Correr, caminar, pedalear, trepar, nadar, saltar...Trabajar y VIVIR. La diabetes, una anécdota.

Siempre y cuando controlemos el ejercicio y nuestra glucemia en sangre. Esta enfermedad que junto con la obesidad está considerada la epidemia del siglo XXI permite llevar una vida activa perfectamente normal gracias a médicos e investigadores, profesionales apasionados que no dejan de trabajar para que mañana sea de verdad una anécdota. Hay dos tipos principales de diabetes: Tipo I y tipo II. La primera es la mía, la insulino-dependiente o también llamada infantil, porque en un alto porcentaje de casos se presenta a edades tempranas, aunque yo "debuté" con esta enfermedad a los 44 años. Mi sistema inmune falló y atacó a las células del páncreas que producen la insulina sufriendo a continuación los tres síntomas del libro o las "tres Pes": Poliuria (orinar mucho), Polidipsia (sed horrible a todas horas) y Polifagia (hambre, hambre, haaaambre).



¿Porqué a mí? Pensé. A mí que toda la vida he hecho deporte, que sólo tres meses antes terminé mi Cuarta Maratón en Donosti, a mí que no fumo, a mí que soy un chico formal: Buen padre y ejemplar esposo, a mí que hago la declaración de renta puntualmente y pago la contribución urbana y el impuesto de circulación religiosamente cada año... ¿Porqué?



El estrés que tantos sufrimos en mayor o menor grado, herencia genética, un catarro mal curado, la contaminación, el agujero de la capa de ozono... Médicos, familiares, amigos, vecinos y yo mismo apuntamos una u otra causa, pero lo cierto es que daba lo mismo. El caso es que mi cuerpo -mi páncreas- casi no tenía reservas de insulina y que ya no iba a producir más -o muy poca- y que iba a necesitar "pincharme" insulina todos los días.

domingo, 26 de abril de 2015

Quedada del Trizurko. De Zizur a Aritzaleku.

Segundo año que organizamos la excursión-entreno-almuerzo los amigos de Trizurko.  Costó un poco encontrar el día ideal, ninguna fecha era buena para todos, pero este último Domingo de abril fue la que más gente congregaba. Pues vamos allá.


Ha coincidido con el Cross del Camino de Santiago en Zizur, así como con otras pruebas y quedadas montañeras, pero era el día que más gente podíamos asistir.  A las 6:30 habíamos quedado en el polideportivo de Zizur el grupo principal: Alejo, Santi, Santi bis, Jorge, Carlos Nuin, Pello, Nacho, Iñigo, Alberto,  y yo. ¿Alquien más? Sí, también vendrá Eric desde Arraiza, y no vendrá en coche sino corriendo: quiere prepararse para una dura prueba en Pirineos y por eso se meterá una subida extra al Perdón, tras bajar y juntarse con nosotros le tocará volver a subir... ¡¡Qué tío!!

Alejo, Nacho, Santi, Pello, Jorge, Iñigo, Santi Bis y Carlos Nuin

Detrás nuestra saldrán Raúl, Chema y Joseba en bici de monte, no nos dan ninguna envidia porque la ruta es muy dura sobre dos ruedas. Corriendo tampoco la regalan, por lo menos hasta que llegamos al Alto del Perdón ¡¡Ufff!!  Ahí arriba se nos une David Senosiáin - o rey de Ubani- desde donde también le ha tocado subir.





Ya somos una docena los que corremos por el alto de la Sierra hacia el Puerto del Perdón, por donde cruza la vieja carretera. Pasaremos sobre ella y emprenderemos la subida al parque eólico de Ipasate, cuando nos encontramos con Edorta, el campeón del Txurregui que también está aprovechando la mañana para currarse su entreno preferido, -Edorta, ¿cuántas veces te lo has hecho? ¿Mil?-, nos alegramos mucho de saludarle, dos minutos y seguimos la marcha mirando de reojo el curioso paisaje que forman las fincas amarillas de colza en las laderas que caen hacia Puente y el Señorío de Sarría.



