Correr, caminar, pedalear, trepar, nadar, saltar...Trabajar y VIVIR. La diabetes, una anécdota.

Siempre y cuando controlemos el ejercicio y nuestra glucemia en sangre. Esta enfermedad que junto con la obesidad está considerada la epidemia del siglo XXI permite llevar una vida activa perfectamente normal gracias a médicos e investigadores, profesionales apasionados que no dejan de trabajar para que mañana sea de verdad una anécdota. Hay dos tipos principales de diabetes: Tipo I y tipo II. La primera es la mía, la insulino-dependiente o también llamada infantil, porque en un alto porcentaje de casos se presenta a edades tempranas, aunque yo "debuté" con esta enfermedad a los 44 años. Mi sistema inmune falló y atacó a las células del páncreas que producen la insulina sufriendo a continuación los tres síntomas del libro o las "tres Pes": Poliuria (orinar mucho), Polidipsia (sed horrible a todas horas) y Polifagia (hambre, hambre, haaaambre).



¿Porqué a mí? Pensé. A mí que toda la vida he hecho deporte, que sólo tres meses antes terminé mi Cuarta Maratón en Donosti, a mí que no fumo, a mí que soy un chico formal: Buen padre y ejemplar esposo, a mí que hago la declaración de renta puntualmente y pago la contribución urbana y el impuesto de circulación religiosamente cada año... ¿Porqué?



El estrés que tantos sufrimos en mayor o menor grado, herencia genética, un catarro mal curado, la contaminación, el agujero de la capa de ozono... Médicos, familiares, amigos, vecinos y yo mismo apuntamos una u otra causa, pero lo cierto es que daba lo mismo. El caso es que mi cuerpo -mi páncreas- casi no tenía reservas de insulina y que ya no iba a producir más -o muy poca- y que iba a necesitar "pincharme" insulina todos los días.

lunes, 30 de enero de 2012

Descubriendo montañas: El Perdón - Erreniega


En la oscuridad de la noche invernal, a la luz de los frontales descubrimos otra montaña, sensaciones nuevas y  el placer de correr en absoluta soledad por caminos y pistas.  Además la noche de este Sábado 28 de enero ha resultado ser invernal de verdad -o casi, habida cuenta del Invierno tan tonto que está haciendo-, aunque a la mañana estaba despejado, enseguida han empezado a llegar las nubes del Cantábrico sobrevolando las Sierras de Andía y Aralar hasta cubrir el cielo en la Cuenca de Pamplona.  Taparse el cielo y caer pequeñas borrascas de agua era todo uno, despejaba y salía un poco el sol hasta que venían más nubes, así se ha pegado todo el día y ha hecho bastante fresco: no se habrán superado los 6 grados.

David Salinas y yo habíamos quedado para salir a dar un "paseo" nocturno saliendo a las 8 de la tarde desde la puerta de casa, en Zizur Mayor.  A las 6 estaba jarreando bastante y me ha llamado por teléfono para confirmar: -¿qué, cómo lo ves? ¿salimos o lo dejamos para otro día? - Dudaba mi vecino.  - ¿Dejarlo? ¡Venga ya tío, si tampoco llueve tanto y son borrascas sueltas! ¡Vamos para arriba y sobre la marcha decidimos! además, hoy no he hecho nada.-  Le contesté convencido.

Dicho y hecho, a las 7 lo tenía todo preparado, mi glucemia 140, me he comido un bocata de jamón y dos naranjas y me he puesto 4 uds de novorapid seguidas de 8 de lantus -de normal me pongo 5 ó 6 uds de rápida en la cena y 10 de lenta-. Lo cierto es que no tenía muy claro lo de las insulinas y en vista de cómo he ido luego pienso que me he puesto demasiada rápida y que la lenta la podía haber dejado para más tarde, en fin.

