Correr, caminar, pedalear, trepar, nadar, saltar...Trabajar y VIVIR. La diabetes, una anécdota.

Siempre y cuando controlemos el ejercicio y nuestra glucemia en sangre. Esta enfermedad que junto con la obesidad está considerada la epidemia del siglo XXI permite llevar una vida activa perfectamente normal gracias a médicos e investigadores, profesionales apasionados que no dejan de trabajar para que mañana sea de verdad una anécdota. Hay dos tipos principales de diabetes: Tipo I y tipo II. La primera es la mía, la insulino-dependiente o también llamada infantil, porque en un alto porcentaje de casos se presenta a edades tempranas, aunque yo "debuté" con esta enfermedad a los 44 años. Mi sistema inmune falló y atacó a las células del páncreas que producen la insulina sufriendo a continuación los tres síntomas del libro o las "tres Pes": Poliuria (orinar mucho), Polidipsia (sed horrible a todas horas) y Polifagia (hambre, hambre, haaaambre).



¿Porqué a mí? Pensé. A mí que toda la vida he hecho deporte, que sólo tres meses antes terminé mi Cuarta Maratón en Donosti, a mí que no fumo, a mí que soy un chico formal: Buen padre y ejemplar esposo, a mí que hago la declaración de renta puntualmente y pago la contribución urbana y el impuesto de circulación religiosamente cada año... ¿Porqué?



El estrés que tantos sufrimos en mayor o menor grado, herencia genética, un catarro mal curado, la contaminación, el agujero de la capa de ozono... Médicos, familiares, amigos, vecinos y yo mismo apuntamos una u otra causa, pero lo cierto es que daba lo mismo. El caso es que mi cuerpo -mi páncreas- casi no tenía reservas de insulina y que ya no iba a producir más -o muy poca- y que iba a necesitar "pincharme" insulina todos los días.

domingo, 14 de junio de 2020

Lerín Trail II

En el cine hablan regular de las "segundas partes", dicen que nunca fueron buenas. Pero eso es en el cine.  En un entreno cañero, con toboganes, cambios de ritmo y con putadica final, las segundas partes son muchísimo mejores. Al menos en lo que a mí se refiere.  Y ya estoy viendo una tercera parte apoteósica, sí señor, no sé cuándo pero la veo. La veo y esta noche soñaré con ella.

Porque hoy hemos vuelto a Lerín.  Los campos de cereal ya casi han perdido el verde y el amarillo es el color que predomina en el paisaje. De hecho Iñigo y su hermano Jaime tendrían que estar ya cosechando pero con las tormentas de estos días y el tiempo fresco, la faena se les ha retrasado.  Por eso hoy podemos contar con ellos y también con otro campeón de Lerín: Sergio, que está hecho un fiera y hoy vendrá con nosotros para poner un día de relajo en su calendario de entrenos: En lugar de series a 3 y poco el kilómetro, o tiradas a ritmos de misil keniata, disfrutará de una excursión con sus tertulias, paradas para reagruparnos, fotos y risas.  Un placer campeón!!

Desde Pamplona y comarca hemos ido Alejo, Ascen, Adrián, Carlos Nuin, Joseba, David, María y Pedro. Así que entre todos hemos sido 12 mosqueteros los que hemos echado a correr casi a la misma hora que hace dos semanas: A las 8 menos cinco y con una temperatura ideal de 12 grados. ¡¡Vamooossss!!


María venía un poco nerviosa por ser casi su primera salida en grupo y en los primeros kilómetros le ha costado un poquico mantener el ritmo del grupo, culpa mía quizás porque Íñigo me ha cedido el honor de liderar la marcha en los primeros toboganes.  Yo creo que habrá pensado: Si petas que no sea por mi culpa jejeje... 

No me canso de decirlo: ¡¡Qué a gusto se va en los primeros doscientos metros!!

Alejo se ha vuelto a subir a la palomera para sacarnos guapos a todos: Adrián, Sergio, David, Jaime, Ascén, yo detrás suya, María, Joseba, Iñigo, Pedro y Carlos Nuin.

