Las cuatro de la mañana cuando suena la musiquita del móvil. ¿Qué hago? ¿Me levanto? ¡¡Claro que sí!! Tengo una hora y cuarto para desayunar y preparar todo lo necesario. Mi glucemia: 90 ¡¡Bien!! Me pongo 4 uds de novorapid y tomo mi consabido super-tazón de café con leche, dos tostadas -una con aceite y la otra con mantequilla y mermelada-, un puñado de almendras y ... ya me vale.
David, Iñigo, Alberto, Yo y Joseba ¡¡Los Cinco Magníficos!! |
La mochila la tenía casi preparada: meto 7 u 8 barritas de tres clases, las Compeed, el camel con isotónico, la cámara de afotos, el móvil, pasta, el medidor, una pluma de insulina, unos guantes, orejeras, una camiseta de manga corta y ... el chubasquero. Ya pesa ya...
A las 4:15 clavadas llego al poli de Zizur, ahí están Jorge y Joseba un poco nerviosos porque aún tienen que inscribirse y no quieren ir a Irurtzun con el tiempo justo. Falta Iñigo que llega en el minuto siguiente. Nos propone ir con su furgo y ahí metemos todos los bártulos. Parece que vayamos a ... vamos a una marcha de montaña con la idea de ir zumbando según nos permitan nuestras patas y pulmones. Que ya veremos, porque son 53 kmts y 3000 mts de desnivel positivo...
En el frontón de Irurtzun no hay problema para inscribirse pero los últimos saldrán ídem. La organización ha dispuesto una especie de cajones y quieren ser rigurosos para que los participantes en la marcha salgan por orden de inscripción. Eso nos preocupa porque queremos ir juntos y no queremos pillar tapones subiendo a la Trinidad, la primera cima de la jornada.
Nos encontramos con Alberto que ha venido por libre -tiene prisa para volver a casa-, con José Antonio Salgado, con Edorta y otros colegas suyos del Txurregi como Xabier Zarranz, con Fernando Zaratiegui y una pareja de amigos y también con amigos del Adi, el equipo de David Salinas, están Asier y Jabier Caballero y ... bueno, casi mil individuos que como nosotros, no tenían otra cosa que hacer hoy.
A las 6:30 suena el cohete y comenzamos a salir, yo tiro de los primeros, iré despacio mientras salgo de Irurtzun e incluso tiraré una fotillo. Sin salir del pueblo me alcanzarán David, Iñigo y Joseba y ahora un poco más rápido iniciamos el sendero que trepa al Erga, donde se levanta la ermita de la Trinidad. Hay tapones y Joseba se nos queda atrás, más me valdría quedarme con él pero con la lengua fuera hago lo posible por seguir detrás de los otros dos locos.
El frontal ni lo hemos encendido, al salir unos minutos más tarde enseguida amanece y podemos ver bien. El cielo está totalmente nublado y se escapa alguna gota pero las previsiones señalaban que aguantaría hasta la tarde sin llover. A ver.
La excursión es nueva para todos porque este año la hacemos en sentido contrario. Bajar del Erga tiene tela: nos tiramos por una ladera empinadísima en la que ponemos todo el cuidado para no tropezar, por suerte el suelo de tierra húmeda y hierba permite que nuestras zapas se agarren bien y sin ningún problema enseguida perdemos altura. El bosque está chulo, chulo.
En el pueblo de Latasa tenemos el primer control y avituallamiento, engullo dos porciones de chocolate y bebo un vaso de pepsi, y almendras.
Fuerte subida a Goldaratz, otro pueblo escondido en estas verdes montañas. Lo dejamos atrás y seguimos ganando altura hacia el alto de Larrazpil. El bosque sigue estando precioso. Como no, si las hayas están de estreno y sus hojas nuevas brillan con la humedad de una débil lluvia, algo más que txirimiri.
Alcanzamos a Asier y bajamos con él a Madotz, segundo control y avituallamiento ¡¡tienen tomates!! comeré dos trozos echándoles una poca de sal ¡¡riquisimos!! comeré también chocolate y beberé una pepsi. ¡¡Y nos vamos!! David e Iñigo me llevan con el gancho, están muy fuertes y no dejan de hablar ni en las subidas, entusiasmados con sus objetivos de esta temporada, que casualmente coinciden: La Hiru y la Aneto-Posets son los más gordos. Me dan envida doble, porque van a disfrutar de unas pruebas formidables y por lo que he dicho antes: pueden hablar y hablar como si estuvieran dando un paseo por el Parque del Arga.
Corremos ahora unos kilómetros por un valle de postal, prados verdes enmarcados por el bosque. Algún tobogán pero vamos llaneando y conseguimos marchar a 6 minutos el kilómetro. Nos alcanzan Xabier Osinaga y sus colegas, pasando delante nuestra, pero tardan en perderse de vista. Y es que vamos a toda pastilla.
El Valle de Ata asciende hasta San Miguel de Aralar, el llaneo se ha terminado y ahora cogemos altura por sendero de cuento en el interior del bosque. ¿Y Caperucita? Se ha quedado en casa porque ahora está lloviendo a base de bien. No me pongo el chubasquero y dejo que se moje mi camiseta de lana merina. Con el esfuerzo de la subida pienso que no tendré mucho frío.
Mis dos colegas acaban por desaparecer delante mía pero al poco doy con ellos, me han esperado para animarme un poco y es que ya casi estamos arriba. - No pueden quedar más de 15 minutos - asegura David. Pero yo voy fundido, tal vez flojee de azúcar y doy algunos tragos al camel. ¿Como alguna barrita? No señor, pensando en el super-avituallamiento del Santuario de San Miguel apreto los dientes y sigo para arriba agarrando fuerte los bastones.
Ya estamos!!! Iñigo me ofrece una bota con vino y le doy dos buenos tragos. Comeré un bocata de queso cojonudo, y tomates y chocolate y galletas y un yogurth y un café y dos vasos de pepsi. Después de todo eso miro la glucemia y me sale 96. ¡¡Muy bien!!
Dejaré que se vayan mis dos colegas y saldré poco después que ellos. Justo llega entonces Alberto, le saludo y me tiro para abajo pensando que no tardará en pillarme. El descenso a Uharte Arakil no es horrible pero hay que tener cuidado con las piedras que siembran el sendero y la ladera. Piedras grandes, pequeñas, medianas, regulares, irregulares... todas están mojadas a pesar de que ha cesado la lluvia y resbalan traicioneramente.
Al llegar al control de Uharte veo que Iñigo y David salen calle arriba. Yo entro en el avituallamiento y tomo dos vasos de caldo y más tomates ¡¡y galletas!! ¡¡y chocolate!! Es curioso, terminaré la aventura sin probar una sola de las barritas que llevo, eso sí el líquido del camel casi lo terminaré.
Pero aún queda mucho, ahora enfrentaré la subida más dura: Algo más de mil mts de desnivel nos separan de la ermita de San Donato, en lo alto del Monte Beriain. Y qué duro se me hace, el principio es una pista que aún siendo cuesta dura, se deja subir a buen ritmo, pero luego viene un sendero donde cada paso te acerca más a las nubes, nubes que nos hacen un favor tapando la montaña para que no veamos el calvario que nos aguarda.
Cuando llegamos al portillo de Uharte la niebla lo cubre todo, no vemos ni jotas pero sabemos que todavía nos queda una tirada hasta la ermita. De ella bajan ya mis dos compis de excursión que se alegran mucho de verme. Un par de bromas y muchos ánimos y continúan monte abajo mientras que yo prosigo hasta la ermita. Antes de llegar me cruzo también con Salgado que no anda demasiado bien, según me dice.
En la ermita me cogen Alberto y Joseba que han subido juntos, el primero se queja del tobillo, - ¡claro, por eso no me has pillado bajando de Aralar! - le digo. Joseba me da un poco de chocolate y doy un par de sorbos al camel, aquí no hay nada para comer.
Saldremos los tres juntos, pero no tardaré en quedarme atrás pues Alberto marca un ritmo muy fuerte en la bajada. Coño con sus problemas en los tobillos... No me importa, aunque noto las patas duras y cansadas puedo mantener un trote decente en esta bajada tendida que nos lleva al control y avituallamiento de Iturria. Hemos hecho lo peor y en mi carrera entre los bojes pienso en que la subida al Txurregi no puede ser muy dura.
Antes del avituallamiento alcanzo a Salgado y vamos un rato juntos, efectivamente no va muy fino. - No todos los días tenemos el cuerpo bien - me dice resignado. Me adelanto y llego al control con unos minutos de ventaja. Ahí está Joseba que no deja de zampar mientras comenta sus buenas sensaciones. - ¿Y Alberto? - le pregunto, - ¡No ha hecho ni parar! - me contesta - ¡para mí que quiere pillar a Iñigo y David! - me dice sonriendo. Ja,ja,ja... este Alberto siempre tan competitivo. Joseba empieza un yogurth al tiempo que se dirige de nuevo a mí, - ¿Cómo vas de lo tuyo? - me pregunta, - ¡coño es verdad, voy a mirarme!-.
Lo más gordo de la excursión lo he hecho con unos tragos de isostar y un poco del chocolate que me ha dado Joseba. Tengo 52, así que daré buena cuenta de unas galletas, dos yogures, dos vasos de pepsi y no sé cuántos trozos de tomate. Cogeré dos trozos de chocolate y me despediré de la gente del control, dándoles las gracias: - ¡¡Sois cojonudos!!- Y es que es verdad ¿en qué carrera te tratan tan bien por 10 euros que cuesta la inscripción?
Joseba ha salido delante mía y no tarda en perderse de vista. Yo voy bien, pero no tengo sus patas de veinte años, así que nada, tranqui que queda poco. ¿Cuánto? Ni idea, mi Garmin se ha muerto, se ha quedado sin batería. Me extraña porque no llevaría 8 horas todavía, pero en fin... Pararé unos minutos para poner una aplicación del móvil y así poder registrar el final de la excursión. ¡¡Cuánto nos gustan estas tontadas!!
Trepar al Txurregui será jodido, a estas alturas todos estamos machacados. El sendero es de montaña y apenas está marcado. Pero si nos parece mal, peor nos va a parecer la bajada cuando asomamos al otro lado, en la ladera que cae encima de Irurtzun. ¡¡Madre mía, qué ladera de vértigo!! ¡¡Y de resbalarse!! Pongo los 5 sentidos y los dos bastones en cada paso, el piso es hierba y piedras en las que patinas sólo de mirarlas. Llegados al collado con Gaztelu pienso que ya será más fácil, pero aún siendo menos peligroso, el sendero es más puñetero todavía: más barro y más barro. Salgo del sendero y me tiro por la hierba, entre los bojes y pinchudos rosales silvestres, me da lo mismo, prefiero pincharme a romperme el hueso del culo.
Vuelve a llover, ahora sí puedo correr un poco, vamos, a ver si llegamos ya.
La última parte de la aventura no me gustará: casi tres kmts por carretera, por la que puedo correr al principio pero que finalmente haré andando porque pica un pelín para arriba. No es un final bonito para la mejor Marcha de Montaña del mundo. Poco más de las 3 de la tarde cuando entro al frontón, no está nada mal.
Lo que grabó mi Garmin aquí. |
Las afotos aquí.
Aplauso-aplauso-aplauso... ¡¡¡¡titanes!!!! Mientras vosotros hacíais lo correcto, otros se quedaban quieticos en casa, temerosos de todo lo habido y por haber, y no miro a nadie (para no desnucarme, básicamente).
ResponderEliminarEnhorabuena, cabralocas.
Gracias Fletxa!!! No te martirices, hoy ha salido una mañana buenísima que seguro estarás aprovechanos bien. ¡¡Vamossssss!!
EliminarTe odio.
ResponderEliminar¡una prueba con esas vistas, esos bosque, ese tintorro y no avisas! Ya te vale. Apúntame a la del año que viene.
Un abrazo figura.
Eso está hecho campeón. Estás apuntado. ¿Qué tiempo encargo? ¿Lluvia fuerte o tormentas con granizo? Jajaja!!!
EliminarTitanakos!!! Una nueva aventura made in cansamontañas para motivar al personal a base de bien. Un saludo pa Fletxa Coja!!
ResponderEliminarSi no me rompo antes nos vemos en la Media de Irati!!! A ver si también se anima el Fletxas... Jejeje
Eliminarllegué realmente fundido, desgastado, consumido y mermado :(
ResponderEliminarpero muy contento!
otra más, todo suma...
Ya lo creo que suma. Esta Nos ha ido de perlas para pensar en Leitza. ¡¡¡Vamosssss!!! Por cierto que yo te vi muy entero, en serio. Eres un exagerado...
EliminarMuy bien descrito, motiva hacerla de nuevo.
ResponderEliminarQue decir, de la Sakana inmejorable, mi cuarta vez, y la primera con mal tiempo, el recorrido del revés, y de noche aun sueño con la bajada por Txurregui.
Bajamos de los ultimos esa bajada, imaginaros como estaba después de todas las patas, que habían bajado, y nunca pensé que el barro podia tener tantos colores y texturas. A la siguiente
Gracias por tu comentario. Para mi ha sido la tercera marcha, en la primera hizo bueno pero en la segunda cómo llovería que nos cortaron en Madotz... Pero cuando de verdad será dura para mi es cuando nos pille un día de sol y calor... Imagínate los últimos kmts...
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