A Santi y a mí nos hace falta un entreno "largo" pues ambos tenemos una Ultra a la vista: el primero los días 6 y 7 de junio en Cazorla y yo el 26 y 27 de mayo en Baigorri y quién mejor que Rufino para hacernos de guía. Aunque yo también conozco la zona él ha realizado más salidas y entrenos corriendo por estos montes, territorio de La Dolorosa, de la No hay pitera y de la Carrera por Montaña Sierra de Luesia, pruebas de btt y de trail que aconsejo a todo aquél amante de conocer nuevos paisajes: las Altas Cinco Villas no le dejarán indiferente.
Son las 7:30 cuando echamos a correr desde Longás por el camino que sube a Santo Domingo. Siguiendo el recorrido de la "no hay pitera" corremos a orillas de la Onsella hasta cruzarla más arriba de las últimas huertas. Sendero limpio y muy bien señalizado gracias al trabajo de muchos vecinos amantes de su pueblo y el entorno natural que lo rodea. Repechón cuesta arriba para quitarnos el frío seguido de un largo llaneo por un barranco que nos conduce al corazón de la sierra. Las aguas bajan turbias, de un color casi blanco debido a que surgen de una mina de yeso. Al llegar al manantial podemos ver el agua blanca mezclándose con la corriente principal y transparente que baja de la Fuente de los Brezos, una curiosidad.
Hace fresco y no nos sobra la ropa aunque la pendiente nos haga resoplar ganando altura hasta una pista forestal al pie de las Rayas de Santo Domingo. La pista la abandonamos enseguida y proseguimos por unas fajas a media ladera que van rodeando la montaña y nos llevan a su vertiente Este, aquí arranca la bajada a Biel pero antes subimos a la ermita situada entre las dos cimas de la montaña. El panorama es soberbio y eso que los Pirineos nos quedan casi a contraluz. No nos importa porque sabemos que desde el Puy Moné también los podremos ver.
Ermita de Santo Domingo. En el horizonte a la derecha distinguimos la Higa y Peña Izaga |
En el refugio anexo a la ermita con Rufino y Santi, Eric no quiso salir... |
Para llegar a Biel perdemos altura a la carrera por pistas y senderos. Sujetaremos a Eric para que no moleste a los caballos que pastan entre los pinos y llegaremos al pueblo sin cruzarnos con nadie. Biel está a 760 mts de altura y su casco urbano está dominado por una gran casa-torre fortificada. En el panel explicativo leemos que es un castillo del siglo XI y que en él pasó la infancia el Rey Alfonso I el Batallador. Estamos en una tierra cargada de historia.
Llevamos 20 kmts de excursión y los tres vecinos a los que saludamos en la plaza son las primeras personas con quienes nos cruzamos esta mañana. Aprovechamos para refrescarnos en la fuente y comemos un buen trozo de chocolate con almendras ("Valor", con un 70% de cacao)
Dejamos atrás el pueblo y por campos de cereal comenzamos a ganar altura hacia el Puy Moné, la montaña se levanta delante nuestra alargando sus contrafuertes de conglomerado en los que la erosión ha abierto visibles heridas. Aunque el sol está alto todavía el aire nos sabe fresco, el día es sano, vamos a pasar calor pero no será mucho.
Llegados arriba recorremos el largo cordal de cumbres mientras nos deleitamos con las magníficas vistas que tenemos en todas las direcciones. No hay nadie más, la montaña es toda para nosotros, ¡¡qué privilegio!! Nos sentimos felices
El Puy Moné es un magnífico mirador |
El segundo gran objetivo está conseguido, llevamos 25 kmts de excursión. |
Bisaurin y Aspe entre otras cimas del Pirineo asoman detrás de Santo Domingo |
¡¡Ya hemos llegado!!
Nos podremos refrescar y disfrutar de la belleza de este oasis junto con cuatro excursionistas que acaban de llegar en coche por la pista que viene de Luesia. Quitados los vecinos a quienes hemos dado los buenos días en Biel y un ciclista que nos cruzaremos por la pista después no veremos más gente en toda la mañana. Lo que decía: un privilegio muy raro en estos tiempos.
Llevamos 30 kmts y "ya solo nos queda lo peor": calculamos unos 10 kmts hasta Longás con 500 mts de desnivel positivo a superar y sin ninguna fuente, así que racaneando el agua de nuestras mochilas proseguimos río Arba arriba de nuevo hacia Santo Domingo. Debemos ganar altura hacia el Collado de Lucientes buscando todos los atajos que nos ahorren las revueltas que da la pista principal.
Fuentes no vemos pero Eric se podrá refrescar primero en el Arba y más arriba en un barranco secundario que también lleva bastante agua y es que aún cuando hace más de dos semanas que no llueve las nieves y borrascas del invierno todavía mantienen los acuíferos. Esperemos que pronto vuelvan las nubes oscuras para que el verano no sea muy duro.
Se nos hace un poco largo hasta que coronamos los altos de la Sierra de Lucientes, la prolongación hacia el Oeste de la Sierra de Santo Domingo. Por fin, a unos 1110 mts de altitud asomamos de nuevo a la Bal d'Onsella, ¡¡Allí abajo vemos Longás!!
Desde los altos de Lucientes tenemos la mejor postal de la Sierra de Santo Domingo |
Magnífica excursión: 43 kilómetros de montaña, bosques y ríos en la Comarca de Altas Cinco Villas. |
Un gran corredor y un gran narrador. Gracias por tus crónicas.
ResponderEliminarEncantado Pascual y gracias a tí por tus piropos. Por cierto que este año igual me vuelvo a apuntar a la carrera porque dice Rufino que este año toca fresco: -Un año calor y otro frío- dice que es la regla que viene cumpliéndose desde la primera edición de la No hay pitera.
EliminarUn maratoncito montañero pal cuerpo, como si cualquier cosa. El remate con la ambar y la longaniza esa, que habrá que probar. Eres un crack.
ResponderEliminarNo me digas que no has probado la longaniza? Pues ya estás apuntándote a la próxima edición de No hay Pitera ¿OK? Creo que será el primer domingo de septiembre. Pero oye, la Ambar seguro que la has probado...
ResponderEliminarMe lo apunto a ver si cuadra. La ambar por supuesto la he probado, muy buena
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