Me he permitido copiar este fragmento del libro para poneros en situación y explicar mi objetivo en la excursión que emprendí este Viernes día 10 de diciembre a las montañas de Baztán y Quinto Real. Los 48 kmts que hay entre Zizur y Artesiaga me llevan algo más de tres cuartos de hora en una mañana fría y gris. La niebla se quedará en la Cuenca de Pamplona, pero el sol sólo es una tímida luz cuando llego a Zubiri, pues una leve cortina de nubes altas no acaba de irse. ¿Dónde están los cielos azules del verano? En Eugui, la carretera rodea el pantano que almacena las limpias aguas del Arga, que aquí es sólo una regata a donde van a parar los barrancos de Adi por la derecha y de Saioa a la izquierda. Dejaré la carretera principal que se dirige a Francia por Urquiaga y me desviaré a la izquierda, cogiendo un estrecho carretil que trepa montaña arriba por un inmenso bosque de hayas, no en vano estoy en el corazón de Quinto Real, hasta llegar a los 990 mts del puerto de Artesiaga. Desde aquí la carretera desciende a Irurita: al fondo del valle de Baztán, a tan sólo 220 mts de altitud.
Diez de la mañana. En el alto de Artesiaga hay más coches, seguramente habrá montañeros ascendiendo a la cima del Saioa, que desde aquí está muy cerca y con sus 1419 metros domina todos los montes vecinos. Mi ruta me lleva justo en dirección contraria: hacia el Noreste, por el sendero GR-12 que perfectamente señalizado flanquea unas montañas vecinas hasta el collado de Oyelegi (1070 mts). El camino es fácil, pues además de las señales discurre por terreno despejado y el único problema sería que la niebla se echara sobre los montes. Toda la ruta discurre sobre el cordal que hace frontera entre Baztán y Quinto Real, hasta que llegado al collado de Artgintzo continúo por el GR11 hacia Elizondo, con Baztán siempre a mi izquierda y el valle francés de Alduides a mi derecha.
Collado de Bustalmorro, bifurcación GR11 y GR12 |
Nieve en el Pirineo Aragonés |
No subiré el Argintzo (1210 mts), tampoco a la cima vecina de Los Generales (1156 mts), pues no tengo muy claro el tiempo que me llevará llegar a la famosa piedra. El itinerario me llevará por el interior de un bosque de viejas hayas y aquí sí que me detendré para captar las bellísimas imágenes de estos árboles, ya desnudos de hojas pero con los troncos y ramas cubiertos de verde musgo.
En el collado de Zaldegi, se levantan dos refugios de cazadores, hay que saber que la mayor parte del recorrido se ve jalonada por puestos de caza de paloma, la mayoría son parapetos a ras de suelo pero en las zonas donde el bosque sube a los altos, los cazadores han dispuesto palomeras en las copas de las hayas con escaleras para subir a los púlpitos, algunos a más de 15 mts de altura. Desde octubre hasta mediados de noviembre no aconsejo esta excursión, pues el pin pan pun, puede ser peligroso si espantamos un bando de palomas a un cazador.
En las proximidades de Peña Alba me detendré a charlar con un montañero, es de Elizondo y ha salido desde allí -qué suerte tienen algunos-, duda en cuanto a la ruta a seguir pues son las 12 y estamos en los días más cortos del año. Miramos el mapa y me doy cuenta de que yo estoy muy cerca de mi objetivo. Confortado con este encuentro -no había visto a nadie más en todo el recorrido- proseguiré animado mi excursión hacia el Monte Argibel, dejando Peña Alba a mi izquierda.
La cima de Argibel es una isla de piedras encima de los verdes puertos de la divisoria y de lo alto de sus paredes se han desprendido un sinfín de piedras, algunas descomunales y una de ellas es Arri kilinka: Inconfundible cuando me acerco a ella, asentada en equilibrio sobre otra gran piedra que hace de pedestal.
