Correr, caminar, pedalear, trepar, nadar, saltar...Trabajar y VIVIR. La diabetes, una anécdota.

Siempre y cuando controlemos el ejercicio y nuestra glucemia en sangre. Esta enfermedad que junto con la obesidad está considerada la epidemia del siglo XXI permite llevar una vida activa perfectamente normal gracias a médicos e investigadores, profesionales apasionados que no dejan de trabajar para que mañana sea de verdad una anécdota. Hay dos tipos principales de diabetes: Tipo I y tipo II. La primera es la mía, la insulino-dependiente o también llamada infantil, porque en un alto porcentaje de casos se presenta a edades tempranas, aunque yo "debuté" con esta enfermedad a los 44 años. Mi sistema inmune falló y atacó a las células del páncreas que producen la insulina sufriendo a continuación los tres síntomas del libro o las "tres Pes": Poliuria (orinar mucho), Polidipsia (sed horrible a todas horas) y Polifagia (hambre, hambre, haaaambre).



¿Porqué a mí? Pensé. A mí que toda la vida he hecho deporte, que sólo tres meses antes terminé mi Cuarta Maratón en Donosti, a mí que no fumo, a mí que soy un chico formal: Buen padre y ejemplar esposo, a mí que hago la declaración de renta puntualmente y pago la contribución urbana y el impuesto de circulación religiosamente cada año... ¿Porqué?



El estrés que tantos sufrimos en mayor o menor grado, herencia genética, un catarro mal curado, la contaminación, el agujero de la capa de ozono... Médicos, familiares, amigos, vecinos y yo mismo apuntamos una u otra causa, pero lo cierto es que daba lo mismo. El caso es que mi cuerpo -mi páncreas- casi no tenía reservas de insulina y que ya no iba a producir más -o muy poca- y que iba a necesitar "pincharme" insulina todos los días.

sábado, 28 de junio de 2025

Ihurbain y San Donato

 Wasap de Javi el Viernes a la tarde:

  "Buenas tardes!!!! No habrá subido usted a San Donato por la brecha de Ihurbain?" 

 - Hace 20 añitos - le respondo.

  - ¿Recuerdas algo? 

-  Bueno, tiene un pasito de II sencillo de pasar. ¿Quieres ir este finde? Si quieres voy contigo. Y Carlos Nuin lo mismo se apunta también."

Y así es como ha sido que esta mañana de sábado, a las 7 de la mañana nos ha recogido Javi en Zizur para tirar a Uharte Arakil, allí debajo del Beriáin, con su ermita de San Donato y del Ihurbain con su famosa brecha: Una canal orientada al Oeste, toda tiesa, cuasi vertical y que constituye una de las rutas más atrevidas a esta montaña. 

17 grados en Uharte cuando bajamos del coche, pero el sol ya está pegando. Y calienta.  Agarramos las mochilas y pies para que os quiero iniciamos esta ruta de wikiloc que nos conducirá a nuestro objetivo.  Aconsejo seguir esta y no la que nosotros hemos hecho, porque en la primera bifucarción de la pista hemos seguido recto en lugar de tirar a nuestra derecha.  Total que hemos terminado en unas fincas de hierba y por no dar la vuelta no ha quedado más remedio que saltar tres o cuatro vallas de alambre, de ese que si te engancha te hace una avería.  Menos mal que somos muy buenos (saltando vallas) y pronto hemos vuelto al camino correcto.






Camino que se ha ido empinando más y más, metiéndose en el hayedo y donde hemos sudado la gota gorda.  Alguna pedrera también había y más empinada aún.  Por fin el sendero ha tirado hacia la derecha por una especie de fajas de hierba, pasos estrechos donde conviene asegurar el paso.  Así hasta que a la vuelta de un recodo nos hemos encontrado con nuestra amiga, la canalera guapa, toda tiesa y que por suerte estaba en sombra a estas horas de la mañana.

Los tres llevábamos un casco ligero, muy aconsejable por si más arriba otro montañero moviera alguna piedra.  Otro montañero o una cabra o una oveja, que también podría ser.  Pero creo que éramos los primeros de la mañana.  Después hemos visto a otro que iba solo pero bastante lejos detrás nuestra, lo que ha hecho que pusiéramos más cuidado todavía en nuestra progresión.  




Recordaba el paso puñetero donde hace más de 20 años necesité la mano fuerte de Jose Mari para subir y donde hoy, no me ha sido necesaria ayuda para superar el escalón, ¡¡Soy un campeón!!

Los tres somos unos campeones porque en un pis-pas y cuatro resoplidos hemos llegado arriba. ¡¡Bieeeeen!! 






Hola Fernando, majetón, nos hemos acordado mucho de tí.  ¡¡Te la habrías gozado con nosotros!!
Pero seguro que ahí arriba estás haciendo ochomiles y hasta nuevemiles. ¡¡Un abrazo campeón!!