Correr, caminar, pedalear, trepar, nadar, saltar...Trabajar y VIVIR. La diabetes, una anécdota.

Siempre y cuando controlemos el ejercicio y nuestra glucemia en sangre. Esta enfermedad que junto con la obesidad está considerada la epidemia del siglo XXI permite llevar una vida activa perfectamente normal gracias a médicos e investigadores, profesionales apasionados que no dejan de trabajar para que mañana sea de verdad una anécdota. Hay dos tipos principales de diabetes: Tipo I y tipo II. La primera es la mía, la insulino-dependiente o también llamada infantil, porque en un alto porcentaje de casos se presenta a edades tempranas, aunque yo "debuté" con esta enfermedad a los 44 años. Mi sistema inmune falló y atacó a las células del páncreas que producen la insulina sufriendo a continuación los tres síntomas del libro o las "tres Pes": Poliuria (orinar mucho), Polidipsia (sed horrible a todas horas) y Polifagia (hambre, hambre, haaaambre).



¿Porqué a mí? Pensé. A mí que toda la vida he hecho deporte, que sólo tres meses antes terminé mi Cuarta Maratón en Donosti, a mí que no fumo, a mí que soy un chico formal: Buen padre y ejemplar esposo, a mí que hago la declaración de renta puntualmente y pago la contribución urbana y el impuesto de circulación religiosamente cada año... ¿Porqué?



El estrés que tantos sufrimos en mayor o menor grado, herencia genética, un catarro mal curado, la contaminación, el agujero de la capa de ozono... Médicos, familiares, amigos, vecinos y yo mismo apuntamos una u otra causa, pero lo cierto es que daba lo mismo. El caso es que mi cuerpo -mi páncreas- casi no tenía reservas de insulina y que ya no iba a producir más -o muy poca- y que iba a necesitar "pincharme" insulina todos los días.

domingo, 27 de enero de 2019

Monte va y monte viene

Entrenando patas y cabeza, sobre todo lo segundo, para ganar la confianza que necesito de cara a la Transgrancanaria, el próximo 22 de febrero. ¡Qué poco queda ya!

Ayer sábado y después de una semana a tope de lluvia y nieve, el tiempo nos dio una tregua y aprovechamos para acercarnos hasta Ardanaz de Izagaondoa para subir a Peña Izaga por su ruta más normal y concurrida.

No quisimos madrugar y a las 8:30 nos juntamos en el punto de encuentro, cerca de Noain. Estábamos David, Sonia, Ascen, Roberto, Tedy y yo. Tras esperar unos minutos al bueno de Alejo -¡que se había quedado dormido!-, nos distribuímos en dos coches y salimos  hacia Ardanaz a donde llegamos en 20 minutos.

Junto a la fuente a las afueras del pueblo solo hay dos coches aparcados. A la vuelta habrá más de 10 vehículos y la prueba es que nos cruzaremos con varios grupos de montañeros. A uno de los que nos ha adelantado le pillamos pasada la ermita: son cuatro veteranos bien equipados con botas, ropa de abrigo y mochila -no como nosotros...- con quienes intercambiamos el saludo.  Justo entonces baja a toda pastilla un trailrunero como nosotros -fijo que es el otro coche que había-, que bajará y volverá a subir, por lo menos una segunda vez que sepamos, porque nos cruzamos con él de nuevo llegando al pueblo, pero lo mismo se curró la subida más veces porque tenía pinta de estar bien fuerte...

Tan fuerte como Ascen, que tirará pista arriba corre que te corre como una campeona, seguida de Roberto, Tedy y David.  Estos tres también están fuertes como el vinagre, sobre todo David que no paró de hablar en toda la subida... ¡Qué envidia nos daba a Sonia y a mí que íbamos detrás intentando no perderles de vista!  Sonia es que ayer se metió una Higa de Monreal y yo esta semana apenas había salido un día por el pinar con Alejo: 8 kilómetros a trote tranquilo que terminamos con un café en el campo de fútbol...

Nuestra montaña preferida está tapada por una nube... ¿Se irá cuando lleguemos arriba?  David se recoloca la mochila en una parada.

Sonia llegando a la cima. Soplaba el aire y hacía bastante fresco...

Los Piris que por fin lucen una buena capa de nieve. El primero por la izquierda el Ori y el último a la derecha Collarada.

La cara norte de Izaga siempre guarda más nieve porque está al abrigo del aire. Bajando un poco encontramos abrigo junto a unos bojes.

Nuestras campeonas: Sonia y Ascen

Foto de familia

Sonia y David gozándola en la bajada final al pueblo.

Roberto y Ascen lo mismo. ¿Y Tedy? Tedy ya está en el coche, duchado, cambiado y almorzado...

Unos 8 kilómetros y 700 metros positivos...
Mis glucemias bastante bien: Me levanté algo justo con 42 así que solo me puse una unidad de novorapid con el desayuno (café y frutos secos). Durante la excursión solo tomé agua con zumo de limón -sin azúcar por supuesto- y al regresar a Zizur fui al gimnasio a estirar un poquillo. A las 11:35 tenía 73. Seguí sin tomar nada y después tuve tiempo de hacer la compra. A las 14:20 antes de la comida tenía 84 ¡sin comer nada!  Bien, tenía excusa para comer un plato de pasta: Tagliateli con carne y ensalada. ¡Y de postre bizcocho con chocolate! Todo eso con solo 5 uds de novorapid. Y a las dos horas mi azúcar estaba en 124. Bien, bien.

Hoy domingo había quedado con Dani Salinas para hacer un entreno largo: Una vuelta circular de 32 kmts por el Valle de Aranguren saliendo de Noain.  Una ruta que ya he hecho en al menos dos ocasiones y creo que supone una buena preparación para una carrera dura como debe ser la Transgrancanaria esa.  A última hora di un toque a mis compas los Trizurko por si alguien se animaba pero por a o por b no parecía cuadrarle a nadie más. Pablo Apesteguía sí que vendría un rato con nosotros saliendo desde Sarriguren, una urbanización próxima a Pamplona y que dista de Noain 10 kilómetros aproximadamente.

Frío y muchas nubes cuando llego a Noain a las 8:30, al primero que me encuentro es a Alejo, -¿Pero tú no tenías movida familiar y no podías venir?- le pregunto. Pero resulta que me ha preparado una sorpresa y con él aparecen Iván, Fernando, Carlos Nuin e Iñigo Gorosquieta -de Lerín-. ¡Madre mía, vamos a ser ocho mosqueteros! ¡Genial!

Somos ocho pero Iñigo solo vendrá hasta las proximidades de Ardanaz de Aranguren, después de pasar corriendo junto al "Vaso de Zolina", un pequeño lago artificial que se creo cuando explotaron las minas de potasa de la Cuenca de Pamplona y que hoy es un enclave natural curioso y muy bonito donde puedes ver patos, gaviotas y toda clase de bichos acuáticos...  Nuestro colega de aventuras tiene una reunión en Lerín a eso de la una del mediodía para preparar la carrera "Pinares de Lerín", que este año va a ser más trialera, con más sendas y menos pistas, en fin, que no puede completar las cuatro horas que normalmente lleva dar la vuelta completa...  Pablo viene un poco más pero también se despide enseguida para volver con la family y cumplir sus obligaciones del domingo. Por hoy le vale con 20 kilómetros, eso sí, nos promete venir a la próxima. Lo mejor es que nos señala una senda que no conocíamos y que sin pasar por Ardanaz también sube arriba de la divisoria y discurre por sendas muy bonitas dentro del bosque.

Durante la excursión nos remojará alguna borrasca de vez en cuando, sobre todo en la segunda parte. También hace fresco, más que ayer, pero el bosque nos resguarda bastante y sobre todo arriba de Ardanaz el aire nos pega de espalda así que no pasaremos muchas miserias.  Podremos animar a dos campeones que sobre bici de monte se enfrentan a unas rampas de barro con un 25 o 30 por ciento de inclinación ¡qué tíos! y es que estos montes cuentan con una red de pistas y caminos que suben desde los pueblos situados en los valles de Egües y Aranguren...  Pasaremos por palomeras y refugios de cazadores, bosques de pinos de repoblación, quejigos, bojes y hayas. Senderos que suben y bajan varias cimas en una sucesión de toboganes por donde corremos o andamos según las fuerzas y la pendiente. 

Especialmente dura la subida al Castillo de Irulegui -lo que queda y han restaurado-, especialmente exigente la bajada después por la vertiginosa escalera que han arreglado para bajar. Muy dura también la siguiente subida a los altos de Bagadi donde la gozamos por los sinuosos senderos dentro de un precioso túnel vegetal formado por bojes y quejigos... ¡Qué cerca tenemos este precioso parque natural! ¡Qué maravilla!

En resumen es un entreno bastante exigente: muchos kilómetros y aunque el desnivel acumulado no pasa de 1200 mts se hace duro por la sucesión de toboganes: subidas y bajadas cortas que especialmente hoy y a causa del barro por la nieve de los últimos días ponen otro punto de dureza.
Salimos de Noain ¡Vamos chavales!

Ahí abajo está Tajonar, lo dejamos a nuestra izquierda y seguimos hacia Zolina

Vaso de Zolina. Sale un poco el sol, pero las nubes cada vez son más oscuras...


Carlos, Iván, Fernando, Pablo, yo, Alejo y Dani. La foto nos la hizo Iñigo antes de pirarse

Un selfie con Iñigo ¡¡Aúpa Lerín!!

Subiendo a Irulegui

¡Vamos Alejo!





Todavía queda algo de nieve en algunos altos...

Llegando al Bagadi. Precioso túnel vegetal


Bajando al Portillo de Andricain
Llegados al Portillo de Andricain, que comunica el Valle de Aranguren con el de Elorz, subiremos a la Sierra de Tajonar para tirar por ella casi 10 kilómetros por toda su divisoria, casi todo bajada hasta Noain.  A estas alturas nuestro amigo Alejo sufrió un poco pues el muy cabezón no había desayunado y tampoco había comido ni bebido nada en toda la excursión. Tras unos minutos caminando donde aprovechó para comer y beber se recuperó un poco y pudo retomar el trote hasta Noain.  Estos errores nos enseñan a todos...

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Mis glucemias: Hoy también he amanecido justillo con 48 de azúcar. Una unidad de novorapid con mi café con leche y frutos secos (almendras) y un café largo en Noain antes de salir.  Al subir a los altos de la divisoria he comido un trozo de dátil con nueces (torta), en Irulegui una chocolatina kinder súper dulce, otro trozo de torta de dátil y nueces en Andricain y dos gominolas que me ha pasado Carlos Nuin. En casa a las 13:30 tenía 90. ¡¡Hoy había paella!!  Jejeje... 

Salvo los homenajes de ayer con la pasta y hoy con la paella, apenas pruebo el pan y mis cenas y comidas normalmente son a base de huevos, verdura, ensaladas, carne y pescado pero sin patatas ni pan, es decir con pocos hidratos de carbono.  ¡¡Y con muy poca insulina!! Hoy con la paella me he puesto 5 unidades de novorapid y a las dos horas tenía 77 de azúcar. Bien, bien, bien...

domingo, 20 de enero de 2019

Mi cumple en Territorio Nafarroa Xtrem

Qué mejor manera de celebrar mi cumple que pillar fiesta y salir al monte.  Con Ascen, Sonia, Roberto y Carlos, que este martes 15 de enero también tenían la manaña libre.

Sonia se ha inscrito a la Nafarroa Xtreme de 68 kmts y como le tiene mucho respeto a su primera incursión en una ultra quiere meter entrenos duros. Tan duros como la Nafarroa de 33 kmts -hermana menor de esa ultra-. Ya estuvo con Ascen hace dos semanas completando ese recorrido y cuando nos dijeron que lo iban a repetir, nos sumamos Roberto, mi tocayo Nuin y servidor.  En su primer entreno sufrieron algún despiste y casi se les hizo de noche pues entre vueltas y revueltas les salieron más de 36 kilómetros.

Hoy esperábamos no tener problemas con el navegador gps de Carlos Nuin y mis habilidades con el wikiloc pero resulta que el navegador se quedó sin batería y con mi móvil tendremos las mismas dudas y despistes que nuestras dos amigas en los mismos sitios que ellas hace dos semanas. Por suerte saldremos del apuro sin dar muchas vueltas y "solo" añadiremos un kilómetro a los 33 de la excursión. Con un desnivel de más de 1500 mts la Nafarroa 33 no es ninguna tontería.

En Zubiri a las 8:10 de la mañana. Con Roberto, Ascen, Sonia y Carlos Nuin

La mañana es fresca y ha helado pero el sol nos calienta un poco cuando cogemos altura.

Siempre es una gozada correr por estos rasos

El blanco helado de la hierba contrasta con el bosque soleado

El bosque de hayas en Invierno deja pasar toda la luz del sol, qué diferencia con la oscuridad del verano cuando las ramas se cubren de hojas...
 



Dentro del bosque y de la niebla hacía frío pero en las faldas del Adi la temperatura subió varios grados: Inversión térmica.




 
Cima del Adi

Ahí abajo está Zilbeti y en el horizonte, a la derecha de la Higa se distingue el Moncayo.

Un mar de nubes se extiende al Norte de la divisoria. Hacia el Este vemos el Ori con algo de nieve y las cimas de Larra y de Huesca blancas también.
Un día magnífico
La ruta es dura porque además del Adi hubo más subidicas y bajadicas...

El embalse de Eugui
Eugui
Presa de Eugui. Roberto y Ascen corren por un precioso camino a media ladera.

Río Arga desde el Puente de Saigots
Una mañana fantástica que nos enseñó rincones nuevos -al menos para mí- y senderos preciosos como el que asoma sobre las aguas del pantano de Eugui, que te lleva casi llaneando hasta Saigots y Zubiri. Eso sí, la excursión nos llevó algo más de seis horas mientras que el record de la prueba está en 02:47 ¡madre mía! Claro es que los campeones no se paran a hacer fotos...

Todas las fotos aquí.

Mis glucemias: 93 a las 6:26 de la mañana. Una unidad de novorapid y desayuno un café con leche y un puñado de almendras. Durante la excursión solo bebí agua y comí dos trozos de pastel de naranja con chocolate que nos ofreció Sonia ¡riquísimo! Es parecido al pan de higo con nueces y lo podemos encontrar en los supermercados Aldi. Al terminar y después de cambiarnos entramos en el bar del polideportivo de Zubiri donde devoramos un plato de chistorra que mis compas acompañaron con cerveza y yo con vino. No me puse insulina y en casa a las 15:57 tenía 175 (comí dos cachos de pan con la chistorra). Cero controles durante la excursión pues tenía buenas sensaciones y la confianza que me da poner una sola unidad de insulina en el desayuno: Pocos hidratos de carbono y poca insulina garantizan un mejor y más sencillo control de la diabetes. ¡¡Gracias Jorge García-Dihinx!!



domingo, 13 de enero de 2019

Por la Sierra de Alaitz

Para meter un buen entreno siguiendo el recorrido de la Hiru Mugak, una carrera que solo ha contado con dos ediciones -2013 y 2015-, gracias a la cual conocimos sitios bien bonitos y cerca de casa.


Todavía no había amanecido cuando hemos llegado a Untzué pero como la mitad de la cuadrilla llevaba frontal no ha habido problema en echar a correr por la pista que en dirección norte discurre por un estrecho valle. Estamos Rebeca, Iván, David y yo de los Trizurkos, junto con Fernando de los AVC, Iñigo del Lerín, Dani del Txurregi y Elvira del Tipi-Tapa. Ocho locos o mejor nueve si contamos con Duque, el dálmata de Iván, un perro fuerte y noble a quien nunca oímos un ladrido, aunque eso sí, algunas veces hay que vigilarlo cuando te adelanta por el sendero para no tropezar y acabar en el suelo.

La primera parte de la excursión son unos tres kilómetros por una pista forestal entre fincas. Aunque la pendiente es muy tendida -apenas se asciende 100 metros-, Fernando y yo nos quedamos atrás del grupo. No podemos con el ritmo que imponen nuestros compas de excursión: Fernando tiene que calentar el motor para pedirle caña y yo lo mismo, además de que esta semana me he machacado bastante y tengo las patas cansadillas... ¡¡Esperarnos!!

Con dos breves paradas para reagruparnos dejaremos la pista al final del valle para empezar la subida por un bonito sendero entre bojes, quejigos y hayas, ganando altura ahora sí, hasta asomar al otro lado de la sierra sobre el Valle de Elorz. Aquí tenemos algunas dudas pero consultando el recorrido en wikiloc pronto damos con la ruta: una bajada fuera de sendero dentro del bosque, con el piso petado de hojos, ramas en el suelo que debemos saltar y ramas a la altura de nuestra cocorota que debemos esquivar ¡cuidadín!




Como somos muy buenos conseguimos llegar abajo sin incidentes dignos de mención. Hemos llegado a la altura de Guerendiain, en el valle de Elorz. Lo dejamos debajo nuestra y encaramos la segunda subida, que también es la más dura pues tenemos casi 600 mts de desnivel hasta el techo de nuestra excursión.

Primero ascenderemos a los 973 metros del Alto de la Cruz y en la subida, entre los bojes, adelantamos a un numeroso grupo de montañeros -lo menos 50-, que también han querido mojarse un poquico con la niebla que tapa los altos de esta sierra.




Vídeo de Dani Salinas: 



Una vez arriba de la Cruz perderemos una poca altura hasta un bonito claro entre las hayas y proseguiremos al trote por un sendero a media ladera dentro del bosque. Esta parte es la más bonita y disfrutona pues enseguida volvemos a ganar altura hasta llegar arriba del todo y alcanzar la cima del Carrascal -1155 mts-.  Encontramos nieve en buena parte del recorrido ¡se nos había olvidado! Pero con todo lo bonitos que son estos altos, el aire pega fuerte y tan pronto como podemos nos tiramos para abajo buscando el resguardo.

Detalle de nuestro despiste para bajar a la pista. Debímos haber bajado a la pista un poco antes...

Tuvimos otro despiste para bajar a la pista que nos había de llevar al valle y no quedó otra que arañarnos las patas con las zarzas y los bojes hasta que dimos con ella. La anécdota de la jornada fue ver al bueno de Dani hablando con el móvil con su casa para completar la inscripción en la Galar-Trail: Justo a las 11 se abrían las inscripciones y es sabido que vuelan en menos de una hora así que teníais que ver a nuestro amigo saltando matas y destrepando sin quitarse el móvil de la oreja...

También tuvimos dudas y casi tiramos por la pista del centro de la imágen, que también nos habría llevado a meta pero dando más vuelta...

Pero la anécdota con mayúsculas fue nuestra tercera y última subida: Casi llegados a Untzué, nuestra ruta subía a la Peña del mismo nombre y con los kilómetros que llevábamos se nos hizo dura no, lo siguiente. A todos menos a Elvira que a las 12 debía estar en Olite para participar en una "Scape-Room" o como se diga, por lo que ella tiró directa al coche que solo estaba a cinco minutos.  Como yo solo pienso en correr y mi inglés es de pena le entendí que se iba a una Sky-Run, que yo relacionaba también con correr por el monte y claro no me entraba en la cabeza cómo después de la paliza por el monte se podía meter en otra. Mis compas me han aclarado qué es lo del Scape-Room pero vaya, después de nuestra excursión a mí solo me apetece comer y echarme al sofá. ¡Eres una fiera Elvira!

Los demás sufrimos como perros para comernos los 300 mts de desnivel hasta arriba de la peña. Algunos pasos de trepada cuentan con cadena y hoy vienen muy bien ya que la roca está mojada y resbala un poco.
Un selfié con Iñigo arriba de la Peña de Untzué

Una vez arriba solo teníamos dos kilómetros de correr monte abajo por buen sendero y en 15 minutos nos vimos en meta ¡Bieeeennn!  Unas cervezas y un vino en la sociedad del pueblo nos sentaron divinamente.
La ruta completa en mi garmin o si prefieres en wikiloc

Mi azúcar muy bien: 120 al levantarme a las 6 de la mañana. 2 unidades de novorapid con un café con leche y un puñado de almendras y con un cacho pequeño de pan de higo he llegado abajo sin otra cosa que agua con limón. Ya en casa y después de ducharme tenía 77. ¡¡Hoy he podido comer paella sin miedo!!