A las 8 en punto me reunía con mi compa de aventura en la esquina de casa, nos hemos echado unas risas con el típico rollo de cualquiera que nos vea llama a los loqueros, mira que estamos mal y tal y cual, pascual.   Un repaso al equipo: Mochila con el Camel, barritas, geles y frontales.  Guantes y gorro por supuesto, chubasqueros,  David lo tenía puesto y le he aconsejado quitarlo, pues entonces no llovía y subiendo sobraría.  Yo llevaba dos camisetas técnicas de manga larga y también dos mallas, las primeras térmicas, me habría puesto las polainas para el barro pero no las he encontrado... bueno, una vez comprobado que lo teníamos todo -o casi todo-  hemos empezado la carrera por el parque en dirección al Camino de Santiago que discurre por un extremo de la urbanización.


A los pocos minutos de subida me he notado más flojo que ningún día, fijo que me había puesto demasiada insulina para la poca "cena" que he comido por no pensar en que ayer salí una hora y media a correr con una máquina que se llama Karlos Lizoáin, otro amiguete de Zizur que corre en 1ª división  - 01:19 en las medias y tal -, fuimos a un ritmo tranqui para él y muy fuerte para mi, pero terminé encantado de sobrevivir y de sumar un entreno "tres estrellas".   

Además David se ha ganado el título de "hablador de la pradera" ganando por puntos a Edorta, a Karlos y a cualquier otro compañero de carreras con quien haya ido últimamente.  ¡¡Madre mía qué manera de hablar!!  Subiendo a Galar hay cuestas de las buenas y ni ahí callaba, yo venga a resoplar intentando contestarle monosílabos - son mi especialidad-, pero a duras penas lo conseguía.  Ufffffff...   

Pasado Galar (548 mts) la pendiente se acentúa y pronto nos hemos visto subiendo por rampas de más de un 20% donde de común acuerdo nos hemos puesto a andar.  Empezaba a chispear algo de lluvia que al poco tiempo se convirtió en una débil lluvia pero seguimos sin chubasqueros pues con el trabajo de la ascensión nos hubiéramos mojado el doble, además el aire Norte nos venía de espalda y casi ni lo notábamos, menos aún al entrar en el bosque.  Las luces de Zizur y Pamplona cada vez más abajo y más lejos.  La lluvia pasó a ser nieve pero no cuajó hasta más arriba, donde los bojes empezaron a lucir un bonito pijama blanco.  







La flojera superada pues para entonces ya llevaba dos barritas de frutas, dos pastillas de gluco-sport y bastantes tragos al isostar del camel.  Eso sí, David seguía hablando más que yo, pero lo cierto es que los dos  subíamos muy animados por el sendero comprobando que era fácil orientarse en el mismo.  Con más nieve habría sido otra cosa, pero entonces no habríamos ido por aquí.

En la parte final la nieve arreció y al coronar el techo de nuestra excursión pisábamos en un par de centímetros de nieve.  El viento arriba era muy fuerte por lo que rápidamente nos pusimos los chubasqueros y cogimos la pista de cemento de los molinos iniciando el descenso hacia el Camino de Santiago, a los "muñecos" famosos.  Corríamos ahora al resguardo del aire y había dejado de nevar pero teníamos  otro problema: La niebla, donde las luces de nuestros frontales rebotaban impidiendo la visión, optamos por apagarlos y de algún modo como íbamos por la carretera que ya no tenía nieve pudimos seguir.   Las luces de Pamplona podían verse reflejadas en las aspas de los molinos y con los ojos fijos en el negro del asfalto corríamos a gusto, disfrutando.  Habíamos dudado en tomar otra dirección hacia Subiza o Arlegui pero decidimos que bajando hacia el Sur en dirección a Puente tendríamos mejor tiempo como así fue.  David llamó por teléfono a un amigo suyo de Uterga y quedó con él en la sociedad del pueblo para tomarnos unos cafeses.  Así que con la ilusión de un café con leche caliente bajamos del monte en cuatro patadas y con el mejor humor del mundo.

Eran las 10 de la noche cuando llegábamos a Uterga y sin dudarlo entramos en la sociedad que por cierto, estaba a rebosar de personal.  Una cuadrilla se disponía a cenar mientras otros grupos seguían atentos un partido de fútbol en la tele, parroquianos en la barra... en fin, una animada noche de Sábado como otra cualquiera y de pronto dos marcianos con bombillas en la cabeza, mojados y sonrientes.  Y más sonrientes aún cuando nos sentamos a la mesa para tomar el prometido café caliente  ¡qué rico!  además cayeron unos frutos secos, membrillo y media naranja ¡unmmm!  Me tomé la glucemia: 134.  Un rato de charla con dos colegas de David y enseguida listos para regresar.