Desde la cima de Argibel, observamos cientros de piedras desprendidas, la del centro si os fijáis es nuestra protagonista. |
Con cierta prevención subo arriba y me pongo en un lado y en otro de la piedra, pero no consigo moverla, quizás mis 72 kilos no son suficientes, así que la próxima vez vendré con compañía, ¡te vas a enterar Arri kilinka!!.
Los Alduides |
FOTOS, FOTOS, FOTOS
Mis glucemias:
186 a las 7:40 antes de desayunar, últimamente amanezco bastante alto, ummmmn.
79 a las 10:22 en el collado de Oielegi, tras 20 minutos de trote. Como una barrita y bebo isostar.
62 a las 12:39 en la cima del Argibel, después de un rato haciendo el indio encima de la piedra. Como un bocata de jamón york con queso fresco, bebo isostar y además un gel de manzana.
69 a las 15:00 en Artesiaga. Como una barrita y rapidito para casa a por un cocido de garbanzos que quita el hipo.
En total han sido 5 horas justas con paradas para fotos y almuerzo incluídas. Pero podrían haber sido cuatro horas de no ser por mi rodilla que todavía me manda "señales", vamos que me pincha un poco en las bajadas...
La verdad es que te envidio... sobretodo por ese cocido de garbanzos que quita el hipo y la hipo, que donde se ponga un buen plato de garbanzos que se quite un donut! ;)
ResponderEliminarLas fotos preciosas, merecen esas paradas para hacerlas...
Tomasinyo.
Cagüen Carlos!! Si es que estás en los huesos, ¿cómo vas a menear semejante piedro?, mira que si lo tienes entre ceja y ceja no tienes más que pedirnos ayuda y nos plantamos allí unos cuantos.
ResponderEliminarEstarás por estas tierras el 24.....que tenemos quedada!!!!!!
¡Tomasinyo! Lo bueno es que después de un paseo de éstos siempre podemos pasarnos un poco con el postre, je, je... ¡Así que vengan donuts!
ResponderEliminarManu, estoy pensando lo de acercarme por Zaragoza el 24 sólo por cantar un villancico con vosotros ¡¡mecachis la mar, a ver si puedooooo!! Oye, pero lo que vengáis a ayudarme a mover el piedro, no lo digas en broma, que os monto una excursión ya mismo ¿ok?
Bueno, pues me dejas dientes de morsa y unas ganas enormes de regresar por esas tierras tan hermosas.
ResponderEliminarBss desde Valencia, Carlos!
Pasa puesssss.....di la frase mágica (¿que no hay huevos de moverlaaaa?), el día y la hora y montamos una incursión que le damos la vuelta al pedrusco..
ResponderEliminarYa ves Manoli, aquí por Navarra no tenemos tresmiles pero lo que son montes... para dar y regalar, eso sí: es una montaña amable, montañas de vacas que dicen algunos un poco despectivamente, pero donde tal y como he comentado antes puedes trazar excursiones muy, muy duras y sobre todo muy bonitas. Correr por los "rasos", los puertos del ganado, entre vacas, ovejas y caballos es una maravilla, parece que pisas el césped de un parque, un grandísimo y maravilloso parque.
ResponderEliminar¡Ay Manu! me has puesto en canción ya mismo, y este próximo finde podría ser una fecha genial para mover ese pedrusco o para cualquier otra aventura por aquí, incluyendo un buen almuerzo después, pero pintan bastos las predicciones meteorológicas: malo para correr y bueno para esquiar ¿no? de todas formas lo apuntamos como una tarea inaplazable en los próximos dos meses ¿ok?
Si marcháis a menear el pedrusco, me acordare de vosotros desde Vitoria, recuerda que es la 1/2, y con clima fresco nos quitaremos la espina de la B-SS, jijiiijij
ResponderEliminarBueno nunca mejor dicho cansamontañas nos vemos y recupera esa rodilla.
Txema (amigos V.C.)
Mucha suerte en Vitoria Txema!!! Ah y el jueves contar conmigo en el entreno habitual, que ya me he perdido un montón...
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