Correr, caminar, pedalear, trepar, nadar, saltar...Trabajar y VIVIR. La diabetes, una anécdota.

Siempre y cuando controlemos el ejercicio y nuestra glucemia en sangre. Esta enfermedad que junto con la obesidad está considerada la epidemia del siglo XXI permite llevar una vida activa perfectamente normal gracias a médicos e investigadores, profesionales apasionados que no dejan de trabajar para que mañana sea de verdad una anécdota. Hay dos tipos principales de diabetes: Tipo I y tipo II. La primera es la mía, la insulino-dependiente o también llamada infantil, porque en un alto porcentaje de casos se presenta a edades tempranas, aunque yo "debuté" con esta enfermedad a los 44 años. Mi sistema inmune falló y atacó a las células del páncreas que producen la insulina sufriendo a continuación los tres síntomas del libro o las "tres Pes": Poliuria (orinar mucho), Polidipsia (sed horrible a todas horas) y Polifagia (hambre, hambre, haaaambre).



¿Porqué a mí? Pensé. A mí que toda la vida he hecho deporte, que sólo tres meses antes terminé mi Cuarta Maratón en Donosti, a mí que no fumo, a mí que soy un chico formal: Buen padre y ejemplar esposo, a mí que hago la declaración de renta puntualmente y pago la contribución urbana y el impuesto de circulación religiosamente cada año... ¿Porqué?



El estrés que tantos sufrimos en mayor o menor grado, herencia genética, un catarro mal curado, la contaminación, el agujero de la capa de ozono... Médicos, familiares, amigos, vecinos y yo mismo apuntamos una u otra causa, pero lo cierto es que daba lo mismo. El caso es que mi cuerpo -mi páncreas- casi no tenía reservas de insulina y que ya no iba a producir más -o muy poca- y que iba a necesitar "pincharme" insulina todos los días.

sábado, 24 de mayo de 2014

Entreno por Alaitz

A una semana del primer gran objetivo de la temporada quería meter unos kilómetros de monte para preparar las patas pero sin cansarlas mucho. El recorrido de la Hiru-Mugak en la Sierra de Alaitz ha sido el elegido.  Las temperaturas frescas y tormentas de estos días están hermoseando el monte una barbaridad, el verde predomina no sólo en los montes, sino en todo en la Cuenca de Pamplona, donde los extensos campos de cereal muestran en estos días de mayo sus mejores galas.



Magnífico escenario para un concierto...
Me he levantado un poco más tarde de las 6 y como los colegas de aventuras me han dejado solito no me he tomado mucha prisa en desayunar y disponer mis armas de batalla: mochila con camel-back, barritas, ¡¡un bocata de jamón!!, un chubasquero y una camiseta de repuesto. Llevaría mis ASICS fuji-trabuco, que ayer mismo recogí del zapatero: igual que a las Kalenji se les había rajado la tela de los lados, ahí donde se doblan, claro es que tienen ya unos cuantos kilómetros, pero su suela está bastante bien así que con 10 euros de remiendos todavía pueden darme un buen servicio como hoy han hecho.

Magnífica mañana para echar a correr cuando he dejado el coche poco antes de las 8 en Untzué. Bastantes nubes en el cielo pero las previsiones aseguran una buena mañana seguida de una tarde tormentosa. ¡¡A correr entonces!!

Es la cuarta vez que sigo este recorrido así que casi no he tenido despistes.  Primeros kilómetros de pista seguidos de un bonito sendero por bosque mixto por donde gano altura hasta asomar al otro lado, al Valle de Elorz. Toca bajar hasta las proximidades de Gerendiain para volver a subir al pico de la Cruz.




Bonitas vistas de las laderas bien pobladas de bosques. Sobre la cercana Higa de Monreal el cielo se pone un poco oscuro, con eso todavía se ve mejor la ciudad de Pamplona, extendida debajo  de un San Cristóbal que desde aquí parece un montecillo sin importancia.



Al pasar por un prado abierto en el bosque saludo a tres veteranos montañeros, vienen de Sangüesa y han parado aquí a almorzar, han subido directos desde Gerendiain.



Entro de nuevo en el bosque y toca subir otra vez, ahora a las cimas de la Sierra, altos de Alaitz o como se quieran llamar.  En la primera cima hay dos chicos, uno de ellos me saluda, ¡¡es Niko!! el súper-triatleta de Tafalla y amigo de los Trizurko de Zizur.  El y su amigo están haciendo casi el mismo recorrido que yo pero al revés. Recordamos nuestra excursión de Zizur a Aritzaleku ¡¡qué lejos está ya!! pero ha sido esta misma Primavera...  Hablamos del Verano, Niko quiere meter unos kilómetros de bici en Alpes y luego tiene una prueba dura en Zarautz... ¡¡Qué campeón!!  Adiós, adiós!!!!


Tengo otras dos cimas por delante antes de bajar hacia Untzué, las nubes oscuras no han ido a más y el sol calienta desde un bonito cielo donde abundan las nubes de algodón.

Siempre me llama la atención un extenso prado que se abre en medio del bosque, ¡¡qué buen sitio para un concierto!! de Rock o de Clásica, me da igual: imagino la hierba llena de sillas de tijera y abajo el escenario.

Lo dejo atrás y vuelvo a entrar en el bosque, sigo perdiendo altura y en pocos minutos ya estoy corriendo por la pista que me lleva al fondo del valle.  En el horizonte el Moncayo.



Al llegar al pueblo me detengo en una gran fuente-abrevadero y relleno el camel con agua fresca. No me detengo mucho y tiro hacia la Peña por un sendero que justo al lado trepa entre carrascas.  En buen momento porque oigo los cencerros de un rebaño justo entonces. ¡¡Adiós, adiós!!

Esta última subida a la Peña de Untzué no la regalan, y eso que hoy lo estoy tomando con calma. Hay dos tramos de trepada con cadenas para ayudarse pero casi no las toco. ¡¡Ya estoy arriba!!  Desde aquí se ve muy bien buena parte de mi excursión. Hago más fotos y enseguida para abajo, estoy pensando en el bocadillo de jamón que me comeré en el pueblo...


Junto a mi coche hay una furgoneta y unos montañeros que también han terminado su excursión. Bromean con no sé qué de los piolets... - ¡Ahora nadie lleva piolets!, ¿no ves que todo el mundo va corriendo?-. Contesta uno de ellos. No entraré en la conversación y me despediré poniendo rumbo a Zizur: 20 kmts y menos de 20 minutos...  ¡¡Qué cerca está la bonita Sierra de Alaitz!!


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Glucemias: 145 antes de desayunar a las 6:30.  167 antes de echar a correr a las 7:55.  107 en la cima del Pico de la Cruz a las 9:44. 166 al terminar la excursión, 12:27.   He bebido 3/4 de litro de isotónico y comido tres barritas.

Y el próximo Sábado... a Leitza:  ¡¡Mendi Erronka!!

1 comentario:

  1. Bellos prados, serenos campos de cereal, solitarios bosques en los que, de vez en cuando, algún que otro congénere se encuentra. Entrenamiento para las piernas y alimento para el espíritu. Deseo que de la conjunción de ambos te salga una buena próxima carrera. Salud y Montaña, amigo y tocayo.

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