Correr, caminar, pedalear, trepar, nadar, saltar...Trabajar y VIVIR. La diabetes, una anécdota.

Siempre y cuando controlemos el ejercicio y nuestra glucemia en sangre. Esta enfermedad que junto con la obesidad está considerada la epidemia del siglo XXI permite llevar una vida activa perfectamente normal gracias a médicos e investigadores, profesionales apasionados que no dejan de trabajar para que mañana sea de verdad una anécdota. Hay dos tipos principales de diabetes: Tipo I y tipo II. La primera es la mía, la insulino-dependiente o también llamada infantil, porque en un alto porcentaje de casos se presenta a edades tempranas, aunque yo "debuté" con esta enfermedad a los 44 años. Mi sistema inmune falló y atacó a las células del páncreas que producen la insulina sufriendo a continuación los tres síntomas del libro o las "tres Pes": Poliuria (orinar mucho), Polidipsia (sed horrible a todas horas) y Polifagia (hambre, hambre, haaaambre).



¿Porqué a mí? Pensé. A mí que toda la vida he hecho deporte, que sólo tres meses antes terminé mi Cuarta Maratón en Donosti, a mí que no fumo, a mí que soy un chico formal: Buen padre y ejemplar esposo, a mí que hago la declaración de renta puntualmente y pago la contribución urbana y el impuesto de circulación religiosamente cada año... ¿Porqué?



El estrés que tantos sufrimos en mayor o menor grado, herencia genética, un catarro mal curado, la contaminación, el agujero de la capa de ozono... Médicos, familiares, amigos, vecinos y yo mismo apuntamos una u otra causa, pero lo cierto es que daba lo mismo. El caso es que mi cuerpo -mi páncreas- casi no tenía reservas de insulina y que ya no iba a producir más -o muy poca- y que iba a necesitar "pincharme" insulina todos los días.

viernes, 3 de diciembre de 2010

Nieve en Zizur, el Invierno ya está aquí.


En teoría estamos en Otoño y hasta el 21 de diciembre no cambiaremos de estación, ese día, que será el más corto del año, tendrá lugar el Solsticio de Invierno, ¿A qué hora? A las 23:38. Por eso todavía ha sido más sorpresa el levantarnos esta mañana y verlo todo blanco bajo la intensa nevada que ha estado cayendo hasta las 12 del mediodía. Nuestro "ventanómetro" marcaba 2º positivos, pero la nieve cuajaba perfectamente incluso sobre la carretera.

Lo mejor de todo ha sido que hoy viernes es el día de San Francisco Javier, día de la Comunidad Navarra, de modo que al ser fiesta no ha habido demasiados problemas en las carreteras. Además para los niños ha sido un regalo, porque aunque en Navarra vemos nieve casi todos los inviernos, son bien pocos los días en los que el blanco elemento permite la diversión. Cuando te quieres dar cuenta el bonito blanco manto se convierte en un chipi-chapa de agua moja todo o peor aún, bajan las temperaturas y el hielo acecha a cada paso con el riesgo de caídas y resbalones.

A la vista de los pronósticos, que apuntan subida de temperaturas, pronto desaparecerá el blanco de campos y tejados para quedarse sólo arriba de las montañas: Peña Izaga, la Hija y Alaiz todavía guardarán unos días esa imágen clásica de montañas nevadas, que siempre dibujan los niños en sus cuadernos.

La mañana no invitaba a pasear mucho por la calle así que me he ido al gimnasio a mover un poco el cuerpo: Después de algunos ejercicios de espalda, brazos y abdominales, he metido 4 kilómetros en la cinta a un ritmo de 12 kmts/hora, uséase a 5 min/kmt. Me ha sabido a poco y a gusto hubiera metido más tiempo y más velocidad pero vamos a ir poco a poco no sea que nos rompamos algo: De la paliza de Donosti sólo han pasado 5 días...

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