Invitados por Gorka Rípodas y anunciando buen tiempo ¿qué mejor plan para una mañana de Domingo que echar unas carreras por San Donato? Las nevadas de hace unos días han vuelto a poner el blanco en las montañas, con los cielos azules y el sol de febrero cualquier paseo será bonito. Y este lo ha sido, vaya que sí.
Foto Antonio Soria |
Foto Antonio Soria |
Hace frío cuando bajamos del micro bus junto al túnel de Lizarraga, arriba de la Sierra de Andía. Desde aquí puede verse el Beriain, en cuyas alturas se levanta la ermita de los Santos Donato y Cayetano, el techo de nuestra excursión. Para llegar allí trazaremos una C - al revés-, por encima del valle o barranco de Leziza, que va a dar a los pueblos de Unanua, Torrano y Lizarraga. La excursión propuesta no tendrá mucho desnivel pues ya estamos arriba de la sierra. Algo más de 500 mts de positivo y unos 20 kilómetros de distancia.
Los veintipocos locos y locas echamos a correr para quitarnos el frío y pronto lo conseguimos pues superadas las primeras cuestas nos vemos corriendo al sol. Eso sí, el calor que sentimos es por la pendiente y el trote de nuestras patas porque los rayos del sol ni se notan, aún así es una gozada notar como entra el aire frío en los pulmones.
Nos conocemos casi todos: además de Gorka e Iñigo Esparza, estamos Ascen, Alejo, Josie, Daniel y yo del Trizurko, Toño y Xabier del Txurregi, Irene, Jero, Eneko, Rubén, Aitor Salinas... Ascen me presenta a Maite a quien conoce de Zizur y hay otra chica, Kristina, que resulta ser la mujer de Ander, un buen amigo del Adi-Ike con quien he corrido cien carreras ¡¡qué pareja!! ahí están los dos, con tres txikis en casa pero bien organizados: el aita corrió ayer y hoy le toca a Kris ¡¡bravo!!
Enseguida se estira el grupo y unos pocos corredores nos quedamos atrás, Ascen, Maite y otra chica con quien también coincidimos el domingo pasado en Montejurra llevan un ritmo más justo pero cada dos por tres nos iremos reuniendo en breves paradas.
El aire nos da de cara mientras corremos hacia el Este pero cuando más arriba cambiamos de sentido y enfilamos hacia San Donato en dirección Oeste nos pega en la espalda ¡¡menos frío y además ayuda extra!! Hemos cogido altura y si nos damos la vuelta podemos ver los Pirineos. Y el Moncayo muy pequeñito al Sur y ... muchos muchos montes todos blancos de nieve.
¿La estepa siberiana? no, la meseta de Andía |
Los Pirineos hacia el Este y más cerca distinguimos Peña Izaga y la Higa |
Ermita y cima de Beriáin |
Ermita de los Santos Donato y Cayetano |
Fotografía de Félix San Román |
Abajo Lizarraga, Torrano y Unanua |
Cuando llegamos a la ermita y mientras llegaban los más rezagados estuvimos unos minutos que aprovechamos para comer y beber. Hacía frío pero dentro se podía estar. Una vez estuvimos todos nos hicimos una pedazo de foto y salimos para enfrentar la bajada a Unanua. En principio estaba previsto bajar a Uharte Arakil pero esa ruta discurre por al cara norte de la montaña, que en febrero casi no ve los rayos del sol por lo que la nieve tenía que estar dura y peligrosa.
La ladera que baja a Unanua en cambio, está orientada al Sur y la poca nieve que había estaba blanda, otra cosa era el barro que más abajo hizo patinar a más de uno. Es una ruta sin dificultad pero que requiere estar familiarizado con el monte pues la pendiente tiene bastante inclinación y las vistas sobre el valle impresionan. Pese a que casi toda la excursión habíamos ido con Ascen, nuestra compañera de equipo, nos olvidamos de ella precisamente cuando más nos necesitó y nos tiramos montaña abajo como locos sin mirar atrás.
Afortunadamente Iñigo Esparza, que hasta la ermita había cerrado la marcha junto a los más rezagados, continuó atento a los últimos valientes y acompañó a nuestra guerrera durante toda la bajada ¡¡Buen bautismo de fuego campeona!!
Bajando a Unanua. Foto de Félix San Román. |
Al reagruparnos más abajo cerca del bosque, Ascen nos relató los apuros sufridos arriba. En los ojos le brillaban unas lágrimas, no sé si producto de los nervios o de orgullo por haber pasado con éxito la prueba. No le costó nada perdonarnos pero lo que me alegró más fue ver cómo disfrutaba contando la aventura. Eso sí, su chico preferido será siempre Don Iñigo Esparza. Lo tenemos merecido.
Que guapo, San Donato es una de mis montañas favoritas, aunque sólo he subido un par de veces en las tres ermitas. Me puedes pasar el track del garmin?
ResponderEliminarSalu2 y gracias (yonhey@gmail.com)
He puesto el enlace al pie de la última foto. Pero te lo paso al correo. Saludos campeón!!!
ResponderEliminarRecibido, muchas gracias.
EliminarNavarra mola, y mucho. Un saLUDO
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