La subida se nos hizo más corta y menos dura de lo esperado, corriendo en los llanos y andando en los repechones, sobre todo en la parte pedregosa con escalones.

En todo el descenso a Uterga y regreso no llovió ni nevó una gota, pero fue subir arriba y asomar a Pamplona para que un violento aguanieve nos golpeara duramente, castigándonos sobre todo la cara.  Con los ojos entrecerrados emprendimos el descenso casi a tientas pero sin mayores contratiempos.  Algo de barro, alguna piedra y muy poca luz hasta que entramos en las primeras calles de Zariquiegui (630 mts).  Ni un alma en este pequeño pueblo, el más alto de la zona y con las mejores vistas de la Cuenca de Pamplona.  Por eso y porque otra vez deja de llover podemos correr con todo el escaparate de luces de la región.





Algo más de las 11:20 de la noche cuando llegamos a casa.  Muy buenas sensaciones a pesar del mal tiempo y tanto David como yo con ganas de repetir:  correr en la noche ha sido correr por sitios nuevos y mágicos.  Mucha suerte en la Hiru-Aundiak a todos los locos que como David, buscáis la vuelta a los relojes para compaginar el ocio y las obligaciones.

Mi glucemia en casa: 81, me he puesto 2 uds de novorapid y 2 uds de huevo frito con jamón ¡Ah sí! y otra unidad de San Miguel.  Bien, bien, bien.   Hoy Domingo he amanecido con 104.  Bien, bien, bien.

Distancia y desnivel calculado chapuceramente con el Google Earth.
A David le salieron casi 28 kmts con el Garmin.  


¡¡ Y el domingo que viene la Media Maratón de Granollers !!  Bien, bien, bien !!!!!

martes, 24 de enero de 2012

Entrenando por el Perdón, otra vez.

Pero esta vez desde Puente la Reina y pasando primero por Ipasate y Kalaberagain, los altos que destacan a la derecha del Perdón si miramos desde Pamplona y a la izquierda si lo hacemos desde Puente - Garés.

Las 7:30 del Sábado cuando aparco el coche cerca de la casa de Edorta, que con puntualidad británica ya está preparado.  Esta vez no hace mucho frío - 8 grados -, pero en Zizur caía una chispa de agua -txirimiri-.  Aquí en Puente no llueve, pero el cielo también está muy cubierto y hay nubes bajas agarradas en los altos.

Casi 24 kmts.  2 horas 21 minutos.

Arrancamos al trote por pistas entre fincas, llaneando al principio y cuesta arriba después.  La subida es muy tendida, uniforme y sin escalones, pero eso sí:  Edorta sigue siendo un gran conversador y yo sigo siendo el rey de los monosílabos: - ¡Sí!, ¡vale! ¡Ah, bien! ¡ Uffffffff ...!, - Siento pesadas las patas y la caja pequeña para todo el aire que necesito.  Hay algún llano todavía antes de subir arriba ¡y alguna bajadica! donde me recupero.  Los frontales hoy sí son necesarios pues aquí el monte está más oscuro que en el otro lado que mira hacia Pamplona y además el piso es más irregular.

A nuestra derecha, hacia el Este el cielo se enciende rojo y anaranjado:  Empieza a clarear y podemos apagar las luces.  Hay encinas y pinos, cada vez más espesos y estamos bastante altos.  Nos metemos en la niebla y enseguida escuchamos el rumor de los molinos, los gigantescos aerogeneradores que aquí también jalonan las cimas de la sierra.

El camino aquí arriba no es muy claro en medio de la niebla pero Edorta se lo sabe de memoria y tras parar un instante, él para comer una barrita y yo para echar un buen trago al isostar, nos tiramos a la carrera, ahora cuesta abajo, en dirección al Alto del Perdón, el puerto por donde pasa la vieja carretera nacional, casi desierta ahora junto a la autovía que más allá pasa la sierra por sendos túneles de más de un kilómetro de longitud.

