Lunes 29 de agosto, otro día más de este Verano supercaluroso que en el Pirineo de Huesca tendrá el alivio de unas nubes y nieblas juguetonas asomando por los valles desde nuestra vecina Francia.
Alberto Ederra, Alejo y yo todavía estamos de vacaciones así que aprovechamos para hacer un entreno guapo y cañero de los que nos gustan. Alejo quería ir a Canfranc porque se ha inscrito a la Maratón de 43 kmts. Yo encantado a pesar de las cuatro carreras que llevo por allí y como Alberto no conocía la zona pues nada, para allá que hemos ido.
A las 7:30 estábamos echando un café en Jaca. La ciudad se levantaba tranquila, el bullicio de los veraneantes maños, vascos y navarros parecía cosa del pasado, claro que era hora temprana pero quizás por ser Lunes, el fatídico primer día de la semana laboral, nos parecía a nosotros que nadie más estaba de vacaciones.
Sin más divagaciones proseguimos nuestro viaje hasta Villanúa, al pie de la Collarada y después a Canfranc, aparcando junto a la estación. La estación internacional se muestra en toda su grandiosidad puesto que han cortado los árboles que la ocultaban desde la calle principal. Sus dimensiones van en consonancia con la desmesurada montaña cubierta de bosques que se levanta detrás. La sequía anticipa los colores del Otoño en muchos árboles y ello unido al amarillo de los prados nos sitúa más en el mes de octubre y no en agosto como estamos.
Mi azúcar alto: 265 a las 8:19, culpa del café con leche y del trozo de croisant con chocolate que he comido hace un rato, en fin. ¡¡Vamos a bajarlo!!
Más de mil quinientos metros de subida hasta los 2576 de la Moleta no serán suficientes, a pesar de la sudada y de que no como ni bebo nada arriba tengo 205, hora: las 10:29. Me pondré 3 uds de novorapid y devoraré un pequeño bocata de jamón porque tener alto el azúcar no quita para tener más hambre que el perro del afilador: ese que se comía las chispas y tal...
Alberto está alucinando con el paisaje que se abre a nuestros ojos, ha subido al Ezkaurre en la Camille Xtrem y ha disfrutado la belleza de los paisajes allí en la frontera de Navarra y Aragón, donde el Pirineo empieza a levantarse con crestas y paredes pero aquí tenemos toda la cara norte de la Collarada cayendo vertical sobre el Valle o Canal de Ip, eso y las nieblas que entran por Somport ocultando a medias el Aspe y Lecherines, pintan un cuadro impresionante. Otra vez nos sentimos los reyes del mundo.
Alberto y Alejo, a unos 2100 mts de altura en la subida a la Raca. |
El Midi d'Ossau asomando |
El dedito que sale de la niebla es el Campanal de Izas arriba a la derecha la Pala de Ip (2779 mts) |
Hacia el Sur también se cubrió de nieblas o nubes bajas... |
Alejo quería bajar por donde fuimos en la carrera el año pasado, es decir por la misma ladera de subida pero por otro sendero también en zig-zags interminables y correderos, como a él le gustan para poder volar a toda velocidad. Le convenzo de que el recorrido original de la Maratón se tira por la otra ladera, hacia el Norte. Es un pelín más técnico y puede que más largo pero vale la pena correr a las orillas del Ibón de Samán y bajar el sendero hasta la Cabaña de Iserias buscando los pasos hasta el fondo del Valle o Canal de Izas. Tendremos suerte y la niebla se irá levantando a medida que bajemos. Además el sendero está perfectamente marcado y no hay posibilidad de pierde. Algunas dudas a orillas del pequeño Ibón de Samán pero enseguida enfilamos el único sendero visible que salvando las paredes más abruptas nos llevará sin dificultades hasta abajo.
Salvo un montañero solitario en la cima de la Moleta no nos cruzaremos con nadie en toda la bajada de modo que el placer de la excursión es aún mayor pues tenemos toda la montaña para nosotros.
Precioso Ibón de Samán |
Alejo imprimió un ritmo duro en la subida a la Raca, al menos para mí que noté una pequeña pájara. Unos buenos tragos al isostar del camel, una barrita y un gel me salvaron hasta que hicimos una parada a mitad de ascensión, hora: 13:06, mi azúcar: 130. Unos frutos secos, un donut, una barrita y más isostar. A las 14:07 estábamos arriba y tenía 91. Más isostar, otra barrita y un pedazo de pan de higo me aseguraron gasolina para la bajada.
La Raca, es nuestro Monte del Destino, nuestra última misión antes de bajar a Astún y Candanchú, donde tras beber unas cocacolas en el bar donde se sitúa uno de los avituallamientos de la Canfranc-Canfranc, cogeremos el Camino de Santiago para volver a a nuestro punto de partida.
Por el Camino de Santiago. Arriba la Moleta, casi oculta entre las nubes |
Col de Ladrones |
34,25 kmts, 2553 mts de positivo acumulado y 7:20 horas de disfrute La ruta en mi Garmin |