Correr, caminar, pedalear, trepar, nadar, saltar...Trabajar y VIVIR. La diabetes, una anécdota.

Siempre y cuando controlemos el ejercicio y nuestra glucemia en sangre. Esta enfermedad que junto con la obesidad está considerada la epidemia del siglo XXI permite llevar una vida activa perfectamente normal gracias a médicos e investigadores, profesionales apasionados que no dejan de trabajar para que mañana sea de verdad una anécdota. Hay dos tipos principales de diabetes: Tipo I y tipo II. La primera es la mía, la insulino-dependiente o también llamada infantil, porque en un alto porcentaje de casos se presenta a edades tempranas, aunque yo "debuté" con esta enfermedad a los 44 años. Mi sistema inmune falló y atacó a las células del páncreas que producen la insulina sufriendo a continuación los tres síntomas del libro o las "tres Pes": Poliuria (orinar mucho), Polidipsia (sed horrible a todas horas) y Polifagia (hambre, hambre, haaaambre).



¿Porqué a mí? Pensé. A mí que toda la vida he hecho deporte, que sólo tres meses antes terminé mi Cuarta Maratón en Donosti, a mí que no fumo, a mí que soy un chico formal: Buen padre y ejemplar esposo, a mí que hago la declaración de renta puntualmente y pago la contribución urbana y el impuesto de circulación religiosamente cada año... ¿Porqué?



El estrés que tantos sufrimos en mayor o menor grado, herencia genética, un catarro mal curado, la contaminación, el agujero de la capa de ozono... Médicos, familiares, amigos, vecinos y yo mismo apuntamos una u otra causa, pero lo cierto es que daba lo mismo. El caso es que mi cuerpo -mi páncreas- casi no tenía reservas de insulina y que ya no iba a producir más -o muy poca- y que iba a necesitar "pincharme" insulina todos los días.

sábado, 29 de diciembre de 2018

Entreno Fin de Año con los Txurregis

Edorta nos ha invitado a la salida con los colegas de su equipo desde Gares-Puente la Reina. Un clásico que este año estrena nuevo recorrido: Cambiamos las pistas que ascienden a Ipasate y Erreniega junto al Señorío de Sarría por un bucle que primero nos llevará a las Ermita de Arnotegi y Eunate y después hacia Mañeru, sobre los escarpes encima del río Arga.  En total casi 24 kilómetros de toboganes por las sierras próximas a Puente la Reina que nos ha encantado por lo variado y ameno del recorrido. Ya sabemos dónde entrenan los pájaros de Puente para estar así de fuertes y volveremos para repetir esta excursión. Tiene rampas exigentes y divertidas bajadas trialeras donde puedes volar sin temor ya que el piso es excelente y apenas presenta obstáculos, de hecho hay algún loco, como Sergio Aramendía que lo hacen en bici de monte, ¡madre mía! solo pensar en bajar por esa rampa de casi 40 grados por la que hemos subido hacia Mañeru me da escalofríos... Eso sí, nos hemos encontrado con un piso de tierra húmeda donde nuestras zapatillas agarraban perfectamente pero con lluvia necesitaremos otras zapas cuya suela cuente con buenos tacos.


Desde Zizur hemos salido Alejo, Santi, Iván y yo, además de Duque, el dálmata de Iván. En el polideportivo de Puente los Txurregi han arreglado la posibilidad de ducharnos y además nos han prometido unas cervezas. ¿Qué más podemos pedir?

Seremos treinta elementos, entre Txurregis, Trizurkos, Riovana del BKE y Elvira del Tipi-Tapa de Pamplona.  Como el bucle que vamos a realizar pasa por Puente la Reina aquéllos que tengan prisa o cualquier problema podrán dejar el entreno en 15 kmts o continuar hasta completar los 24.  Alejo será uno de los que lo dejen ahí porque anda con molestias en el pie después de su aventura nocturna en la Higa hace dos días, ¡Animo campeón!

Puente la Reina, río Arga.
El primer buble de casi 15 kmts por la sierra entre Puente y Obanos

La primera de las tropecientas subidicas de la excursión

Ermita de Arnotegui
 


Bajando a Eunate


 
Foto de familia en la ermita de Eunate

 Desde Eunate regresamos a Arnotegui siguiendo casi el mismo itinerario pero con algunas variantes. La jornada había empezado fresca con el aire de norte que no ha dejado de soplar durante toda la mañana pero al final, con el esfuerzo de la carrera pocos conservaban el cortavientos.

 
 



Otra vez en Arnotegui
La segunda etapa nos llevaría por la ribera del Arga hasta subir esos escarpes próximos a Mañeru. En la primera parte de la subida encontramos rampas del 40% por lo menos... Una zona muy chula.


El cazador cazado, ¡Gracias Toño!