Pasaremos sobre la vieja carretera y seguiremos por la línea de cumbres, ahora en dirección al alto donde cruza el Camino de Santiago, donde el monumento a los peregrinos, también llamados los muñecos.  Pero antes de llegar allí podremos disfrutar de buenas carreras por senderos, asomando al vacío sobre la ladera Norte de la Sierra, pero sin mayores peligros ni cuidados.  Un alto en "los muñecos" para hacernos cuatro afotos y para abajo, porque al igual que la semana pasada no se ve el paisaje y hace frío.  ¡¡Brurrrrrr !!  ¡¡Vámonos!!





No hay rastro de peregrinos hoy aquí arriba, ni tampoco vemos ninguno en nuestra veloz carrera camino abajo por el pedregal que cubre esta pista que desciende entre encinas y enebros.   Enseguida dejaremos la niebla detrás y encima nuestra y pasaremos a galopar entre campos de cultivo.   Uterga (493 mts), Muruzabal (444 mts) y Obanos (412 mts)  están tranquilos en estas primeras horas del Sábado, algunos vecinos transitan sus calles, entre palacios de armería, pórticos de piedra e iglesias que bien podrían pasar por catedrales.  






Nuestra rápida etapa jacobea pronto nos lleva a Puente la Reina (344 mts) , la capital de la comarca, a donde llegaremos poco antes de las 10 de la mañana.  Edorta me había prometido un almuerzo por todo lo alto, así que antes de ir a su casa nos acercamos a la calle mayor donde nos hicimos con la  barra de pan que mejor me ha sabido esta semana:  ¡qué huevos fritos! ¡qué salchichas!   Muchas gracias Edorta, Teresa y Martina !!!!!!!!!!!!!!
Iglesia del crucifijo, en Puente la Reina

Vista desde el otro lado del pasadizo.


Unas pocas fotos más .


Mis glucemias:  130 por la mañana antes del desayuno (6:15)  y 50 antes de sentarme a almorzar con Edorta.  No me puse insulina y en mi casa a eso de las 12 tenía 200, bueeeeno, me puse 2 uds de novorapid y me comí una naranja, que dicen tiene vitamina C, je, je...

Durante el "paseo" sólo bebí isostar del camel y al final, pasado Obanos comí una tableta de gluco-sport.  Todo el tiempo buenas sensaciones, salvo la subida que iba matao....  pero no era por hipo sino porque soy un pelao y tengo que entrenar más.

martes, 17 de enero de 2012

Entrenando por el Perdón



Sábado 14 de enero, he quedado con Edorta para enseñarle una de mis rutas preferidas desde casa.  Se trata de subir a lo alto del Perdón: La Sierra del Perdón o de Erreniega es una montaña de 1030 mts de altitud que cierra la Cuenca de Pamplona por el Sur.  Hace muchos años su alargada cuerda cimera fue cosida con molinos de viento que se sumaron a las antenas de radio y televisión existentes.  En la vertiente norte de esta sierra que mira a Pamplona, quedan trozos del monte original formado por quejigos y encinas; las inevitables repoblaciones de pinos añaden tonos oscuros al puzzle forestal,  roto aquí y allá por antiguas roturaciones de las que resultan numerosas fincas sembradas de cereal, colza o girasol.  En mis entrenos por aquí he podido ver fugazmente corzos y perdices, además de liebres y conejos.  En el cielo no es raro ver la silueta de milanos, águilas, cernícalos y buitres.  En una ocasión me encontré el cuerpo de un búho real -gran duque- muy cerca de los aerogeneradores ¿un accidente con las aspas?  Es el precio que debemos pagar por el progreso, el jodido progreso...   Cuando mi carrera me lleva por dentro del bosque más cerrado, si voy sólo procuro echar voces de vez en cuando, no me gustaría encontrarme con un jabalí...  Eso sí, tampoco fue agradable pasar por medio de una cacería el día después de Navidad:  los cazadores me dijeron que todavía no habían comenzado pero pasar al lado de tres grupos de hombres armados y vestidos como para la guerra, apostados a lo largo del camino,   me dio alas para bajar más rápido que ningún otro día de la montaña.