Añadir leyenda
El sol de junio apenas ha molestado en una mañana fresquita e ideal. ¡¡Todavía se ven las amapolas!!

Una parada antes de tirarnos a bajar el "escalón"

Estas dos se lo han pasado bien, pero bien.

Desde arriba del escalón vemos a los primeros que han bajado volando como obuses ¿Eh Alejo?

Igual que la vez anterior daremos unas vueltas y revueltas con pequeños toboganes por un pinar cercano al pueblo. Despista la primera vez porque cuando llevas 5 kilómetros de pronto te encuentras con el pueblo justo al lado y debajo tuya.  Es entonces cuando te alejas y coges altura por una pista junto al cementerio hacia la pequeña sierra que se levanta en dirección Sur - Sudeste que también está poblada de pinares.  Es una zona bien bonita y hoy más aún porque aunque el cielo está casi cubierto, las nubes altas no tapan el perfil de los montes lejanos y nos permiten divisar el horizonte en todas las direcciones. 

Bromeamos con Adrián, nuestro amigo asturiano y le decimos que las rampas subiendo a full son tan duras como las canales de Picos y que esa hierba verde debajo de los pinos podría estar en cualquier puerto de sus lejanas montañas.  Con Joseba hacía mucho que no estábamos y nuestro campeón que espera familia para octubre se lo ha pasado pipa, lo mismo que Ascen, la Trizurko más dicharachera que no se ha cansado de animar a María, que enseguida se ha relajado y ha empezado a pasárselo verdaderamente bien corriendo dentro del grupo. 




Habíamos hablado de la posibilidad de tirar directos al pueblo en el kilómetro 14 y pasar de los últimos 4 km que suben a la "Yesera" y discurren por al menos cinco toboganes con su cinco cuestas que a esas alturas se hacen duras, pero duras (que me lo digan a mí hace dos semanas).  Pues eso que todos sabíamos de esa salida, pero nadie ha querido ahorrar un solo kilómetro a las patas ni una sola cuesta a la caja y tras una parada para reagrupar al equipo, los doce hemos tirado para arriba. 

Eso sí, como ya no había pérdida posible se han establecido hasta tres grupos: Yo he podido ir con el A, en la primera subida pero Íñigo, Sergio, David y Adrián, más jóvenes y más fuertes se me han escapado arriba y eso que yo hoy estaba vivo y he podido mantener la carrera en casi todas las rampas... Me he quedado con Jaime y Carlos y los tres hemos disfrutado lanzándonos como jabalís en las bajadas sinuosas que entre pinos asomaban al barranco aquí y allá.  Pero esos dos sinvergüenzas también están más fuertes y solo he podido seguirles la pista un rato.  Los demás no venían lejos: Joseba hoy ha sufrido un poco pero está fuerte para esto y para lo que le echen, Alejo podría haber ido con los fuertes pero hoy ha sabido disfrutar y acompañar a todo el mundo quedándose con Ascen, María y Pedro. Pero lo que digo: Medio minuto detrás mía... ¡Qué fuerte está todo el mundo!

Qué chicos más majos, nos han esperado antes de la última bajada...  
Lo mejor ha sido el almuerzo, como siempre. Sergio no ha podido quedarse pero los demás no nos hemos perdido un bocata con una cerveza o un buen vino.  Tampoco David que decía no sé qué de su nutricionista, pero como no le veía y un día es un día, ha devorado el bocata de tortilla o de panceta que le han puesto en cuatro o cinco bocaos. ¿O ha sido solo en dos?

Ambientazo en el Bar la Cadena, de Lerín.  No hay cuadrilla de ciclistas de carretera o monte que no haga una parada aquí para repostar...

En resúmen: Lerín Trail Pinares es nuestro entreno preferido, aunque el próximo día pediremos huevos fritos con jamón...

Nuestro recorrido de hoy (en rojo) ha seguido el que hicimos hace dos semanas (en amarillo) todo el rato, excepto que entre los kmts 9 y 10 hemos ido un poco más por sendero, subiendo al pinar por un segundo cortafuegos que nos ha llevado a asomar justo sobre el "escalón".

Recorrido en el Garmin

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