Poco antes de iniciar la bajada a Belascoain nos alcanzan los ciclistas, los tres campeones que hoy sufrirán más que nosotros, sobre todo Joseba, pues sus compañeros de aventura son unos cracks a los pedales.  El descenso es por una pista que aún cuando no tiene mucho barro está jalonada de balsas de agua y rodadas profundas, verdaderas trampas donde se requiere toda la fuerza y habilidad del mundo para no darte un tortazo. Incluso corriendo debemos poner todos los sentidos para no tropezar. ¡¡Cuidadooooo!!




Jorge y yo somos "los del menisco", a los dos nos hicieron la artroscopia hace poco más de dos meses y ponemos especial atención en las bajadas. Procuramos dar pasos cortos pero sólo cuando nos acordamos. En cualquier caso no notamos molestia alguna ¡¡Bieeeeennn!!  Jorge es un fuera de serie: la noche del Sábado se la pasó entrenando para su próximo raid de aventura, sin pegar ojo y dándose una buena paliza a pesar de lo cual se le ve a tope lo mismo subiendo antes como bajando ahora.  Un campeón. 


En Belascoain comemos un poco y se nos despide Alberto que tiene líos en casa y quiere volver pronto, se da media vuelta y emprende el regreso por el mismo sitio.  Tampoco le saldrá un mal entreno pues hasta aquí son casi 20 kmts los que llevamos. 

Llueve un poco casi desde que hemos empezado la aventura pero la mañana es ideal para correr, no hace pizca de aire y la temperatura no es nada fría.  Eso sí, mojarnos nos estamos mojando. Yo llevo a ratos el chubasquero pero finalmente me lo quitaré para ir más cómodo. 



En la cima del Esparatz nos espera Samuel que ha venido desde Aritzaleku para bajar con nosotros. Los diez kilómetros aproximadamente que nos quedan a meta los hacemos por pistas y mayormente cuesta abajo. Es una gozada correr a buen ritmo y además sintiendo buenas sensaciones.





Algo menos de las once cuando llegamos a Aritzaleku, nos ha costado menos de cuatro horas la aventura.  32,21 kmts es la distancia que nos separaba del excelente almuerzo que nos tienen preparado en el bar del camping.  ¡¡Vivaaaa !!


Los tres txirrindularis

Joseba, Raúl y Chema se comieron barro y kilómetros extra,
 sin duda que la aventura fue más dura para ellos
.






 Mis glucemias muy bien: 150 al levantarme y 80 en la meta poco antes de sentarnos a la mesa. Durante la excursión he bebido un litro aprox. de isostar, dos plátanos y una barrita.  



sábado, 11 de abril de 2015

X Marcha Amescoana

La primera del calendario navarro de Marchas de Montaña, esta X Marcha Amescoana discurre por la comarca de Amescoa Baja, próxima a Estella y situada a los pies de la Sierra de Urbasa cuyos paredones forman una larga muralla al norte de los pequeños pueblos que se levantan en el fondo del valle. Este año toca salir de Zudaire y como siempre hay dos itinerarios: la marcha larga de 47 km y la corta de 31 km.

Yo hasta ahora sólo conocía la de las Tres Ermitas que sale de Irurtzun y recorre el Valle de Sakana subiendo a la Trinidad, a San Miguel de Aralar y a San Donato.  Es una prueba dura y con mucho desnivel, lo que supone un buen entreno. En cambio esta de la Amescoa, con sólo 1000 mts de desnivel positivo acumulado en su recorrido largo (47 km)  no puede calificarse de dura, eso sí, para un convaleciente de artroscopia de menisco como yo podía significar un buen entreno si me la hacía andando. ¡¡Pues vamos allá!!