Unos 2 grados positivos a las 7:30 de la mañana, es noche cerrada así que los dos llevamos el frontal puesto. No obstante comprobaremos que no es muy necesario pues la primera parte de la ruta discurre por buen camino y pistas de piso blanco por las que vemos bastante bien:  Las nubes que tapan el cielo reflejan parte de las luces del pueblo y de la ciudad próxima.  Sopla algo de norte pero como lo llevamos de espalda no pasamos frío enfrentando las primeras rampas que conducen a Zariquiegui, sólo adelantamos dos chicas que también suben a buen paso y en animada conversación. - ¡¡ Adiós, adiós!! -.

Edorta ha venido desde Puente la Reina, desde donde también sube al Perdón para recorrer justo la ladera opuesta a la mía.  Por el Sur el monte baja más tendido hasta los pueblos de la comarca de Valdizarbe y Puente la Reina.  Sus entrenos le suponen algún kilómetro más que a mí, porque Puente -Garés-, está algo más alejado.  Quedamos en que la próxima vez me acercaré yo a su pueblo para conocer su ruta.

Ya se ve perfectamente cuando llegamos a Zariquiegui aunque las farolas siguen encendidas.  Al lado de la iglesia giramos 90 grados para enfrentar una fuerte subida a la nueva urbanización que se levanta encima del pueblo.  Dejamos pues el Camino de Santiago que nos conduciría a los famosos "muñecos", un monumento bastante majo y simpático colocado arriba de la sierra.  Nosotros asomaremos bastante más arriba.  Cuesta subir por esta pista agrícola que en algunas partes tiene un 24% de desnivel.  Edorta va muy bien, pero con gran alivio por mi parte compruebo que deja de hablar, así que ya no me tengo que esforzar contestando monosílabos entre los jadeos que llevo dando hace rato. ¡uffff!   En las zonas más pendientes él va andando mientras que yo corriendo sólo consigo adelantarle unos metros y muchas veces ni eso: Sería curioso un vídeo que nos sacara a él andando y a mi corriendo a la par...

Nos hemos metido en las nubes y el aire Norte pega más fuerte ¡y más frío!, todo está blanco por la escarcha: los pinos, los bojes, la hierba...  Aquí arriba hace mucho frío.  No paramos al llegar a los molinos y cambiando de dirección enfilamos la estrecha pista de cemento que discurre por su base, son cuatro los molinos que tenemos que dejar hasta llegar a la cima de nuestra excursión.  El viento arrecia pero más arriba el bosque nos protege bastante y la cosa mejora:  Yo voy de cine con mis dos pares de mallas, una térmica debajo y la normal encima; pero Edorta va con pantalones cortos ¡¡está loco este tío!!  Bueno,  yo cuando era más jóven también era más temerario y valiente...

Bajando por la pista hacia Galar

El Cabezón de Echauri y las Sierras de Sarbil y Andía en el horizonte.

Llegamos por fin al techo de nuestra excursión -1010 mts aprox.- y comenzamos el descenso por un estrecho sendero.  Hay que cuidar donde pones los pies pero afortunadamente a pesar de que todo está helado no te resbalas casi nada.  Rápidamente llegamos a una pista que discurre llaneando a media ladera y tiramos por ella hacia nuestra izquierda hasta que llegamos a la señal indicadora del sendero local que baja a Galar.  Ahora viene la parte más chula: descendemos por entre un cerrado bosque de bojes, quejigo y encina.  El camino es sinuoso y está tapado de hojas. En "dos minutos" llegamos a una pista que desciende a Galar en empinadísima pendiente por la que nos tiramos a toda pastilla y en otros "dos minutos" ¿o son tres?  llegamos a este pequeño y tranquilo pueblo cuyas calles están absolutamente desiertas.   Nos tiraremos ahora por otra pista que va a conectar con la principal que es por la que hemos subido al principio.  Es entonces cuando nos cruzamos con Alberto Vela, que sube también a la carrera muy bien acompañado por su perrita Maiden:  una joven Collie que si su dueño no la hace polvo corriendo va a salir una campeona.  Alberto no ha querido madrugar tanto como nosotros, ya le habíamos invitado pero lleva toda la semana madrugando y hoy ha preferido descansar un poco más.  ¡¡Menos mal!!  Nos despedimos, él para arriba y nosotros para abajo ¿y Maiden?  con su dueño claro, aunque más le valdría venirse con nosotros...
Edorta, Alberto Vela y Maiden.

