Correr, caminar, pedalear, trepar, nadar, saltar...Trabajar y VIVIR. La diabetes, una anécdota.

Siempre y cuando controlemos el ejercicio y nuestra glucemia en sangre. Esta enfermedad que junto con la obesidad está considerada la epidemia del siglo XXI permite llevar una vida activa perfectamente normal gracias a médicos e investigadores, profesionales apasionados que no dejan de trabajar para que mañana sea de verdad una anécdota. Hay dos tipos principales de diabetes: Tipo I y tipo II. La primera es la mía, la insulino-dependiente o también llamada infantil, porque en un alto porcentaje de casos se presenta a edades tempranas, aunque yo "debuté" con esta enfermedad a los 44 años. Mi sistema inmune falló y atacó a las células del páncreas que producen la insulina sufriendo a continuación los tres síntomas del libro o las "tres Pes": Poliuria (orinar mucho), Polidipsia (sed horrible a todas horas) y Polifagia (hambre, hambre, haaaambre).



¿Porqué a mí? Pensé. A mí que toda la vida he hecho deporte, que sólo tres meses antes terminé mi Cuarta Maratón en Donosti, a mí que no fumo, a mí que soy un chico formal: Buen padre y ejemplar esposo, a mí que hago la declaración de renta puntualmente y pago la contribución urbana y el impuesto de circulación religiosamente cada año... ¿Porqué?



El estrés que tantos sufrimos en mayor o menor grado, herencia genética, un catarro mal curado, la contaminación, el agujero de la capa de ozono... Médicos, familiares, amigos, vecinos y yo mismo apuntamos una u otra causa, pero lo cierto es que daba lo mismo. El caso es que mi cuerpo -mi páncreas- casi no tenía reservas de insulina y que ya no iba a producir más -o muy poca- y que iba a necesitar "pincharme" insulina todos los días.

domingo, 10 de abril de 2016

XI Marcha Amescoana

Eulate (730 mts) es uno de los tres pueblos de la Amescoa Alta donde este año se ha situado la salida y llegada de la XI Marcha de Montaña de las Amescoas.  En la edición anterior fue Zudaire en la Amescoa Baja. Las Amescoas es un bonito valle situado entre la Sierra de Urbasa-Limitaciones al Norte y la Sierra de Lóquiz al Sur.  Bosques de robles, quejigos, encinas y hayas, regatas cantarinas, molinos olvidados y mil senderos para recorrer una región donde, a comienzos de abril todavía domina el gris del Invierno.



A Eulate llegamos sobre las 7:15, con tiempo justo para inscribirnos y recoger las txartelas, las tarjetas donde apuntar los tiempos de paso. Estamos Santi Petri, David Senosiáin, Alejo, Iñigo, Txitxo, Joseba y servidor, siete campeones del Trizurko nos unimos a otros doscientos y pico locos entre los que podemos saludar a dos guapísimas del Txurregi: Arantxa y Laura, que no han querido perderse esta excursión.

Una aventura que este año tendrá 400 mts de desnivel más que el anterior y diez kilómetros menos de distancia.  Más corta pero más montañera y muy bonita aunque hoy no nos llevará por el Balcón de Pilatos encima del Nacedero del Urederra sino por entre los bosques del Monte de las Limitaciones de Urbasa, encima de Larraona a donde bajaremos para subir a la Sierra de Loquiz recorrer sus altos y bajar de nuevo al valle, al pueblo de Ecala desde ahí iremos a San Martín de Amescoa, subiremos de nuevo a las Limitaciones y bajaremos finalmente a Eulate.


Hace fresco y salimos con el cortavientos y los guantes pero no tardaremos en quitarlos cuando empezamos a sudar en la primera de las tres subidas.  Alejo y yo nos hemos puesto al final de toda la tropa, no llevamos ninguna prisa: mi compañero anda con molestias en la rodilla y hoy solo quiere probarse caminando rápido y corriendo suave: ritmo de ultra, que es el que yo quiero llevar.  Por delante nuestra vuelan Iñigo, Txitxo, Santi y Joseba, ¿y David? él también se ha tirado con los campeones aunque tenía dudas y un poco de miedo por quedarse solo en "tierra de nadie" jajaja, ¡¡pero si estás super fuerte!!

Al salir entre los últimos nos vemos encerrados en el sendero que sube al monte.  Es estrecho y está muy embarrado.  Un montañero va acompañado de su perro y nos distraemos observando al animal, viéndole ir y venir a un lado y a otro del camino, más arriba los dejaremos atrás e iremos pasando a otros grupos pues en cuanto se suaviza la subida echamos a trotar. Y corremos cuando llaneamos por entre las hayas del alto de la sierra. Queda una poca de nieve, aquí estamos a unos mil metros de altura y el día sigue fresco, unos 4 grados aquí arriba, pero el chubasquero y los guantes han ido a la mochila hace rato.




Al bajar de la sierra y cerca de Larraona hay un avituallamiento donde paramos a echar un trago de agua.  También echaré mano a un bollo de chocolate ¡¡relleno de crema!!  Y con la boca llena echo a correr detrás de Alejo, cada vez más animado al ver que la rodilla se ha portado bien corriendo monte abajo.