Junto a la ermita de Añorbe. Edorta súper contento.

Los últimos tres kilómetros por pista son un excelente final para nuestra excursión.
 



Ver ruta en mi Garmin

 Mis glucemias: 104 a las 7:37 de la mañana. 2 uds de Novorapid y desayuno mi café con leche  y un puñado de nueces y avellanas. A las 13:04 antes de ducharnos en el polideportivo tenía 74, solo he tomado agua con zumo de limón y he tenido buenas sensaciones durante todo el recorrido. Genial. En casa me he puesto 5 uds de novorapid y he comido un plato de paella y una chuleta de cerdo con cuatro patatas fritas. A las 18:38 tenía 115. ¡¡Muy bien!! A ver si repito esos valores los 365 días del 2019...

viernes, 28 de diciembre de 2018

Pedaleando por la estepa II



He pasado estos primeros días de la Navidad en Zaragoza y tras las copiosas comidas, cenas, almuerzos, meriendas y cafeses acompañados de los típicos dulces necesitaba una actividad que permitiera quemar tanta caloría. Y más si como es mi caso, el azúcar se dispara por mucho que aumente la dosis de insulina.

Lo tenía todo preparado para coger la bicicleta. Todo excepto la meteorología que ha sido bastante adversa: frío y niebla. Pero bueno, con tres capas compuestas de camiseta técnica manga corta, otra de manga larga y chaqueta cortavientos no he pasado demasiado frío. En las manos guantes gordos y las orejas bien cubiertas con el buff debajo del casco. ¡¡Vamos allá!!

Cosechando cardo en las proximidades de Cuarte. Una riquísima verdura típica de la Navidad.

El miércoles 26 me tiré hacia Cuarte y Cadrete para desde este pueblo subir a la Plana de María por su famosa pista-autopista de tierra, algo más de 300 mts de desnivel que no me han sacado de la fría niebla ¿Dónde están el Sol y los cielos azules?






Los he encontrado prosiguiendo por la alta meseta de la Plana para ganar algo más de altura cuando he llegado a su extremo Sur, que asoma sobre Valmadrid en la zona llamada Bosque Alto. Desde allí podía distinguir el Moncayo -sin apenas nieve- y las Sierras de Calatayud, Algairén y del Peco, detrás de los altos de Paniza. También hacía frío aquí arriba pero el Sol quería calentar un poquico. Poco.

En otras ocasiones me he cruzado por aquí con docenas de ciclistas pero hoy apenas he visto a dos chicos que me han saludado muy alborozados al pasar a mi lado entre la niebla. Entre que es día de labor, que hace frío, que la comida navideña sienta mal a más de uno y los catarros del invierno hemos quedado cuatro locos pedaleando por aquí...   Eso le da a la excursión un punto extra de aventura y de no ser por los cientos de molinos que se levantan en todas las direcciones uno podría creerse en el fin del mundo.

En las caídas o escarpes de la Plana abundan los bosques de pino carrasco -supongo que de repoblación-, pero son muchos los rincones donde abundan la coscoja y el enebro amén de tomillo, romero y esparto por supuesto. En algún ribazo entre fincas de cereal se levantan encinas, algunas bastante grandes, reliquias de lo que a buen seguro sería un bosque mediterráneo.  Antiguamente este era el camino más corto entre Zaragoza y Fuendetodos pero lo escarpado del terreno hizo que las comunicaciones discurrieran por el valle del río Huerva

Siguiendo las indicaciones de otra ruta en Wikiloc he bajado hacia Jaulín metiéndome otra vez en la niebla y en el frío...






Desde esta localidad, conocida por su balsa y parque anexos, que en 1984 recibió el Premio Nacional del Medio Ambiente y en 2007 el de Aragón, continué por carretera unos dos kilómetros pasando un poco de miedo ya que se había terminado la batería de mi luz roja trasera, y con la niebla era absolutamente necesaria. Por suerte apenas había circulación y enseguida pillé una pista de tierra a mi derecha por la que llegué al Paso de los Carros, en el río Huerva. Desde ahí solo quedaba llanear a toda velocidad pasando por María, Cadrete y Cuarte hasta llegar a Zaragoza.

Al llegar a María cruzo el Río Huerva.
La vega del Huerva y los escarpes de la Plana. Se distingue el Castillo de María.

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Glucemias:

203 a las 7:31. Mal no, requetemal. Desayuno un café con leche y un puñado de nueces y me pongo 2 uds de novorapid. A las 12:00, al comienzo de la bajada a Jaulín, comeré un trozo de pan de higo, beberé un poco de agua y con eso tiraré hasta casa donde antes de comer, a las 14:00 tengo 121 de azúcar. Me pondré 6 uds de novorapid que resultaron demasiadas porque una hora más tarde de comer un plato de borraja y un poco de carne me noté flojeras y tuve que comer un polvorón para espabilar. ¡¡Viva la estepeña!!