Sonríe Edorta que esto ya está...  A la pobre Maiden aún le queda un buen rato.

Llegamos a Zizur a eso de las 9:30  ¡¡ya tenemos hecha la faena!!  ¡La próxima aventura desde Puente la Reina!  Un placer Edorta.


Aprovecho para comentar que el pasado domingo 8 de enero participé en el Cross de Reyes de Larraga, una explosiva carrera que en un circuito urbano de 7400 mts de distancia nos llevó por las calles de este pueblo de la ribera media navarra que como casi todos los de la zona se levantan en un alto.  El resultado es una prueba durísima pues los corredores deben enfrentar cuatro veces unas cortas subidas de más de 20 mts de desnivel entre la calle principal y las del barrio alto -o como se llame-.

Como había premios en metálico un nutrido grupo de atletas marroquís copó los primeros puestos, cuatro de ellos nos doblaron a Nacho, Félix y servidor en la tercera vuelta.  Con estos dos vecinos de Zizur corrí las dos últimas vueltas y gracias que me esperaron y me animaron porque como casi siempre hago salí "escopeteao" a un ritmo que no pude mantener.  Y es que en la salida tomé como referencia a Alberto Alfaro, un veterano del Club Atlético Lerinés al que sólo pude mantenerle el ritmo la primera vuelta.  En la segunda atravesé ese desierto que consiste en ver cómo te pasan corredores, uno tras otro, sin poder coger ningún grupo hasta que me alcanzó Félix García, mi amigo de Atletismo Zizur que bien acompañado de Natxo Valencia me animaron a unirme a ellos hasta la meta.  ¡¡Muchas gracias campeones!!    En esa última parte también compartí jadeos y sudores con Aitor Murua y Rakel, de Legazpi, una pareja majísima que se acordaban de mí de la Canfranc-Canfranc de los últimos dos años.  Los dos se han inscrito para la Hiru-Andiak de este próximo verano, una carrera a la que yo todavía le tengo muuuuuuucho respeto, lo mismo que   a la Eun-Millak  ¡¡madre mía!!  ¡¡Muchísima suerte Rakel y Aitor!!  ¡¡A por todas!!

Mi tiempo fue de 31:29 minutos en meta.  Más me vale entrenar un poquico el asfalto para llegar más fino a Granollers si quiero mejorar mi tiempo de 01:28:15 del año pasado !!!!   Clasificaciones del Cross aquí.

En segundo plano mi compañero del Club Atletismo Zizur-Celigüeta
¡¡¡ Bravo Félix !!!

Glucemias del Sábado 14 en el entreno del Perdón:  160 antes de desayunar.  Me puse 3 uds de novorapid; 74 a las 9:50 ya en mi casa.  Durante el entreno sólo tomé una pastilla de glucosport.  ¡Ah! las 10 uds de lantus que me pongo a la noche, las reduje a 8 en la víspera.

jueves, 5 de enero de 2012

2012: El primer año de nuestra vida.

Sí señor, con la que está cayendo y lo que dicen falta por caer, lo mejor es chutarse un poco de optimismo aunque sea echando mano de la filosofía.  Y si no te gusta la filosofía siempre puedes salir a la calle y abrir los ojos:  La vida está ahí, a tu alrededor, y si tú y los tuyos tenéis salud y os queréis, lo demás importa menos.  Un poco menos.
El Lunes y ayer Miércoles salí a correr por el Perdón.  Con el frontal preparado
porque mis carreras empiezan a las 4:45 y para las 6 ya casi no se ve.
¡¡Qué gozada subir hasta arriba para tirarme después a toda velocidad por entre
los bojes y los quejigos!!  Frío y barro.  Invierno.  ¡¡Ya vendrá la Primavera!!

