Sábado 15 de junio. Un año más estoy en el Repelao, cerquita de la basílica de Covadonga. Faltan pocos minutos para la salida, que este año es a las 2 de la mañana. Conmigo están Javi y Floren, que han venido con mucho respeto a esta carrera, tanto, que la han preparado super bien, como debe ser, con entrenos duros y exigentes en cuanto a distancia y desnivel, no como yo, que por A, B ó C, nunca preparo estas aventuras como debería. Pero bueno: Aquí estoy, en el cajón nº 6 junto a Floren. Javi sale en el nº 5 y en los nº 1, 2, 3 y 4 hay más campeones navarros, como María e Iñaki, del grupo A4 x Km, y un nutrido grupo de corredores del Trail Run19, con bestias como Jorge o Eduardo, y fieras como Adolfo, Alex o Pedro. Y está Jorge, con quien no coincidía hace años, ahora está venga a esquiar y hacer monte pero todavía se acuerda de lo que es correr y sufrir en zapatillas y pantalón corto, que es a lo que hemos venido los 470 participantes de la XX Travesera Picos de Europa: A sufrir, sobre todo a sufrir. Y disfrutar.
Fotos de Javi con las primeras luces del amanecer. Son subiendo a Jou Santu, a unos 2000 mts de altitud y con mucho frío. Yo sobre todo tenía las manos heladas: Los guantes finos que llevaba apenas me protegían pero no me quejaba viendo a otros corredores que iban sin nada. Durante la subida pude llevar un ritmo bastante regular, quizás no tan bueno como en 2022 pero sin parones. Además este año había menos nieve y creo que avancé mejor por las piedras que por el blanco y resbaladizo elemento.
Segundo avituallamiento en Caín |
En Caín rellené los dos flases y además un tercero que llevaba preparado para afrontar la siguiente etapa, larga y durísima: La Canal de Dobresengos. También comí como un ceporro: Tres trozos de empanada de atún, dos de tortilla de patata, caldo y café. Metí un "huesito" a la mochila y retomé la excursión para ascender desde los 450 mts de Caín a los más de 2300 mts arriba de la Horcada de Caín.
Agur Caín |
Gracias Adrián, Alejo, Egoitz y Pedro ¡¡Sois los mejores!! |
Después de Collada Bonita no regalan la bajada a Vega de Sotres: Primero hay un tramo muy tieso que incluso está equipado con cuerda por la organización y después sigues por un terreno puñetero donde apenas puedes echar unas carreras cortas. Pedro me anima observando que puedo bajar a buen ritmo y con seguridad. La verdad es que mis amigos se habían preocupado viéndome subir a rastras a la Collada pero se alegran de verme vivo bajando a Sotres. Vivo pero muy muy justo. Dentro de mí casi veo con alivio como pasan los minutos y que no llegamos abajo: Seguro que llego fuera de tiempo y se acaban las miserias... ¡¡Qué rica debe estar la cerveza en Sotres donde han dejado el coche mis compis!!
En Vega de Sotres, son las 15:17 y el control cierra tres minutos más tarde. Casi estaba decidido a dejarlo pero ver aquí a dos compis del Trail Run19, Alex y Pedro que se están preparando para salir y que tienen la misma cara de miseria que debo tener yo, produce en mi un efecto, no sé, como una pastilla mágica (placebo fijo) que me da la chispa necesaria para seguir. Relleno flases (los tres) y agarrando cuatro trozos de naranja tiro con Alejo por la pista que llanea unos trescientos metros hasta llegar al sendero. El sendero del infierno que sube por la Canal de Jidiellu, más de 1100 mts de desnivel hasta el Collado de Valdominguero ¡¡Su puta madre!! Es la última subida.
¿Necesitas algo? -Me pregunta Alejo-, Nada, tus patas si me las puedes dar... -Le contesto socarrón-. Me quedan dos geles, tengo sales, magnesio y sobre todo dos bocatas de jamón que no he tenido tiempo de comer todavía. Además confío en el avituallamiento "pirata" que arriba de Jidiellu montan todos los años unos campeones, los más majos del mundo mundial, con agua fresca y coca-colas, y con esa idea en la cabeza emprendo el ascenso. Paso a paso, chino chano, tipi tapa... Despacio. Muy despacio.
Enseguida me alcanzan los Run19, van muy bien excepto Alex que está muy desanimado. Se quedará atrás y finalmente dejará la carrera en Sotres. Unas molestias en la rodilla no le han dejado preparar esta carrera como él habría querido y además hoy no ha tenido el día. Tampoco fue mi día el año pasado cuando abandoné en la GTPE, subiendo la canal de Trea, un día muy muy caluroso. Hoy en cambio el aire está fresco, mis pulsaciones están bien y sobre todo mi estómago asimila todo lo que le meto aunque sea en desorden: Agua, Coca Cola, sales, magnesio... Menos dinamita bebo y como de todo.
