Correr, caminar, pedalear, trepar, nadar, saltar...Trabajar y VIVIR. La diabetes, una anécdota.

Siempre y cuando controlemos el ejercicio y nuestra glucemia en sangre. Esta enfermedad que junto con la obesidad está considerada la epidemia del siglo XXI permite llevar una vida activa perfectamente normal gracias a médicos e investigadores, profesionales apasionados que no dejan de trabajar para que mañana sea de verdad una anécdota. Hay dos tipos principales de diabetes: Tipo I y tipo II. La primera es la mía, la insulino-dependiente o también llamada infantil, porque en un alto porcentaje de casos se presenta a edades tempranas, aunque yo "debuté" con esta enfermedad a los 44 años. Mi sistema inmune falló y atacó a las células del páncreas que producen la insulina sufriendo a continuación los tres síntomas del libro o las "tres Pes": Poliuria (orinar mucho), Polidipsia (sed horrible a todas horas) y Polifagia (hambre, hambre, haaaambre).



¿Porqué a mí? Pensé. A mí que toda la vida he hecho deporte, que sólo tres meses antes terminé mi Cuarta Maratón en Donosti, a mí que no fumo, a mí que soy un chico formal: Buen padre y ejemplar esposo, a mí que hago la declaración de renta puntualmente y pago la contribución urbana y el impuesto de circulación religiosamente cada año... ¿Porqué?



El estrés que tantos sufrimos en mayor o menor grado, herencia genética, un catarro mal curado, la contaminación, el agujero de la capa de ozono... Médicos, familiares, amigos, vecinos y yo mismo apuntamos una u otra causa, pero lo cierto es que daba lo mismo. El caso es que mi cuerpo -mi páncreas- casi no tenía reservas de insulina y que ya no iba a producir más -o muy poca- y que iba a necesitar "pincharme" insulina todos los días.

domingo, 24 de julio de 2022

Txamantxoia

 

Vista del Txamantxoia desde el collado de Larrería volviendo de Petrechema

"Txamantxoia es una cumbre hermosa, independiente. Se levanta como una isla entre cuatro ríos que casi la envuelven por completo; el Belagua, la regata de Artaparreta, la regata de Linza y la regata de Maze. Clavada en la muga con Aragón, Txamantxoia (también conocida como Maz o Maze), es una de las cimas más espectaculares del Pirineo por su privilegiada situación geográfica."  Luis Peña Santiago.  -El Pirineo Vasco- 1988.

Las 6:30 cuando desayunamos en el Refugio de Belagua.  A la misma hora que ayer pero dos menos a la mesa: David y Alejo no han pasado con nosotros la segunda noche en el refugio pues la tarde anterior tuvieron que volver a Pamplona por motivos familiares.  Así somos cuatro los trizurkos que hoy podremos disfrutar de otra jornada en estos montes: Iván, Jorge, Adrián y yo todavía tenemos patas para otra excursión. Nuestro objetivo es el Txamantxoia, esa montaña que se levanta justo delante del refugio, al otro lado del valle.  Su cara norte se extiende de Este a Oeste totalmente cubierta de bosque salvo el cordal cimero, que amarillea en este verano tan seco y caluroso.

A la mesa se sienta también nuestro compañero de dormitorio, un chico de Vizcaya que ayer se marcó una excursión durísima en solitario y que le llevó del Anie a la Mesa por el complicado laberinto de Larra.  Solo decir que salió dos horas antes que nosotros y volvió al refugio con las últimas luces del día. ¡Qué tío!  Le propongo sumarse a nuestra excursión pero está cansado y se conforma con subir al Lakora que con algo menos de 500 mts de desnivel le parece la mejor forma de soltar las patas.

Nos despedimos de él y del refugio donde tan bien nos han tratado y subimos con Jorge a su furgo para bajar al valle de Belagua, al punto de partida de nuestra excursión de hoy: La Borda de Marengo, donde a la vuelta compraremos un par de quesos ¡Qué rico el queso de Roncal!

Nos costó un poco pillar la ruta pero finalmente encontramos el sendero dentro de la selva

al principio por pino silvestre

y más arriba el hayedo. Oscuro, oscuro...

Hasta salir a los rasos de arriba

dirección Este.  Al fondo Lakartxela

¡¡Vamos para arriba!!

Lakartxela se queda detrás 

Allá tenemos la cima y detrás distinguimos la Mesa, Petrechema, Atxerito...

Alanos y Ezkaurre al Sur

Cada día somos más guapos

¿Sí o sí? Detrás nuestra se puede ver el Refugio de Belagua y encima suya, Lakora.

Debajo nuestra el refugio de Linza

1945 mts

Volvemos sobre nuestros pasos

A la carrera y con el aire que ahora nos da de cara refrescándonos ¡¡Una gozada!!

Un dolmen pensamos, pues no estaba señalizado...