Esta mañana he conocido a un señor curioso:  Se ha jubilado hace poco con bastantes más de 65 años.  Ha vivido en España y en Venezuela,  donde trabajó hasta poco más del 2000 cuando  Chávez puso las cosas muy mal para su empresa y se vino aquí, para seguir trabajando en su oficio del metal que le apasionaba.  Como he dicho se ha jubilado aunque en el taller le pedían que siguiera con ellos un poco más.  Tiene hijos en Venezuela y ahora piensa volver allí.  - ¿Y no te gusta más vivir en España? ¿Es que allí las cosas están mejor ahora? - le he preguntado.  - ¡Qué va! - me ha contestado -, en Venezuela las cosas están igual de mal que cuando me fui, incluso peor, pero allí se vive de otra forma, más despacio, mejor.  Aquí no sabemos vivir, todo el mundo acelerado, todo el mundo quejándose, pidiendo que el estado le solucione o le dé qué sé yo.  ¡Además hace 30 años vivíamos mejor!

¿Tendrá razón?

Para acelerado yo en la San Silvestre Valle de Egüés, al ladico de Pamplona y  que corrí el sábado pasado por la mañana  ¡madre mía!  después de 4 días sin correr NADA, salí a toda pastilla a correr los 4900 mts de distancia que tenía.  Dos vueltas por Olaz para luego bajar hasta Itaroa, al ladico de Huarte y desde donde enfilamos por el Parque del Arga hasta desviarnos a Olaz y enfrentar las durísimas rampas que suben unos 50 metros hasta el pueblo.  Fui asfixiao desde el principio:  Primero porque llegué super justo y casi no puedo aparcar, después no tenía moneda para la taquilla, llegué tarde a la foto de mi clú: Atletismo de Zizur  -¿hubo foto? -, salí muy atrás y...  sobre todo es que fuí a un ritmo de casi 4 min/kmt que hacía tiempo no metía y claro,  asfixiao.  Y suerte que no me dio el infarto subiendo la última cuesta.  ¡¡¡ Uffff !!!  Mi tocayo Carlos Lizoáin me hizo la foto que podéis ver aquí.  ¡¡Madre mía que paliza!!   Mi tiempo: 20:59 .  Necesito mejorar.



Por la tarde me dediqué a "entrenar" en la cocina y ya no pude ir a más San Silvestres.  Me acordé de mis amigos de Lerín, sobre todo de la revancha que tengo pendiente con Félix en su pueblo, por ese circuito tan chulo y tan cañero venga a subir, venga a bajar y venga a dar vueltas al pueblo.  ¡¡El próximo año no me la pierdo!!

La mañana de Año Nuevo nos sorprendió con un tiempo casi primaveral y aproveché para salir a ANDAR y dar una vuelta por los alrededores de Zizur,  durante el paseo pude hacer algunas fotos bien bonitas que os pongo aquí  y de ese modo hice hambre para el cordero asado que teníamos en el horno.  ¡¡Feliz 2012!!

El Camino de Santiago, sale de Zizur y se dirige hacia el Perdón, camino de
Puente la Reina.  Los trigos y las cebadas ya apuntan verdes en los campos.

Zizur Mayor ya casi alcanza los 14000 habitantes.  ¿Es un pueblo? ¿Es una ciudad
dormitorio?  Cada vez es más lo primero porque cada vez nos conocemos todos más.


Esta noche vendrán los Reyes Magos,  ¿nos traerán carbón?  seguro que no, somos buena gente, buenísima. Nos hemos portado muy bien y tenemos derecho a ser felices.  Tenemos derecho a la UTOPÍA.  Un abrazo a todos los que me visitáis, otro a los que no y un beso para todas las chicas guapas, que sois TODAS, je, je...  Bueno no me enrollo más, sólo deciros que yo les he pedido TRES HORAS, y muchas ultras, y muchas carreras y que las piernas no me duelan, ni los pieses...  y que no se me caiga el pelo y ...