La segunda subida será un poco más larga y nos llevará hasta los 1100 mts de la sierra de Loquiz. Desde aquí arriba dominamos las llanuras del Ega, sobre las que se levantan Montejurra, Monjardín y Codés, un paisaje de luz muy distinto del que vemos al Norte, donde los escarpes de Urbasa apenas se distinguen bajo una cortina gris de nubes que cierra el horizonte.  El aire sopla de norte y nos trae la borrasca pero apenas nos caen unas gotas.



Mientras tanto hemos sufrido un pequeño despiste y perdemos dos minutos en volver al recorrido, muy bien señalizado por cierto.  Al resguardo de unos árboles está el segundo avituallamiento, dos chicas majísimas nos ofrecen queso, chorizo, salchichón, chocolate, fruta... Cocacola, ¡¡vino!!  Cogeré un trozo de queso y beberé medio vasito de vino que me calienta el estómago y me sienta de maravilla.  Mientras tanto Alejo pide a dos voluntarios de la DYA que le den un poco de réflex pues nota alguna molestia en la rodilla. Aprovecharé para probar también un poco de chorizo con un trozo de pan y me tomaría otro vino pero mi compañero se pira así que me despido de las voluntarias dándoles las gracias encarecidamente.  Como dije el año pasado esta marcha organizada por el Club de Montaña Amescoano es un lujo de los que ya no hay: inscripción gratuita, en el mismo día, buena atención y perfecta señalización ¿qué más queremos?  No congrega mucha gente pero ofrece un recorrido muy, muy guapo y montañero. Pienso que si añadiera kilómetros y desnivel estaría a la altura de las Tres Ermitas de la Sakana, pues aunque no tenga un San Donato o un San Miguel de Aralar, puede ofrecer paseos espectaculares sobre el Urederra, carreras de lujo por los hayedos de Urbasa y barrancos con regatas escondidas en un valle solo "roto" por el asfalto de un estrecho carretil.  

Pero seguimos con la excursión: iremos mucho rato por los altos de Loquiz y daremos alcance a las campeonas del Txurregi ¡¡caramba casi no las pillamos!!  Arantxa y Laura disfrutaban en soledad de su paseo hasta que llegamos los Trizurkos jajaja. Pero con nosotros llegó el arco iris y un ratico de charla que a todos nos vino bien.



Nos despedimos de ellas en el largo descenso a Ecala, en el fondo del valle, una bajada larga y por la que corremos muy a gusto, adelantando a varios corredores. El piso es bueno y no requiere demasiada atención, hastaque llegamos a un río, el Uiarra, cuyas aguas pasan por encima del camino con bastante agua, nos tememos un pequeño baño cuando advertimos que los plásticos nos llevan por una pasarela, ¡¡si no es por las señales cruzamos por el agua!!

A continuación una subida fuerte y corta hasta Ecala, donde se sitúa el tercer avituallamiento: dos vasos de agua y ¡¡otro bollo de chocolate!!  Kilómetro 23, solo 9 para la meta.  Un kilómetro por carretera y pista hasta llegar a San Martín de Amescoa donde empieza la tercera y última subida, aquí Alejo me tomará cierta ventaja y no le alcanzaré hasta llegar arriba, de nuevo a los hayedos de las Limitaciones por donde gozaremos corriendo a muy buen ritmo hasta dar caza a un grupo de cuatro elementos con quienes disputaremos la bajada final a Eulate. ¡¡que me matoooo!!  Alejo se olvidará aquí de su rodilla y se picará con una veterana corredora vasca que también sabe lo que es volar montaña abajo...



Y así cuatro horas y media después llegamos de nuevo al frontón donde recibimos nuestro diploma de marchadores y campeones.  En el bar nos esperaban los colegas y mientras echamos unas cañas comentamos la jornada, todos encantados con el único pero por parte de Santi de una puñetera ampolla que casi le hizo abandonar en Ecala. Pero Txitxo, David y Joseba pudieron animarle para seguir ¡¡Bravo Trizurkos!!  Iñigo debió llegar de los primeros, una hora antes que nosotros, ¡¡menudo pájaro!! Pero es que hoy tenía comida familiar  y por eso hizo la marcha a golpe de cronómetro y zapatilla.

La XI Marcha Amescoana en mi Garmin

En rojo la Marcha del 2015 y en amarillo la de este año

Todas las fotos aquí

Comentar también que Tedy y Egoitz hicieron unos pedazo de segundo y quinto puestos en la general del VI Trail Sierra de Codés.  Zorionak txapeldunak!!!!!!!

Tedy y Egoitz (detrás de Ion Sola) en los primeros metros de la carrera
Foto Diario de Navarra

Y en la especialidad de Duatlón (bici y correr) también estuvieron ayer cuatro grandes Trizurkos: Ibai, Iñaki, FernaEndo y Jorge se la gozaron como enanos!!!


Mis glucemias bastante bien: me levanté con 110 a las 5:07 AM ¡¡qué sueño!! 4 uds de novorapid y a desayunar. A las 7:27 poco antes de empezar la excursión tenía 193 y al terminar a las 12:11 tenía 114.  En la mochila llevaba un montón de cosas pero solo tomé un gel, con todo lo que comí en los avituallamientos fui de sobra, podríamos haber ido con las manos en los bolsillos.  










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