sábado, 28 de junio de 2025

Ihurbain y San Donato

 Wasap de Javi el Viernes a la tarde:

  "Buenas tardes!!!! No habrá subido usted a San Donato por la brecha de Ihurbain?" 

 - Hace 20 añitos - le respondo.

  - ¿Recuerdas algo? 

-  Bueno, tiene un paso de II sencillo de trepar. ¿Quieres ir este finde? Si quieres voy contigo. Y Carlos Nuin lo mismo se apunta también."

Y así es como ha sido que esta mañana de sábado, a las 7 de la mañana nos ha recogido Javi en Zizur para tirar a Uharte Arakil, allí debajo del Beriáin, con su ermita de San Donato y del Ihurbain con su famosa brecha: Una canal orientada al Oeste, toda tiesa, cuasi vertical y que constituye una de las rutas más atrevidas a esta montaña. 

17 grados en Uharte cuando bajamos del coche, pero el sol ya está pegando. Y calienta.  Agarramos las mochilas y pies para que os quiero iniciamos esta ruta de wikiloc (Gracias Gus 11), que nos conducirá a nuestro objetivo.  Aconsejo seguir esta y no la que nosotros hemos hecho, porque en la primera bifucarción de la pista hemos seguido recto en lugar de tirar a nuestra derecha.  Total que hemos terminado en unas fincas de hierba y por no dar la vuelta no ha quedado más remedio que saltar tres o cuatro vallas de alambre, de ese que si te engancha te hace una avería.  Menos mal que somos muy buenos (saltando vallas) y pronto hemos vuelto al camino correcto.






Camino que se ha ido empinando más y más, metiéndose en el hayedo, donde hemos sudado la gota gorda.  Alguna pedrera también había y más empinada aún.  Por fin el sendero ha tirado hacia la derecha por una especie de fajas de hierba, pasos estrechos donde conviene asegurar el paso.  Así hasta que a la vuelta de un recodo nos hemos encontrado con nuestra amiga, la canalera guapa, toda tiesa y que por suerte estaba en sombra a estas horas de la mañana.

Los tres llevábamos un casco ligero, muy aconsejable por si más arriba otro montañero moviera alguna piedra.  Otro montañero o una cabra o una oveja, que también podría ser.  Pero creo que éramos los primeros de la mañana.  Después hemos visto a otro que iba solo pero bastante lejos detrás nuestra, lo que ha hecho que pusiéramos más cuidado todavía en nuestra progresión.  




Recordaba el paso puñetero donde hace más de 20 años necesité la mano fuerte de Jose Mari para subir pero hoy no he necesitado ayuda para superar el escalón, ¡¡Soy un campeón!!

Los tres somos unos campeones porque en un pis-pas y cuatro resoplidos hemos llegado arriba. ¡¡Bieeeeen!! 






Hola Fernando, majetón, nos hemos acordado mucho de tí.  ¡¡Te la habrías gozado con nosotros!!
Pero seguro que ahí arriba estás haciendo ochomiles y hasta nuevemiles. ¡¡Un abrazo campeón!!


lunes, 23 de junio de 2025

Carrera por Montaña Sierra de Luesia

 Los amigos de Luesia, en la comarca de las Cinco Villas, llevan ya unas cuantas ediciones con esta carrera que lleva por los caminos secretos de su montaña preferida: El Puy Moné.  Atravesando bosques de encina y quejigo, hayas y pino silvestre... Cruzando el Arba en Pigalo en un paraíso natural calificado como Paisaje Protegido por cuyas cimas, valles y barrancos la gozaremos como enanos.

Bueno, gozar, lo que se dice gozar, con el calor que ha hecho este Domingo, queda un poco raro así escrito. Pero ya sabéis que los que participamos en estas aventuras estamos un poco locos. Y es que el calor que tenemos recién estrenado el Verano, lleva días siendo protagonista de todas las conversaciones.


La aventura ha durado todo el fin de semana: El Viernes por la tarde, cuando llegamos a Uncastillo y tomamos posesión del apartamento que habíamos reservado.  Una vez ordenados los trastos pudimos dar una vuelta por sus calles y plazas, donde sobre todo admiramos la monumental portada románica de la Iglesia de Santa María.  Hay mucho más que ver en esta villa.  Y también en Boston, EEUU, donde a principios del siglo pasado fue a parar la portada de la Iglesia de San Miguel.  Pero no hablemos de cosas tristes... En la plaza del pueblo se está super agusto a las 8 de la tarde, echaremos unas cervezas y después volveremos a nuestro apartamento rural para cenar, pues todos acusamos el cansancio de la semana.




Al día siguiente madrugué un poco y me acerqué a la Iglesia de San Juan, a cuya sombra, en el suelo se pueden ver tumbas antropomorfas excavadas en la roca.  Las que puedo ver debieron corresponder a niños, pues son bien pequeñas.  Tras desayunar nos acercamos a Luesia donde no paramos y proseguimos hasta Biel, para recorrer sus callejuelas y acercarnos a su castillo fortaleza, emblema de la población.  A las 12 del mediodía el sol castiga sin misericordia cuando vemos llegar a la plaza del pueblo a cuatro ciclistas, todos con la misma equipación.  -¡No vendréis de Zaragoza!- les pregunto.  Y va y acierto, nos dicen que sí que aquí se van a echar un bocata y que se vuelven.  Alucinamos no por los 98 kmts que han hecho hasta aquí y los otros 98 que tienen de vuelta, sino por el calor que les espera en la capital, donde se esperan casi 40 grados... 



Nosotros solo tenemos 15 minutos en coche hasta Luesia, donde estamos invitados a comer en casa de Jesús y Mª Luisa, primos de mi mujer.  El mercurio pasa de los 30 grados pero estaremos super bien dentro de casa.  ¡¡Qué buenas las judías de Pilar!!  Brindaremos por la cocinera y por todos nosotros, ¡¡Yupiii!!

A media tarde decidimos darnos un chapuzón en las piscinas de Uncastillo y después en la plaza compartimos un trago con Adrián mi compi del Trizurko que hace un año volvió a su Asturias del alma, pero aprovechando unos días de vacaciones, se ha acercado para correr por estos montes. ¡¡Bien por Adrián!!

Los dos salimos de Uncastillo a las 7:15 de la mañana del Domingo rumbo a Luesia para recoger dorsales y calentar un poquillo antes de la salida que es a las 8:30.  En el polideportivo me dan un disgusto: Mi dorsal no está, alguien lo ha debido coger por confusión ¡Madre mía, qué hacemos...!  Por suerte en la organización está Julio Garde, que me conoce de otras carreras y encuentra una solución rápida: Su chaval tiene dorsal pero no la va a correr, así que cambiamos números y nombres en un momento. ¡¡Gracias Julio, eres un crack!!  Curiosamente mi dorsal original no salió en la clasificación por lo que supongo que quien fuera el despistado tampoco la corrió al final...

Saludo también a Juan Carlos Ondiviela, con quien compartí muchos kilómetros en la Ehun Millak hace unos añitos ya.  Es un campeón que hace poco pilló medalla en Guara por lo que le felicito.  Y cómo no también está Lucas del grupo 7.45 de Zaragoza también. Este campeón quinto mío, creo, no se pierde una y aunque viene con molestias en la pata terminará sin problemas, aunque eso sí sudando como todos, jejeje...

Y es que hace calor cuando echamos a correr por las calles de Luesia y más calor todavía cuando pillamos una cuesta del copón que nos lleva al otro lado del pueblo para a continuación coger un carretil hacia el Barranco del Val y la Fuente de la Artica.  Por suerte unas nubes altas nos tapan el sol y lo harán hasta que llegamos al alto de Puy Moné, nuestra primera cima del día.  En la lejanía distingo Peña Izaga y la Higa de Monreal, ¡¡Qué guapo está todo!!


Fotacas guapas que me sacó Ramón Ferrer ¡¡Gracias Ramón!!

Aquí me paré a sacar esta foto: En el horizonte se pueden ver Peña Izaga y la Higa

He subido caminando pero al empezar la bajadica puedo echar a correr.  Pasaré a una chica y la tomaré de referencia porque más adelante en la subida está más fuerte y se pondrá delante, así iremos un rato cambiando puestos pero luego se irá y finalmente Esther llegará a meta 15 minutazos antes que yo ¡¡No hay respeto a los viejos!! 



Pozo Pigalo, de mi archivo

En Pigalo serán como las 9:30  y ya hay chavales en el agua, y algún corredor también se mete para refrescar, no es mala idea porque enseguida viene una subida por pista y al solete que nos jode un poco bastante...  Por suerte no tardamos en volver al bosque por un sendero chulo, chulo que va como a media ladera de la montaña. -Esto es Huertalo, aquí siempre hace fresco- dice el corredor delante mía, y tiene razón ¡Qué bien se está!  Asier, el chaval de Jesús, que está en la organización ha subido con la moto hasta un desvío por donde tiramos a cruzar un patatal de hierba y agua... -¡Cuidado con los agujeros!- nos avisa.  -¡Gracias Asier, nos vemos abajo!-.

Qué bien se estaba, pienso, cuando dejamos el bosque debajo nuestra y ganamos altura por una de las crestas de la sierra por donde llegamos a Cabo de Val, vecino de Puy Moné y casi con la misma altura.  En los avituallamientos todos cargamos agua en los flases y yo además me remojo la gorra cada poco.  Con eso y gracias a que ahora es casi todo bajada, confío en mantener un trote decente que me lleve a la meta.  Y sí el trote es decente pero en un tropezón caeré hacia delante pegándome un tortazo contra un arbolito.  Ni mi hombro ni el quejigo se rompieron pero fui un rato bien dolorido ¡¡Hay que estar atento hasta la meta!!

Gracias que tomé como 6 cápsulas de sales, trozos de sandía y buenos tragos de agua en todos los avituallamientos, que no me pareció el fin del mundo dejar la sombra de los árboles y tirar todavía dos kilómetros y pico hacia Luesia.  Una última cuesta en el pueblo la pillé corriendo, despacito, despacito... Hasta que me puse a caminar porque no podía ni con las tabas.  Pero una vez arriba la bajada final al parque sí, eché a correr de nuevo para llegar con buena cara y postureo al arco de meta.

¡¡Gracias Luesia!!