Santi, Yo mismo, David e Iñigo
Detrás nuestra, ahí abajo, el Nacedero del Urederra

Lo de hacerla andando también les cuadraba muy bien a David y a Iñigo, ambos con un esguince reciente en el tobillo, así que ya teníamos un equipo de andarines. ¿Alguien más?  Santi Oroz y Alejo habían pensado ir a la Marcha de Altsasua pero visto lo complicado de inscribirse a ésta, optaron por venir con nosotros. También contaríamos con un amigo de Iñigo: Santi (Santi Bis), un campeón de asfalto que recientemente ha descubierto las carreras de montaña, participó en la Galar Trail haciendo un buen papel y disfrutando como un niño. ¿En qué equipo hará la marcha montañera? ¿Correrá como un cohete junto a su tocayo y Alejo? ¿O se dará un paseo con nosotros los lisiados?  Se decidirá a venir con nosotros y descubrirá que los lisiados corremos como ceporros, aunque sólo lo hagamos en los llanos y bajadas...

A las 5:45 salimos en dos coches desde Zizur y los cincuenta y pico kmts hasta Zudaire nos llevarán casi una hora: Hasta Estella se va en un plis plas por la autovía, pero de la capital del Ega hasta Zudaire las curvas que traza la carretera no permiten pisar mucho el acelerador.

Tiempo justo de aparcar coger los trastos y dirigirnos al frontón para recoger los controles de recorrido. La inscripción es gratuita, y la organización perfecta lo cual resalto porque ya son muy pocas las pruebas donde no debemos apoquinar uno o dos billetes...  Tal y como viene en el programa y sin más ceremonias que saludar a  Javi y Alberto de Adi Ike y a otra pareja de Peralta a quienes damos recuerdos para Riaño, a las siete en punto salimos de Zudaire en dirección a su vecino Baquedano, vamos por pistas y carretera. Por cierto que David nos había prevenido mucho en cuando a los muchos kilómetros de pistas y carretiles pestosos que sufriríamos hoy.  Pero lo cierto es que él tenía referencia de otro año y otra localidad de partida, con eso y los cambios en el recorrido que los organizadores se han currado, finalmente hemos disfrutado de una bonita y variada excursión.

Alejo y Santi se han perdido de nuestra vista en la salida junto con otros corredores, cada vez más numerosos en este tipo de pruebas (otro día trataremos el eterno debate/conflicto entre montañeros y corredores).  Iñigo, Santi, David y yo iremos andando pero lo haremos a un ritmo... ¿cómo llamarlo? Al ritmo de "llego tarde, llego tarde" que sólo se diferencia de la marcha atlética en que nosotros no somos tan flacos y movemos menos las caderas.  Pero, ufff !!! A qué ritmo nos hace subir el animal de David a las alturas de la Sierra...





El día ha salido cubierto pero casi se adivina algún cacho de cielo azul, por otra parte la temperatura es muy buena, unos 8 grados y no hay viento.  

Ayudado por los bastones (soy el único que los lleva) subiré junto a David poco a poco a la alta meseta de la Sierra de Urbasa, detrás nuestra pero muy cerca, Iñigo y Santi aguantarán el ritmo sin problemas y pronto ganamos casi todo el desnivel que tendrá la excursión.  En adelante tendremos toboganes que irán sumando metros pero sobre todo seguiremos llaneando hasta acometer la bajada al valle en el km 31 aproximadamente. 

Y es en las pequeñas bajadas primero y en los llaneos después, que David nos animará a "dejarnos caer" echando a trotar a ritmo suave entre 5 y 6 min/km.  Al principio me acordaré de mi rodilla pero pronto me alegra comprobar que no molesta en absoluto y que no se queja ni en las bajadas ¡¡Bravo!!

Disfrutamos de tramos por sendero con bueno piso y praderas que servirían perfectamente para un campo de golf, donde correr es un verdadero placer.  Las nubes se van levantando y a nuestra izquierda divisamos el fondo del valle ¡¡volamos sobre el paraíso!!   Hemos llegado al Balcón de Pilatos y desde aquí arriba asomamos sobre las cornisas que dominan el Nacedero del Urederra.  Paramos a echar fotos, hacemos un pis y retomamos la carrera nuevamente.

El primer avituallamiento lo habíamos tenido un poco más atrás, nada más subir a la sierra, agua, cocacolas y trozos de naranja. El segundo y principal lo tendremos en el Puerto de San Martin y descubrimos una mesa bien surtida de todo tipo de viandas: queso, chorizo, salchichón, chocolate, naranjas, frutos secos... ¡¡Vino!!  Estaremos un buen rato disfrutando del buen ambiente con los voluntarios y no nos iremos sin beber al menos un vaso de vino ¡¡riquísimo!! ¿y el queso? estamos en Urbasa, qué podemos decir? que está cojonudo!!!





La meseta de Urbasa es muy extensa, así que nuestro paseo continuará un buen rato, siempre próximos a las paredes que caen al valle.  

El descenso será también por buen sendero pero llevamos más de treinta kilómetros y las patas acusan la distancia: no es cuestión de lesiones sino del dolor causado por un ejercicio al que yo al menos estoy desacostumbrado: las últimas semanas he sudado en el gimnasio, en la bici, he bebido agua en la piscina, pero correr, lo que se dice correr...   Uffff, no me acordaba!!






Santi tiene acento andaluz, resulta que es de Übeda -Jaén-, pero lleva muchos años en Pamplona, en la Txantrea. Su chica es navarra y es aquí, en el norte donde vive y quiere vivir. Ha aprendido euskera y la hija que tienen la llevan a la ikastola. - ¿Cuántos apellidos vascos tiene?, yo creo que no le hace falta ninguno porque "la hostia" y otros conjuros ancestrales le salen súper bien...   

David e Iñigo son la pareja perfecta (hablo de correr por montaña sólo) el año pasado sudaron juntos en las Tres Ermitas, la Hiru-Aundiak y en la Aneto-Posets  consiguiendo buenísimos puestos en todas ellas, por desgracia ahora también comparten esguinces y molestias en los tobillos pero no por eso dejarán de bromear y decir tonterías durante todo el recorrido. Al fin y al cabo vamos al tran-tran y aunque los kilómetros pesan en las patas, nuestras cajas van más relajadas: respiramos, hablamos, reímos y juramos en arameo sin problema.








Santi y Alejo terminaron mucho antes que nosotros
¡¡Ya os cogeremos en la próxima!!

Así pues buen ambiente, buenos avituallamientos y un día espléndido: al final salió el sol que nos hizo sudar un poco más todavía. Así sin darnos cuenta (es una forma de hablar), llegamos al punto de partida: Zudaire, ¡¡donde también teníamos vino!!  

Buena excursión!!!
Todas las afotos aquí.
La ruta en el Garmin aquí.

Mis glucemias: 70 al levantarme a las 4:45 antes de desayunar. No me hecho ningún control en toda la excursión pero en los últimos kilómetros me notaba flojeras así que he comido dos barritas. Nada más porque pensaba en el avituallamiento de meta: allí he comido dos bocatas de chorizo, cacahuetes, patatas fritas, una coca-cola, un vaso de vino y con todo eso tenía 89, he bebido otra coca-cola y listos.  Claro que una hora más tarde en casa tenía 350, no he comido nada más pero me he puesto 4 uds de novorapid y me he hechado una siesta. Dos horas más tarde tenía 52. He merendado un poco y ya no he vuelto a desbarrar...

jueves, 2 de abril de 2015

Castigando las piernas de Zizur a Artajona

Hay que recuperar la rodilla y para eso nada mejor que castigar los músculos que la gobiernan.  Es lo que vengo haciendo progresivamente desde que a mitad de febrero me hicieron la artroscopia: caminando a paso tranquilo a los pocos días, aumentando el ritmo y la distancia poco a poco, sudando en la máquina elíptica o en la de steps, donde ya consigo hacer el kilómetro vertical en menos de 48 minutos jejeje, nadando y tragando agua en la piscina o pedaleando de casa al trabajo. Tengo la sensación de que han pasado años desde la última vez que corrí por última vez pero lo cierto es que, si todo va bien, muy pronto volveré a sudar como más me gusta.  Las sensaciones son buenas. No puedo quejarme.

Aprovechando este tiempo de recuperación he disfrutado del sabor de buenos paseos y excursiones con los amigos, sin prisa, arreglando el mundo entre juramentos y risas ¡¡y almorzando a base de buenos bocatas y mejores vinos!!  Prometo perseverar en este tipo de entrenamiento que me parece básico para cualquier otra cosa que hagamos.

Excursiones como la de hace un mes con Santiago, Peio y Juan, tres amigos de Zizur que correr correr no pero de almorzar y cenar entienden bastante. Nuestro destino fue Artajona y más concretamente los dólmenes situados en un monte próximo y en donde también quedan restos de un antiguo poblado llamado Castro de El Dorre, un paraje mágico en el carasol de la sierra donde dimos buena cuenta de unos bocadillos sensacionales, bien regados con cervezas frías y una botella de tinto navarro: un crianza Príncipe de Viana que aún cuando lo bebas en vaso de plástico te hace subir al cielo.  Si a eso le ponemos los rayos de un sol de marzo siempre bien recibidos y un paisaje de cuento qué más podemos pedir.  Mientras descansábamos de nuestra ultra de 7 kilómetros podíamos disfrutar de unas vistas soberbias: Artajona y sus murallas entre campos y bosques con el Moncayo nevado en el horizonte. Digno escenario para una película de aventuras nos recuerda siempre Peio, pues fue en esta villa donde se rodaron escenas de la película "Robin y Marian" en 1977.  Seguro que Sean Connery y Audrey Hepburn engordaron algún kilo a base de buena chistorra y cordero y si no... ellos se lo perdieron.










De aquél paseo dominical me quedé con los senderos y pistas que discurrían por la zona: tenían muy buen piso y sin rampas de excesiva pendiente, muy buenos para correr o pedalear.  Y me propuse una excursión-entreno en bici desde Zizur hasta allí, ¿cuántos kmts saldrían? ¿Cuánto tiempo me llevaría?  no lo sabía exactamente pero seguro que madrugando un poco podía estar de regreso en casa para comer. ¿Cuándo?  El Jueves Santo podía ser el día, ¡¡vamos!!

Me gustaba la idea de salir yo solo y a mi ritmo, no contaba con ningún colega porque todos parecían estar dedicados casi exclusivamente a correr, pero Trizurko es un equipo de triatletas: nadan, corren y por supuesto meten kilómetros en bici, de monte y de carretera.  Comentando el asunto Fernando Erro no dudó un segundo en apuntarse, detrás de él llegó Jorge Urquizu: un loco peligroso a quien también le metieron mano en el menisco una semana antes que a mí y que está recuperando a tope para participar en un Rallie de Aventura en Galicia a finales de mayo, una tontería de 500 kmts en bici, piragua y corriendo.  En esa movida contará con Diego quien también vendrá hoy a nuestro paseo. ¿Alguien más? Josebaaa!!! Mi camarada ciclista del año pasado también quiere hacer un entreno sin machacarse las patas, la bici siempre es una buena alternativa así que vamos allá !!!!

Menos mal que Fernando y Jorge se habían metido el día anterior más de cincuenta kmts de bici de carretera, no sé porqué tengo la sensación de ser el más paquete en todos los grupos, bueno no, Joseba decía que el paquete sería él que hacía mucho no pillaba las dos ruedas, entonces yo sería el paquetón.

Fresco fresco a las 8 de la mañana en el poli de Zizur, uno a uno llegamos los cinco mosqueteros de la jornada y tras los saludos de rigor discutimos la ruta. Mi idea era tirar a Subiza por la carretera local para desde allí tirar hacia Biurrun, después Añorbe y luego por pistas amanecer en el embalse del canal próximo a Artajona.  Pero a Jorge le gusta más la idea de subir al Alto del Perdón por el Camino de Santiago, bajar a Uterga y luego a Muruzabal donde dejaríamos el Camino para dirigirnos hacia los dólmenes.  Dudamos entre una y otra y finalmente gana Jorge, al fin y al cabo es campeón de orientación y yo realmente no he planificado los detalles de la ruta. Además todos tenemos alergia al asfalto así que... ¡¡vamos!!

Uffff... qué duro es pedalear con campeones como estos cuatro pájaros!!!  Como decía antes, iba con miedo de ser un paquetón pero aunque en las subidas Jorge, Diego y Fernando cogen ventaja delante nuestra, Joseba y yo no dejamos que se pierdan de vista.

Alucinante ver a Diego subir una cuesta que hay más arriba de Zariquiegui y que todos evitamos por una pista de pendiente más suave gracias a que traza un par de zetas ¡¡qué tío!! ya te puedes preparar Jorge...

Estamos a primeros de abril y ya adelantamos a varios peregrinos: coreanos, alemanes, franceses... el Camino de Santiago es la ONU.




Dos minutos de parada en el Alto del Perdón y para abajo volando. Fuerte pendiente donde yo saco el culo del sillín y me echo para atrás para no dar vuelta. Los brazos me duelen de agarrar el manillar intentando controlar los botes en las piedras.  Hay escalones que salvamos como podemos pero yo echaré pie a tierra en dos ocasiones, ¡¡no me quiero mataaaaaarrrr!!

Más abajo el camino discurre por buenas pistas donde podemos coger velocidad.  Uterga y enseguida Muruzabal, en las calles de este último pueblo oigo que nos llama alguien, me doy vuelta pero no veo a nadie así que seguimos (era Benigno, compañero del currelo que a la tarde me ha reñido por no enterarme).

Siguiendo las indicaciones de Jorge bajamos a Eunate, la bonita ermita románica de planta octogonal por la que discurre el Camino Francés.  No hacemos ni parar y seguimos pista arriba para coronar una pequeña sierra. Los cruces y desvíos que pasamos los va resolviendo Jorge consultando el Google Maps en su móvil, es un campeón y casi puede hacerlo todo sin parar. Encima nos da gritos de ánimo y nos cuenta chistes... Sólo le faltaría ser un master-Chef y currarse un almuerzo.  Que también pero hoy no.





Será un pequeño bocata que llevamos cada uno y algún plátano lo que almorzaremos y no con vino sino con Isostar... Me miro el azúcar, tengo 109 y eso después de comer así que vacío un gel de frutas y doy dos buenos tragos al camel.

Diego nos abandonó en los dólmenes porque tenía otros planes y desde ahí proseguimos Joseba, Fernando, Jorge y yo circulando por los senderos que discurren por entre los pinos y las carrascas de la sierra.  Toboganes divertidos que nos obligan a darle al cambio continuamente, nos falta un poco de confianza y habilidad porque cada dos por tres echamos pie a tierra pero en cada revuelta y bajada nos vemos más seguros y rápidos ¡¡Somos unos campeones!!

Esta es la parte divertida porque luego vendrá lo duro y eso que decidimos volver por Subiza para evitarnos subir otra vez al Perdón.  Pero desde Ucar a Biurrun las pistas presentan rampas durísimas a estas alturas de la aventura, cuando los kilómetros pesan y cómo en nuestras piernas.

En Subiza ya no dejamos el asfalto y por la bonita carretera que pasa por Arlegui y Esparza nos plantamos en Zizur en un plis plas.  Son poco más de las 12 ¡¡aún podemos echar un vermú!!


53,92 kmts y 1013 mts de positivo acumulado.
La ruta en WILIKOK
La ruta en Garmin

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