Lo malo de Jidiellu es que casi puedes ver toda la canal de abajo arriba. Y arriba está muy muy alto...
Alcanzo a un chico de Alcázar de San Juan -Castilla la Mancha-, que sube muy bien acompañado por amigos de su equipo. Uno de ellos me ayudará a subir en el último escalón equipado con cuerda. No sé si con mis brazos habría podido pero con su ayuda fue fácil. ¡¡Gracias campeón!!
Al llegar arriba solo hay tiempo para echar unos tragos de agua y apretar a correr por un buen sendero que este año está libre de neveros. Un chico de la organización nos achucha insistiendo en que solo tenemos 35 minutos para llegar a Jitu Escarandi. Por suerte casi todo es buen terreno y cuesta abajo así que emprendemos la carrera sacando fuerzas de donde no quedan. En Vega de Sotres no daba un duro por llegar a meta pero ahora veo que si llego a Jitu podré conseguirlo. ¡¡Vamos!!
Collado de Valdominguero -2145 mts- |
¡¡Apoteósica mi carrera!! Primero por camino y pedregales durante unos 4 kilómetros hasta el Casetón de Andara donde haré un alto para echar otro trago. Bajar a la pista y retomar la carrera es todo uno. Alcanzo a un par de chicos que como yo, se la juegan para llegar en tiempo y juntos proseguimos dándonos ánimo ¡¡Podemos conseguirlo!! La pista hace una curva y les digo que detrás veremos Jitu. Pero no, todavía no se ve. ¿La siguiente revuelta? Tampoco. Nos quedan 10 minutos. Hay tiempo.
Después de otra revuelta seguimos sin ver el Jitu dichoso, al contrario, tenemos una recta de casi medio kilómetro hasta la siguiente curva ¡¡Y solo nos quedan cinco minutos!!
Y esa curva siguiente fue la última, menos mal. Llegamos al control con poco más de dos minutos de márgen: Son las 18:28 de la tarde... Solo quedan 15 kilómetros hasta Arenas de Cabrales y allí el cierre será a las 22:00 horas. ¡¡La Travesera es nuestra!!
Después de Jitu Escarandi retomé el trote durante unos tres kilómetros alcanzando a diez o doce corredores pero la etapa anterior me había vaciado. Estaba hecho polvo y en la primera cuesta arriba, aunque era tendida, volví a caminar. Curiosamente fue andando que me dolían horriblemente las plantas de los pies, de modo que me detuve a un lado del camino, me descalcé y aireé los pieses dos minuticos ¡¡Aaaaay qué biennn!!
Me adelantaron los participantes que antes había pasado pero no me importó y me incorporé detrás suya hacia la meta ¿Falta mucho para Caoru? Un montón... La marcha se hizo eterna y con el sol de la tarde y toda la paliza pasé a ir en modo zombie durante un buen rato. Después me espabilé de nuevo y ya por fin en Caoru me tiré para abajo un poco más alegre detrás de una chica con la que había ido cambiando posiciones desde Jitu. La moza era buena bajando y la perdí de vista enseguida pero ya engrané con tres chavales que más o menos llevaban mi ritmo y con ellos hice los últimos kilómetros.
Las 21:44 cuando llegamos a meta. ¡¡¡Ta fecha!!!
Javi y Floren. Zorionak!! |
Un equipo feliz. Nos falta Adrián que andaba liado con sus paisanos, jajaja!!! |
El final feliz siempre es al día siguiente en Tielve, comiendo en el Carteru. ¡¡Im Presionante!! |
Pues eso: Tercera vez que me tiro a la piscina más honda y peligrosa de nuestras montañas y como siempre, sin saber nadar. Solo sé flotar como los perrillos pero... ¡¡Es tan bonita!!
Lo de que no sé nadar, es una verdad a medias: Conservo cierta forma física y me gusta correr por el monte. Conociendo los números que se gasta la excursión sabía que tenía que prepararla bien, con entrenos largos y mucho desnivel. Cansando las patas hasta el agotamiento, sufriendo y pasando miseria al menos en tres salidas y si eran cuatro o más mucho mejor. Cuando me confirmaron el dorsal a primeros de año me propuse todo eso. Pero por A, B, C y D no lo había cumplido del todo: La salida más larga fueron unos 55 kmts siguiendo el recorrido de las Tres Ermitas, una marcha de montaña que sale y termina en Irurtzun, cerquita de Pamplona. Me la curré un mes antes de la carrera y me habría gustado repetirla pero no pude. Dos semanas antes corrí los 35 kmts de la Nafarroa Extrem y además he metido cinco salidas por los montes de María de Huerva, cerca de Zaragoza, subiendo por el Bco de las Almunias hasta arriba de la Plana, para regresar bajando por las Aristas de Nisupu y el Bco de la Morera, 22 kmts con poco más de 400 mts positivos. Eso es lo que había y lo que me apetecía hacer, para qué voy a decir otra cosa...