Vuelta al bosque y para abajo

En Burgui hicimos una parada técnica para refrescarnos en el río Esca


La ruta en wikiloc

Todas las Afotos


sábado, 23 de julio de 2022

La Mesa y Petrechema

 Desde el refugio de Belagua



¡¡Qué bien hemos estado el fin de semana en Belagua!!  Hace muchos, muchos años que pasé en él dos noches cuando realicé la travesía de mar a mar...  Poco después cerró y tras una reforma que ha mejorado mucho las instalaciones el único refugio de montaña guardado de Navarra, también llamado Angel Olorón está de nuevo a nuestra disposición.  Hace poco cumplió 50 años. 

Este Viernes 23 de julio llegamos allí 6 Trizurkos, dispuestos a "quemar" todos los montes de Belagua.  En Pamplona y sobre el mapa habíamos recorrido dos o tres rutas subiendo y bajando hasta cinco cimas: La Mesa, Petrechema, Acherito, La Pakiza, Txamantxoia... Todas ellas podían caer en una sola jornada, dura y kilométrica pero perfectamente posible saliendo desde allí para volver a última hora del día a cenar y descansar.  ¡Qué fácil se recorren los mapas con el dedo...!  Iván y Jorge no lo veían claro y a nuestra idea inicial fuimos añadiendo variantes y modificaciones: Olvidarnos del Acherito que quedaba muy a desmano... Bajar al refugio de Linza para reponer líquidos (agua y cerveza), comer y descansar antes de retomar la excursión... O simplemente ver nuestras posibilidades sobre la marcha, que finalmente fue lo que hicimos.

El calor de Pamplona y el de Isaba que está en fiestas se ha quedado abajo en el fondo del valle porque aquí a 1428 mts, la niebla que ha rebasado la divisoria refresca y humedece los puertos ¡¡Volvemos a tener frío!!  Bueno, un poquico...

Estamos David, Alejo, Adrián, Jorge, Iván y yo que compartimos habitación con un chico de Vizcaya, callado y tranquilo y con otro de Albacete que está haciendo la transpirenaica en bicicleta de carretera.  Juan Carlos que es como se llama nuestro cicloturista, lleva algunas jornadas por el Pirineo francés y se le nota que tiene ganas de hablar con gente: Mientras cenamos nos cuenta el frío y miserias que ha pasado en esta jornada, además de hambre porque no había calculado bien la etapa. Para él ha sido un milagro encontrarse con el refugio cuando ha pasado la frontera en la Piedra San Martín.  Es feliz con la cena, con las cervezas, con la tarta de chocolate que se regala de postre y sobre todo con las risas que nos echamos todos en la mesa contando cada uno sus aventuras.  -Lo que no sé si roncaré un poco esta noche- nos dice, -con el frío que he pasado hoy-.  -Tú tranquilo-, contesta Alejo mirándole serio -que tenemos cinta aislante...-.   El de Vizcaya nos miraba y creo que sonreía.  Al día siguiente quería hacer una pedazo de ruta también y había pedido el desayuno para las 4 de la mañana.  ¡Un tío valiente!

Nosotros y creo que todo el mundo desayunamos a las 6:30 en el comedor.  Yo había llevado nueces y avellanas pero no me resistí a probar un trozo de bizcocho casero riquísimo ¡¡Ay señor!!  De reojo miré las tostadas de pan que mis compañeros devoraban con mantequilla y mermelada o con aceite y tomate además de queso pero con tres cafés manchados de leche supe contenerme.  Y con tres unidades de insulina novo-rapid, claro.

Salimos a las 7:10  el sol no ha salido todavía

Bajamos a Eskilzarra siguiendo la GR12

El refugio se queda detrás nuesta, en la falda de Lakora

Rincones mágicos


El Txamantxoia a nuestra derecha

Pakiza Linzola


Detrás y debajo nuestra queda la Hoya del Portillo de Larra


Desde la falda de la Mesa buscamos una ruta hacia Petrechema sin bajar a la Hoya de la Solana

En la cima con David, Alejo, Adrián, Iván y Jorge.  Detrás se ve el Anie

Castillo de Javier

Primera vez que veo un lirio blanco (Iris latifolia)

Ultimos metros a la cima de Petrechema

Al bajar de Petrechema constatamos que todo Larra está seco.  Hemos calculado mal nuestras reservas de agua y con un sol que nos machaca decidimos regresar por la ruta más corta.  

Suerte que casi todo el camino de regreso nos dio aire de cara... 

¡¡Queremos agua!!

¡¡Y cerveza!!

Mis miserias no fueron por falta de agua sino por una bajada de azúcar que no vi llegar.  Bueno sí que la noté pero a cuatro kilómetros de la meta no quise tomar geles ni barritas y pensando en un bocata y una cerveza fresca en el bar del refugio proseguí la marcha hasta que hice plof (o casi plof).  Tuve que devorar las chuches que llevaba Iván y las dos barritas energéticas que guardaba para emergencias para salir del apuro.  ¡¡Ay señor, señor!!

Txamantxoia quedó para el día siguiente