Ayer Jueves ya apetecía menos coger la bici: Las nieblas altas no prometían despejar y mis patas acusaban la paliza del día anterior.  Pero finalmente me animé y volví a subir a la Planas por otro itinerario que sube próximo al Barranco del Montañés. Es una subida más exigente que la de Cadrete y aunque hace unas semanas conseguí superarla sin echar pie a tierra, esta vez no lo conseguí: En lo más duro de la cuesta la cadena se salió y la bici quedó bloqueada. Como soy un patas no pude sacar el pie del pedal y caí a un lado como un saco. Mi orgullo fue lo único que resultó dañado y un poco también la moral porque los últimos metros fueron andando y empujando mi caballo.

Al llegar arriba no asomé fuera de las nieblas, que como he dicho estaban altas y sin detenerme tiré hacia Torrecilla de Valmadrid, un pueblecito perdido en la estepa a donde bajé a toda pastilla por una pista muy peligrosa por la gravilla suelta. Los pies helados se recuperaron un poco cuando pasado el pueblo retomé la subida por otra pista que me llevaría de regreso a Zaragoza.






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Glucemias: 182 a las 7:45, mal también. Desayuno igual que el día anterior y aunque la excursión fue más corta comí un poco más: un puñado de almendras en el mirador del verde, antes de bajar a Torrecilla y otro trozo de pan de higo al poco de pasar el pueblo. Al llegar a casa, a las 13:00 tenía 81 de azúcar. Esta vez solo me puse 5 uds de novorapid antes de la comida y no sufrí ninguna pájara después. Bien.

Escribir 100 veces: No comeré tanto y beberé menos en Navidad.

domingo, 23 de diciembre de 2018

Un Entreno Navideño...

... Subiendo el Mortxe y el Sarbil. 

Desde Asiain, en la cendea de Olza. Un pequeño pueblo en la ribera del río Arakil y al pie de la Sierra de Sarbil, cuya parte norte también se llama Sierra de Saldise. Para simplificar el Cabezón de Etxauri o Sarbil (1136 mts) es cima de la primera y el Mortxe (1123 mts) de la de Saldise. Entre ambas se extiende una alta meseta que domina la Cuenca de Pamplona hacia el Sudeste y el Valle de Ollo al Noroeste. ¡Qué mejor destino para nuestra excursión en un domingo de nieblas como hemos tenido hoy!

En Zizur nos hemos encontrado Ascen, Maite, Jorge y Rufino a eso de las 7 menos 10 de la mañana. Poco más de las 7 cuando hemos llegado a Asiain. Noche cerrada y un montón de coches aparcados con gente pululando aquí y allá... ¿Cazadores? Noooo, eramos 27 elementos con mallas de colores, zapatillas y la mayoría un gorro de Papa Noel en la cabeza.  Lo que había empezado como una quedada navideña de cuatro trizurkos se había convertido en una manifestación deportiva ¡Vivaaa!!

Trizurkos, Beer-runners, Baztandarras, Deportivo Navarra y Run19 de todos y cada uno había al menos un loco en representación.Y del equipo de los perros estaban Duque -el dálmata de Iván- e Ikatz -el pastor vasco de Pedro-.  Así pues casi treinta elementos que seguramente hemos despertado a más de un vecino.

Pero solo ha sido un momento pues enseguida hemos tirado por una pista hacia Egillor, donde se pilla el sendero GR220 para subir al Mortxe.



Maite y Sonia bien provistas de su gorro navideño

Ascen y Alejo que causó sensación con sus orejotas de elfo

El sol sale entre Peña Izaga y la Higa

Ahí detrás se levanta el Txurregi.
Amanecer y salir de la niebla ha sido casi lo mismo. Fantástico el horizonte de los Pirineos con el sol saliendo entre Peña de Izaga y la Higa. Por más veces que lo veamos no deja de maravillarnos. También podíamos ver muy cerca la cima del Txurregi, el Gaztelu y la Trinidad de Erga, encima de Irurtzun, ¿Islas o montañas? saliendo de la niebla, un mar gris que se extendía en todas las direcciones, también al otro lado del Perdón, cuyo alargado lomo apenas asomaba entre olas blancas... Guapo guapo.


Risas y buen ambiente todo el tiempo.

Maite y Ascen disfrutaron como nunca...


Foto en la cima del Mortxe y a la carrera hacia el Sarbil, una pirámide que destaca al Sur y al otro lado de la meseta, las sierras de Saldise y Sarbil que decíamos...

Hacia el Sarbil que se levanta delante nuestra. Detrás suya puede verse el Moncayo...


Corremos por senderos y pistas con mejor y peor piso, hierba y piedras donde debemos poner buen ojo para no tropezar ¡Cuidado Rebeca!  Nuestra amiga ha tropezado y caído en plancha pero antes de terminar la frase ¿te has hecho daño? ya se había levantado y reanudado la carrera.

Alberto Larrayoz está hecho un campeón, a pesar de que ayer estuvo con nuestro vecino Josu dando una vuelta con la bici por la zona de Artikutza, aquí está disfrutando y manteniendo buenas posiciones dentro de la hilera de corredores. Tanto él como otros chicos que se han animado a venir estaban un poco engañados con las cifras del entreno: Unos 17 kilómetros, les había dicho Alejo...  Pero eran casi 22. Bueno, tampoco hay tanta diferencia...

En cada cruce vamos haciendo paradas y nos reagrupamos. La marcha la cierran Nacho y Carlos Nuin y voy un rato con ellos cuando nos acercamos a la base del Sarbil. Es entonces que nos encontramos con mi cuñado Pablo, que vive en Etxauri y cada dos por tres anda por estos montes entrenando. Ya nos lo hemos encontrado en varias ocasiones y siempre alucinamos de verlo con zapatillas "minimalistas" en los pies, casi sin suela vaya, de esas que también llamamos cangrejeras y que no protegen nada la planta, pero este hombre conoce cada piedra, cada raíz y se mueve por aquí mejor que lo haría un pastor de hace 10000 años ¡qué tío!

Pablo flanqueado por sendos Carlos
Mientras vamos con Pablo hablando, nos despistamos y bajamos más de la cuenta en dirección a Muniain, donde mi cuñado ha dejado el coche. Menos mal que Carlos se da cuenta a tiempo y "solo" tenemos que recuperar 50 mts de desnivel pero qué mal nos sabe, sobre todo a Sonia que también venía con nosotros y no está para tirar cohetes ¡¡Animo campeona que esto nos va de cine para la próxima Nafarroa Xtreme!!  También nos fastidia que el grupo nos estará esperando arriba del Cabezón, en la ermita, donde si hace fresquito será un mal rato para ellos.

Pero solo son 5 minutos y además al abrigo de la ermita el sol casi calienta un poquico haciendo más cómoda la espera al equipo.
Ermita de Santa Cruz y cima del Cabezón

Con Fernando Zaratiegui, el campeón de los AVC

Luis Leandro, el más salao de los Run19
Panorámica de Luis Leandro desde la ermita

Alucinantes las nieblas "brincando" la Sierra de Erreniega

Ya tenemos hecho lo más duro, ahora viene bajar de nuevo y desandar el camino hasta un cruce encima de Azanza. Junto a unas antenas arranca una pista hacia el Oeste, en dirección a un barranco por donde bajaremos a Izu y a Asiain.

Alberto Larráyoz

Javi Oteiza

Ascen, Maite y Sonia
 Ascen nos dio un susto sin saberlo: Cuando llegamos a Izu, nos dijeron que se había caído y que se había fastidiado el tobillo, pero luego resultó que sí, que había tropezado y había gritado como siempre suele hacerlo pero que no se había hecho nada. Menos mal porque los tobillos son su punto débil... Ascen ¡no seas tan expresiva, que no todos te conocen como eres jajaja!


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Casi todas las afotos aquí

Si nuestra excursión fue una maravilla no os quiero ni contar el pedazo de almuerzo que nos tenía apalabrado el amigo Alejo en el bar Orrio de Asiain: Nos sentamos 25 elementos a la mesa. Una mesa grande que terminó llena de fuentes con huevos fritos, con chistorras y con magras de jamón. Cazuelas grandes llenas de ajo arriero, de callos y de guiso de oveja con patatas. Esto último yo no lo había probado nunca y resultó que la carne estaba tiernísima y la salsa deliciosa...  El encargado nos tomó nota de los cafés y al servirlos los acompañó de una caja de bombones y una bandeja de polvorones amén de dos botellas de coñac y pacharán.  Yo no había almorzado de esa manera en toda mi vida y creo que mis compañeros tampoco ¡madre mía que atracón!  Y lo mejor es que todo nos salió por menos de 15 euros.  El Bar Orrio de Asiain queda declarado Avituallamiento Oficial en todas las excursiones de la comarca. ¡¡Hip hip!! ¡¡Hurraaaaa!!





Santi también vino al almuerzo. Había pasado la noche en la ermita de Lizarraga, no sé si cenaría bien pero almorzar...
 Y además Gustavo y Pello -nuestro amado presidente- se acercaron para almorzar y traernos nuestros regalos de Olentxero: las nuevas sudaderas del equipo. ¡¡Vivaaaaa...!!  ¿Qué más podemos pedir?