pero dejo de correr porque hay una cuesta para arriba con la que no puedo. Sé que sólo pueden faltar 200 metros y apretando los dientes logro correr unos metros. Sólo unos metros porque el corazón me estalla. Otra vez echaré a andar y sólo conseguiré correr en los últimos 10 metros antes del arco de meta. ¡¡Todo sea por la foto!!
Lo mejor vendría después, con el buenísimo ambiente de voluntarios, público y corredores, más animado aún con el almuerzo ofrecido por la organización en el que no faltaba de nada. Hubiéramos podido perdonar la comida porque había de todo: cerveza, refrescos, tortillas, chorizo, patatas fritas, frutos secos, ensaladilla rusa, tomates, pepinos... de todo, de todo. Pero la comida no la perdonamos, vean sino las fotos más abajo...
Todo el pueblo volcado en esta jornada festiva. Ahí arriba está nuestra montaña preferida. |
¡¡ Qué banquete!! ¡¡Muchísimas gracias!! |
Buen humor, chicas guapas y simpáticas y Ambar 2, la mejor cerveza del mundo. ¿qué más queremos? |
Ramón "entrevistando" a la campeona Teresa Forn |
En la foto no caben más campeones: ¡¡Y yo feliz entre Pilar Prades y Raul García Castán!! |
Pudimos felicitar especialmente a nuestros colegas veteranos: Jesús Sánchez -Samuel-, Victoriano Arazo y !!Fernando Zaratiegui!!, Primer, segundo y tercero de su categoría. Felicidades sobre todo a Fernando, que a pesar de los problemas que tuvo con sus zapatillas, llegando casi cojeando, consiguió pillar ese merecidísimo tercer puesto. ¡¡Bravo campeón!!
Y felicidades a Raúl García por supuesto y a El Habib Bouali y Roberto Prades, los tres campeones en la Absoluta. Y a las chicas más valientes: Isabel San Juan, Pilar Prades y Teresa Forn. Y a los 77 campeones que llegamos a la meta. Todos disfrutamos de una jornada de cuatro estrellas con la gente de Linás y con sus montañas. ¡¡Muchísimas gracias !!
En el albergue El Ultimo Bucardo de Linás comimos de MARAVILLA |
¡¡¡¡ Cómo estaba el ternasco con patatas !!!! |
Mi glucemia en meta a las 13:10__ 136 , así que me puse morado comiendo y bebiendo. Antes de la comida me puse 6 uds de novorapid y en casa a las 20:31 tenía 102. ¡¡¡Bravo!!!
En la página de la carrera tenéis todas las fotos y vídeos de la jornada. Pero sobre todo es chulo ver cómo sube Raúl Gª Castán: