Correr, caminar, pedalear, trepar, nadar, saltar...Trabajar y VIVIR. La diabetes, una anécdota.

Siempre y cuando controlemos el ejercicio y nuestra glucemia en sangre. Esta enfermedad que junto con la obesidad está considerada la epidemia del siglo XXI permite llevar una vida activa perfectamente normal gracias a médicos e investigadores, profesionales apasionados que no dejan de trabajar para que mañana sea de verdad una anécdota. Hay dos tipos principales de diabetes: Tipo I y tipo II. La primera es la mía, la insulino-dependiente o también llamada infantil, porque en un alto porcentaje de casos se presenta a edades tempranas, aunque yo "debuté" con esta enfermedad a los 44 años. Mi sistema inmune falló y atacó a las células del páncreas que producen la insulina sufriendo a continuación los tres síntomas del libro o las "tres Pes": Poliuria (orinar mucho), Polidipsia (sed horrible a todas horas) y Polifagia (hambre, hambre, haaaambre).



¿Porqué a mí? Pensé. A mí que toda la vida he hecho deporte, que sólo tres meses antes terminé mi Cuarta Maratón en Donosti, a mí que no fumo, a mí que soy un chico formal: Buen padre y ejemplar esposo, a mí que hago la declaración de renta puntualmente y pago la contribución urbana y el impuesto de circulación religiosamente cada año... ¿Porqué?



El estrés que tantos sufrimos en mayor o menor grado, herencia genética, un catarro mal curado, la contaminación, el agujero de la capa de ozono... Médicos, familiares, amigos, vecinos y yo mismo apuntamos una u otra causa, pero lo cierto es que daba lo mismo. El caso es que mi cuerpo -mi páncreas- casi no tenía reservas de insulina y que ya no iba a producir más -o muy poca- y que iba a necesitar "pincharme" insulina todos los días.

domingo, 3 de abril de 2022

Peña Izaga invernal

Hoy Domingo 3 de abril nos hemos levantado a bajo cero en la Cuenca de Pamplona, el frío llegó el Viernes, la nieve ayer y esta mañana han dado la salida a todos los locos del pueblo para disfrutar como solo los locos saben y pueden hacerlo. ¡¡Vamosss!!

En Ardanaz, debajo de Peña Izaga todavía hace más frío y nuestra montaña preferida se levanta llena de luz con los primeros rayos del sol. Son algo más de las 8 de la mañana cuando salimos para calentarnos en la primera y larguísima pista que sube recta hacia el bosque.  

Los bojes se han doblado sobre el camino y junto con algunas ramas de quejigo rotas por el peso de la nieve el resultado nos obliga a hacer un poco de gimnasia: Hay que agacharse y doblar rodillas para poder pasar.  Más adelante, en el hayedo la senda está más limpia y correteamos escuchando el ruido sordo de la nieve, seca y helada que hoy no nos mojará los pies.  Gracias a ello los llevaremos calientes durante toda la excursión, ventajas que tiene esto de ir ligeros y hacer pocas paradas.

Detrás nuestra Pamplona se ve lejos: Un paisaje helado, blanco y gris.  Sobre nosotros el azul del cielo y al llegar a la cima entrecerramos los ojos cegados por el sol, el sol de abril que apenas calienta con el aire que sopla siempre aquí.  Tiraremos hacia las dos cimas vecinas: Sambelles y Santagata abriendo camino en un blanco manto que lo tapa todo.

Nos lo hemos pasado como los putos críos.  ¿Qué más queremos?  ¿Un pincho de tortilla? Pues Santi nos invitará en Noain a Aitor, Alejo y a mí.  Carlos Nuin, Paski, Adrián, Dani y David se han quedado por Izaga para dar otra vuelta. Todos tienen la vista puesta en competiciones ya próximas en el calendario.  Yo también pero qué queréis que os diga:  Con 14 kmts y 1000 mts de desnivel me doy por satisfecho.  Mañana será otro día...

Primeros metros por la pista hacia el bosque. Adrián, Dani y David seguidos de Aitor, Alejo y Paski. ¡¡Esperarmeeee!!

Ahí delante tenemos el Montblanc, quiero decir Peña Izaga

En el hayedo

Ermita de San Miguel de Izaga

Allá lejos la Cuenca de Pamplona

La cima está próxima

Un frío de la hostia

Al otro lado tiramos hacia las cimas vecinas

La Higa de Monreal también se ha vestido de blanco

Adrián más feliz que una perdiz. Cima de Santagata

Por allá se distingue la Peña Collarada

Bajo los bojes (podría ser el título de una canción)

Volvemos a la cima de Izaga (fotaza de Santi)

Y ahora a correr otra vez...